72.9 xd
-¡Traigan bebidas energizantes para ambos!-ordenó Jack y todos se movilizaron.
La sesión había concluido y fue un éxito total.
-Y algo de comer, por favor-dijo ella, hambrienta. De los nervios ni si quiera desayunó y en ese momento se sentía un poco débil.
Jack asintió y corrió hacia los sujetos a los que les había ordenado las bebidas y ella se sentó en medio de Clark y de Aiden.
El pobre rubio tenía dos puntadas en ambos labios y a pesar de ello sonreía.
-El color rubio te queda muy bien-la halagó-deberías dejartelo así.
-Ella se ve hermosa con su cabello natural-repuso Clark con amargura.
-Basta, por favor-pidió ella, negando con la cabeza-no me siento bien y si se ponen a pelear, juro que...
Nuevamente, sus palabras quedaron suspendidas en el aire al ver a una persona entrar a la estancia y acercarse con mucha confianza a ellos.
Tenía el rostro serio, duro, ensombrecido, pero la mirada más triste del mundo. Y Skyler pensó que le daría un ataque ahí mismo.
-¿Qué hace él aquí?-espetó Aiden, e hizo el ademán de levantarse pero Skyler lo detuvo.
-No.
-Skyler, él puede ponerse violento y...
-Cierra la maldita boca, rubio-ladró Clark y Aiden apretó las mandíbulas-Demian quiere hablar contigo, Skyler.
-Sí, de eso no hay duda-añadió ella y se puso en pie.
Demian se había detenido a mitad de la estancia, esperándola.
-Vuelvo en unos minutos-anunció ella antes de seguirlo.
Demian caminó hacia la puerta de los vestuarios y entró, dejandosela abierta. Skyler se abrió paso al interior y cerró tras de si.
Ahí no había nadie, solo ellos.
-Ese tono de cabello te hace ver como una persona distinta-comenzó a decir él y ella notó que las pupilas las tenía dilatadas.
-Gracias.
-Vine a despedirme formalmente-musitó con un nudo en la garganta-y a entregarte esto. Ya no lo necesito, pero si me sirvió mucho. Gracias.
Inclinandose a ella, le entregó el viejo collar de búho.
-Demian, yo...-Skyler no hallaba las palabras necesarias para expresarse y además, no sabía qué decir.
-No digas nada. Solo tomalo.
-Está bien.
-Si algún día decides regresar a San Francisco como me dijiste hace unos días, llámame y te enviaré mi dirección para lo que gustes-se pasó una mano por el pelo-todavía no decidio donde vivir, así que dentro de dos meses creo que estaré totalmente instalado.
-¿De verdad vas a terminar conmigo para siempre?-le preguntó en un hilo de voz. Le dolía el corazón, pero era extraño que no brotaran lágrimas de sus ojos al estar despidiéndose del amor de su vida y tampoco él.
-Sí-no le costó decirlo. El chico suspiró y sonrió brevemente-ha sido un placer haber compartido contigo hermosos momentos. Me hiciste muy feliz.
-También me hiciste muy feliz-admitió, sonriendole-fuiste mi primer novio y primer amor.
-Tuve tantas novias, pero créeme, tú fuiste la única a la que he amado con toda mi alma y aún lo sigo haciendo-confesó, apretando los puños y borrando la sonrisa de sus labios-pero por el bien de ambos, es mejor separarnos y buscar nuestros propios caminos. Tal vez algún día volvamos a encontrarnos y será diferente.
El desasosiego en el rostro de él la estremeció.
Demian estaba haciendo lo posible para no flaquear y desmoronarse frente a ella y ser débil.
-Ah, y felicitaciones. Lo has hecho de maravilla-agregó con una triste sonrisa.
-Gracias, Demian...
-Nos estaremos viendo pronto-dijo él y la agarró del hombro-cuídate mucho, ¿okey?
