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69

"Ding dong"

Ambos jóvenes dejaron de besarse cuando el timbre de la casa sonó. Clark frunció el ceño y se encaminó a la puerta, escuchando atentamente las gotas de agua que continuaban cayeron en el exterior.
-No abras-le sugirió Skyler temblando de temor. Nadie en su sano juicio habría ido bajo la lluvia a aporrear la puerta en ese momento.

Clark apretó los labios y consiguió abrir una pequeña puerta junto a la puerta principal de donde extrajo un bate de béisbol.
-Sube al segundo piso-murmuró él, dispuesto a abrir.

Ella asintió mecánicamente y corrió a la escalera.

-¿Quién es?-preguntó Clark con firmeza, poniéndose en posición de defensa con el bate listo para golpear.
-Abre la puerta, soy yo.

Skyler frunció el ceño y junto con Clark, compartieron una mirada perpleja y a la vez interrogante.

-¿Qué demonios buscas aquí, Aiden?-le espetó Clark sin obedecerle.
-Regresar a Skyler con Demian-contestó con seriedad.
-¿Desde cuándo Demian y tú son amigos?-inquirió Ravel con dureza.
-Ni si quiera sabe que estoy sacando a Skyler de tu guarida tóxica.
-Digas lo que digas, no eres bienvenido a mi casa-ladró Clark.
-No te estoy pidiendo entrar, solo deja que Skyler venga conmigo.

En eso, la chica se aproximó a la puerta bajo la mirada severa de Clark.

-Si no te envió Demian, ¿por qué razón quieres que vaya contigo, Aiden? ¿tienes alguna explicación creíble? Porque estás actuando con mucho derecho y te informo que nosotros no somos muy cercanos-le dijo, molesta. Ella no soportaba tener a dos chicos riñendo por su atención y no iba a tolerar tampoco a un tercero.

La puerta crujió desde afuera y Clark tomó a Skyler de la mano y la empujó hacia atrás.

-Déjame hablar un momento contigo, Skyler. A solas, si es posible-replicó el rubio desde afuera.
-Eso ni lo sueñes-espetó Clark.
Ella volteó a verlo y le acarició la mano.
-Tengo que hablar con él. Voy a estar bien-le aseguró-ve arriba y espérame. Si ocurre algo, vienes corriendo.
-De acuerdo-aceptó a regañadientes-grita como loca si él quiere hacerte daño.

Asintiendo, avanzó a la puerta y vio a Clark subir la escalera con el bate sobre el hombro.

Skyler giró la manija al tiempo que Clark se quedaba al inicio de la escalera en el piso de arriba.
La puerta se abrió y antes de que ella o Clark pudiera reaccionar, las manos de Aiden se cernieron sobre sus hombros y tiró de ella hacia afuera con fuerza, llevandosela consigo.

-¡Suéltame!-gritó Skyler sintiendo como era arrastrada por ese chico rubio hacia la lluvia, rumbo a su coche.
-Tienes que calmarte. Lo estoy haciendo por tu bien, después me lo vas a agradecer-le oyó decir al rubio antes de empujar al interior del coche.

En eso, Clark salió con el bate, listo para masacrar a quién sea.

-¡Sacala del coche, Carrowl!-gruñó el modelo con locura-¡Sacala de ahí he dicho! No me hagas hacerte mierda el vehículo.

La tomenta lo había mojado por completo y Skyler lo observaba desde adentro a través del cristal. Quería salir y quedarse con él pero los seguros de las puertas no cedían.

-¡Clark!-le gritó su nombre y fue ahí donde el chofer de Aiden arrancó el coche a toda velocidad.

Skyler se golpeó la sien izquierda en la ventana y miró con odio a Aiden, quién se hallaba sentado a un costado de ella.

-No puedo agradecer nada que venga de ti. Me estás privando de mi libertad y eso es un delito grave-siseó.
-Le ibas a romper el corazón a Demian-le soltó de pronto, haciéndola estremecer y enfadarse más.
-¿Y eso qué te importa a ti?-le ladró, cruzandose de brazos.
-Siempre me ha gustado hacer las cosas bien-respondió él, encogiendose de hombros-además-volteó a verla-con esto me deberás un favor-sonrió.
-¿Favor?-se burló ella-jamás voy a hacerte ningún favor. Te odio Aiden, no sabes cuanto.

