
Capítulo 9
Capítulo 9
A la mañana siguiente Germán no tenía nada de ganas de presentarse a trabajar, ni de salir de la cama. Lo único que logró hacer fue mandar un mensaje a Luis, avisando que hoy no iría. Luego enviaría otro avisando que ya no volvería. – es lo mejor para todos – Se dijo a sí mismo.
A media mañana logró levantarse muy desganado, varios clientes lo habían llamado pero había rechazado a todos, no se sentía de humor. Fue hasta la cocina para preparar algo de café, y sonrió – La bebida favorita de él, claro después de la cerveza - se sirvió el café y se fue a la mesa, siempre le había gustado su casa pero hoy la veía tan gris, tan aburrida, tan limpia, tan ordenada.
El timbre sonó y eso lo sacó de sus pensamientos, de mala gana se acercó a la puerta y sin mirar la abrió, Casi se desmaya cuando lo vió ahí parado como hace casi diez años atrás, pero mucho más maduro, mucho más interesante, mucho más hombre.
- ¿Qué haces aquí? – Fue lo único que pudo decir.
- No te presentaste a trabajar – dijo abriéndose paso para entrar a la casa de Germán, auto invitándose.
- No me siento bien – dijo cerrando la puerta – voy a presentar la renuncia.
- ¿Ganas mas siendo puto? – dijo sentándose en el sofá – No
- ¿Entonces? ¿Cuál es la razón por la que vas a renunciar?
- Que quieres que te diga. – Dijo mirando hacia abajo
- ¿Por qué no me miras a los ojos?
- No puedo seguir, por favor vete – levantó la mirada hasta los ojos de Tomás
- Hace diez años me dijiste algo parecido, hace diez años tomaste una decisión por los dos. Yo la acepté y renuncie a ti sin pelear.
- No sigas..... ¿no entiendes?...... Tu y Santy y yo,.... no.. – se estaba empezando a poner muy nervioso.
- ¿Qué?
- Tú sabes, yo no puedo, anoche cuando fui a tu casa – empezó a hablar más tranquilo, sentándose en el sillón del frente – me sentía sucio, no podía soportar estar en la misma casa que ustedes después de yo allá.... – agachó la mirada – no solamente eso, tú estás en cada pensamiento mío, por más que quiero no logro concentrarme, traté de ocultar este sentimiento dentro de mí pero no puedo, aun después de 10 años sigue vivo y esperando que me correspondas.
- Lo hago - Interrumpió Tomás pero Germán no lo dejó.
- No, mierda, no. No puedes amar a una persona como yo, no soy digno de ti. Tú no sabes nada de mí, no sabes, que no se cocinar, no sabes que toco la guitarra, no sabes nada de mí pasado, ¡no sabes nada!– Una cachetada lo interrumpió, con una mano en la mejilla y sorprendido miró a Tomás que estaba a punto de llorar.
- Deja de decir tonterías, es verdad no sé nada de ti, pero estas últimas semanas me di cuenta de quién eres, cuando estas con Santy te vuelves un papá oso. No te importa nada, te esfuerzas por hacer bien tu trabajo sin importar que no sepas nada. Te enfrentaste a la escuela y a la rubia tarada sin necesidad. Puede ser que todavía no te conozca lo suficiente pero tú a mí tampoco y sin embargo 10 años después me buscaste y me enfrentaste ¿Por qué? Por una vez deja de ser un cobarde, una vez huiste. ¿Piensas hacer lo mismo ahora? ¿Acaso no te valoras? – Germán simplemente miró para abajo – Muy bien, tienes razón, me tengo que ir, no eres la persona que conocí hace tantos años, yo crecí, maduré y me hice cargo de mis decisiones y un claro ejemplo es Santy. Yo avancé y ¿tú?, retrocediste – dijo Tomás mientras caminaba para la puerta con la vista levantada – No eres la persona que conocí.
Tomás empezó a caminar hacia la salida decidido a salir de la vida de Germán y a sacar de la suya a este. Ya estaba todo dicho.
Cuando estaba a punto de abrir la puerta alguien lo tomó de la mano y lo hizo girar y lo acorraló contra la pared poniendo sus manos para que no escapara, esta vez su mirada era intensa y no la apartaba de él.