-Demian, por favor...-las lágrimas, que habían tardado en aparecer, llegaron como una tempestad.
-No, Skyler, ya no más-refutó con seriedad y le plantó un beso en la frente-hasta pronto.
Skyler se quedó estática en su sitio mientras él salía de los vestuarios a toda prisa y sin mirar atrás, ya que si lo hacía, todo el esfuerzo que había hecho sería en vano.
Confundida e incapaz de procesar lo que acababa de ocurrir, se dejó caer en la silla giratoria con su viejo collar de búho en las manos.
Se quedó con la mirada fija en el vacío por varios minutos hasta que la voz preocupada de Jack la hizo volver en sí.
-¡Cielo santo! Tienes el maquillaje corrido en tus mejillas, cariño-fue lo primero que escuchó salir de los labios de él-¿qué pasó?-dejó la bandeja donde había un planto con dos rebanadas de pizza y una bebida energizante-¿qué fue lo que te dijo Demian?
-Nada que yo no supiera ya-esbozó una sonrisa melancólica y se frotó las mejillas, intentando corregir el maquillaje.
-¿Quieres hablar al respecto, pequeña?
-No, Jack, estoy bien.
-De acuerdo, entonces come-le aconsejó, acariciandole la cabeza-en una hora más o menos será la audiencia de Eros.
Tras escucharle decir lo último, el apetito volvió como por arte de magia.
No se podía dar el lujo de ir con el estómago vacío a apoyar a su tutor.
Entonces, no había pasado ni diez minutos, cuando la puerta del vestuario se abrió y tanto ella y Jack voltearon a ver a la persona recién llegada.
Era Clark.
-¿Puedo pasar?-preguntó.
-Pasa, pasa, de todos modos necesito ir a arreglar lo que falta, cuida de ella, ¿vale, chico?-acotó Jack y abandonó el vestuario dejándolos solos.
Clark se situó en otra silla enfrente de ella. Observó unos segundos su reflejo y luego se centró en Skyler, quién comía con expresión sombría.
-¿Recuerdas que te dije que quería hablar contigo antes de ir al juicio de Eros?-ella asintió-pues...¿podemos hablar?
-Mientras no me rompas el corazón como Demian, entonces si-vaciló.
-Escucha-él juntó sus manos en posición de oración y se revolvió incómodo en la silla-quisiera saber si yo tengo alguna oportunidad contigo en un futuro. Sé que Demian tomó la decisión de alejarse de ti y que no es buen momento, pero en verdad necesito saberlo.
-¿Qué?-a ella se le aceleró el pulso. Demasiadas sorpresas en un solo día la pusieron nerviosa.
-Sí. Es necesario que me digas si de verdad puedo tener algo serio contigo más adelante.
-Es demasiado pronto para darte una respuesta-murmuró.
-Sólo dime sí o no-insistió él.
-¿Por qué te urge tanto una respuesta?-ladeó la cabeza y dejó la rebanada de pizza a medias.
-Porque no voy a esperarte para siempre como Demian-admitió con voz profunda-me gustas demasiado, pero a diferencia de él; yo sí tengo dignidad y sé rendirme antes de salir herido.
-Dos desiluciones en un solo día-manifestó la chica con pesar.
-Por favor, solo respóndeme.
-Ni si quiera estoy segura de nada, mi mente es un revoltijo de emociones en este momento.
-Está bien, meditalo bien. Y cuando tengas una respuesta, me dices-intentó sonreír-pero no tardes mucho, ¿sí?
Ella asintió.
Sin ánimos de comer, terminó la pizza y la bebida antes de corregirse el maquillaje.
A los pocos minutos, alguien entró al vestuario.
-Aiden, mira, no estoy preparada para un sermón tuyo, ¿de acuerdo?-le dijo al momento que se percató que se trataba del rubio.
-¿Vuelves a tratarme mal?-preguntó él.