El chico rubio asintió, se mordió los labios y suspiró.

-Tiene sentido, pero estoy seguro que vas a estar agradecida de que yo haya evitado que hicieras una locura con Clark.
-¿Locura? ¿Qué quieres decir con eso?-estrechó los ojos.
-Querías tener sexo con él, aún estando en una relación con Demian-sentenció y ella palideció-¿ves? Estoy en lo correcto.
-De todos modos, a ti no te da ningún derecho de meterte en mi vida.
-No tengo nada mejor que hacer y como ya te había dicho, me eres estimulante, me gustas y no puedo mantenerme alejado de ti mucho tiempo.
-Suenas como un acosador-murmuró y se alejó un poco de él en el asiento.

Aiden le envió una señal discreta a su chofer y este aminoró el paso, provocando que las gotas de lluvia no sonaran tan espantosas en el techo y ventanas del coche y ganar tiempo para que Skyler se tranquilizara.

Ella miraba pensativapor medio del cristal con cierta incertidumbre. Sus pensamientos volvían a Clark y en el momento que, erróneamente había aceptado tener relaciones con él a pesar de estar con Demian y aunque no le gustara admitirlo, Aiden le había hecho un gran favor, porque de no ser así, más tarde se arrepentiria y jamás volvería a mirar a Demian a la cara sin tener remordimiento.

-Gracias-musitó con la garganta seca.

Aiden frunció el ceño.
-¿Disculpa?
-Dije que gracias-carraspeó ella.

Veinte minutos más tarde, luego de dar vueltas y vueltas, esperando a que la tormenta terminase, Aiden se encargó de romper el hielo de silencio con ella.

-Tu forma de ignorarme no cambiará las cosas entre nosotros, ¿verdad?
-Llévame con Demian, ¿ese era tu plan, no?-añadió con ironía.
-Lo era, en un principio-dijo, midiendo sus palabras.
-¿Qué? ¿acaso estás cambiando tus macabros planes?-le preguntó con una risita seca.
-Él no está en su casa. Por eso estamos perdiendo el tiempo.

Skyler comenzó a ver a Aiden de otra manera. Era como un psíquico. ¿Cómo sabía tanto de todo?

-Aiden, ¿cómo diablos estás enterado de todos nuestros movimientos?-lo cuestionó de manera brusca.

El rubio desvío la mirada a otro lado y no contestó.

-Hey, ¡Te hice una pregunta!-lo agarró del brazo con el fin de hacerlo hablar, pero lo que ocurrió a continuación la dejó helada.

Aiden Carrowl volteó a verla con algo ardiendo dentro de sus preciosos ojos color Jade y preso de sus impulsos, se inclinó a ella y la besó con fiereza en los labios, haciéndola gruñir.
Fue un beso de roce de labios, pero eso bastó para enfurecer a la chica.
Skyler se apartó con una mueca de asco y le dio una bofetada en la mejilla, no obstante, el rostro del chico ni se movió y su expresión anhelante tampoco.

-¡Jamás vuelvas a besarme o lo lamentarás!-dijo, amenazandolo.

Pero él sonrió y ella deseó golpearlo nuevamente.

-Desde luego que no-acotó, sin dejar de sonreír-no volveré a besarte, ¿y sabes por qué? Porque la próxima vez, lo harás tú-la señaló con el dedo y luego se volvió hacia el chofer y con voz vacilante, le ordenó:-Llevemos a Skyler a la casa de su novio; Demian Say.

(...)

-¿Dónde demonios está mi novia, imbécil?

Dexter Jackson miró con horror a Demian Say, quién lo había interceptado en el camino rumbo a su casa en medio de la lluvia.
Se había bajado de su coche para confrontarlo y el canadiense no tuvo más opción que bajar también si no quería terminar con la yugular rota.