- No voy a permitir que me hables así. – dijo tan fríamente, logrando que Tomás temblara de miedo. – No tienes idea de lo que yo viví, de las decisiones que tuve que tomar, y.... de.....lo.....que perdí. – en esa última palabra unas lagrimas empezaron a caer.
- No. No la tengo. – Interrumpió Tomás. Pero fue demasiado tarde, Germán había comenzado a besarlo.
Un beso lleno de pasión, de sentimientos, de necesidad.
Sin darse cuenta los dos estaban en la cama completamente desnudos, sus manos viajaban por todo el cuerpo, ambos se deseaban, ambos necesitaban esto.
Tomás se separó lo miró y le dijo:
- Necesito saber que mañana no me desparecerás como hace diez años.
- Yo... necesito saber. ¿estás dispuesto a intentar que esto funcione?
- Sabes cuál es mi respuesta.
- Y tú la mía.
Volvieron a besarse con más ganas, y a jugar con sus manos. Sus erecciones estaban al máximo, gotas de líquido preseminal caían de ambas pijas, necesitaban atención urgentemente, con un movimiento rápido, Germán giro y se metió el pene de Tomás en su boca, este no perdió e hizo lo mismo, formando un 69 perfecto, ambos chupaban con mucha fuerza, como si su vida dependiera de ello.
Germán, sin sacar la pija de su boca, llevo unos dedos al agujero de Tomás empezando a penetralo y a darle fuertes nalgadas, provocando gemidos en este que no lograban salir de su boca, ya que tenía ese gran pene dentro de esta.
Tomás sacó su pija y se levantó poniendo su trasero justo encima de la cara de Germán abriéndolo con ambas manos para que su lengua tuviera mejor acceso, mientras que Tom lo masturbaba con la mano, Germán lo penetraba con la lengua, hasta que este no aguantó más y lo giró, él se quedó acostado en la cama y colocó a Tomás encima de él para poder ver su rostro mientras su pija lo penetra.
Los dos estaban disfrutando uno del otro, ambos se sentían completos, una sensación de paz, los invadió a los dos cuando la pija de Germán estuvo por completo dentro de SU Tomás, este empezó a cabalgar con fuerza y a gemir como una puta en celo, Ger, desde su posición lo miraba con tanta pasión, ver el rostro de satisfacción lo llenaba, no necesitaba acabar para sentirse realizado, ver ese hermoso rostro lo llenaba de una alegría por completo.
Pudo sentir que los músculos de Tomás se tensaban, cosa que significaba que estaba por llegar al orgasmo, inmediatamente tomó el pene de este y empezó a masturbarlo, logrando sacar gran cantidad de semen y esparcirlo por todo el pecho de Germán, éste al sentir el líquido tan caliente en su pecho y en gran cantidad no aguantó más y también acabó llenando el interior de su amante. Tomás gruño al sentir ese liquido caliente en su interior, miró fijamente a Germán, una palabra se estaba formando en su boca, pero tenía miedo de que saliera, usó las pocas fuerzas que tenia para no abrirla y no decir algo de lo que se pudiera arrepentir luego. Germán llevo sus manos sobre su pecho y recogió un poco de semen.
- Esta es tu esencia, yo te marque acabando dentro de ti, ahora tu me marcadas con tu esencia dentro mío - y sin decir nada llevó el líquido que recogió a su boca y se lo tragó. – ahora te pertenezco para siempre.
Tomás sin pensarlo dos veces se inclinó para besarlo probando un poco de su esencia. Ambos se durmiendo abrazados.
Estuvieron durmiendo una o dos horas cuando el sonido del celular de Germán lo despertó.
- ¿Un cliente? - Dijo un dormido Tomás
- Sí, pero no lo atenderé, quiero quedarme contigo – dijo dejando que el celular siguiera sonando.
- Atiéndelo, de todas formas tengo que ir al local, solo dame tiempo para bañarme.
- Enserio no te molesta.
- Ya te dije que no. Cuando termines, ve a comer con nosotros a casa, Santy se puso triste cuando se levantó y no te vió. – Dijo dirigiéndose al baño.
- Está bien, trataré de terminar temprano para ir allá.- dijo viendo ese hermoso trasero que escurría algo de semen, una gran sonrisa se dibujó en su rosto, si Tom quería darle una oportunidad a esto, él aunque tuviera miedo no se la negaría – adelante – se dijo para sí mismo.
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