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Besos y más besos.
Skyler sentía todo tipo de emociones en su interior y una sensación palpitante en la entrepierna a cada beso que él ejercía sobre sus labios o los roces de sus cuerpos de camino a la habitación y a la ducha.
Él fue el primero en comenzar a despojarse de su ropa y después ella.
Skyler prefirió correr hacia la regadera en ropa interior en lo que Clark terminaba de desvestirse.
La única persona que sabía de su inseguridad con respecto a su cuerpo era Demian Say; y sabía como hacerla sentir bien; pero Clark no. Él era un completo extraño en ese sentido y por un segundo se sintió más desnuda que nunca a pesar de llevar puesto el sostén y su pantaleta de media abuelita.
Abrió la regadera y el agua tibia y refrescante la bañó por completo. Cerró los ojos un instante y de pronto sintió unos fuertes brazos afianzarse con ternura en su cintura.
Abrió los ojos de repente y sintió rápidamente los cálidos besos de Clark en su cuello.
-Tengo entendido que cuando te das una ducha, no tienes nada sobre el cuerpo-susurró el modelo cerca de su oreja. Ella se estremeció, incapaz de darle la cara. Se moría de vergüenza.
-Estaba probando el agua...-replicó en un hilo de voz y se odió por ser tan patética. Aquella era su más descabellada fantasía con Clark Ravel y no podía echarlo a perder.
-¿Y qué tal si intentamos quitarte esto?-propuso él, pegando su cuerpo por completo al suyo. Skyler entornó los ojos al percibir la masculinidad de Clark Ravel al inicio de espalda baja y luego sus dedos deslizarse al broche del sostén.
El agua continuaba cayendo sobre ellos y la piel se le había erizado por completo y con ello, sus pezones.
La delicada prenda cedió a manos de Clark y él la colocó en el lavamanos antes de acercarse a ella otra vez.
Skyler, con las manos puestas en sus senos para ocultarlos se mordió el labio, mirando fijamente la pared de azulejos.
-Sé qué tienes vergüenza de mí-le oyó decir-y sé que, a pesar de que no es tu primera vez, querrás que sea cuidadoso, cariño. Y lo seré. Prometo que lo seré-besó su hombro y ella jadeó.
Pero un gemido ronco brotó de sus labios cuando este se aventuró a desplazar su mano derecha por su estómago hasta alojarse en el resorte de su ropa interior. Vaciló un momento y después metió su mano de lleno, acariciando su entrepierna, haciéndola saltar del susto y morderse el labio por el placer que comenzó a sentir gracias a sus dedos explorando su interior.
-Vaya, veo que estás esperándome-bromeó mientras le besaba el cuello.
Skyler, presa de la situación, olvidó el pudor y le acarició el rostro y cabello, sintiendo como su masculinidad cobraba vida detrás de ella.
El agua los había mojado por completo y definitivamente Skyler estaba demasiado excitada como para echarse para atrás y tener vergüenza; por lo que se atrevió a quitarse la última prenda, lanzandola al suelo y quedando así expuesta.
Clark la hizo girar sobre su cuerpo y bajo el agua, la contempló de pies a cabeza con fascinación.
Roja como un tomate, Skyler tomó el bote de shampoo y se lo echó sobre la cabeza de Clark y después sobre la suya y rápidamente provocó espuma.
-Primero ducharnos, ¿no?-bromeó la chica con extremada vergüenza. Él rio.
-Tienes razón-coincidió el modelo, y a continuación, le untó más shampoo en la cabeza y luego cogió el jabón en barra para deslizarlo sobre la pequeña espalda de ella.
Minutos después, luego de haberse enjabonado mutuamente, se quedaron mirando frente a frente con la respiración agitada.
A pesar de la espuma, nada quedaba a la imaginación.
Clark se encargó de acercarse a ella y besarla ligeramente mientras el agua comenzaba a lavarlos por completo.