Demian mantuvo la hoja filosa de la navaja justo en encima de su arteria mientras lo cuestionaba.

-Cálmate, Demian. Podemos arreglar esto sin llegar a la violencia-jadeó Dex, escupiendo agua. Ambos estaban empapados.
-A mí no me hables de mantener algún tipo de conversación contigo, idiota-le siseó con cólera-te llevaste a mi chica y no quieres decirme dónde está. ¿Qué procede, eh?te abro la maldita garganta en plena calle o te llevo a mi casa y te mato a gusto ahí, sin que nadie se entere.
-Si me haces daño o me matas, jamás sabrás donde está ella-dijo Dex con voz temblorosa. La navaja continuaba firme bajo su garganta.
-Entonces habla, ahora-le ordenó.

Dexter, temblando tanto de frío como de temor, accedió a obedecer sus órdenes con titubeos.

-Está con Clark-confesó-se fue con él, pero no sé a dónde.
-De acuerdo-masculló Demian y lo soltó, pero no sin antes golpearlo en la cara dos veces-la próxima vez no tendré paciencia, Dexter, no me conocen de lo que soy capaz.
Retrocedió unos pasos y corrió a su coche, dejando al canadiense con el corazón desembocando.

(...)

Skyler bajó del vehículo acompañada de Aiden, quién le sostuvo un paraguas para que no se mojara.
La siguió hasta el porche de la casa mientras ella pensaba en golpearlo y correr a los brazos de Demian.

Presionó el timbre varias veces, pero Demian no salió a recibirla.

-Al parecer no ha llegado todavía-dijo Aiden obviando lo visto.
-Me quedaré a esperarlo-interpuso ella-gracias por traerme.

Se sentó en el porche con la mirada perdida en algunas gotas que caían del cielo y sintió la presencia de Aiden junto a ella, con el paraguas sobre ellos.

-No tienes por qué quedarte aquí. Me has traído, así que ya puedes marcharte.
-¿Bromeas? No te dejaré aquí. O vienes conmigo o espero contigo. Tú decides.
-No me había dado cuenta cuán estresante eres.
-Siempre he sido así, supongo que porque yo te agradaba, lo ignorabas.
-Lamento que sea así, pero tú te lo buscaste-gruñó, molesta.

El chofer de Aiden tocó claxón y este le envió una seña de que aparcara en la acera porque iban a esperar.

-Pareces un dictador cuando haces señas raras-se burló ella.
-Oh, es que no puedo gritar a cada rato y mis empleados ya saben lo que significa cada seña.
-¿Qué seña es para que te vayas al diablo?-inquirió, alzando una ceja hacia él.
-Buen intento, Skyler-sonrió Aiden con diversión y le pasó la yema de su dedo índice sobre la nariz de ella-eso no funcionará.
-Si no te estuvieras metiendo en mi vida, nuestra amistad continuaría siendo genuina-resopló ella.
-Me importas, Sky-dijo él sin ningún rastro de diversión que tanto lo caracterizaba. Ella entornó los ojos-y me molesta bastante que Demian y Clark no vean lo valiosa que eres. Sé todo lo que ha pasado entre ustedes tres y yo quiero que estés bien. Que no te sientas mal por ponerle más atención al otro. Si estuvieras conmigo, no habría necesidad de que buscaras consuelo en alguien más.

Las cejas de Skyler se alzaron hasta casi llegar al inicio de su cabello y sus ojos lo observaron con incredulidad.

-Tener el ego altísimo es lo peor que puede tener una persona porque cuando es el momento de la caída, duele mucho-dijo.
-No es egocentrismo, es la verdad.
-Te consideras a ti mismo como alguien irresistible y no te pones a pensar que, tal vez, no le agrades a nadie, o a la persona que te a ti te gusta.
-Piensa lo que desees, pequeña, pero tarde o temprano, estarás enamorada de mí-esbozó una enorme sonrisa-y estaré esperándote.

Habiendo dicho eso, se levantó del porche y colocó el paraguas sobre ella, de modo que, al momento que él se fuera, continuara protegiendola del agua.

