72.5
Era el día que había anhelado tanto.
Por fin vería nuevamente a Eros Rabanne y tendría la sesión oficial de fotos para la revista de Jack.
Pero, a pesar de que debería sentir extasiada de felicidad, era todo lo contrario.
Despertó con los ojos hinchados y llorosos por haber llorado hasta quedarse dormida y con el cuerpo lleno de nudos. Los calambres que sintió al estirarse fueron dolorosos.
Demian la había dejado, y esta vez era para siempre. Y lo sabía porque había visto en sus ojos lo mismo que vio en los de su padre el día que decidió dejarlas a ella y a su madre.
Le dolía muchísimo; pero él tuvo razón en todo. Ella era tóxica para él y para todos. Era idiota, inmadura y estúpida.
Las decisiones que tomaba era para empeorarlo más.
Estuvo un rato más sintiéndose miserable hasta que se dio cuenta que ya era hora de afrontar ese día largo que le esperaba por delante.
Cómo no tenía ganas de ir a recoger sus cosas a la casa de Demian, buscó entre los cajones de su habitación en el departamento de Eros y halló ropa suya.
Se duchó y cambió rápido, con la finalidad de llegar temprano a la casa de Jack.
Y en lo que le ponía llave a la puerta, se volvió hacia la calle y se topó con los ojos oscuros de Clark.
Él la estaba, al parecer, esperando en su Jeep.
Bajó los escalones del porche y se situó frente al canadiense.
-¿Qué haces aquí, Clark?-le preguntó con sutileza.
-Aparte de venir por ti para ir con Jack, le estoy haciendo favor a Demian de venirte a dejar tus cosas que estaban en su casa-contestó, un tanto incómodo.
-Ah, bueno-a ella le dio un vuelco el corazón y él lo notó-ayúdame a meterlo.
Clark percibió el enorme esfuerzo que estaba haciendo Skyler para no demostrar su angustia y suspiró.
En vez de abrir la puerta del Jeep, se aproximó a ella y la abrazó.
-Demian perdió la cabeza. No quiso decirte todas esas cosas.
-¿Te contó lo que me dijo?-murmuró ella entre sollozos, sin dejar de abrazarlo.
Clark asintió.
-Me contó absolutamente todo, incluso de marcharse a San Francisco.
-Ahora ya son amigos o algo por el estilo, ¿verdad? Por un lado me alegra, pero por el otro me inquieta.
-Demian necesita un amigo con urgencia-confesó Clark-supongo que estos días de convivencia le sirvió de algo y creo que ya no me odia. No lo sé. Pero de algo si estoy seguro, Sky.
-¿De qué?
-Te ama intensamente y haría lo posible para verte feliz, incluso si eso significara terminar con el corazón roto una vez más y es por eso que tomó esa decisión.
-Piensa que renunciar a mí es lo mejor-susurró, y cerró los ojos con fuerza-ahora jamás querrá tenerme cerca.
-Skyler, cuando termine la sesión de fotos de Jack, me encantaría hablar contigo de algo muy serio.
-¿Sobre qué? Después de la sesión tengo que ir a la audiencia de Eros.
-Yo también iré. Pero antes tengo que hablar contigo de algo importante.
-¿Por qué no hablamos ahora?
-En este momento no estás para lo que te voy a decir, y prefiero que te despejes un poco.
Le acarició los brazos y le depositó un beso en la cabeza con ternura.
Anonadada e inmóvil, se dio a la tarea de observar a Clark bajar sus pocas preferencias hasta el interior del departamento de Eros sin ninguna dificultad.
-Vamos, o de lo contrario llegaremos tarde-la jaló del brazo y se dirigieron al estudio de la agencia de Jack.
Tiempo después, Skyler se hallaba estupefacta y asombrada ante el enorme edificio de siete pisos que según Clark, era la agencia de Jack.
Era absolutamente todo de cristal y los reflejos del sol nublado les llegaba al rostro.
Había muchos coches elegantes aparcados en el estacionamiento y sintió vértigo. Y entre esos coches reconoció al de Aiden Carrowl.
-Tal vez me toque modelar solo contigo-murmuró.
-¿Por qué?
-Porque Demian hirió a Aiden en la boca y dudo mucho que lo dejen modelar.
-Si ese es el caso, te asignara otro modelo Jack. Pero no te preocupes, eso no te concierne.
La fémina asintió, para nada convencida de aquella respuesta.
Se acercaron a la puerta giratoria de cristal y un sujeto atractivo y de traje gris avanzó hacia ellos. Adentro era incluso más majestuoso.
-Clark Ravel, la eminencia de esta agencia-dijo el sujeto y Skyler estuvo de acuerdo con ese cumplido.
-¡Hola, Jasper! Ya echaba de menos este sitio-convino el antes mencionado y ambos se dieron un apretón de manos y un abrazo amistoso-mira, ella es Skyler Newton, la nueva modelo y próxima estelar de Jack.