-Lo siento-se disculpó ella con incertidumbre y se sentó en la silla-es solo que no estoy de humor para nada. Demian y yo terminamos definitivamente y Clark parece que también no quiere saber de mí. Y sin decir que en un rato más iré a la audiencia de Eros. ¡Ya no soporto nada!
-Quiero ayudarte-agregó el rubio, agarrando sus manos-deja que te ayude y apoye, por favor.
-Aiden, discúlpame, pero yo no puedo verte como algo más-intentó retirar sus manos de las suyas, pero él se las arregló para no soltarla.
-Cómo amigos-interpuso.
-Entonces está bien-dejó que Aiden le sostuviera las manos y recargó su frente en el hombro del chico y solo así se permitió llorar una vez más.
El chico rubio dejó que ella llorara a sus anchas sobre su hombro. Para él, aquello era mejor que nada. Apoyarla es lo que más deseaba y estaba feliz que ella hubiera aceptado ser consolada.
-Ahora tienes que limpiarte ese bello rostro y ser todavía más fuerte de lo que ya eres-le aconsejó.
-Lamento que veas esta parte de mí-murmuró, limpiandose otra vez en el espejo. Miró de reojo las heridas en los labios de Aiden y se estremeció.
-Apoyo moral, recuerdalo. Verte con la cara lavada no debería avergonzarte, yo me veo peor cuando me levanto-se encogió de hombros-y deberías ver a mi madre sin maquillaje...
De repente, y para sorpresa del chico, Skyler estalló en risas. Una risa contagiosa y agradable, que lo dejó perplejo.
-¡Oh, Dios! ¿Cómo te atreves a hablar así de tu madre? Eres malvado-le dijo, aún riéndose.
Y él, al notar que ella había cambiado su humor gracias a sus comentarios, comenzó a decirle más acerca de su mamá y el problema con el maquillaje solo para hacerla reír.
-¿Me veo bien ahora? ¿No se nota que me maquillé demasiado?-se volvió a él para que le diera el visto bueno.
-Te ves muy linda, te lo aseguro.
-¿No hay rastro de lágrimas?
-Ni una huella. Estás radiante.
-Gracias-suspiró y aprovechó a guardar el collar de búho en su bolsillo-¿qué te parece si salimos de aquí? Estoy comenzando a asfixiarme.
-Seguro. Vamos.
No había casi nadie de gente cuando salieron. El estudio enorme estaba vacío en su máximo esplendor. Los únicos que quedaban eran dos fotógrafos y unas tres estilistas, sin contar a Jack y a Clark que charlaban con Jasper, el sujeto del último piso.
-Tal parece que terminó la fiesta por fin-argumentó Aiden.
Skyler se acomodó el cabello detrás de las orejas y en compañía de Aiden, se acercaron a Jack y a Clark.
Clark fue el primero en verlos y se mostró hostil hacia el rubio y decidió centrar toda su atención en ella.
Jack se disculpó y junto con los demás fotógrafos abandonaron el lugar.
-Skyler, Jack me acaba de decir que nos adelantemos al juzgado-dijo-así que vámonos. Él nos alcanzará allá.
-Está bien-aceptó y recordó que Aiden estaba a su lado, así que se volvió hacia él con pena.
-No te preocupes, váyanse los dos. Al rato los veré ahí-sonrió tranquilamente-además tengo que hacer un pendiente antes. Nos vemos, Skyler.
Se despidió de ella dándole un beso en la mejilla y se aproximó a la puerta, pero no sin antes enviarle una mirada desafiante a Clark.
Ambos esperaron unos minutos y luego salieron de ahí también.
Bajaron en el elevador sin decir una sola palabra.
Ella lo notó nervioso y cabizbajo, algo inusual en él.
-¿Pasa algo?-quiso saber.
El canadiense negó con la cabeza y luego asintió.
-¿Quieres saber por qué te dije todo eso de darte unos días para que pienses bien si vas a aceptarme o no?