-Me voy y buena suerte. Demian no debe tardar-dijo él.
-Actuas demasiado extraño, pero gracias de todas maneras.

Aiden asintió y comenzó a avanzar hacia su coche sin voltear hacia atrás. Mantenía una manera tan firme de caminar, que a Skyler le pareció todavía más extraño.
El coche se puso en marcha y se alejó rápidamente.

Skyler se quedó sentada, bajo el paraguas, esperando a Demian. El cielo oscureció y las gotas habían dejado de caer, pero aún habían nubes cargadas de lluvia.

Pronto oscureció por completo y comenzó a llover de nuevo, junto con ráfagas heladas y húmedas, que ocasionó que el paraguas se quebrara y ella quedara al intemperie. Probó a llamarle a Demian, pero se había quedado sin batería.

Parecía como si él no fuese a volver pronto y una nueva tormenta se avecinaba. No le quedaba más que tomar un taxi hacia el departamento de Eros y quedarse ahí hasta comunicarse con Demian.

Se levantó del porche y a regañadientes, se acercó a la calle en busca de un medio de transporte.
Volteó a ambos lado de la calle y no divisó ningún taxi. Todo estaba desértico y cuando se disponía a regresar al porche, se soltó una enorme tormenta acompañada de rayos y relámpagos.

Empapada hasta las entrañas, arrastró los pies hacia la puerta de la casa para tratar de cubrirse y suspiró.
Lo que más le frustraba era que se hallaba en sus días y el agua la había dejado tan sucia...
Deseó enroscarse en el suelo y morir.

A los pocos minutos, cuando la tormenta comenzaba a incrementar, escuchó el motor de un coche aparcar en la acera y se sintió aliviada de ver a Demian.
Él descendió del auto con brusquedad y a grandes zancadas se acercó al porche.
Tenía una expresión de desasosiego en el rostro.

-¡Demian!-gritó ella para hacerse oír entre la lluvia.

Él giró el rostro a su dirección y sus facciones duras se ablandaron un poco.
Corrió hasta ella y la abrazó con fuerza durante un minuto bajo la lluvia.

-¿Dónde estabas?-le preguntó él sin soltarla-he estado buscandote todo el maldito día.
-Estoy segura que ya lo sabes y lo siento mucho.

En eso, Demian la apartó para mirarla a los ojos.

-Estuviste con Ravel mientras que yo parecía un loco buscandote por todos lados, ¿de nuevo vas a engañarme con él?-le apretó los hombros con fuerza.
-¡No!-gimoteó-no es así. Él me llevó con mentiras y gracias a Aiden volví a casa.
-¿Aiden Carrowl?-se mostró muy enojado pero no sorprendido.
-Sí, él. Aiden se hizo cargo de sacarme de la casa de Clark y traerme aquí. He estado aquí desde hace más de dos horas esperándote.

Demian la soltó y sacudió la cabeza.
Se dio a la tarea de abrir la puerta y ambos entraron.

-Me alegra que al menos para algo sirva ese rubio estúpido-masculló mientras se desnudaba a mitad de la sala.

Skyler lo imitó y recogió la ropa de ambos para llevarlas a secar.

-Lo mismo pensé. Solo espero no verlo otra vez.

Los dos se quedaron en ropa interior y se dirigieron al baño para darse una ducha y no coger un resfriado.
Skyler se quitó el brassier y se metió al baño corriendo, no obstante, sintió la mano de él deteniendola en la puerta.
Se volvió hacia atrás y Demian la besó en los labios con ansiedad.
-Permíteme entrar a la ducha contigo-murmuró sobre sus labios.
-Estoy en esos días...-le recordó con vergüenza.

Demian se pasó una mano en el cabello mojado y la atrajo a su cuerpo.
-Una vez más lo diré: No me interesa, eso es algo natural y yo te amo.

(...)

~Tiempo atrás~

-¡Él iba a matarme, Clark! ¡Iba a hacerlo sin titubear!