-¡Santo cielo!-exclamó Jasper con emoción y optó por besarla en la mejilla-¡Es un placer! Y gusto poder conocerte antes de que seas famosa.
Skyler sonrió levemente sin saber qué decir.
-Nosotros vamos a los vestuarios-arribó Clark, llevándose a ella por el largo vestíbulo, rumbo al elevador.
El hombre de nombre Jasper les dijo adiós con la mano antes de que las puertas del elevador se cerraran.
Clark presionó el quinto piso y Skyler observó sus reflejos en las paredes de espejo del ascensor.
Él se miraba de maravilla y ella un asco. Aún tenía los ojos hinchados y llorosos.
En eso, la mano de Clark se desplazó hasta su mejilla y le acarició tiernamente. Ella se estremeció con aquella inocente caricia.
-No seré capaz de decirte nada, Dios-le oyó decir a él.
-¿Eso qué significa?-volteó a mirarlo.
-Nada, olvidalo.
Se abrieron paso cuando el elevador se detuvo en el piso indicado.
Skyler tuvo que aferrarse al brazo de Clark para no perderse en la multitud de personas que intentaron subir al elevador y los que se hallaban caminando de un lado a otro con libretas en las manos y teléfonos pegados a las orejas sin dejar de hablar.
-Es por aquí-dijo Clark y tiró de ella para pasar en medio de la ola de gente.
Se dirigieron directamente a la puerta que estaba paralelamente a ellos y entraron.
Enseguida el aire acondicionado más helado del mundo les azotó la cara y el resto del cuerpo.
Perpleja y petrificada, Skyler contempló toda la belleza de ese sitio.
Era enorme, con grandes ventanas que llegaban del techo hasta el suelo con una vista fabulosa.
Había alrededor de veinte personas, todas con la elegancia de Jack y de Eros.
-¡Estamos aquí!-informó Clark en voz alta.
Todos dejaron de hacer sus deberes para voltearlo a ver.
-¡Ya era hora! Vayan a vestuarios, ¡Ahora!-les ordenó una mujer de edad madura de ojos azules, fríos como el hielo.
-Ven-Clark la condujo a un extremo de la estancia y le indicó que entrar a una puerta.
-¿No vienes?-le preguntó ella, asustada.
-El vestuario de chicos es por aquí. De seguro Jack está adentro esperándote. No te preocupes.
Lo observó entrar a la puerta de enfrente y no tuvo más opción que hacer lo mismo.
En el instante que puso un pie dentro, un sinfín de manos femeninas la arrastraron al interior sin dejar de hablar.
Eran estilistas.
Y ninguna de ellas eran las gemelas Molly y Kate.
Decepcionada, dejó a esas chicas hacer sus obras de arte en su rostro y vestuario.
La sentaron a una silla suave y giratoria frente a un enorme espejo.
Y no había otra chica que iba a modelar a parte de ella. Y eso significaba que la atención era solo suya.
Se miró en el espejo y horrorizada se percató de lo que estaban a punto de hacerle: Cortarle nuevamente el flequillo.
-Hace dos días me lo cortaron-interpuso de repente, justo antes de que la pequeña tijera pasara sobre su cabeza.
-Tenemos que dejarte impecable, chica, y son órdenes directas de Jack Mali-le contestó una de ellas y sin darle tiempo de protestar, comenzó a darle forma a su cabello completamente.
Literalmente su opinión no valía en ese momento y decidió dejarse llevar.
Le esfolearon la cara con agua tibia y jabón especial para poder maquillarla teniendo la piel suave y humectada.
En lo que dos mujeres la maquillaban, otras dos le rociaban algún tipo de spray en el cabello.
-¿Qué me están poniendo encima?-cuestionó.
-Vamos a teñirte el cabello temporalmente-le contestaron al unísono sin detenerse.
-¿Qué?-trató se levantarse, pero la sometieron de los hombros. Y asustada, a través del reflejo, vio como lentamente su cabello aclaraba.
-El rubio está de moda en estos momentos, y a pesar de que tú seas castaña, te va a quedar de maravilla.
-¿Qué?-repitió, pálida, contemplando como poco a poco su cabello castaño se iba decolorando-¿y cuándo caerá el color?
-En una semana más o menos retomará el color natural, no te preocupes.
Tragando saliva, cerró los ojos para no presenciar como le quitaban su verdadero yo, para poder modelar y ser otra persona.
Aproximadamente cuarenta minutos después, mientras ella se probaba los distintas prendas, escuchó la voz apresurada de Jack Mali. Y sin miramientos, salió en su búsqueda.
-¡Jack!-gritó y este volteó a verla y le sonrió.
-Estás bellísima e irreconocible-la aduló. Él llevaba el cabello perfectamente peinado hacia atrás, ropa casual pero elegante y con una barba bien recortada, haciéndolo ver muy atractivo.
-¿Aiden dónde está? Vi su coche cuando vine.
-Él no modelará contigo-le explicó contrariado-ya me contó sobre la pelea que tuvo ayer con Demian y solamente estarás con Clark.
-Es un alivio. Pensé que estaría con otro-suspiró.
-¿Y bien? ¿Estás lista?-le acarició la mejilla derecha.
-Eso creo, aunque siento náuseas. Tengo miedo, en realidad-confesó.
-Tú tranquila, yo nervioso, ¿okey? Además, después de la sesión, vamos a ir al juicio de Eros, no lo olvides.
-Eso me pone aún más nerviosa.
-¡Piensa positivo!-le instó-todo saldrá bien.
-De acuerdo-respiró hondo y se pasó la mano por su rubia cabellera falsa-¿y Clark?
-A él lo están embelleciendo más-bromeó.
-¡Jack! Jasper te necesita, es algo importante-le gritó alguien a su espalda. Una mujer.
Él se volvió y asintió con frustración.
-En diez minutos más o menos vendré por ti. Así que tranquila. Toda esta gente es de confianza y no te van a hacer pasar un mal rato.
Azorada y angustiada, dejó que la terminaran de arreglar.
Iba a modelar siendo otra persona. Teniendo una máscara sobre su rostro.
A los diez minutos exactos, Jack hizo acto de presencia junto con dos sujetos más, quiénes llevaban cámaras profesionales en sus manos.
Ella bajó la vista a su atuendo, que consistía en ropa de verano: Una falda negra con estampado floral, una blusa color rosa mexicano sin mangas con un collar de plata con forma de búho, lentes de sol y sandalias.
-No estoy lista...-titubeó, horrorizada.
Y antes de que Jack la agarrara de la mano, una de las estilistas le colocó un broche sobre el cabello haciéndola lucir adorable.
-¡Es hora, hermosa!-le comunicó Jack con una radiante sonrisa.
Afianzó bien su mano con la suya y salieron del vestuario.
Las luces de la estancia eran tenues, puesto que había reflectores apuntando a un extremo del área, en dirección a un muro blanco.
Sintiendo que le faltaba el aire, comenzó a caminar con Jack mientras todos la observaban fascinados.
Le temblaban las piernas y su estómago amenazaba con devolver su contenido.
-¿Y Clark...?-preguntó, pero sus palabras se quedaron flotando en el aire al verlo caminar hacia ella con tal elegancia. Él también se hallaba sorprendido de verla.
Clark Ravel tenía puesto un saco gris casual de manga tres cuartos, debajo una camisa celeste con los dos primeros botones desabrochados, pantalón negro de mezclilla, un cinturón y vans color azul y café.
-Te ves alucinante-dijeron al mismo tiempo y se echaron a reír.
-Clark, en cinco comenzamos-anunció Jack, dejándolos solos con tal de ir a revisar que todo estuviera en orden.
-Wow, dime, ¿Qué sientes en este momento? Vas a modelar a lado de tu modelo favorito-murmuró, inclinandose a su oreja y agarrandola de la mano con confianza. A ninguno de los dos le importó ser presa de las personas de la agencia que los observaban con perplejidad.
-Jamás pensé que podría conocerte para empezar-bromeó. Él sonrió-y menos modelar contigo. Es como un sueño; aunque las ganas de vomitar no se quitan, deseo hacerlo bien.
-Simplemente haz lo que ellos te pidan. Van a indicarte hacia donde tienes que mirar o colocar tus extremidades, ya que saben que no tienes experiencia.
-¿Y a ti?
-Pues llevo años modelando, y sé qué hacer.
-¿Y qué haces?
-Me muevo de todas las maneras-contestó y al ver que ella fruncía el ceño, explicó-es decir, poso como yo quiero y ellos toman infinidades de fotografías y al final eligen las mejores.
-¡Ya, traigan a los modelos!-le oyeron gritar a uno de los fotógrafos y Skyler palideció.
-Tranquila, no dejaré que te intimides por ellos. Confía en mí.
El par de jóvenes se acercaron al lugar requerido y Skyler sintió una ráfaga de aire azotarle suavemente la cara y rápidamente notó dos ventiladores en el suelo con vista a ellos.
Alzó la mirada y barrió con sus ojos oscuros a cada uno de los individuos que ansiaban comenzar, y entre ellos vio a Aiden Carrowl junto a Jack, quién le enseñó los pulgares arriba y le envió un beso, haciéndola ruborizar.
Tal vez no estaba en su área, pero si tenía a Clark, Jack y a Aiden con ella, sabía que no iba a pasarle nada malo.
Estaba triste por Demian, por supuesto, pero, ¿para qué aferrarse a un amor marchito que ya no tenía solución?
Voten, porque ya se acerca el final :)
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