Me encontraba a la puerta de la torre, estaba hablando con la esfera azul. Más que hablando discutiendo. Mejor dicho Silveria era quien gritaba

-Me dijiste que éste lugar era seguro, que ninguno podría entrar, entonces... ¿Lo de ayer qué fue? ¿Quién era ese que intentó tirar la puerta?

-Cálmate es algo que acabas de descubrir y ha sido porque al salir te has topado con su cuerpo consumido por el óxido. Éste no ha representado un peligro para tí en ningún momento aunque me sorprende que haya llegado hasta aquí. No es tan fácil superar las pesadillas.

-vas a tener que explicarme eso un poco más –dijo Silveria– y empieza por lo de las pesadillas y no te dejes lo de que todo esto se parece más a un cementerio que a un santuario.

La esfera empezó a cambiar de color, perdiendo ese azul extraño en favor de un naranja oscuro. Eso hizo a Silveria dar un paso hacia atrás. La esfera rompió el silencio pero no la tensión

–No creas que tienes derecho a saber o a desconocer, no creas que tienes la posibilidad de dar órdenes, no creas que puedes exigir algo. Me propuse ayudarte y lo hice y hoy estamos aquí. Muchos de los míos ya han perdido su color y otros también su forma. El mundo está cambiando y a este paso solo sobrevivirán los que se han adaptado. No espero de ti que te conviertas en una mandona empedernida, no te ayudo para protegerte o por pena sino por convicción. Creo que puedo sacar mucho de aquí, pero solo si te vuelves en alguien útil. Alguien que de verdad quiere llevar a cabo su misión

La esfera siguió hablando –si todo sigue igual empezaré a difuminarme en poco tiempo y seré una sombra más, somos muchas ya y me niego a perder mi propia conciencia, me niego a que todo siga cómo está programado

Silveria escuchaba bastante atenta a todo lo que le decía, esperando que por fin le contase algo

–preguntas el porqué quién entra en este recinto tiene pesadillas o visiones, te diré porque. Aquí la luz que emana del lugar es una luz oxidada, una luz mutada por decirlo de alguna manera. Quienes no entienden esa luz no son capaces de ver ni de orientarse, no son capaces casi de razonar y se consumen en su propia angustia. Es como un murciélago a quien le quitas su sentido de percepción. Éste que tenemos aquí parece que no estaba preparado para la exposición.

Supongo que estás pensando que tiene algo que ver con la brecha el hecho de que no te afecte y la respuesta es sí y no. Solo puede ser brecha alguien con dones de percepción y reparación de nivel S, pero no todos los que tienen esos dones son la brecha.

Entrar aquí es posible para quienes tienen un nivel alto de los dones. Si fueran conscientes de eso algunos vigías podrían haber entrado ya pero ¿Quién va a exponer su propia vida sabiendo que basta con vigilar o esperar? Además en la academia no tienen ninguna manera de distinguir el nivel de los dones. Hay muchos con niveles altos que piensan que no tienen esos dones y cosas así. Supongo que éste sujeto debía ser uno de los más valorados y ha debido confiar mucho en si mismo. Hay que reconocerle el mérito de llegar hasta aquí. No era un don nadie, eso está medianamente claro

Dices que parece un cementerio pero es un santuario, un lugar protegido. Parece todo consumido y caótico pero en realidad es un lugar al que el tiempo no le ha afectado. Cuando todo cambió este lugar siguió igual. Es el origen, o una muestra de cómo debió ser el origen hace muchos años. Un lugar que solo permite ser pisado por los originales. Véase tú. Yo puedo entrar hasta cierto punto por mi condición de emanador de luz. Quienes han perdido la condición de emanadores ya se les ha vetado el acceso. Aquí también estás a salvo de ellos

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Salí de esa conversación tan extraña casi sin darme cuenta. Está claro que esa conversación no era para mi, parecía todo misterioso y raro. Demasiado raro.

Aún no he hablado con Silveria sobre lo de Sevilla, no tengo mucho valor y ahora mismo mis padres no me dejarían mover un dedo, creo que no hay manera de convencerles. Mr parece que se están planteando ponerme un monitor porque piensan que estoy actuando muy raro y tienen miedo de que haga algo raro...

Hoy no ha pasado mucho más, bueno si. Estaba tan cansado y con tanto miedo de lo que la situación requiere de mi que, cuando Silveria me ha invocado adrede he conseguido no asomarme por su cuerpo. Pensaba que era algo imposible pero me alegro de saber que no es así. Pese a todo no he podido escapar de la conversación con la que he encabezado este post. Y no ha sido por no intentarlo. Ésta escena sucedió ayer.

Perdón por estar un tiempo sin escribir, me asustó bastante lo de la biblioteca de Sevilla. Solo se me ocurre explicar ese miedo usando las palabras de mi abuelo "en la niebla hasta el faro se confunde con los fantasmas" entiendo esa frase como que el miedo convierte todas las cosas, las buenas o las malas en potenciadores del mismo miedo. Y yo estoy aterrado. Sevilla me da miedo, Silveria me da miedo, pero sobretodo tengo miedo a equivocarme de camino, a dar pasos en falso. Tengo miedo a no salir nunca de la niebla.

Seguiré escribiendo lo que vaya sucediendo. Mañana le diré a Silveria que me dé nuevas opciones de libros, a ver cómo se lo toma

Jorge Misivo