-Estoy un poco nerviosa-dijo Skyler con aire titubeante y el modelo sonrió, besandola nuevamente.
-Por supuesto que lo estás-acotó él-estás con tu modelo favorito, y la atracción es recíproca.
El ambiente se tornó algo incómodo para ella pero Clark se encargó de tranquilizarla, dándole besos por todas partes, incluso detrás de las orejas.
-No te asustes, tenemos que secarnos, cariño-le dijo y la tomó de la mano para salir de la regadera. La envolvió con una toalla y él cogió otra.
Skyler todavía no se había atrevido a mirarlo en todo su esplendor y se dejó llevar por él hasta la habitación.
Clark se miraba estupendo recién duchado y ella sabía que su propia apariencia era espantosa y sintió miedo.
La joven caminó unos pasos hasta llegar al borde de la cama con timidez y de repente, las manos masculinas de él la abrazaron por detrás, frotando arduamente su cuerpo con el suyo, le apartó el cabello y besó delicadamente su cuello húmedo.
Ella cerró los ojos y dejó que él le diera la vuelta para estar cara a cara.
Sus manos torpes aferraban la toalla para cubrir su desnudez y Clark se hizo cargo de quitarsela sutilmente.
La empujó poco a poco hasta tumbarla en la cama. Ella abrió los ojos y ruborizada, se encontró con los oscuros de él, que la observaban con deleite.
-Dios, eres más hermosa que en mi imaginación-susurró, deslizando las yemas de sus dedos por todo el contorno de su abdomen hasta llegar al inicio de sus senos.
Y sin pensarlo dos veces, Clark se atrevió a besarla apasionadamente, no dándole tiempo de asimilar lo que ocurría o ocurría a continuación. Skyler necesitó una bocanada de aire para seguir besandolo.
Suavemente, el canadiense se abrió camino entre las piernas de la fémina sin dejar de besarla y acariciarla por todas partes, haciéndola gemir de excitación.
Trazó un camino de besos deliciosos desde sus labios hasta sus senos, los cuales besó con ímpetu sin dejar de acariciar sus piernas y desear poseerla de una vez por todas.
-Clark, bésame-le rogó ella con voz ronca y él obedeció.
La besó otra vez en los labios y se deshizo de la toalla que lo cubría de la cintura para abajo y con la rodilla, separó sus piernas y quedó en medio de estas.
No había nada que los separara en ese instante.
Skyler miró a los ojos de Clark y este a su vez, tragó saliva, bajando su mano a su masculinidad para entrar dentro de ella.
-Hazlo-dijo ella, pegando sus labios a los suyos al tiempo que Clark Ravel se hundía en su interior sin miramientos.
A pesar de estar muy lubricada y que no era su primera vez, sintió un poco de dolor y se dio cuenta que la razón era que Clark Ravel era un poco más "grande y ancho" que Demian Say en ese aspecto y se sintió idiota por compararlos.
Y más idiota se sintió al estar pensando en eso y no disfrutar el momento.
Clark comenzó lento, delicado y suave, besandole el cuello, acariciandole los senos y lamiendo su mandíbula con frenesí, algo que a ella le encantó; sin embargo, a medida que la penetraba más y más, comenzó a acelerar el ritmo.
Skyler le arañó su fabulosa espalda y le mordió el hombro por tanto placer.
Luego de ir rápido, se convirtió en algo bestial y salvaje, provocando que la fémina mirara estrellas y sofocara grititos enloquecidos; sin decir que la cama emitía crujidos y chirridos a causa de los movimientos ejercidos.
-Más, por favor-jadeó en su hombro y Clark le dio un mordisco en el cuello, sin detenerse.
Treinta minutos.
Treinta minutos de placer absoluto.
Clark terminó treinta minutos después. Ambos agitados y sudorosos.
Él se quedó unos segundos aún sobre ella mientras era acariciado por dos delicadas manos a lo largo de su espalda.
Sus respiración se habían acoplado y se podía decir que fueron uno mismo por treinta gloriosos minutos.
