✿; Dos
Mew se removió en la cama. Las nítidas luces del sol entraban por su ventana haciéndolo apretar más los ojos, arrugó su rostro al darse cuenta que anoche se había dormido sin cerrar las cortinas. Suspiró y trato de moverse pero unos brazos se envolvieron en su cintura sin dejarle escapatoria. La nebulosa de su mente no le hacía entender que pasaba, abrió sus ojos y trato de acostumbrarse a la claridad, observó los delgados brazos que lo abrazaban con mucha fuerza y un frío helado lo recorrió.
Trato de hacer memoria de si había salido ayer por la anoche, pero nada, estaba cien por ciento seguro que no había ido a ningún bar y su noche había sido muy tranquila al lado de su tigre que por extensas horas lo acompañó a ver una película de terror mientras hacía dulces soniditos.
Alejó con cuidado los brazos del desconocido. ¿Cómo había entrado a su mansión? ¿Y por qué su tigre no le había advertido de esté pervertido? Cuando estuvo lejos del delgado cuerpo desnudo y al Mew darse cuenta de ese hecho sus mejillas se pintaron de rojo. Se miro a ver si también estaba desnudo pero con alivio se dio cuenta que poseía aún su ropa.
¿Qué jodido pasaba aquí? Se agarró el cabello frustrado. ¿Qué hacía durmiendo con un desconocido? ¿Y si tuvieron sexo? Mew amaba el sexo, pero no con desconocidos, todos los amantes que había tenido por lo menos los conocía por una semana. Mew se sentía frustrado y al borde del colapso y lo peor de todo es que no tenía ni una pizca de alcohol en su sangre pero por más que lo intentaba no podía recordar nada de la noche anterior ¿¡Oh por Dios y si era sonámbulo y tenía sexo dormido!?
Estaba tan perdido en su mundo de pensamientos caminando como si quisiera volverse uno solo con su piso de mármol que no se había dado cuenta del cuerpo del chico que comenzaba a moverse y cuando este se levantó y lo observó, Mew está vez si entro en pánico y se asustó.
El hermoso hombre en su cama tenía el cabello castaño claro con unas pequeñas orejas de color naranja con rayas negras. Sus ojos esmeralda y sus suaves facciones lo miraban con cariño. Su cola naranja con rayas se alzó y se movió de un lado a otro y Mew estaba que se desmayaba.
Hizo lo más sensato que puede hacer un hombre en un momento como ese y salió de la habitación gritando. Que bueno que vivía en una zona sin vecinos porque tendría a la policía en minutos aquí y de imaginar tal escenario solo una pregunta surcaba su cabeza, ¿cómo les explicaba tal barbaridad? Algo como: "Oficial, tengo un chico en mi cama mitad humano-mitad animal que creo que me violo" Sí, quizás lo tildaran de maniático y loco porque hasta en su mente sonaba surreal.
—¡¡Me estoy volviendo loco!!—chillo y después trato de calmarse tratando de razonar consigo mismo—Esto solo es un sueño erótico. Un sueño muy erótico. Sí, solo eso y pronto despertaré—se palmeó las mejillas y se miro en el espejo—Estoy teniendo un sueño erótico con un chico mitad humano-mitad animal, no es nada raro esto suele pasar, a todo el mundo le pasa ¡¡Joder a quien engaño es muy raro!!—se lanzó al sofá apretando el cojín y cerrando los ojos tratando de convencerse de que solo era un tonto sueño—Es un sueño. Solo es un sueño.
—¿Amo, se encuentra bien?—pregunto el joven.
Mew murmuró en el cojín—El amo es parte del sueño. Un sueño raro pero es un sueño. Donde tengo fetiches y fantasías exageradas. Juro que siempre fui normal, nunca fetichista, pero mirenme ahora teniendo sueños raritos.
El híbrido sonrió y se acercó a su dueño acariciándole el cabello con cariño.
—Soy real. Soy tú Esquishi.
Mew se sentó de golpe con espantó y sus ojos se abrieron inmensamente.
—Esto es peor de lo que imaginé tengo sueños eróticos con mi hermoso tigre exótico. Soy un tipo raro ¡Mantenme!
—No es un sueño, soy real—confirmo el chico.
