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¿Es amor o admiración?

(Si se preguntan esto ocurre luego de todo el problema del foso y DLCS. Además, no está conectada con las demás historias de este perfil)

Pueblo Cahíz

Marta, de aspecto moreno, lleva el cabello negro oscuro que cae en suaves ondas hasta la base de su cuello. Sus ojos, de un tono negro grisáceo profundo, resaltan entre sus rasgos. Viste unos guantes naranjas, a juego con su pintalabios de un vibrante tono naranja. Sus lentes añaden un toque intelectual a su imagen. Las pecas salpican delicadamente sus mejillas, aportando un encanto natural a su rostro. Suele complementar su atuendo con una gorra fedora naranja, añadiendo un toque formal y juvenil a su estilo. Viste el uniforme de primavera distintivo de la Academia Naranja, completando su look con una mochila que lleva consigo sus pertenencias. Con una estatura promedio de aproximadamente 1.67 metros, Marta tiene una figura esbelta y proporcionada. Aunque no se destaca por un gran desarrollo en pecho o caderas, su silueta tiene una suave curvatura que le otorga una feminidad natural y armoniosa.

La Academia Naranja es un lugar vibrante y lleno de vida. Sus jardines están llenos de estudiantes que entrenan a sus Pokémon y comparten historias de sus aventuras. Marta, una chica con una personalidad chispeante y una inclinación por los modismos mexicanos norteños, camina por los pasillos buscando a su mejor amiga Andrea. Al verla cerca de la fuente central, Marta se dirige hacia ella con una sonrisa en el rostro.

Marta: ¡Quiúbole, Andrea! ¿Cómo has estado, morra? Hace un buen que no nos veíamos.

Andrea: levanta la mirada con un aire de orgullo, pero con una sonrisa sincera Marta, ¡por fin apareces! Ya estaba pensando que te habías olvidado de mí después de lo de Noroteo.

Andrea, de cabello moreno recogido en una elegante cola de caballo negra, se distingue por su atuendo escolar, aunque personalizado con sutiles ajustes. Sus ojos amarillos brillan con una intensidad única, mientras que sus manos están cubiertas por guantes negros que acentúan su misteriosa presencia. Una cachucha deportiva completa su estilo único y dinámico. A pesar de su físico que se desarrolla conforme a su edad, su rostro emana un semblante perpetuo de descontento, como si estuviera en constante confrontación con el mundo que la rodea.

Marta: ¡Nah, ¡cómo crees! Si tú eres mi mejor amiga. ¿Te acuerdas de Pecharunt? ¡No manches! Fue un relajo ese día.

Andrea: Claro que me acuerdo. Cómo olvidar a ese Pokémon tan raro. Nos costó bastante encontrarlo y derrotarlo para que no hiciera más daño dijo mientras se acomoda el cabello con elegancia

Marta: ríe ¡No pos sí! Ya ves qué al principio, Pecharunt no se dejaba ni tantito. Casi nos manda a volar a todos con esos ataques raros que tiene.

Andrea: Sí, y sin mencionar que todos los otros entrenadores también lo buscaban. Era un caos total. Aunque debo admitir que, gracias a mi estrategia, logramos capturarlo. 

Marta: No, pues sí. Tuviste buenas ideas, pero acuérdate que también mis Pokémon ayudaron un chorro. Sin Delphox, no hubiéramos podido hacer casi nada ni romperle la madre

Andrea: Tienes razón, Marta. Fue un esfuerzo conjunto su tono es más suave, reconociendo la verdad en las palabras de su amiga, Aunque no me gusta admitirlo, sin tu apoyo, no lo habríamos logrado.

Marta: le da una palmada en la espalda Ah, no te agüites, Andrea. Lo importante es que lo logramos juntas junto a Cass. Además, al final del día, Pecharunt se quedó con nosotras, y eso es lo que cuenta.

Andrea: Sí, y ahora la Academia Naranja tiene el honor de tener un Pokémon singular como Pecharunt. Nuestra reputación ha crecido mucho gracias a eso.

Marta: riendo ¡Exacto! Y nosotras somos las estrellas del momento. Pero ¿sabes qué es lo mejor? Que seguimos siendo amigas a pesar de todo.

Andrea: sonríe cálidamente Tienes toda la razón, Marta. Nuestra amistad es lo más importante. Ahora, ¿Qué te parece si entrenamos un poco? Tenemos que seguir mejorando para las próximas aventuras.

Marta: ¡Órale! Vamos a darle duro. No vaya a ser que se nos duerma el gallo. 

Marta se levantó y extiende la mano a Andrea

Las dos amigas se levantan y se dirigen al campo de entrenamiento, mientras las dos amigas se levantan y se dirigen al campo de entrenamiento, ven a un niño de no más de 11 años con un Chimchar en su hombro. El niño parece tímido e inseguro, mirando alrededor con cierta incertidumbre.

Marta: ¡Hey, morrito! ¿Cómo te llamas? ¿Y ese Chimchar tan chido?

Mateo: mira hacia abajo, algo nervioso Me llamo Mateo... y este es mi Chimchar. Acabamos de llegar a la academia.

Andrea: se inclina un poco para estar a la altura de Mateo, sonriendo Hola, Mateo. Soy Andrea, y ella es Marta. No te preocupes, todos fuimos nuevos alguna vez. ¿Cómo te está yendo hasta ahora?

Mateo: murmura Bien, creo. Es que... no conozco a nadie y no sé si soy lo suficientemente bueno para estar aquí...

Marta: pone una mano en el hombro de Mateo ¡Ándale, no te rajes! Todos empezamos desde cero. Mira, Chimchar parece muy fuerte. ¿Por qué no te unes a nosotras para entrenar un rato? Así nos conocemos mejor.

Mateo: sonríe tímidamente ¿De verdad? ¿No les molestaría?

Andrea: Para nada. Nos encantaría ayudarte. Además, entrenar juntos siempre es más divertido.

Marta: ¡Exacto! Además, estás a punto de entrenar con una de las campeonas de la región de Paldea. señalándose a sí misma con orgullo

Mateo: con los ojos muy abiertos ¡¿En serio?! ¡Eso es increíble!

Andrea: mirando a Marta con una sonrisa de satisfacción Sí, Marta es realmente una entrenadora excepcional. Ha logrado muchas cosas increíbles.

Marta: bromeando Uy, Andrea, eso sonó casi como una confesión amorosa.

Andrea: sonrojándose y poniéndose a la defensiva ¡No es eso! Solo lo dije porque somos rivales y... y... ¡es importante reconocer el talento del oponente!

Marta: riendo Tranquila, Andrea, solo taba jugando. Sabes que yo también te admiro mucho. ¡Vamos a entrenar y mostrarle a Mateo lo que podemos hacer!

Mateo:  Gracias, chicas. Estoy emocionado por aprender de ustedes.

Las tres se dirigen al campo de entrenamiento, con Chimchar saltando alegremente de un lado a otro. Andrea y Marta saben que con un poco de apoyo y confianza, Mateo pronto se sentirá como en casa en la Academia Naranja, y juntos podrán enfrentar cualquier desafío

La Academia Naranja es un lugar vibrante y lleno de vida. Sus jardines están llenos de estudiantes que entrenan a sus Pokémon y comparten historias de sus aventuras. Marta y Andrea, después de un encuentro con el tímido Mateo, se dirigen al campo de entrenamiento. Mientras caminan, Andrea empieza a perderse en sus pensamientos, tratando de entender sus sentimientos hacia Marta.

Andrea: pensando ¿Qué fue lo que dije? ¿Por qué me puse tan nerviosa? Marta siempre ha sido mi mejor amiga, pero últimamente... cuando la veo, siento algo más. No puede ser... ¿me estoy enamorando de ella? Pero eso no tiene sentido, somos rivales y amigas, nada más... ¿verdad?

Mientras Andrea sigue caminando junto a Marta, observa cómo su amiga interactúa con Mateo, alentándolo y haciéndolo sentir bienvenido. Marta siempre ha tenido esa capacidad de iluminar cualquier situación con su energía y alegría.

Andrea: pensando "Es tan fácil para ella ser amable y divertida. Siempre sabe cómo hacer que los demás se sientan bien. Me encanta esa parte de ella. Pero, ¿eso significa que la amo? No puedo confundirme así. Tal vez solo la admiro mucho... aunque, ¿por qué siento estas mariposas en el estómago cuando me mira?"

Andrea sacude la cabeza ligeramente, intentando despejar sus pensamientos. No quiere que Marta note su confusión.

Marta: girándose hacia Andrea ¿Todo bien, Andrea? Te ves medio pensativa.

Andrea: sonriendo para disimular Sí, sí, todo bien. Solo estaba pensando en cómo vamos a entrenar a Mateo y su Chimchar.

Marta: riendo Pues fácil, ¡con muchas ganas y entusiasmo! Vamos a darle duro para que Mateo se sienta parte del equipo.

Andrea asiente, pero no puede dejar de pensar en sus sentimientos. Mientras se preparan para entrenar, decide que, por ahora, lo mejor es centrarse en ayudar a Mateo y disfrutar del tiempo con Marta. Pero sabe que eventualmente tendrá que enfrentar lo que siente y descubrir si lo que hay en su corazón es más que una simple amistad o rivalidad.

El campo de entrenamiento se llena de energía y risas, con Marta guiando a Mateo y Chimchar en nuevas técnicas, mientras Andrea observa con una mezcla de admiración y confusión. El sol brilla sobre la Academia Naranja, prometiendo más aventuras y momentos para desentrañar los verdaderos sentimientos que Andrea guarda en su interior.

El campo de entrenamiento está lleno de energía y risas. Marta guía a Mateo y su Chimchar en nuevas técnicas, mientras Andrea observa con una mezcla de admiración y confusión. Andrea sigue perdida en sus pensamientos, intentando entender sus sentimientos hacia Marta.

Andrea: pensando Es increíble cómo Marta se conecta con todos, especialmente con los Pokémon. Mira cómo hace reír a Mateo... Siempre he sabido que es especial, pero últimamente parece más que eso. Cada vez que la miro, siento que mi corazón late más rápido. ¿Es esto lo que significa estar enamorada?

Andrea recuerda momentos específicos que han compartido: las veces que Marta la ha apoyado en batallas difíciles, las noches de risas hasta tarde, y los pequeños gestos de cariño que Marta siempre muestra. Cada recuerdo parece reafirmar sus sentimientos.

Andrea: pensando No es solo admiración. Es algo más profundo. Pero ¿Qué hago con esto? ¿Cómo podría decirle a Marta lo que siento sin arruinar nuestra amistad o nuestra dinámica como rivales? ¿Y si no siente lo mismo? No quiero perderla de ninguna manera.

Marta se da cuenta de que Andrea está perdida en sus pensamientos y se acerca a ella, dejando a Mateo practicar con Chimchar.

Marta: tocando suavemente el brazo de Andrea Oye, ¿segura que tás bien? Pareces estar en otro planeta.

Andrea: sobresaltada Sí, sí, solo... pensando en estrategias de batalla. (sonríe nerviosa)

Marta: riendo Ya te conozco, Andrea. No te ves así solo por estrategias. Si hay algo que quieras decirme, sabes que puedes confiar en mí.

Andrea: pensando Siempre tan perceptiva, Marta. No sé si estoy lista para esto, pero no puedo seguir evitando mis sentimientos. Tal vez debería esperar el momento adecuado.

Andrea: tratando de cambiar de tema Bueno, estaba pensando en cómo podríamos mejorar el entrenamiento de Mateo. Tal vez podríamos enfocarnos más en las combinaciones de movimientos de Chimchar.

Marta: sonriendo, aunque un poco dudosa Buena idea. Pero recuerda que también estoy aquí para ti. Si necesitas hablar, siempre estaré a tu lado.

Mientras continúan entrenando, Andrea se siente más decidida a entender sus propios sentimientos. Aunque aún no está lista para abrir su corazón por completo, sabe que eventualmente tendrá que enfrentar la verdad y arriesgarse a ser honesta con Marta. Por ahora, se concentra en el entrenamiento, disfrutando del tiempo con su mejor amiga y observando la forma en que Marta ilumina el día de todos a su alrededor.

Andrea: pensando Paso a paso, Andrea. Primero, vamos a ayudar a Mateo y Chimchar a ser los mejores que pueden ser. Y luego... ya veremos.

El sol brilla sobre la Academia Naranja, prometiendo más aventuras y momentos para que Andrea descubra la profundidad de sus sentimientos y la verdadera naturaleza de su relación con Marta

El campo de entrenamiento está lleno de energía y risas. Marta guía a Mateo y su Chimchar en nuevas técnicas, mientras Andrea observa con una mezcla de admiración y confusión. Andrea sigue perdida en sus pensamientos, intentando entender sus sentimientos hacia Marta.

De repente, durante un ejercicio, Chimchar comienza a emitir un brillo inusual. La habilidad Mar Llamas se activa, aumentando la potencia de sus movimientos de fuego. Chimchar, ahora fuera de control, lanza un ataque de Ascuas en dirección a Mateo.

Mateo: gritando ¡Chimchar, detente!

Marta: ¡Drako, rápido! ¡Protege a Mateo!

Dragonite se lanza hacia adelante con una velocidad impresionante, utilizando su Cola Dragón para desviar las Ascuas y luego cubre a Mateo con su gran cuerpo para evitar más daños. Chimchar, sin reconocer a nadie, continúa atacando ferozmente.

Andrea: ¡Marta, Chimchar está fuera de control! ¿Qué hacemos?

Marta: ¡Dragonite, usa Pirueta Helada para calmar a Chimchar!

Dragonite obedece, ejecutando un elegante movimiento de Pirueta Helada empieza a girar 360 grados sobre sí mismo creando una especie de embudo helado para golpear a Chimchar. Sin embargo, el pequeño Pokémon sigue enloquecido, lanzando arañazos y gruñidos en todas direcciones.

Mateo: con lágrimas en los ojos ¡Chim, por favor, para! No quiero que nadie salga herido...

Andrea: Marta, tenemos que calmarlo de alguna forma. Tal vez si logramos que recuerde quiénes somos...

Marta: pensativa Tienes razón. Mateo, necesitamos que intentes hablar con Chimchar. Recuerda todos los momentos felices que han pasado juntos.

Mateo: nervioso Chimchar, soy yo, Mateo. Recuerda cuando nos conocimos cuando éramos solo unos bebés. Hemos pasado tanto juntos, ¿verdad?

Chimchar parece vacilar por un momento, pero luego vuelve a lanzar un ataque de Ascuas, esta vez más feroz. Dragonite continúa protegiendo a Mateo, pero está claro que la situación se está volviendo más peligrosa.

Andrea: Marta, no está funcionando. Tenemos que encontrar otra manera.

Marta: Andrea, usa tu Gardevoir para ayudarnos. Tal vez un ataque psíquico pueda calmarlo.

Andrea: asintiendo Gardevoir, necesito tu ayuda. Usa Psíquico para intentar calmar a Chimchar.

Espeon aparece y rápidamente lanza un rayo de energía psíquica hacia Chimchar, envolviéndolo en un aura calmante. Chimchar se tambalea, su furia disminuyendo lentamente. Finalmente, colapsa exhausto en el suelo, respirando pesadamente.

Mateo: corriendo hacia Chim Chim, ¿estás bien? Lo siento tanto...

Chimchar abre los ojos lentamente y parece reconocer a Mateo, soltando un débil gruñido de alivio. Mateo lo abraza con cuidado, sus lágrimas cayendo sobre el pequeño Pokémon.

Marta: suspirando aliviada Buen trabajo, Andrea. Y tú también, Mateo. Mostraste mucho valor.

Andrea: sonriendo Solo hicimos lo que teníamos que hacer. ¿Cómo te sientes, Mateo?

Mateo: acariciando a Chim Gracias a ustedes, estoy bien. Y Chim también. Prometo que trabajaré más duro para que esto no vuelva a pasar.

Marta: sonriendo y poniendo una mano en el hombro de Mateo Así se habla, campeón. Recuerda que siempre estamos aquí para ayudarte.

Andrea: pensando Marta siempre sabe qué decir y hacer. No es solo admiración lo que siento. Es amor. Pero por ahora, lo más importante es que Mateo y Chimchar están bien.

El sol continúa brillando sobre la Academia Naranja, prometiendo más aventuras y desafíos. Mientras Andrea observa a Marta y Mateo, siente una determinación renovada para entender sus sentimientos y, eventualmente, compartirlos con su amiga.

El sol comienza a descender en el cielo, bañando la Academia Naranja con tonos dorados y anaranjados. Marta, Andrea y Mateo se reúnen en uno de los bancos cerca de los jardines, descansando después de un día lleno de emociones.

Andrea: Oye, Mateo, ¿alguna vez has pensado en cuál es tu objetivo como entrenador Pokémon?

Mateo:  Pues, la verdad no lo sé. Nunca he pensado mucho en eso. Solo quiero ser un buen entrenador y hacer que mis Pokémon estén felices, supongo.

Andrea: asintiendo Eso es importante, Mateo. Mantener a tus Pokémon felices y saludables es una meta noble en sí misma. Pero ¿has pensado en algo más grande, algo que te motive a seguir adelante en tu viaje como entrenador?

Mateo: negando con la cabeza No realmente. Nunca había considerado eso antes.

Andrea: sonriendo Bueno, tal vez es hora de que comiences a pensar en ello. Todos los grandes entrenadores tienen metas y sueños que los impulsan hacia adelante. ¿No crees?

Mateo:  Sí, tienes razón. ¿Y tú, Andrea? ¿Cuál es tu objetivo como entrenadora?

Andrea: con una sonrisa orgullosa Mi objetivo es derrotar a Marta y coronarme campeona de la región de Paldea.

Mateo: sorprendido ¡Wow, eso es impresionante! ¿Y qué tan cerca estás de lograrlo?

Andrea: riéndose Bueno, aún estoy en camino, pero estoy trabajando duro para mejorar mis habilidades y estrategias. Marta es una entrenadora increíble, así que sé que no será fácil, pero estoy decidida a convertirme en la mejor.

Marta: riendo ¡Ajá! Ya me estás tirando el guante, ¿eh? Pues te advierto, Andrea, que no te será fácil vencerme. ¡Pero acepto el desafío!

Andrea: mirando a Marta con determinación ¡Eso es lo que quiero escuchar! Preparaos, gente de Palde, ¡porque Andrea está en camino hacia la cima!

Los tres ríen juntos, compartiendo el espíritu de competencia y camaradería. Aunque Andrea y Marta son rivales, su amistad es más fuerte que cualquier desafío que enfrenten en el camino hacia sus sueños. Y Mateo, inspirado por su conversación, comienza a pensar en cuál será su propio objetivo como entrenador Pokémon.

Andrea llega a su casa después de un largo día en la Academia Naranja. Entra a su habitación, se deja caer en su cama y mira el techo, sumida en sus pensamientos. La conversación y las emociones del día la han dejado con muchas preguntas sin respuesta.

Andrea: pensando Hoy fue un día lleno de emociones. Mateo y Chimchar, Marta y su Dragonite... Marta. No puedo dejar de pensar en ella. Todo el tiempo que pasamos juntas, la forma en que me hace sentir... ¿Es posible que esté enamorada de ella?

Andrea se revuelve en la cama, buscando una posición cómoda mientras sus pensamientos siguen corriendo desenfrenados.

Andrea: pensando Siempre he admirado a Marta, pero esto es diferente. ¿Y si realmente estoy enamorada de ella? ¿Qué significa eso para mí? ¿Acaso soy lesbiana? Nunca había pensado en eso antes.

Andrea se sienta en la cama y abraza una almohada, intentando encontrar claridad en sus sentimientos.

Andrea: pensando Si realmente me gustan las chicas, y si Marta es más que una amiga para mí, ¿Cómo se lo diré? ¿Cómo lo entenderá? ¿Y si no siente lo mismo? No quiero arruinar nuestra amistad o complicar nuestra rivalidad.

Andrea: pensando Quizás deba hablar con alguien sobre esto, alguien que pueda entender por lo que estoy pasando. Pero ¿quién? No quiero que Marta sepa todavía, no hasta que yo misma esté segura de mis sentimientos.

Andrea se tumba nuevamente, cerrando los ojos, tratando de calmar su mente y corazón.

Andrea: pensando Tal vez necesite tiempo. Necesito entenderme a mí misma antes de poder hablar con Marta. Y eso está bien. No hay prisa. Solo tengo que ser honesta conmigo misma y aceptar lo que siento, sea lo que sea.

Con esa resolución, Andrea decide que, por ahora, lo mejor es descansar. Se acurruca en su cama, esperando que el sueño la lleve a un lugar donde pueda encontrar la paz y, quizás, un poco más de claridad sobre sus sentimientos. El sonido suave de la noche la envuelve, prometiendo un nuevo día lleno de posibilidades y descubrimientos.

Andrea: pensando Mañana será un nuevo día. Y pase lo que pase, seguiré adelante, buscando mis respuestas y enfrentando mis sentimientos con valentía. Después de todo, eso es lo que haría una verdadera campeona.

Con una sonrisa suave en su rostro, Andrea finalmente se deja llevar por el sueño, su mente llena de pensamientos de amor, amistad y el emocionante futuro que le espera.

Andrea llega a su casa después de un largo día en la Academia Naranja. Entra a su habitación, se deja caer en su cama y mira el techo, sumida en sus pensamientos. La conversación y las emociones del día la han dejado con muchas preguntas sin respuesta.

Andrea está en su cama, tratando de encontrar la paz en sus pensamientos. Cierra los ojos y, lentamente, se deja llevar por una fantasía que ha estado guardada en el rincón más profundo de su mente.

Andrea: pensando ¿Y si Marta y yo estuviéramos destinadas a estar juntas? ¿Qué pasaría si me casara con ella?

En su imaginación, Andrea se encuentra en un hermoso jardín lleno de flores de colores brillantes. El sol brilla en el cielo, y una suave brisa acaricia su rostro. Está vestida con un elegante vestido blanco, y sus manos tiemblan ligeramente por la emoción.

Andrea: pensando Todo es tan perfecto. Nunca me había sentido tan feliz.

Marta aparece frente a ella, también vestida de blanco, con una sonrisa radiante en su rostro. Sus ojos brillan con amor y felicidad. Andrea siente su corazón acelerarse al ver a Marta caminando hacia ella.

Marta: tomando las manos de Andrea. Andrea, te he amado desde el momento en que te conocí. Eres mi mejor amiga, mi rival y el amor de mi vida. Hoy, quiero prometerte que siempre estaré a tu lado, en las buenas y en las malas.

Andrea: con lágrimas en los ojos Marta, tú eres mi todo. Me haces sentir completa, y no puedo imaginar mi vida sin ti. Prometo amarte y apoyarte en cada paso de nuestro camino juntos.

Se dan el "sí, quiero" y se besan bajo el cálido sol del jardín, rodeadas de amigos y familiares que aplauden y celebran su amor. Andrea siente una inmensa felicidad, una sensación de plenitud y paz que nunca antes había experimentado.

Andrea: pensando Esto es lo que quiero. Quiero compartir mi vida con Marta, luchar juntos, reír juntos y amarnos por siempre.

La fantasía se desvanece lentamente, y Andrea vuelve a su habitación, todavía abrazada a su almohada. Pero ahora, en lugar de incertidumbre, siente una cálida certeza en su corazón.

Andrea: pensando Tal vez sí estoy enamorada de Marta. Y eso está bien. Sea lo que sea que depare el futuro, quiero estar con ella y descubrirlo juntas. Hoy, he dado un paso más hacia la comprensión de mis sentimientos.

Con una sonrisa en el rostro y una nueva determinación en su corazón, Andrea se queda dormida, soñando con un futuro lleno de amor y aventuras junto a Marta.

El sol de la mañana se cuela por las ventanas, llenando la casa de Andrea con una luz cálida y acogedora. Andrea se despierta con una mezcla de nerviosismo y determinación. Ha decidido que hoy será el día en que hablará con sus padres sobre sus sentimientos.

Después de vestirse y bajar a la cocina, encuentra a sus padres desayunando. Su madre, Clara, está sirviendo café, y su padre, Juan, lee el periódico.

Andrea: respirando hondo Mamá, papá, ¿puedo hablar con ustedes un momento?

Clara: mirando con una sonrisa Claro, cariño. Siéntate. ¿Qué sucede?

Juan: bajando el periódico ¿Todo bien, Andrea?

Andrea se sienta frente a ellos, sintiendo que su corazón late con fuerza. Mira a sus padres, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

Andrea: con voz firme pero nerviosa Hay algo importante que necesito decirles. He estado pensando mucho sobre esto, y es algo que necesito compartir con ustedes.

Clara y Juan intercambian una mirada de preocupación, pero se vuelven hacia su hija con atención y apoyo.

Clara: Estamos aquí para escucharte, Andrea. Dinos lo que tienes en mente.

Andrea: tomando aire Bueno, últimamente he estado sintiendo algo muy fuerte por mi amiga Marta. Al principio, pensé que solo era admiración, pero me he dado cuenta de que es algo más profundo. Creo que estoy enamorada de ella.

Un silencio cae sobre la mesa. Andrea observa a sus padres, esperando su reacción.

Juan: suavemente Andrea, ¿estás segura de tus sentimientos?

Andrea: asintiendo Sí, papá. Me he estado cuestionando mucho, pero anoche, mientras pensaba en ello, me di cuenta de que es verdad. Me siento feliz cuando estoy con ella, y no puedo imaginar mi vida sin ella.

Clara: sonriendo con ternura Andrea, te amamos y queremos que seas feliz. Lo más importante es que seas fiel a ti misma. Si Marta es quien te hace feliz, entonces tienes nuestro apoyo.

Juan: poniendo una mano sobre la de Andrea Estamos orgullosos de ti por tener el valor de compartir esto con nosotros. Siempre estaremos aquí para ti, sin importar lo que pase.

Andrea siente una ola de alivio y emoción al escuchar las palabras de sus padres. Las lágrimas de alivio y felicidad comienzan a brotar de sus ojos.

Andrea: con voz temblorosa Gracias, mamá, papá. Significa mucho para mí saber que me apoyan.

Clara: abrazando a Andrea Siempre, cariño. Te amamos tal como eres.

Juan: uniéndose al abrazo Y queremos que vivas tu vida con autenticidad y amor.

Andrea se siente envuelta en el amor y el apoyo de sus padres. En ese momento, sabe que ha dado un paso importante hacia la aceptación de sus sentimientos y hacia vivir su vida de manera auténtica.

Andrea: pensando Con el apoyo de mis padres, siento que puedo enfrentar cualquier cosa. Estoy lista para ver a dónde me llevan estos sentimientos por Marta y lo que el futuro nos depara."

Con una nueva confianza y un corazón lleno de gratitud, Andrea se prepara para el día, sabiendo que tiene una familia que la ama y la apoya en cada paso del camino.

Andrea está sentada en el cuarto de Noa en la Academia Naranja. Ha terminado de contarle todo sobre sus sentimientos hacia Marta y la conversación que tuvo con sus padres. Noa, su compañera y amiga, la escucha con atención, tratando de procesar toda la información.

Noa: Solo dos preguntas la primera ¿Qué haces en mi cuarto? y la segunda ¿Por qué?

Andrea: sonriendo Noa, tú misma me diste una copia de la llave de tu cuarto, ¿recuerdas? Dijiste que siempre podía venir aquí si necesitaba hablar o un lugar tranquilo para pensar.

Noa: suspirando Sí, tienes razón. Pero, aun así, ¿por qué yo?

Andrea: mirándola con seriedad Porque tú y Melo son novias. Sabes lo que es tener una relación con alguien que amas profundamente. Pensé que podrías entender mejor que nadie lo que estoy pasando y darme un buen consejo.

Noa se queda en silencio por un momento, asimilando las palabras de Andrea. Luego sonríe, conmovida por la confianza que Andrea ha depositado en ella.

Noa: Andrea, me alegra que confíes en mí para hablar de esto. Es un gran paso que hayas sido capaz de admitir tus sentimientos, tanto a ti misma como a tus padres. Eso requiere mucho valor.

Andrea: asintiendo Gracias, Noa. Pero ahora no sé qué hacer. ¿Cómo le digo a Marta lo que siento sin arruinar nuestra amistad o nuestra rivalidad?

Noa: Bueno, primero necesitas estar segura de que realmente quieres decírselo. No es una decisión que debas tomar a la ligera. ¿Estás preparada para cualquier tipo de reacción?

Andrea: mordiéndose el labio No estoy segura. Me asusta pensar que podría no sentir lo mismo y que eso cambie todo entre nosotras. Pero también siento que, si no le digo, siempre me quedaré con la duda y el "qué hubiera pasado".

Noa: colocando una mano en el hombro de AndreaEntiendo. Es una situación complicada. Pero, recuerda, Marta es tu amiga. Si es tan buena amiga como parece, te apoyará sin importar lo que pase. La honestidad siempre es importante en cualquier relación, sea de amistad o algo más.

Andrea: susurrando Tienes razón, Noa. Pero, aun así, tengo tanto miedo...

Noa: Es normal tener miedo. Pero también es importante ser valiente y fiel a ti misma. Si Marta siente lo mismo, habrás ganado algo maravilloso. Y si no, al menos sabrás que fuiste honesta con ella y contigo misma.

Andrea: respirando hondo Gracias, Noa. Me has dado mucho en qué pensar. Tal vez no estoy lista para hablar con Marta todavía, pero al menos sé que tengo a alguien con quien puedo contar.

Noa: sonriendo Siempre estaré aquí para ti, Andrea. Y recuerda, Melo y yo también pasamos por momentos difíciles al principio, pero al final, la honestidad y el amor fueron lo que nos unió más. Tómate tu tiempo y haz lo que sientas correcto.

Andrea siente un gran alivio al hablar con Noa. Sabe que aún tiene un largo camino por recorrer, pero ahora tiene más claridad y confianza para enfrentar sus sentimientos y el futuro.

Andrea: Gracias a Noa, sé que no estoy sola en esto. Estoy un paso más cerca de entender mis sentimientos y de encontrar la manera de compartirlos con Marta.

Andrea está sentada en su cama, rodeada de notas y papeles. Ha pasado horas practicando y escribiendo diferentes formas de confesar sus sentimientos a Marta. Sin embargo, cada intento parece más difícil que el anterior.

Andrea: murmurando para sí misma Marta, tengo algo que decirte... No, eso suena muy formal. ¿Qué tal... Marta, he estado pensando mucho y... no, tampoco.

Se levanta y comienza a caminar de un lado a otro en su habitación, frustrada.

Andrea: hablando sola Marta, eres mi mejor amiga y... ugh, esto es tan complicado.

Se detiene frente al espejo, mirando su propio reflejo.

Andrea: con voz decidida Marta, estoy enamorada de ti. Siempre lo he estado. No puedo seguir ocultando mis sentimientos...

Pero tan pronto como lo dice en voz alta, siente una punzada de orgullo y miedo. Baja la mirada, derrotada por sus propios pensamientos.

Andrea: pensando ¿Qué estoy haciendo? ¿Cómo puedo mostrarme tan vulnerable? ¿Y si me rechaza? ¿Y si esto cambia todo entre nosotras?

Se sienta de nuevo en la cama, tomando una de las notas y mirándola con resignación.

Andrea: pensando No puedo hacerlo. Mi orgullo no me deja. Soy una persona fuerte y decidida, pero cuando se trata de mis sentimientos por Marta, me siento tan indefensa.

Recuerda momentos específicos en los que su orgullo la ha ayudado a mantenerse firme, pero también aquellos en los que ha sido una barrera para expresar sus verdaderos sentimientos.

Andrea: susurrando Marta, te quiero tanto... pero no puedo decirlo. No así.

Con un suspiro, guarda todas las notas y papeles en una caja y la cierra con decisión.

Andrea: pensando Tal vez algún día encontraré el valor para decirle todo, pero por ahora, seguiré siendo su amiga y rival. Quizás eso sea lo mejor.

Se recuesta en su cama, sintiéndose frustrada pero aliviada de haber tomado una decisión, aunque sea temporal.

Andrea: pensando Mi orgullo es parte de quien soy. Y aunque a veces me impide ser completamente honesta, también me ha ayudado a llegar hasta aquí. Solo espero que, cuando el momento sea el adecuado, encuentre la fuerza para ser sincera con Marta.

Con estos pensamientos, Andrea cierra los ojos y trata de dormir, esperando que el futuro le traiga la claridad y el coraje que tanto necesita.

La luna brilla intensamente fuera de la ventana, pero Marta está lejos de pensar en descansar. Su habitación está llena de libros, diagramas y notas sobre estrategias de batalla. En el centro de todo esto, un dibujo del Quaquaval de Andrea destaca, rodeado de anotaciones y tácticas posibles.

Marta: murmurando para sí misma Ok, Charizard es de tipo Fuego y Volador. Su Mega Evolución lo hace aún más poderoso... ¿Qué tal si uso Pirueta Helada con Dragonite? No, eso no será suficiente.

Se pasa una mano por el cabello, despeinándolo aún más. Su Dragonite la observa desde un rincón de la habitación, preocupado por su entrenadora.

Marta: suspirando Necesito una estrategia perfecta. Andrea es tan buena entrenadora... y su Quaquaval es casi invencible.

Marta toma una hoja de papel y comienza a escribir nuevas ideas, pero nada parece encajar. Cada táctica que considera tiene un contraataque que Andrea podría usar fácilmente.

Marta: pensando Andrea siempre está un paso adelante. Es como si supiera lo que voy a hacer antes de que lo haga. Tal vez si intento usar Demolición... No, Quaquaval es muy rápido.

Se levanta y comienza a caminar de un lado a otro, tratando de despejar su mente.

Marta: Dragonite, ¿Qué crees que deberíamos hacer? Necesitamos algo más que fuerza bruta.

Dragonite la mira con comprensión, pero no tiene una respuesta mágica. Marta se sienta nuevamente, frustrada. Siente que está atrapada en un ciclo sin fin de tácticas fallidas.

Marta: desesperada ¡Nada está funcionando! ¡No puedo encontrar una manera de derrotarlo!

Se recuesta en su cama, mirando al techo, sintiendo la presión de su rivalidad con Andrea. La imagen de Andrea y su Quaquaval sigue rondando en su mente.

Marta: pensando Andrea siempre ha sido mi rival más fuerte, incluso a Mencía y a Cass le cuesta ganarle, pero también mi mejor amiga. ¿Será que ella siente lo mismo cuando trata de derrotarme?

Recuerda los momentos compartidos con Andrea, la forma en que se apoyan mutuamente a pesar de ser rivales. La admiración que siente por ella se mezcla con la frustración de no poder superar su Quaquaval.

Marta: pensando Quizás estoy enfocándome demasiado en las tácticas y no en lo que realmente importa. Andrea siempre me ha dicho que la clave está en el vínculo con nuestros Pokémon."

Se sienta nuevamente, mirando a Dragonite con una nueva determinación.

Marta: sonriendo Tal vez no necesito una estrategia perfecta. Tal vez solo necesito confiar en ti, Dragonite. Siempre hemos sido un gran equipo, y eso es lo que nos dará la ventaja.

Dragonite responde con un rugido de aprobación, su mirada llena de determinación y confianza. Marta siente un renovado sentido de propósito y esperanza.

Marta: con firmeza Mañana será un nuevo día. Y esta vez, no me preocuparé tanto por derrotar a Charizard. Me concentraré en luchar junto a ti, Dragonite, como siempre lo hemos hecho.

Con esa resolución, Marta guarda sus notas y se prepara para dormir. Sabe que la verdadera fuerza de su equipo radica en la confianza y el vínculo que comparte con sus Pokémon. Cierra los ojos, lista para enfrentar el próximo desafío con una nueva perspectiva y determinación.

Marta: pensando Andrea, prepárate. No importa lo fuerte que sea tu Quaquaval, nosotros también somos fuertes. Y lucharemos con todo nuestro corazón.

Después de decidir confiar en su vínculo con Dragonite, Marta se acuesta en su cama, pero su mente sigue girando. Comienza a pensar en los demás miembros de su equipo Pokémon.

Marta: pensando Ok, si no puedo derrotar al Quaquaval de Andrea solo con Dragonite, necesito considerar a todo el equipo. Tal vez, solo tal vez, pueda encontrar una estrategia combinada que funcione.

Marta saca una libreta y un bolígrafo, lista para anotar sus pensamientos. Primero, piensa en Xóchitl, su Skederlirge.

Marta: Xóchitl, tienes ataques poderosos como Bola Sombra y Llamarada, pero el problema es que Quaquaval resiste as tipo Fuego. No sé si será suficiente.

Luego, piensa en Meowscarada.

Marta: Meowscarada, tienes una gran variedad de movimientos: Demolición, Bomba Germen, Mordisco, y Truco Floral. Pero Quaquaval tiene ventaja contra tipos Planta con pirueta helada. Necesitamos algo más.

Suspira, sintiéndose un poco abrumada. Luego piensa en Drako, su Gyarados.

Marta: Drako, tiene Teraexplosión de tipo Tierra, Mordisco, Terratemblor y Colmillo Hielo. Quizá su mordisco podría hacerle daño a Quaquacal, pero él es rápido y puede esquivarlo.

Marta pasa a América, su Talonflame.

Marta: América, tienes Vuelo, Acróbata, Ala de Acero y Nitrocarga. Aunque eres veloz, Quaquaval tiene ventaja de tipo. No quiero ponerte en peligro.

Finalmente, piensa en Torcido, su Danchsbund.

Marta: Torcido, tienes Carantoña, Brillo Mágico, Doble Filo y Triturar. Quizá podrías hacerle frente con tus ataques de tipo Hada, pero ese maldito pato salsero resiste como nadie.

Marta se queda mirando la libreta, en blanco, sintiendo la presión de la batalla contra Andrea. Se siente perdida, sin una estrategia clara.

Marta: pensando ¡Ay caray! ¡Qué difícil está esto! Pinche Quaquaval, no sé cómo fregados le vamos a ganar.

Se pasa una mano por el rostro, tratando de despejarse.

Marta: A ver, no me puedo quedar en blanco. Andrea es buena, pero no invencible. Tal vez no sea cuestión de una estrategia perfecta, sino de usar todo lo que tenemos y adaptarnos sobre la marcha.

Suspira, sintiendo un poco de alivio al recordar la importancia del trabajo en equipo y la improvisación en la batalla.

Marta: Xóchitl, Meowscarada, Drako, América, Trozido... Todos ustedes tienen algo único que aportar. Si podemos combinar nuestras fuerzas y sorprender a Andrea, tenemos una oportunidad.

Mira las pokeball de su equipo con determinación, visualizando una estrategia donde cada miembro juega un papel crucial.

Marta: pensando No sé cómo va a salir, pero sé que juntos podemos lograrlo. Mañana, le daremos una buena pelea a Andrea y su Quaquaval. Somos un equipo y, pase lo que pase, lucharemos con todo nuestro corazón.

Con una sonrisa decidida, Marta guarda su libreta y se prepara para dormir. Mañana será un nuevo día y, con su equipo a su lado, está lista para enfrentar cualquier desafío.

Marta: pensando Andrea, prepárate. Este equipo viene con todo.

Andrea está sentada en su cama, rodeada de papeles llenos de frases tachadas y notas. Ha pasado días intentando encontrar la mejor manera de confesarse a Marta, pero aún no ha encontrado la manera adecuada.

Andrea: pensando No puede ser tan difícil, ¿verdad? Solo es decir lo que siento. Pero cada vez que lo intento, me paralizo.

Se levanta y comienza a caminar por la habitación, su mente un torbellino de pensamientos y emociones. Coge un papel con una frase ensayada y lo lee en voz alta.

Andrea: Marta, hay algo que necesito decirte. Estoy enamorada de ti. No, eso suena muy directo...

Frustrada, tira el papel a un lado y se deja caer en la cama, mirando al techo.

Andrea: pensando ¡Ay, ¡qué complicado! Quiero decirle lo que siento, pero no quiero que piense que estoy siendo impulsiva o que esto afecte nuestra amistad y rivalidad.

Recuerda los momentos compartidos con Marta, sus batallas, risas y la complicidad que siempre han tenido. Piensa en lo mucho que Marta significa para ella, más allá de ser su rival.

Andrea: pensando Tal vez no tengo que hacer una gran declaración. Quizá puedo empezar por ser honesta sobre cómo me siento cuando estoy con ella.

Andrea se sienta de nuevo, tomando una libreta y un bolígrafo, y comienza a escribir.

Andrea: escribiendo Marta, he estado pensando mucho en nuestra relación. Eres mi mejor amiga y mi mayor rival. Cada momento contigo es especial y no puedo evitar sentir algo más profundo. No sé si tú sientes lo mismo, pero necesitaba decírtelo.

Lee lo que ha escrito, sintiéndose un poco más segura.

Andrea: pensando Esto suena mejor. No es una gran declaración, pero es un primer paso. Pero... ¿tendré el valor de decírselo cara a cara?

La inseguridad vuelve a apoderarse de ella, recordándole su orgullo y el miedo al rechazo.

Andrea: pensando ¿Y si se ríe de mí? ¿Y si esto arruina todo? Pero también, ¿y si siente lo mismo y nunca lo sabré si no se lo digo?

Suspira profundamente, sintiendo el peso de su dilema. Se levanta y se mira en el espejo, tratando de imaginar cómo sería decirle a Marta lo que siente.

Andrea: Marta, te quiero. Eres más que una amiga para mí.

Su reflejo le devuelve una mirada de incertidumbre, pero también de esperanza. Sabe que, tarde o temprano, tendrá que enfrentar estos sentimientos y ser honesta con Marta, tanto por su bien como por el de su amistad.

Andrea: pensando Tal vez no hoy, tal vez no mañana, pero encontraré el momento adecuado. Y cuando lo haga, seré sincera. Marta merece saber la verdad.

Con una mezcla de determinación y nerviosismo, Andrea guarda la libreta y se acuesta, intentando encontrar la paz en medio de sus turbulentos sentimientos.

Andrea: pensando Por ahora, solo puedo esperar y estar preparada para cuando llegue el momento adecuado. Espero que Marta pueda entender y, con suerte, sentir lo mismo.

Mientras se acomoda en la cama, Andrea cierra los ojos, imaginando un futuro en el que pueda ser completamente honesta con Marta y descubrir lo que el destino les tiene reservado.

Andrea está caminando por el patio central de la academia, su mente aún atrapada en cómo declararse a Marta. Al girar una esquina, se encuentra con Mateo y una chica desconocida, que parece estar inmersa en una conversación animada con él. La chica tiene un notable acento italiano y a veces mezcla palabras en italiano mientras habla.

Mateo: riendo ¡No puedo creer que realmente hicieras eso, Adele!

Adele:  Oh, ma certo! Siempre hay que divertirse un poco, ¿no? dirigiéndose a Andrea ¡Ciao! ¿Eres amiga de Mateo?

Andrea: Sí, soy Andrea. ¿Y tú eres?

Adele:  Soy Adele, la prima de Mateo. Vengo de Italia y decidimos que seremos rivales en las batallas Pokémon. ¿No es así, cugino?

Mateo:  Sí, Adele es una entrenadora increíble. Pensamos que ser rivales nos haría mejorar a ambos.

Andrea: ¿De verdad? Eso suena genial. La rivalidad siempre es buena para mejorar. Marta y yo también somos rivales, y nos ha llevado a grandes batallas. Aunque ella lo niegue gane el 51% de nuestras batallas

Adele: con entusiasmo ¡Es maravilloso! La rivalidad puede llevarte a niveles que nunca imaginaste. Mateo, dobbiamo lavorare duro para superarnos mutuamente, ¿verdad?

Mateo: un poco tímido Sí, pero también es divertido. Adele tiene dos Pokémon increíbles como lo son Pliplup y Flamigo. Creo que aprenderé mucho de ella.

Andrea: sonriendo Seguro que sí. Y tú también, Adele, aprenderás mucho de Mateo. Es un gran entrenador.

Andrea se siente un poco más ligera al ver la dinámica entre Mateo y Adele. Le recuerda la importancia de las rivalidades amistosas y cómo pueden fortalecer las relaciones. Pero también siente un toque de envidia, deseando tener la misma claridad en su relación con Marta.

Adele: ¿Y tú, Andrea? ¿Tienes algún consejo para una rivalidad amistosa? Voglio dire, algo que podamos usar para mantener nuestra competencia sana y divertida.

Andrea:  Bueno, lo más importante es siempre recordar que, aunque sean rivales, también son amigos. Apoyarse mutuamente y celebrar los logros del otro es clave. Marta y yo siempre nos felicitamos después de una buena batalla, sin importar quién gane.

Mateo: asintiendo Eso suena genial. Siempre he admirado la forma en que tú y Marta manejan su rivalidad, Andrea.

Adele: sonriendo Grazie, Andrea. Me aseguraré de que Mateo y yo sigamos esos consejos. Competir con alegría y respeto.

Andrea asiente, sintiéndose un poco más inspirada. Tal vez, en su relación con Marta, puede encontrar una manera de equilibrar la competencia y la amistad, y eventualmente, ser sincera sobre sus sentimientos.

Andrea: con una sonrisa Bueno, suerte a ambos en sus batallas. Estoy segura de que serán grandes rivales y amigos.

Adele: con una sonrisa cálida Grazie, Andrea. Espero verte en el campo de batalla algún día. ¡Ciao!

Mateo: sonriendo tímidamente Gracias, Andrea. Nos vemos luego.

Andrea se despide de ambos, sintiéndose un poco más en paz consigo misma. La conversación con Adele y Mateo le ha dado una nueva perspectiva sobre la importancia de la honestidad y el apoyo mutuo en cualquier relación, ya sea de rivalidad o de amistad.

Andrea: pensando mientras se aleja Quizás, solo quizás, encontraré la manera correcta de hablar con Marta. Por ahora, seguiré siendo su amiga y rival, y dejaré que el tiempo me guíe hacia la oportunidad perfecta.

Andrea está sentada en un banco, aun pensando en su encuentro con Mateo y Adele. De repente, ve a Marta caminando hacia ella con una expresión decidida.

Marta: sonriendo ¡Andrea! Necesito hablar contigo.

Andrea: nerviosa ¿Qué pasa, Marta?

Marta:  Quiero invitarte a salir. ¿Qué te parece una cita en Ciudad Leudal? Paso por ti a las 6 PM.

Andrea se queda en blanco por un momento, sorprendida por la invitación.

Andrea: tartamudeando ¿Una cita? ¿En serio?

Marta: asintiendo Sí, una cita. Quiero mostrarte un lugar especial que encontré. Además, creo que nos merecemos un descanso de tanto entrenamiento y estrategias. ¿Qué dices?

Andrea siente su corazón latir con fuerza. La idea de pasar tiempo a solas con Marta fuera del contexto de entrenamiento y batallas le resulta emocionante y aterradora al mismo tiempo.

Andrea: sonriendo tímidamente Me encantaría, Marta. Nos vemos a las 6 PM.

Marta: guiñándole un ojo Perfecto, entonces. Prepárate para una tarde increíble. Nos vemos luego.

Andrea observa cómo Marta se aleja, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. Se da cuenta de que esta podría ser la oportunidad perfecta para aclarar sus sentimientos y tal vez, solo tal vez, encontrar el momento adecuado para confesarse.

Andrea se prepara para la cita, eligiendo cuidadosamente su ropa y asegurándose de que todo esté perfecto. Su mente está llena de pensamientos sobre Marta y lo que podría significar esta salida para ellas.

Andrea: pensando Ok, Andrea, cálmate. Es solo una cita. Una salida entre amigas... ¿o algo más? No importa, solo disfruta el momento.

Termina de arreglarse y mira el reloj. Son casi las 6 PM. Siente un nudo en el estómago, pero también una chispa de emoción.

Andrea: pensando Esta es mi oportunidad. No tengo que decirle todo hoy, pero puedo disfrutar de nuestra compañía y ver a dónde nos lleva.

En la Entrada de la Academia Naranja, 6 PM

Marta está esperando en la entrada, luciendo casual pero elegante. Al ver a Andrea acercarse, su sonrisa se ensancha.

Marta: con entusiasmo ¡Hola, Andrea! Estás genial. ¿Lista para nuestra cita?

Andrea: sonrojándose un poco Gracias, Marta. Tú también te ves increíble. Estoy lista.

Ambas comienzan a caminar hacia Ciudad Leudal, charlando y riendo. La atmósfera es relajada y amigable, pero Andrea no puede evitar sentir una corriente subyacente de emoción y anticipación.

En Ciudad Leudal, un poco después

Llegan a Ciudad Leudal, donde las luces de la ciudad empiezan a encenderse, creando un ambiente mágico. Marta lleva a Andrea a un pequeño café con una vista espectacular del río y las montañas circundantes.

Marta: sonriendo Este lugar es hermoso, ¿verdad? Pensé que te gustaría.

Andrea: Es increíble, Marta. Gracias por traerme aquí.

Se sientan en una mesa junto a la ventana y piden algo de comer. La conversación fluye fácilmente, hablando de todo, desde sus entrenamientos hasta recuerdos de la infancia.

Andrea: pensando Este momento es perfecto. Tal vez no necesito una gran confesión. Tal vez solo necesito ser sincera sobre lo que siento ahora.

Después de un rato, Marta mira a Andrea con una expresión seria pero suave.

Marta: Andrea, hay algo que he querido decirte. Tú eres mi mejor amiga y mi rival, pero también eres alguien muy especial para mí. Quería pasar esta noche contigo porque... porque me importas mucho.

Andrea siente su corazón latir más rápido, sus pensamientos enredados en una mezcla de felicidad y nerviosismo.

Andrea: con voz suave Marta, tú también eres muy especial para mí. No sé qué haría sin ti. Gracias por esta noche. Realmente significa mucho.

Marta sonríe y toma la mano de Andrea sobre la mesa, sintiendo un momento de conexión profunda.

Marta: Entonces, sigamos disfrutando de esta noche, ¿te parece?

Andrea: sonriendo Claro, Marta. Vamos a disfrutar cada momento.

Con una sonrisa compartida y una conexión más fuerte que nunca, Marta y Andrea continúan su noche, sabiendo que, sin importar lo que el futuro les depare, siempre tendrán esta noche especial en Ciudad Leudal.

La cena ha sido maravillosa, llena de risas y conversaciones profundas. La luz de las farolas junto al río crea un ambiente mágico, perfecto para momentos especiales. Marta y Andrea están terminando su postre, y el silencio cómodo entre ellas se siente cargado de algo más.

Andrea: pensando Este es el momento. Si no lo hago ahora, nunca lo haré. Tengo que ser valiente.

Andrea toma una respiración profunda, mirando a Marta directamente a los ojos.

Andrea: con voz temblorosa Marta, hay algo que necesito decirte. Esta noche ha sido increíble, y ha hecho que me dé cuenta de algo que he estado sintiendo por mucho tiempo.

Marta deja su cuchara y la mira con atención, con una mezcla de curiosidad y preocupación en su expresión.

Andrea: nerviosa Marta, yo... yo estoy enamorada de ti. Siempre he sentido algo más que amistad, y quería que lo supieras.

El silencio se apodera del café. Marta se queda en silencio, con una expresión de sorpresa y confusión en su rostro. Andrea siente que el tiempo se detiene, y la inseguridad se apodera de ella.

Andrea: con voz quebrada Lo arruiné, ¿verdad? No debí haber dicho nada. Debería irme...

Andrea se levanta de la mesa, sintiendo las lágrimas acumulándose en sus ojos. Se da la vuelta para irse, pero de repente, siente una mano cálida que la agarra del brazo. Se gira y se encuentra con Marta, quien la mira con una mezcla de emociones.

Marta: con suavidad Andrea, espera.

Antes de que Andrea pueda decir algo, Marta la atrae hacia ella y la besa suavemente en los labios. El beso es cálido y lleno de cariño, y Andrea siente cómo todo su nerviosismo y miedo se disuelven en ese momento. Cuando finalmente se separan, Marta la mira a los ojos con una sonrisa tierna.

Marta: con voz suave Andrea, yo también siento lo mismo. Siempre me has gustado, pero no sabía cómo decírtelo. Esta noche ha sido especial porque... porque estás conmigo.

Andrea siente una ola de alivio y felicidad inundarla. Las lágrimas que antes eran de inseguridad ahora son de alegría. Se ríe suavemente, sintiendo el peso de la tensión desaparecer.

Andrea: sonriendo No puedo creerlo... Pensé que lo había arruinado todo.

Marta: negando con la cabeza No, Andrea. Esto es solo el comienzo. Me alegra que hayas tenido el valor de decírmelo.

Ambas se abrazan, sintiendo la conexión profunda que siempre han compartido, ahora fortalecida por la sinceridad de sus sentimientos. Se sientan nuevamente, tomadas de la mano, y continúan su conversación, ahora con una nueva claridad y esperanza para su futuro juntas.

Marta: sonriendo Entonces, ¿seguimos disfrutando de nuestra cita?

Andrea: con una sonrisa brillante Sí, me encantaría. Gracias, Marta. Por todo.

La noche continúa, llena de risas, sonrisas y miradas significativas. Marta y Andrea saben que, sin importar los desafíos que enfrenten, siempre tendrán el apoyo y el amor de la otra. Y esta noche en Ciudad Leudal será el primer capítulo de una hermosa historia juntas.

Después de una noche mágica en Ciudad Leudal, Marta y Andrea regresan a la casa de Marta. Al entrar, encuentran una carta sobre la mesa. Marta la toma y comienza a leer en voz alta.

Marta: leyendo "Querida Marta, tu papá tuvo un pequeño accidente en el taller y se cortó la mano muy profundo. Nos hemos ido al hospital para que lo revisen. No te preocupes, estamos bien. Volveremos en unas horas. Con cariño, Mamá y Papá."

Andrea: preocupada ¿Estarán bien?

Marta: asintiendo Sí, seguramente solo es una precaución. Mis padres son fuertes. Además, ahora tenemos la casa para nosotras.

Andrea se sonroja un poco, sintiendo la implicación de las palabras de Marta.

Marta: con una sonrisa traviesa Y ahora que somos pareja, podríamos aprovechar el momento para dormir juntas. ¿Qué te parece?

Andrea: sonrojándose más Sí, me parece bien.

Suben las escaleras y se dirigen a la habitación de Marta. Al entrar, Marta cierra la puerta con seguro y se gira hacia Andrea con una sonrisa pervertida.

Marta: con voz suave Solo déjate llevar, Andrea.

Andrea siente una mezcla de nerviosismo y emoción al ver la expresión de Marta. Confía en ella y siente que este es un paso importante en su relación. Marta se acerca lentamente, tomando las manos de Andrea y guiándola hacia la cama.

Marta: con ternura No te preocupes, Andrea. Esta noche es solo para nosotras. Quiero que te sientas cómoda y feliz.

Andrea asiente, sus nervios comenzando a disiparse gracias a la suavidad y cuidado de Marta. Marta acaricia suavemente el rostro de Andrea, sus dedos trazando líneas delicadas sobre su piel.

Andrea: susurrando Marta, estoy un poco nerviosa...

Marta: con una sonrisa tranquilizadora Lo sé, y está bien. Solo quiero que disfrutes el momento. No hay prisa, solo nosotras.

Marta se inclina y besa a Andrea con suavidad, sus labios moviéndose lentamente, transmitiendo todo el amor y cariño que siente. Andrea responde al beso, sus manos enredándose en el cabello de Marta, sintiendo una conexión profunda y sincera.