Al cabo de un minuto, él rodó a un lado de la cama y la abrazó con ternura. Ella se hizo ovillo y dejó que ese chico, su modelo favorito, la mimara después del fantástico momento.
Ninguno de los dos se atrevía a hablar, pero si a acariciarse.
Clark se mantuvo pegado a ella por un largo rato. Ni si quiera se preocuparon en cubrirse con sábanas, puesto que ya no existía ningún tipo de pudor de por medio.
Skyler giró sobre su propio cuerpo y apoyó su cabeza en su brazo sobre la almohada para mirarlo.
Él tenía la cara de recién follado y ella también.
-No puedo creer que estoy haya pasado-dijo Skyler con una sonrisa tímida y se tumbó boca abajo, dejando a la vista su magnífica espalda y sus glúteos.
-Creelo, porque es verdad, cariño-suspiró él y posó una mano sobre la curva de su espalda-¿Sabes? Viéndote tan bellamente hermosa, me dan ganas de volver a hacerte el amor.
-¿Y qué esperas para hacerlo?-lo sedujo, levantando una ceja con una pizca de picardía.
-¡No debiste darme permiso!-exclamó él y sin miramientos, la tomó de la cintura y volvió a besarla salvajemente.
Dieron las ocho de la noche y ninguno de los dos quería levantarse de la cama todavía.
-Tengo que ir a disculparme con Hannah y Dex-murmuró sobre sus labios.
Clark gruñó y la besó.
-¿No puede ser mañana?-arrugó la nariz.
-No. Entre más rápido me disculpe, mejor.
-¡De acuerdo!-objetó él con una sonrisa y alargó la mano para acariciarle la marca de nacimiento que tenía Skyler en el estómago en forma de nube y de color blanca-me gusta este lunar.
-No es un lunar, es una marca de nacimiento. Mi tía también la tiene, solo que en color café-le informó y él continuó acariciandosela.
-Pues me encanta. Me hace querer contemplarlo a cada rato-sus ojos no se movieron de la marca y ella se ruborizó.
Y Skyler se dio cuenta que Demian jamás le había dicho algo al respecto sobre la marca y se quedó pensativa.
Al cabo de un rato, ambos se vistieron y esta vez sin ningún tipo de vergüenza.
Clark la ayudó a desenredarse el cabello mientras la besaba de vez en cuando en la frente y le regalaba cálidas sonrisas desde el reflejo del espejo.
-Esperemos encontrarlos, ya ves que vinieron hasta aquí porque estaban huyendo de problemas-musitó el modelo cuando Skyler se disponía a abrir la puerta principal.
-A estas alturas creo que ya debieron haber dado la cara a sus familias, ¿no crees?
Abrió la puerta y salió al porche. Estaba fresco y pensó en volver por un abrigo más acogedor, pero se llevó tal sorpresa: Clark le colocó encima de los hombros su chaqueta para que hiciera uso de ella.
-¿Qué haces? Morirás de frío-intentó devolversela al ver que él solamente llevaba puesta su sudadera.
-Amor-dijo con una sonrisita. Skyler se quedó estupefacta al escuchar salir esa pequeña gran palabra de los labios de él y más que era dirijida a ella misma-esta ciudad me vio nacer y crecer. He pasado inviernos tormentosos y helados y créeme, este frío no me afecta en nada.
-P-P-ero puedes resfriarte...-balbuceó como boba.
-Tonterías. Tú solo abrígate y andando. Son casi las nueve de la noche y no es hora de visita-le instó a caminar hacia el Jeep negro.
Se dirigieron rumbo a la casa de Dexter. Ella susurró un discurso de disculpa todo el camino, acción que hizo reír a Clark. Parecía como si estuviera rezando el Rosario y en medio de un rezo lleno de plegarias.
-La disculpa no tiene que ser tan extensa. Si sale de tu corazón y de manera honesta; ellos entenderán.
-Soy mala hablando y más cuando se trata de pedir disculpas.
-Tranquila, no pasa nada-la calmó, o al menos hizo el intento.
-¿Tú crees que Dexter me perdone?
-Uhmmm, ciertamente él es una persona rencorosa, pero si el argumento de tu disculpa es efectiva; por supuesto que te perdonará.
-¿Qué? ¿Lo dices en serio?-entornó los ojos con inquietud.
-La verdad no. Estoy jugando-rio-Dexter te perdonará, ya lo verás. Sabe bien que él fue el culpable de que reaccionaras de esa manera.
-¡No juegues con algo tan delicado!-lo golpeó despacito en el brazo.
Clark dejó de ver al frente para mirarla por un segundo.
-Si no te quiere perdonar, le daré un puñetazo para que lo haga.
-Sería agradable, pero no justo-chasqueó la lengua y le tocó la mejilla-eres muy encantador, pero no le vas a tocar un pelo a Dexter.
-Le quitas la diversión a todo-resopló divertido y siguió conduciendo.
Minutos después, aparcó en un vecindario de gente acomodada y Skyler sintió náuseas.
Quería disculparse y a la vez no.
¿Y si Dexter le gritaba a la cara que estaba loca y que sus disculpas se las podía meter por donde más le quepa?
Un escalofrío helado la estremeció y abrazó el brazo de Clark con incertidumbre.
-No estoy lista. Mejor vámonos.
-No hemos venido hasta aquí solo para que te echaras para atrás. Ven, yo te apoyaré y te defenderé si Dex se pone romántico-la agarró de la mano y se la besó.
Bajo aquellas palabras, logró persuadirla para salir del Jeep.
Se tomaron de las manos y ella dejó que él la condujera hasta la casa del chico al que iba a pedirle disculpas.
Divisó el coche del susodicho aparcado en la acera y tragó saliva.
Entonces observó como Clark sacaba su teléfono para llamarle.
-¿Qué haces?-le preguntó con nervios.
-Llamándole para que salga a vernos-contestó y deslizó la pantalla y de inmeditado apareció la cara de Dexter y su número.
Momentáneamente, sintió que iba a vomitar en serio y dio un respingo cuando Clark habló.
-Estoy afuera de tu casa-dijo e hizo una pausa-¿crees que me importa? Tú solo sal, necesito hablar contigo.
Y así, sin decir nada más, colgó.
A Skyler le causó gracia la manera en la que Clark le habló: Autoritario.
Y Dexter debía ser un tontito al hacerle caso.
A los tres minutos, la puerta principal se abrió y salió Dexter con pijama y una manta alrededor de los hombros, y se sorprendió de ver a Skyler con Clark, pero no hizo ningún comentario, simplemente sonrió de manera tajante y recargó su hombro en el umbral, sin llegar al porche si quiera.
-¿Qué están haciendo aquí a las 9:15 de la noche?-preguntó con una sonrisa fingida.
Clark volteó a ver a Skyler y como aún la tenía de la mano, tiró de ella hacia a Dexter.
-Skyler tiene algo que decirte-le informó a su amigo y sintió como la chica se tensaba, por lo que se inclinó a ella y le susurró en la oreja-tranquila, Dexter no muerde, y si lo hace, lo haré pedazos.
Soltando una risilla, Skyler asintió y se apartó de Clark para centrar toda su atención en el chico que la observaba con impaciencia en la puerta de su vivienda.
-Dexter-comenzó a decir con cautela, él alzó las cejas-quiero que sepas que lo siento. Hace unas horas actué como una demente y sé que estuvo mal. Tanto Hannah y tú no merecían ser maltratados por mi mal genio. Así que, con toda sinceridad, te pido disculpas.
La expresión de Dexter estaba seria y pétrea. Y eso la asustó.
Pero la asustó más ver como su expresión cambiaba y en lugar de una fina línea recta de labios apretados, surgió su sonrisa tan característica de él, que la dejó perpleja.
Y de un momento a otro, se halló siendo abrazada por él.
-Obvio que acepto tus disculpas. Además, yo también tuve la culpa en meterme de curioso a ese estudio-le dijo sin dejar de abrazarla.
-Sí, bueno, ya es suficiente de abrazos-gruñó Clark y los separó.
-También quiero pedirle disculpas a Hannah-argumentó ella luego de un momento. Ahora estaba entre los brazos de Clark bajo el escrutinio de Dexter.
-Si estás dispuesta a ir a su casa-Dexter miró el reloj de su teléfono-aun puedes encontrarla despierta. Se duerme a las diez y media.
-¡Sí!-chilló la chica y miró a Clark-vamos Clark, ¿sí?-hizo pucheros.
-De acuerdo-repuso y rodó los ojos con una sonrisa-no puedo negarte nada.
-Iré también yo-se apunto su amigo.
-¿Por qué?-increpó Clark-contigo ya terminamos.
-No saben donde vive mi novia-dijo con orgullo.
Veinte minutos más tarde, los tres se encontraban rumbo a la casa de Hannah.
Y Dexter, en el asiento de atrás, cantando a todo pulmón y bailando la canción de ALL ABOUT THAT BASS de Meghan Trainor.
Skyler reía al ver sus movimientos extremos desde el asiento del copiloto y Clark rodaba los ojos y resoplaba mientras conducía hacia la dirección de Hannah.
-Dexter, querido amigo-dijo Clark con voz trémula e hizo una pausa-¡No tienes por qué cantar a gritos en mi oreja!
-Se pierde la esencia si no lo hago-sentenció y dándole un codazo a Skyler, siguió cantando.
Al término de la canción, comenzó una antigua "Alone in this bed - Framing Hanley", la cual Clark pensó que su amigo no conocía y optó por no quitarla, pero se arrepintió enseguida.
-¡Alone in this bed!-chilló Dexter con euforia-amo esta canción. Framing Hanley debería continuar siendo popular.
Clark quiso golpearse en el volante hasta quedar inconsciente. Skyler rio por lo bajo y cantó en voz baja junto a Dexter porque también le gustaba esa canción.
-Es justo en esa casa color azul cielo-indicó su amigo y aparcaron justo en frente.
-Bien, cariño, hemos llegado, ¿estás lista?-preguntó Clark a Skyler.
Y ella comenzó a temblar de pies de cabeza.
-Si temblaste conmigo para pedirme disculpas, más te vale tener valor frente a ella-comentó el chico desde los asientos traseros con diversión y Clark le envió una mirada fulminante-es una broma. Hannah te adora y lo sabes, Sky.
-De acuerdo, ¿por qué no la llamas para que salga? Del resto me encargo yo-sentenció, llenándose de valor-ustedes quédense dentro del coche.
-No es algo suicida, cariño, puedo acompañarte...
-No, Clark, en serio. No hace falta.
-Y ciertamente no hace falta llamarle-terció Dex desde atrás.
-¿Por qué no?-cuestionó ella.
-Se ejercita en la noche y está volviendo de su carrera nocturna de toda la cuadra-informó y señaló a la hermosa rubia corriendo en la esquina de la manzana con audífonos y ropa deportiva muy sexy-y si no te apresuras, iré en tu lugar y la llevaré a un sitio apartado.
Skyler asintió y bajó corriendo del Jeep para interceptarla.
En primer momento, la rubia no la vio y siguió corriendo, pero la norteamericana le bloqueó el paso con su cuerpo, extendiendo los brazos a cada lado.
Hannah Roberts alzó la vista y entornando los ojos, se detuvo y se quitó los audífonos.
-¿Skyler? ¿Qué haces aquí?-miró a todos lados y vio el Jeep con Clark en el volante, y le hizo una seña de saludo.
-Vine a disculparme como es debido-dijo y se agarró las manos-yo... actué como una boba en la mañana. Me puse histérica y quiero decirte que lamento mucho haberte gritado. A Dexter también le pedí disculpas hace un rato y créeme que estoy haciendo lo posible para no echarme a llorar ahora mismo porque tú...-hizo una pausa para recuperar el aliento y alejar las lágrimas que se habían amontonado en sus párpados inferiores. Se mordió el labio y prosiguió-eres la primera chica a la que puedo llamar amiga, amiga de verdad y no deseo que me odies ni nada de eso. Pero si lo haces, lo respetaré y...
Entonces, Hannah le echó los brazos encima y la abrazó con fuerza. Las palabras de Skyler quedaron suspendidas en el aire ante aquel acto sin miramientos.
-No estoy enfadada contigo, Skyler; jamás lo estaría. Entiendo como te sientes. Nosotros tuvimos la culpa al meternos a esa habitación sin permiso-susurró en su oreja-y no te pongas triste, seguimos siendo amigas. Las mejores, si tú quieres.
-Sí, por favor.
Momentáneamente, cuando las dos féminas dejaron de abrazarse; Dexter bajó del Jeep y corrió a abrazar a su novia de improvisto, asustandola de muerte.
Clark también hizo acto de presencia y besó a Skyler en la sien para luego abrazarla por detrás mientras reían y sentían pena ajena por las tonterías de Dexter.
-Casual, son casi las diez y media de la noche y estamos haciendo un escándalo. Será mejor que nos marchemos-sugirió Ravel con muy buena madurez. Skyler estuvo de acuerdo.
-Es cierto. Ya debería estar preparándome para dormir-exclamó la rubia y le dio un empujoncito a su novio-váyanse ya.
A regañadientes, Dexter aceptó y se despidió de su novia. Tardó casi diez minutos y tanto Clark y Skyler tuvieron que llevárselo a rastras al Jeep.
Lo fueron a dejar a su casa y después Clark a Skyler al departamento de Eros.
-Me encantaría quedarme otra noche más contigo-le dijo él con pesar y la besó en la mejilla-pero no tengo más ropa limpia-se ruborizó-me queda solo unos jeans y una chaqueta limpia, así que trataré de lavar algunas prendas ahora mismo.
-¿Vendrás por mí mañana?
-Por supuesto. Siempre lo haré.
Clark Ravel se fue en contra de su voluntad y ella, satisfecha de haber arreglado las cosas con Dexter y Hannah, logró conciliar el sueño y despertarse temprano a la mañana siguiente.
Sin embargo, cuando se estaba duchando para ir a la Universidad, recordó el momento hermoso que compartió con Clark Ravel y se ruborizó.
Había estado tan desesperada por conseguir el perdón de sus amigos que ni si quiera se detuvo a pensar en el magnífico momento con su modelo favorito de la vida.
Había sido de ensueño.
Y resultó que él era lo que había fantaseado en la cama: Dócil, lindo, tierno, pero también salvaje y sediento de deseo y pasión.
Y deseó que aquello no terminara nunca, porque en ese instante, ella se sentía feliz, sin ningún remordimiento.
Excepto por el hecho de que iba a dejarlo en cuanto Eros saliera de prisión y regresaría a San Francisco, donde probablemente vería de nuevo a Demian Say.
Y se prometió no molestarlo nunca más y jugar con él como lo hizo anteriormente. Demian no merecía eso, él merecía a alguien que lo amara como nadie nunca había amado a una persona.
[HOLA :D ME ENCANTARÍA QUE VOTEN☆ Y QUE ESTE CAPÍTULO LLEGUE A LOS 100 VOTITOS SI SE PUEDE:3 VOTEN FANTASMITAS, EN SERIO T-T. Y DE PASO LES AVISO QUE SUBIRÉ UNA HISTORIA NUEVA^^ PUEDEN BUSCARLA EN MI PERFIL COMO " A BETRAYAL OF LOVE" APENAS ESTÁ EL PRIMER CAPÍTULO]
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