Clark, con aire sombrío, escuchaba con atención a su mejor amigo en la sala de su casa.
Dexter Jackson había llegado a toda velocidad y como un loco, solicitando su atención.

-¿Le dijiste que estaba conmigo?
-¡Tuve que hacerlo! Él no iba a dejarme en paz si no lo hacía, perdóname.
-Cálmate. No tenías opción, está bien.
-¿Acaso es un criminal o qué?
-Demian solo estaba molesto porque Skyler se hallaba conmigo.
-Oh, eso si que es nuevo-Dex siseó con sarcasmo.
-Tuve la culpa, lo admito-farfulló Clark-pero lo que no voy a tolerar, es que Aiden Carrowl se meta en mis asuntos.
-Ese chico me pone los pelos de punta. De la nada apareció entre nosotros con mucha confianza. Una sola vez lo vi antes de verlo en el hospital el día que Skyler enfermó en la montaña y luego comencé a observarlo, su presencia se hizo frecuente y ahora ya se cree parte de nosotros.

Clark le envió una mirada comprensiva y asintió.

-Ahora Demian no es problema para mí.
-¿Qué harás al respecto?
-Jack quiere que Skyler modele conmigo y con él, así que...
-¿Vas a sabotear su momento?-preguntó Dex emocionado.
-No sólo eso. Voy a hacer que Jack lo eche de la agencia y que Skyler lo odie aún más-sentenció con expresión pétrea-y para eso tengo que contactar a Demian y unir fuerzas.
-Esto parece un capítulo de alguna serie de criminales-se burló Dexter.
-No pretendo asesinarlo, Dex, solo ahuyentarlo.

Habían pasado unos minutos, cuando de pronto, comenzaron a aporrear la puerta sin descanso.
Clark y Dexter se enviaron miradas sorprendidas, y después asintieron, sabiendo que hacer.

Clark agarró el bate y Dex fue a la cocina por el mazo para destrozar carne y se acercaron a la puerta.

-¿Quién es?-vociferó el canadiense con dureza.
-Sé que Skyler está contigo, imbécil, y no me hagas entrar a la fuerza por ella.

Dexter dio un respingo de miedo y Clark apretó los labios.

-Ella no está aquí-contestó con determinación.
-Ah, ¿no? Tu estúpido amigo Dexter Jackson me mandó hasta acá porque dice que ella está contigo.
-Es lamentable, pero Aiden se la llevó de aquí, diciendo que tenía que llevartela.
-¿Qué?-comenzó a aporrear la puerta nuevamente, destrozandole los nervios a Clark.
-¡Vas a derribar mi puerta y me veré obligado a golpearte hasta morir!
-Oye, tranquilizate. Estás planeando unirte a él, ¿por qué no le informas al respecto?-terció Dexter sabiamente.

Tanto Demian y Clark se quedaron en silencio.

-¿De qué demonios está hablando tu perra?-cuestionó Demian desde afuera.
-Estoy salvando tu trasero, no deberías hablarme así-ladró el amigo de Clark.

Clark miró hacia la puerta, debatiendose entre abrirle a ese idiota o continuar peleando.

-No hagas que me arrepienta, Demian. Sé que eres una persona razonable y lo que voy a decirte te interesa tanto como a mí.
-Tú y yo no tenemos intereses iguales, excepto por Skyler.
-Exacto. Y porque se trata de ella, es que quiero hablar contigo como se debe.
-¿Qué pasa con ella?-exigió saber con preocupación.
-Abriré la puerta, pero promete que vas a estar tranquilo-lo amenazó.
-Estoy tranquilo. Abre la maldita puerta.

Dexter, con aire temeroso, avanzó a pasos titubeantes hacia la puerta. Cogió la manija y esta cedió. Corrió detrás de Clark al momento que Demian puso un pie dentro de la estancia.
Clark lo escrutó de arriba abajo: Estaba mojado completamente y sostenía una navaja en la mano. Sus ojos chocolate miraban con rencor a ambos, y con ganas de golpearlos.