En ese instante, Skyler pensó lo peor.
-¿Por qué lo hiciste?
-Porque...-titubeó-porque Joanna fue a buscarme ayer a casa, estaba hecha un desastre, llorando como una loca y rogandome perdón. Hizo una gran escena y no tuve más opción más que meterla a casa bajo el escrutinio de mis padres y los vecinos-hizo una pausa y continuó-suplicó que volvieramos y que esta vez prometía hacerme feliz.
Skyler frunció el ceño, atenta a sus palabras. El elevador emitió un sonido, avisando que ya estaban en la planta baja.
Salieron a pasos lentos.
-¿Y qué le contestaste?-arribó, siendo cautelosa.
-En primer lugar, la llevé al sofá y le prepararé café para que se calmara-siguió relatando mientras avanzaban a la salida-después me senté a charlar con ella seriamente. Le dije que me explicara la razón por la cual había llegado de esa manera a verme y armar un show. Joanna me contestó que...
A medida que hablaba, le comenzó a temblar la voz.
-¿Ella, qué, Demian?
-Le diagnosticaron un tipo de Esquizofrenia, la llamada Hebefrénica-suspiró contrariado y ella se horrorizó-y bueno, ya sabes, esa maldita enfermedad no tiene cura. Solo puede mantenerla estable a base de pastillas.
-Ay Dios, ¿y qué va a pasarle a ella?
-Los síntomas van en aumento, ahora no es tan grave, pero poco a poco va a empeorar y ella tiene mucho miedo. Dice que solo si estoy a su lado podrá afrontarlo-se rascó el cuello y ambos salieron al exterior-y no sé qué hacer. Joanna, a pesar de todo, es buena chica. Y asumo que lo que la obligó a comportarse como una loca fue la enfermedad y me siento culpable.
-Entonces por esto fue que me pediste una respuesta rápida-susurró Skyler con tristeza. Él asintió.
-No te sientas presionada.
-No me siento presionada, me siento una chica traicionera y sin escrúpulos-musitó-yo no merezco que me quieras, Clark, de hecho, no merezco ni a ti ni a nadie. Y te daré la respuesta ahora mismo.
Los ojos oscuros de Clark se abrieron como platos y se quedó boquiabierto.
-Espera, ¿Qué? No te conté esto para que te precipitaras. Quiero que lo pienses bien, con calma.
-Es que ahora no hay nada que pensar-le dijo la chica con una sonrisa triste-es más que obvia la respuesta, Clark.
Se tomó la confianza de abrazarlo sin previo aviso y él la estrujó entre sus brazos con fuerza, sabiendo ya su respuesta.
-Tienes que estar con ella, Clark. Joanna te necesita más que nadie. Yo pronto volveré a mi país y seguiremos en contacto, ¿te parece?-besó suavemente su cuello y él se estremeció.
-Te juro por Dios que no quiero perderte, Skyler. Digas lo que digas de ti misma, no me importa. Yo sé qué clase de chica eres y me encantas. Lo que estás haciendo por Joanna es lo que te hace única. Renuncias a todo con tal de ver bien a los demás y eso nadie lo ha notado, solo yo. Y por eso...-bajó la voz y acercó sus labios a la oreja de ella-yo te amo.
Aquella confesión la hizo temblar.
Tiempo atrás Demian, su primer amor, la dejó definitivamente y ahora, su Supermodelo favorito le confesaba que la amaba y a pesar de ello no podían estar juntos.
¿Por qué todo eso le ocurría a ella?
¿Qué tan miserable tenía que ser para alcanzar la felicidad?
LES COMUNICO QUE EN VERDAD ESTÁ COMENZANDO A FINALIZAR LA HISTORIA :') GRACIAS POR ESTAR LEYENDOME. LOS AMO.
EN UNOS CAPÍTULOS MÁS (AÚN NO SÉ) CONCLUIRÁ ESTA HISTORIA^^
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro