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Capítulo 3: Vamos a por todas

Nuestro destino ya estaba escrito incluso antes de nacer

Adam

-Tengo una pregunta -Nathan levanta la mano como si estuviésemos en el colegio- ¿Esta será una misión o una venganza? Aunque no veo la diferencia quería saberlo.

Mark suspira antes de hablar, sus preguntas le están sacando de quicio y eso a mi amigo le divierte.

-Dos cosas sencillas Nathan, solo son dos cosas... Conseguir pruebas para llevar a prisión a los Wilson y saber quién mató a Bryan.

Además de saber cómo supieron quiénes eran los infiltrados y el incendio provocado.

El chico de la navaja plateada a mi lado asiente antes de retomar su postura.

-Vuestra camioneta saldrá a las siete, así os quiero a las seis acá, sin retrasos -sale con el rubiales informático detrás suya, dejándonos a los tres aquí.

Después de conseguir los materiales que necesitaremos y guárdarlos en uno de los bolsos que llevaremos, fuimos al despacho de Mark para evitar cometer errores en la misión.

-¿Queréis volver a ver a los demás del equipo antes de partir? -Asentimos para después seguirle, era hora de comer así que todos estarían en el gran comedor.

Vi la puerta de mi antiguo despacho y me detuve.

-Podéis adelantaros, voy enseguida -les dije, tomé el pomo y la giré para entrar por la puerta. La oscuridad me dió la bienvenida, no sé veía nada, fui hacia las grandes ventanas y abrí las cortinas haciendo que los rayos de sol me golpearan rápidamente y volviera ver el lugar donde pasaba varias noches trabajando con informes.

Tomé asiento en mi antigua silla y toque el escritorio, viendo a mi alrededor, nada había cambiado. Al parecer, no se tocó nada en este lugar desde que me fui. Mi vista fue hacia la foto familiar que tenía encima de la mesa y la cogí, una de las pocas que existía.

Los O'Connor no lloran, mucho menos muestran sus sentimientos.

-Cuando me dijeron que Nathan y tú habéis vuelto, quería verlo con mis propios ojos -Apoyada en la puerta apareció Kate Anderson, miembro del equipo MARS también, y una gran amiga.

Me acerco a ella poco a poco hasta llegar al frente y salta hacia a mi dándome un abrazo con la cual correspondo. Nos soltamos después de varios segundos, y le sonrío.

Kate Anderson con sus 23 años ha podido demostrar que puede destacar en cualquier parte, es de las mejores francotiradoras de este lugar, nadie escapa de sus tiros. Su melena color azabache cae cubriendo sus hombros desnudos, ya que viene con un top y sus comunes jeans, su cara de ángel solo oculta las perversidades que ella esconde detrás de su fachada de niña buena, pero a la hora del trabajo esa mirada que parece dulce se convierte en una mirada asesina que no todo el mundo pueda contarlo con vida. Era mi crush, no mentiré.

-¿Cómo estás? -me alegro que pregunte pero no sé cómo yo estoy ni siquiera, rodeo sus hombros saliendo del despacho cerrando la puerta tras mí-. Sabes que estamos aquí para lo que sea, ¿si?

Asiento agradecido por los compañeros que tengo.

Bajamos por las grandes escaleras que dan al gran comedor lleno de mesas de madera donde todos se sientan con sus amigos y compañeros que más conviven.
Siento la mirada de todos, caminando lentamente con Kate a mi lado me doy cuenta que se preguntan por qué volví. Normalmente no me interesaría responderlos pero esta vez quería gritar que iba a vengar a mi hermano sea como sea.
Nos dirigimos hacia la mesa de los Mars, solo estaban algunos de los miembros del equipo élite.

Nathan sigue comiendo y los demás se levantan a saludarme mientras que veo como Malcom habla de estrategias con el que está en frente suya, Dylan Skanner.

***********

En cada organización policíaca existen unidades de servicios de inteligencia, como la CIA, NCIS, MI6, MARS, etc.

Este último es donde formamos parte, solo un número limitado de agentes pueden estar en el mejor equipo de espías, un total 45 agentes de todas las edades, y Nathan y yo hemos conseguido ser los únicos agentes que han podido entrar a los 19 años.