-No tengo todo tu tiempo, así que escupe lo que quieras decir, ahora-ordenó.
-Aiden Carrowl es el problema-Clark fue al grano sin vacilar.
-Eso no es algo que me sorprenda. Ese rubio gusta de mi chica.
-Quiere entrometerse-bufó Clark.
-A ver, ¿Qué pretendes? No puedo confiar en ti ni en Aiden, así que, ¿por qué deseas hablar conmigo acerca de él?

Dexter cerró la puerta y abandonó la entrada para irse a la sala y dejar que hablasen en privado.

-A ninguno de los dos nos conviene que ese chico enamore a Skyler-comenzó a decir Clark.
-Lo sé. Ahora sientes lo que yo sentí cuando ella empezó a interesarse por ti en serio-añadió Demian con una sonrisa burlona-y me parece excelente que experimentes eso-sus palabras estaban llenas de veneno.
-Di lo que quieras, pero sé que tampoco estarás dispuesto a que eso ocurra.
-¿Y qué se supone que tienes en mente?-alzó una ceja-¿matarlo?-se echó a reír.
-Matar, por desgracia, es ilegal. Simplemente arruinarlo completamente y hacer que Skyler lo aborrezca.

Demian silbó con sorpresa y jugó con la navaja mientras hablaba.
-Si crees que eso funcionará, te ayudaré. Pero que te quede claro que, si aparece otro que ponga los ojos en ella, no podremos ir exterminandolos del camino porque al final de cuentas, nosotros dos tendríamos que hacer lo mismo y ver quién se gane su amor; y ahí es donde yo ganaré y nos dejarás en paz.
-Por el momento eso no importa. Nuestro enfrentamiento es para después.
-Entonces tu plan es eliminar o más bien, sacar de la jugada a cualquier chico que se meta en medio de nosotros.
-De Skyler-corrigió Clark.
-Está bien, ayudaré.
-¿Estás enterado que voy a modelar con ella y ese idiota para la agencia de Jack?

La mirada de Demian se hizo brusca y apretó las mandíbulas.

-Fue idea de Jack-se apresuró a decir el modelo.
-Lo que sea, ¿y luego?
-Ahí es donde vamos a derribar a ese rubio.
-¿Cuándo van a modelar?
-Dentro de unas semanas, yo te avisaré.
-Te mandaré mi número de teléfono por medio de Skyler sin que ella sepa para que me tengas informado.
-De acuerdo. Cuando tenga el plan perfecto, te enviaré un texto.
-Bien, entonces no se hable más. Me largo a buscarla.
-Él se la llevó a tu casa-le informó a Demian antes de que este se marchara.
-Okey, iré por ella.

Demian salió de esa casa bajo una nueva tormenta, con el objetivo de encontrarla y fingir que no había pasado nada entre él y Ravel.
Ella no podía enterarse que, mientras él continuara amandola, no dejaría que nadie le robara su amor. 

(...)

Ser los ojos y oídos de Eros Rabanne, con un poco de ayuda de Jack Mali, lo tenía aturdido. A pesar de que lo hacía con gusto, no podía evitar sentirse afectado por las palabras ácidas de Skyler. Ella lo detestaba por meterse demasiado en su vida y relación que mantenía con esos dos chicos.
Pero Aiden había prometido protegerla en nombre de Eros hasta que él pudiera hacerlo por su cuenta y cuando estuviera fuera de prisión; pero eso iba a tardar un poco.
¿Por qué había aceptado cuidarla, si a ella no le importaba en absoluto? Es más, ni si quiera lo miraba como un amigo.
Su padre últimamente cuestionaba sus ausencias y él vacilaba al mentirle acerca de que tenía citas con chicas a cual asistir.

-A ese paso que vas, espero que me des nietos pronto-bromeaba su padre, bajo la mirada desaprobatoria de su madre.
-Son solo chicas. Estoy experimentando-le contestaba con una sonrisa forzada.

Sin embargo, Aiden solo quería conocer a fondo a una en particular. A una chica extranjera muy exótica e inteligente. A la misma que tenía que proteger por órdenes de un recluso de prisión.
Skyler Newton.



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