Mew parpadeo y cuando se dio cuenta de la desnudez del delgado y gatuno chico, sus mejillas se pintaron de rojo y rápidamente le lanzó el cojín para se tapara.
—¡Por amor a todo lo sagrado vístete!
—No tengo ropa, amo.
Mew frunció el ceño y lo señaló.
—No soy tu amo y no soy fetichista y tú no eres mi Esquishi.
El chico suspiro, no seguiría insistiendo con lo de que era Esquishi, su dueño parecía apunto de explotar y no quería alterarlo más.
—Esta bien nada de amo, ¿cómo quieres qué te llame?
Mew lo miró y quiso evaporarse. Este día estaba siendo muy raro y solo esperaba que fuera una pesadilla y pronto podría despertar de este sueño erótico.
—Solo llámame Mew.
El chico sonrió risueño.
—Mi Mewi.
Mew frunció el ceño, aquel extraño joven lo desconcertaba. Estaba tratando de entender que sucedía, probo pellizcandose y cuando lo hizo pegó un chillido que asustó al pobre híbrido. Se miro el brazo y efectivamente había una marca roja. ¿Acaso esta ahora era su realidad?
El joven se acercó dudoso y se sentó a su lado. Su colita y sus orejas se movían inquietas. La reacción era extraña hasta para él mismo Mew que nunca había visto un hombre con cola y orejas antes y sino fuera poco el híbrido estaba desnudo con solo un cojín tapando sus partes privadas. Si hubiera sido una situación normal Mew lo hubiera tenido en su cama.
—¿Se encuentra bien?—el joven pregunto muy preocupado. Sus iris bailaban y sus manos se movían inquietas en su regazo queriendo en el proceso rasguñar el cojín que tapaba sus partes privadas.
En ese momento Mew quiso regañarlo porque amaba sus cojines pero no tenía la mente para eso. Todo está extraña situación lo tenía vuelto un desastre. Hasta hace días su semana iba normal al lado de su tigre y ahora se encontraba hablando con un híbrido. Esto era de locos.
—Creo que lo estoy—murmuro y cerro los ojos acariciandose la cara—Solo quiero que esto sea un sueño, sigo sin creer que seas real—abrio sus oscuros y negros ojos y miro a el joven observando con detenimiento sus orejas y su cola—Por favor, solo confírmame que no ocurrió nada raro entre nosotros.
El híbrido pareció confundido por un momento y después su cara se puso roja.
—No, nada raro, solo tenía mucho frío y me cole en tu habitación y quise abrazarte.
Mew suspiró aliviado.
—¿En serio eres real?... O ya definitivamente me estoy volviendo loco.
—Soy real. Haré cualquier cosa para que me creas—propuso.
Mew lo pensó un momento y se miro el brazo; este estaba rojo por el gran pellizco que se había dado, parecía un pellizco real. Volvió a mirar a el híbrido y se dijo "Si éste raro chico me pellizca y siento dolor deberé aceptar que él es real, que es un híbrido" se repitió mentalmente. Extendió su brazo y el joven lo miro con confusión.
—Pellizcame.
—¿Qué? Amo se ha vuelto loco.
Mew gruño.
—No soy tu amo, soy Mew para ti. Y no estoy loco, esto me comprobará que dices la verdad.
El híbrido con un poco de duda pellizco a su dueño; que dio un brinco y chillo. El hibrido tapó sus oídos y sus ojos esmeralda se cristalizaron. No quería lastimar a su dueño, saber que lo había lastimado le rompía el corazón.
—Lo siento Mewi. Lo siento. Perdoname.
Mew se volvió a sentar observando detenidamente la segunda marca rojiza y soltó un bufido. No estaba soñando todo era real y lamentablemente tenía que aceptarlo. Miro a él híbrido que tenía los ojos llorosos y a Mew se le encogió el corazón y con un poco de miedo le dio palmaditas en la cabeza. Su cabello brillaba de un marrón claro como los frondosos árboles en primavera.
—No te disculpes, estoy bien y ahora te creo—lo tranquilizo.
El híbrido lo miro con los ojos llorosos.
—¿En serio? ¿No estás molesto? ¿Me crees, Mewi?
—No estoy molesto y si te creo. Eres un híbrido y aunque no entiendo cómo llegaste hasta acá no voy a reprocharte nada.