Marta: susurrando Te amo, Andrea. Esta noche es solo el comienzo de algo hermoso.

Andrea: sonriendo Yo también te amo, Marta.

Con una mezcla de ternura y pasión, ambas se entregan al momento, explorando y descubriendo una nueva dimensión de su relación. La noche está llena de susurros cariñosos y risas suaves, creando recuerdos que ambas atesorarán para siempre.

Bajo un cielo estrellado, Adele y Mateo están sentados alrededor de una fogata en un pequeño claro del bosque. La luz del fuego proyecta sombras danzantes mientras las llamas crepitan suavemente. Mateo parece estar absorto en sus pensamientos, mientras que Adele, con su habitual energía y entusiasmo, trata de animar a su primo.

Adele: sonriendo Mateo, guarda, è una notte bellissima. ¿No es increíble cómo brillan las estrellas aquí?

Mateo: mirando al cielo Sí, es bonito.

Adele observa a Mateo, notando su falta de entusiasmo. Se inclina hacia adelante, intentando captar su atención.

Adele: con suavidad Mateo, ¿qué te pasa? Estás muy callado esta noche. ¿Hay algo que te preocupa?

Mateo suspira y mira las llamas, evitando el contacto visual. Adele decide abordar un tema que ha notado desde hace tiempo.

Adele: curiosa Prima, una cosa che ho notato... Casi no hablas en italiano. ¿Por qué?

Mateo se encoge de hombros, lanzando una ramita al fuego.

Mateo: en voz baja No encuentro razón para hablar en una región mayoritariamente hispanohablante. Aquí todos hablan español. No quiero parecer diferente.

Adele se sorprende por la respuesta y siente una punzada de tristeza por su primo. Se acerca más y pone una mano en su hombro.

Adele: con voz suave y firme Mateo, non devi mai vergognarti di chi sei. Hablar en italiano es parte de tu identidad. Es algo especial que te hace único. No importa dónde estés, siempre debes sentirte orgulloso de tus raíces.

Mateo finalmente levanta la vista y ve la sinceridad en los ojos de Adele. Ella siempre ha sido una fuente de apoyo y alegría para él.

Mateo: susurrando Es que a veces siento que no encajo, que no pertenezco.

Adele: sonriendo con calidez Tutti ci sentiamo così a volte. Pero eso no significa que tengas que esconder quién eres. Aquí, en Paldea o en cualquier parte del mundo, eres Mateo. Mi primo increíble, valiente y con un corazón enorme. Hablar italiano no te hace diferente de una manera mala, te hace especial.

Mateo se queda en silencio, reflexionando sobre las palabras de Adele. Empieza a darse cuenta de que su primo tiene razón.

Mateo: sonriendo débilmente Gracias, Adele. Creo que a veces olvido lo importante que es ser uno mismo.

Adele: con entusiasmo Ecco, es así. Y siempre estaré aquí para recordártelo. Además, ¡el italiano es un idioma hermoso! Deberíamos hablarlo más a menudo, aunque solo sea entre nosotros.

Mateo: sonriendo Tienes razón. Grazie, Adele.

Adele le da un abrazo a Mateo, sintiendo que ha logrado animar a su primo un poco

El sol comienza a alzarse, llenando el cielo con tonos dorados y rosados. Marta y Andrea caminan juntas hacia la Academia Naranja, disfrutando de la fresca brisa matutina. Marta lleva una sonrisa en el rostro, recordando la noche anterior. Andrea, por su parte, trata de mantener una apariencia más estoica, aunque no puede evitar que una sonrisa juguetona aparezca de vez en cuando.

Marta: Oye, Andrea, siempre supe que tenías un lado bien amable, ¿sabías?

Andrea frunce el ceño ligeramente, tratando de ocultar el rubor en sus mejillas.

Andrea: con un tono serio ¿Amable yo? No inventes, eso no es cierto.

Marta suelta una risa, sacudiendo la cabeza con incredulidad.

Marta: riendo Ay, Andrea, no te hagas la dura. Yo sé lo que vi anoche y otras veces. Eres un amor, nomás no lo quieres aceptar.

Andrea: cruzando los brazos Pues claro que no. Solo soy competitiva y me gusta ganar. No confundas las cosas, Marta.

Marta se detiene y se gira para mirar a Andrea a los ojos, con una sonrisa suave pero segura.

Marta: Mira, Andrea, a mí no me engañas. Te he visto ayudar a los nuevos estudiantes, apoyando a tus amigos cuando más lo necesitan, y siempre estás al pendiente de los Pokémon como si fueran parte de tu familia. Eso no lo hace cualquiera.

Andrea baja la mirada, sintiendo que las palabras de Marta la alcanzan más de lo que quisiera admitir.

Andrea: en voz baja Bueno, tal vez solo... me importan las personas que me importan. Eso no significa que sea amable con todos.

Marta: acercándose y tomando la mano de Andrea Y eso es precisamente lo que te hace tan especial. No tienes que ser amable con todo el mundo, pero la gente que te importa, esos que están cerca de ti, saben lo mucho que vales. Y yo estoy agradecida de estar en esa lista.

Andrea siente una calidez en su corazón al escuchar las palabras de Marta. Trata de mantener su expresión seria, pero no puede evitar que una pequeña sonrisa se asome.

Andrea: susurrando Gracias, Marta. Tal vez tengas razón... solo un poco.

Marta: con una sonrisa traviesa ¿Ves? Sabía que ahí estaba la verdad. No te preocupes, Andrea, yo sé cómo eres y me encanta cada parte de ti, hasta tu lado más duro.

Andrea asiente, sintiendo una conexión más profunda con Marta. Mientras continúan su camino hacia la academia, ambas se sienten más unidas, sabiendo que, sin importar las apariencias, siempre se apoyarán y apreciarán mutuamente.

Andrea: con una sonrisa tímida Oye, Marta... gracias por todo. Eres muy importante para mí también.

Marta: con una sonrisa cálida De nada, Andrea. Siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase. Ándale, vamos a la academia antes de que se nos haga tarde.

Mientras siguen caminando hacia la Academia Naranja, Marta y Andrea charlan relajadamente. Sin embargo, Andrea, ya más cómoda con su relación, decide lanzarle una indirecta muy directa a Marta, con esa mezcla de orgullo y coquetería que la caracteriza.

Andrea: con una sonrisa juguetona Oye, Marta... ¿y si esta noche hacemos más que solo dormir juntas, eh?

Marta se detiene en seco, sintiendo cómo el calor sube rápidamente a su rostro. Sus mejillas se tornan de un rojo brillante mientras trata de procesar lo que acaba de decir Andrea.

Marta: visiblemente sonrojada ¡Oye, oye, no inventes! Eso... eso... no es el momento pa' eso, Andrea.

Andrea suelta una pequeña carcajada, satisfecha al ver la reacción de Marta, mientras se cruza de brazos con una expresión triunfal.

Andrea: con un tono de broma Ah, ¿entonces sí lo tienes en mente? Nomás digo, por si hay que hacer planes.

Marta: todavía sonrojada y sacudiendo la cabeza ¡Claro que no! Pues, o sea, sí, pero no ahorita. Estamos en camino a la academia, ¡tengo que concentrarme en la batalla de hoy! ¡No andes diciendo esas mamadas!

Andrea sonríe, divertida, sabiendo que logró poner a Marta nerviosa. La ve de reojo y se siente contenta de poder sacar ese lado dulce de ella, incluso si Marta intenta mantener la compostura.

Andrea: con una sonrisa Bueno, solo te estaba tanteando. Ya sabes, por si se da la oportunidad...

Marta: agitando una mano en el aire No, hombre, mejor vamos a concentrarnos en los combates, ¿sale? ¡No andes distrayéndome con esas ideas, mujer!

Andrea ríe suavemente mientras Marta, aún con las mejillas algo encendidas, acelera el paso un poco, tratando de mantener el foco en la academia y no en las palabras juguetonas de su novia. A pesar de su incomodidad, Marta no puede evitar sonreír mientras camina, sabiendo que esa confianza y picardía de Andrea es una de las muchas razones por las que la quiere tanto.

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