Contándolo desde el principio es que Nathan y yo nos conocimos en la academia militar primaria a la edad de siete o ocho años, mi padre era en esa época un capitán del ejército, me metió al igual que Bryan cuando tenía la misma edad. Nathan se convirtió en mi mejor amigo, en una situación lamentablemente vergonzosa, y desde allí fuimos inseparables.

A los 14 mi madre decidió que instalarse en la DEA sería lo mejor, como ella, los padres de Nathan también pensaron en ello, así nos ocupamos del mismo entrenamiento dirigido por Malcom además de ser partícipe de la base militar.

A los 18, conseguimos el título de sargento después de un largo y duro recorrido consiguiendo destacar en la mayoría, y decidimos aparcar lo de la milicia para seguir con el espionaje, una decisión que al principio mi padre no aceptó.

No cualquiera podía entrar al equipo de élite, MARS, básicamente era imposible. Excepto para nosotros, claro.

Dentro del equipo, la mayoría eran veteranos de guerra que seguían activos como Malcom, pero más mayores, otros rondaban la edad de 30 y 45 años, y sólo pocos jóvenes menores de 30 fuimos capaces de entrar, como Kate, Bryan, Thomas, Jake, Nathan, Dylan, Haruto y yo.

Me enorgullece ser sargento aunque sea inactivo por el momento y ser espía, mi madre me enseñó muchas cosas que realmente fueron útiles que acabó gustándome esto.

-¿Qué hacemos ahora? -Me pregunta Nathan mientras caminamos por los largos pasillos del lugar.

-Tendríamos que... -no consigo terminar la frase al oír que llaman detrás de mí.

-Así que el pequeño Mackenzie nos ha devuelto el placer de impregnarnos con su presencia después de un largo tiempo -su voz zumba mi oído como el correteo de una abeja, ruedo los ojos al saber quién es.

De pronto, varios chicos nos rodean y tres de esos chicos están detrás de nosotros, Reggie da varios pasos adelante acercándose. Nathan sopla aburrido por la actitud del chico y en mi opinión también lo estoy.
Reggie, el tío que se cree el gracioso del lugar, solo dan ganas de tirarle un tiro en medio de las dos cejas.

-¿Quieres que te dé otra paliza pelirrojo? -pregunta Nathan en modo sarcástico, intenta ponerse de frente pero lo agarro del brazo, no vale la pena ni hablar con él porque es tiempo perdido.

La gente alrededor se ríe y el pelirrojo parece molestarse.

-Tuviste suerte nada más, me pillaste desprevenido.

Dios, que excusa tan patética

-El que tuvo suerte fuiste tú, porque o si no, te hubiera mandado a la tumba pedazo de imbécil -Estos tuvieron un problema por una chica que se estaba acostando con Nathan y este para molestarle se acostó con la misma, para luego regocijarse en su cara y al descubrirlo se engancharon.

No se si iba en serio con ella aunque no lo creía, pero a mi amigo no le gustaba que se metieran con su lío.

-Por favor Reggie, en buena onda quítate de nuestro camino, porque o sino dejaré que los demás empiecen a llamar a una ambulancia para llevarte dentro, porque hazme caso serás tú al que trasladen -Mi voz suena fuerte con superioridad como siempre hago y sin miedo, sin dejar que alguien rechiste, pasamos en medio dándole un gran empujón en cada hombro de su cuerpo.

Reggie no es que sea mala persona pero la envidia por no haber podido entrar en MARS solo hace que se convierta en un tío pesado e imbécil que creyendo molestarnos conseguirá algo que no sea su cara hecha mierda.

Bajamos hacia el sótano donde se encuentra la sala de tiro, la favorita de Malcom, encontrándonos al nombrado en pleno tiro. Con una pistola de calibre 40 se encuentra disparando a los maniquís que se encuentran en zona de tiro, acabando con las balas que estaban dentro, con una mano saca otra y la carga sin parar de disparar a una velocidad récord.

-No me gusta que vayáis solos, pero como habéis sido entrenados por mi confiarse en que lo vais hacer de fábula está más que dicho.