El chico dejo de llorar y sonrió brillantemente, Mew le sonrió de vuelta. Aunque Mew había aceptado que el joven era un híbrido, seguía sin creer que este fuera su Esquishi. Así que se levantó con mucho miedo, ¿dónde estaría su Esquishi?
—Esquishi, Esquishi, Esquishi—Mew comenzó a llamarlo con desesperación y el joven híbrido lo siguió aún desnudó.
Mew cansado de la desnudez del chico paso por su habitación y le dio una ancha bata de seda azul. El híbrido contento la tomo y se la puso. Después Mew retomó su búsqueda y la desesperación inundó su sistema. ¿Su hermoso tigre dónde estaba? La angustia y el miedo estaban poseyendo su cuerpo. Salió al patio y comenzó a buscarlo.
Desde la puerta corrediza el híbrido observó a su dueño ser un manojo de nervios, se mordió el labio y comenzó a jugar con su bata con nerviosismo. A pesar de que le había dicho a Mew que él era su tigre este parecía no querer procesarlo, había aceptado muy fácilmente que era un híbrido pero no que era Esquishi y el joven tenía miedo de hacer colapsar a su humano más de lo que estaba, Mew parecía apunto de explotar.
Con temor se acercó a su dueño y lo volteó. Las lágrimas brillaron en sus negros ojos. Su cabello negro como la noche misma estaba revuelto y la pijama estaba ya arrugada.
—Esto es una pesadilla, ¿cierto? Una pesadilla y voy despertar y mi día será normal.
El joven híbrido agarró los hombros de Mew apretando un poco y sus orejitas se aplanaron y su cola se movía nerviosa.
—Soy Esquishi, tú tigre exótico. Y esto no es una pesadilla es la realidad. Lamento si te engañe por una semana entera pero no soy un tigre normal y corriente, soy un híbrido.
Mew aún con sus ojos cristalinos apartó las manos del chico con molestia.
—¡Eso es mentira! ¡Eres un bicho raro qué se coló en mi mansión y dejó escapar a Esquishi!
El híbrido al ver que Mew no le creería sino se lo demostraba decidió volver a su forma animal.
Mew vio con sorpresa él drástico cambio; el joven había pasado de ser un chico mitad humano-mitad animal a un hermoso tigre exótico. Su adorado tigre exótico. Y cuando aquellos ojos esmeralda le devolvieron la mirada, Mew lo supo era su Esquishi. Su pelaje, su mirada y su nariz brillante.
Ya no cabía duda, la realidad se estampó en su cara y la incertidumbre dio paso. Cayó al pasto y abrazo a su tigre tratando de calmar sus emociones y temores.
El saber que su tigre podía volverse humano le aterraba y atemorizaba, era un campo raro y desconocido para él. Porque aunque había oído cuentos sobre híbridos jamás imaginó que fueran reales, hasta ahora.
El tigre comenzó hacer aquellos suaves ronroneos que a Mew lo calmaban y por un momento el pelinegro enterró su rostro en el suave pelaje y comenzó a relajarse.
¿Qué haría él con un híbrido? Amaba a su Esquishi, pero al saber que este era un híbrido no sabía cómo manejar la situación. Desde hoy sabía que sería raro, pero Mew lo intentaría. Solo debía conocerlo mejor, el chico se veía un buen sujeto y era encantador y todo el rato que hablo con él fue amable y respetuoso. Así que no sería tan difícil convivir con él.
El tigre restregó su cabeza peluda en el cuello de Mew y esté soltó un suspiro y solo pensó "Voy a conocerte Esquishi. El que seas un híbrido no me va a separar de ti, solo debo aprender sobre tu especie."
(❥)
¡Hola amores míos! ¿Cómo están? Espero estén muy bien.
Hoy damos inicio oficialmente a "Mi tigre exótico" estoy muy emocionada.
Así que espero me acompañen en esta bonita y adorable historia, donde les aseguro que amaran a Gulf (porque es sumamente tierno) y también a Mew.
Esta historia es muy soft, pero tiene drama y quizás le caían a chanclas a Mew porque a este le costará aceptar románticamente a Gulf.
Sin más que decir espero les haya gustado el capítulo. Me despido, se me cuidan y besitos en cada una de sus bonitas mejillas.
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