-Como tú mismo dices, está más que dicho -se acerca mi amigo para darle un puño en el hombro.

Thomas aparece por la puerta con un bastón ya que por ahora no puede apoyarse con la pierna derecha, se acerca a nosotros dándonos con su bastón en las costillas a Nathan y a mí.

Se ve que nos ha echado bastante de menos...

-¿¡Pero vosotros sois gilipollas o qué?!! -me toco la zona de las costillas porque en verdad ha dolido bastante y al parecer se ha enterado de lo que vamos a hacer.

-Tu hermano murió por entrar en ese lugar, yo salí herido por entrar a ese lugar y, ¡vosotros queréis ir en el mismo camino! -su respiración está acelerada, está cabreado, muy cabreado y el rol de hermano mayor se le ha pegado también.

-Thomas deja a los chicos tranquilos hombre, lo harán bastante mejor que vosotros, estoy seguro -nos defiende Malcom, y nosotros seguimos sin poder alcanzar su mirada.

-Confía en nosotros por favor -pido, para mí Thomas y Bryan eran los dos mejores del equipo, un dúo perfecto, daban la vida por el otro, y nunca se rendían, eso también nos lo pasaron a Nathan y a mí, ahora que Thomas no tiene a su otra mitad, haré que mi otra mitad y yo demostremos lo mejor de nosotros mismos para que Bryan este orgulloso de mi desde donde esté.

-Esto no está bien. -susurra entre dientes Thomas -Tenemos que hablar, seguidme.
Se gira hacia Malcom al ver que nos sigue -. A solas.

Este con una mirada seria, se da la vuelta para seguir con lo que estaba antes de que le interrumpiéramos. Le seguimos hasta su despacho y cierra la puerta tras nosotros, tomamos asiento delante de su escritorio y este se acomoda difícilmente por su mala pierna.

-Necesito que sepáis algo antes de marchar. -Está debatiéndose en contárnoslo o no, cuando creía que cambiaría de idea, suelta un chasquido con la lengua antes de continuar- En primer lugar, sabréis que Jake no ha podido contactar con nosotros desde hace dos semanas y eso es algo que debemos reparar. Bryan y yo mientras estábamos allí dentro, vimos cosas que solo con pensarlo me revolvía el estómago, en el sótano del gran almacén hay un grupo de personas, están traficando personas ilegalmente, y por su apariencia vienen desde China, al parecer Wilson está en contacto con alguien chino para trasladar personas para utilizarlos como prueba para la nueva droga que están haciendo.

Escuchamos atentamente lo que dice, es obvio que tenemos que estar completamente informados.

-El hijo mayor de Wilson, Daniel Wilson, parece ser que tiene negocios a escondidas de su padre, algunos rumores que pudimos saber fue que Daniel quería dejar a su padre de lado para ser el propio jefe, es una persona demasiado egocéntrica y ambiciosa, no es muy de pláticas y le gusta provocar miedo y dolor.

Saca una carpeta de uno de los armarios del escritorio para dejarlo en la mesa, Nathan lo abre viendo unas fotos captadas por ellos.

Cojo algunas, viendo a varias personas en el suelo lleno de sangre, están atadas pero todas sin vida, aprieto mi mandíbula porque el enfado se apodera de mí pero sigo sin decir nada.

-Los de la foto eran varios rehenes que pusieron resistencia. Al parecer consiguieron la nueva droga y la quieren sacar rápidamente al mercado negro.

Suelta un sonoro suspiro antes de poner sus codos encima de la mesa para mirarnos fijamente.

-Cuando intentamos sacar a los rehenes nos pillaron -vemos como se levanta con dificultad de nuevo y se levanta la camisa de lado dejándonos ver en la zona de su costilla una quemadura de gravedad allí- Esto pasó después del primer mes de estar allí, Daniel sospechó de nosotros, sufrimos su proceso de interrogatorio. Aunque pudimos negar todo, él ya nos tenía bajo su mirada. Por eso, no pudimos hacer casi nada ya que estábamos bajo sospecha en cada momento, aún me pregunto porque no nos mataron ya que él es más sádico que su padre aunque no lo aparente. Siempre va un paso por delante.

Escuchar esto tres años después puede ser doloroso pero lo que da es rabia. Quiero matar a ese tío.

-Haremos lo posible por acabar con ellos por completo -prometo.

Mi amigo también está de acuerdo.

-El caso ahora, es que os van a enviar a un nuevo almacén cuyo lugar no tenemos ningún plano ni sabemos dónde está. Por lo que es importante dibujar o fotografiar cada cosa.
La segunda cosa es que Bryan estaba muy unido a la menor de los Wilson, al parecer la chica quería ser libre y no vivir la vida de narcotraficante que lleva su familia. Pero la tienen vigilada las veinticuatro horas del día y aunque hace varios recados que su padre le manda, no sabemos si está muy metida en todo eso o no. Tenéis que sonsacarla para que suelte información pero os aviso que no es una chica para nada tonta y tiene sus propias habilidades, son pocas veces que la he visto en acción ya que al único con quien hablaba abiertamente era a Bryan.

-Está bien- decimos al unísono, teniendo en cuenta que lo hemos entendido todo.

Alguien toca la puerta y es el informático rubio de la sala de operaciones.

-Mark os ha llamado -asentimos y este se da la vuelta por donde ha venido.

-Tened cuidado, una sospecha de Bryan era que había un topo aquí en la agencia, y las mías es que por eso lo mataron.

¿Un topo en la DEA? ¿Bryan había averiguado quién era y por eso lo mataron?

Se ha oído hablar de varios topos en distintas organizaciones, razones como el dinero o que dentro haya espías enemigos, así que no me suena tan ilógico.

-¿Por qué creía eso? -pregunta Nathan con el ceño fruncido.

-Una semana antes del desastre, ocurrieron varias cosas, una de ellas es que Wilson prohibió a su hija volver a hablar con Bryan. Además de que varias de las pruebas que yo tenía guardadas desaparecieron del lugar que yo había escondido, pensamos que alguien se había chivado que yo tenía cosas en su contra provocando el incendio.

Nos entrega dos fotos más.

-Encontramos dos botellas de gasolina tiradas en el suelo en el lugar que me tocaba vigilar aquella noche.

-Está bien, vamos a averiguar todo -nos dirigimos hacia la puerta para ir donde Mark hasta que paramos para escuchar lo último que decía.

-No os preguntaré el porqué, pero me duele que me hayáis alejado de vosotros durante estos dos años..

-Y a nosotros, Thomas.

Salimos de allí en silencio pensando en todo lo que nos acaba de decir.

Puede que si halla un topo, puede que alguien de aquí esté compinchado con esa familia y haya dicho que Thomas y Bryan eran de cuidado y que por aquello lo tenían que pagar.

Llegamos a la primera planta donde está la gran recepción llenos de agentes a nuestro alrededor.

-Tomad, son indetectables podréis pasar con ellos sin problemas, solo evitad que lo vean, como anteriormente todos los jueves a las cinco con este código -Kate nos entrega un pequeño papel con una pregunta-. Daréis el informe semanal.

-Un consejo tened siempre una grabadora a mano, podéis grabar las conversaciones a modo de confesión, en caso de que haya, y grabar información diaria que pueda ser importante -nos avisa Malcom.

Dos agentes nos entregan nuestras mochilas y un pequeño maletero lleno de armas. Cargo mi pistola, me guardo dos navajas en los bolsillos del pantalón que se encuentran en los muslos, y escondo un pequeño revólver en la bota.

Eso añadiendo los que ya tengo escondidos

Nathan también carga con lo suyo, y lo demás lo metimos en su saco. No podemos llevar más porque nos pillarían a la primera.

-La camioneta os espera afuera, os dejará en un punto muerto donde avanzaréis a pie hasta esta dirección.-recibimos otro papelito- Suerte.

Listos salimos hacia la camioneta que nos espera en la entrada, detrás de nosotros nos sigue Malcom y Kate, se despiden con un movimiento de cabeza.

No somos de dar abrazos

Antes de subir mi vista se dirige hacia una de las tantas ventanas encontrándome a Thomas con el puño en el pecho. Es un saludo familiar que comenzó con mi abuelo y su compañero.

Le devuelvo el saludo para enseguida subirme a la camioneta.


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