68
Con el corazón acelerado, se acercó a donde había dejado a los chicos antes de entrar y se dio cuenta que Clark tenía razón. Aiden y Demian ya no estaba ahí, solo Dexter Jackson, quién al verla, esbozó una sonrisa nerviosa sin dejar de agarrarse el cuello con incomodidad.
Le hizo señas para que ella se acercara lo antes posible y obedeció.
Atravesó el pasillo casi corriendo y lo saludó correctamente.
-Así que Clark se salió con la suya-dijo Skyler con desdén.
Dexter se ruborizó.
-Es una locura-musitó-¿por qué no nos vamos ya? Este sitio me causa escalofríos y tengo que pasar por Hannah, Skyler.
-Oh, claro. Sí, y lo siento.
-No te preocupes, andando.
-Me hubiera gustado saludarla, tiene días que no la veo y a ti tampoco te había visto.
Comenzaron a caminar hacia la salida.
-Estabas ocupada-se encogió de hombros-aunque Hannah de verdad quería ir a verte.
-Ay, que linda.
-Sí. A ver que día salimos los cuatro-le sonrió genuinamente-Hannah, Clark, tú y yo juntos a alguna parte.
-Amm-se mordisqueó el pulgar-sí, suena bien.
Salieron de aquel lugar corriendo y al momento de pisar el exterior, Skyler sintió unos fuertes brazos agarrarla de la cintura y alzarla unos centímetros del suelo. Chilló y sonrió un poco al reconocer a la persona que la había abrazado afectuosamente.
Era él.
Era Clark.
Lo observó detenidamente y tragó saliva.
Las manos de él se entrelazaron con las suyas y ella percibió lo que ese chico tenía en mente.
-¿Cómo has estado?-evadió el beso de Clark que iba dirigido a sus labios y fue recibido en la mejilla.
-Mal-respondió perplejo, pero no la soltó.
-¿Por qué mal?-ella frunció el ceño.
-He estado muy desesperado tratando de estar contigo y solucionar el problema de Jodi-musitó. Enseguida él volteó a ver a Dexter; quien apartó la vista a otra parte.
-Eh, bueno. Los veo luego, chicos-agregó Dexter con nerviosismo-Hannah me espera. Fue lindo verte, Skyler.
Ellos le sonrieron al chico y esperaron a que se fuera.
Y cuando Dexter se alejó lo suficiente, Skyler se apartó de Clark de la manera más sutil.
-Lo que estás haciendo está mal, Clark-observó ella.
-¿Por qué mal?
-Porque sabes bien que no puedo hacerle esto a Demian. Decidí estar con él, lo lamento. Y perdóname por hacerte creer que podía llegar a amarte de verdad. Soy patética.
Pero en vez de que el modelo canadiense adoptara una expresión triste, fue todo lo contrario. Y la sorprendió.
-¿A qué se debe esa sonrisa?-inquirió, confusa. Retrocedió unos pasos al verlo acercarse.
-Escucha-sentenció, agarrandola de los hombros. Por debajo de aquella sonrisa lobuna, se escondía algo más-no creas que no me duele la decisión que has tomado. De hecho, me duele bastante. Es como si algo hubiese atravesado esta parte de mi cuerpo-se señaló el pecho-y lo único que calma ese malestar eres tú. Tan solo tengo pensar en ti y me calmo.
Skyler deseó morirse. Abrumada; bajó la mirada y sacudió la cabeza en negación.
-Mejor dime lo que tienes en mente hacer hoy, ya que hiciste lo posible para ahuyentar a Aiden y a Demian-le cambió el tema a la fuerza.
El ápice de alegría de Clark volvió rápidamente.
-Quería platicar contigo e ir a alguna parte todo el día-respondió con emoción y extendió su mano a ella-¿te apetece?
-Yo puedo ir contigo a donde desees, pero no quiero crear más rumores y sospechas por parte de Demian-le agarró la mano para retirarsela, pero él atrapó las suyas y las besó con ternura, llevandoselas a las mejillas-por favor...
-Aunque sea en plan de amigos, por esta vez-suplicó.
-¿Esta vez?
-Sí. Al menos por esta vez no trataré de reconquistarte, simplemente quiero tu compañía.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo-dijo él, mirándola a los ojos.
Sin soltarla, la condujo hasta el Jeep y la ayudó a subirse al interior.
Cuando él también estuvo adentro, gotas furiosas comenzaron a impactarse al parabrisas con furor, anunciando una tormenta segura.
-Es satisfactorio no ir a clases, ¿no?-le comentó, poniendo en marcha el Jeep. Ella asintió, mirando por la ventana.
-Solo espero que eso no afecte nuestras notas.
-No creo. La naturaleza está fuera de nuestras manos y por ende, tendrán consideración.
Clark comenzó a conducir con bastante velocidad y Skyler suspiró, estando de acuerdo.
Le dolía la cabeza de sólo pensar que, tal vez haber aceptado su invitación no había sido una buena idea.
Cerró los ojos con ansiedad al escuchar como la lluvia iba cada vez en aumento y no sabía a donde se dirigían.
Abrió los ojos y por el rabillo de estos, observó a Clark. Él parecía tranquilo y sereno, con una leve sonrisa en los labios mientras conducía bajo la tormenta.
-¿Sabías que, parte de esto, es un chantaje?
Él volteó a verla por unos segundos antes de centrar nuevamente la vista al frente.
-Aunque no hubieras aceptado venir conmigo, yo nunca le hubiese mencionado algo a Jack sobre la visita que le hiciste a Eros, créeme.
-Eres muy astuto, Clark-rio ella.
-No hallaba otra excusa para salirme con la mía y tenerte conmigo aunque sea un día, ya que ahora estás de nuevo con Say, incluso por las noches-siseó y apretó el volante-así que mejor disfrutemos este día, ¿de acuerdo?
La chica asintió mecánicamente y prefirió no decir nada en el resto del camino.
Mientras más avanzaban por la ciudad, a ella menos conocido se le hacía el camino y se preguntó a donde irían.
-¿A dónde vamos realmente?-se animó a preguntarle.
-Ahora mismo a ninguna parte, estoy esperando a que la lluvia aminore un poco y posteriormente iremos a mi casa.
-¿A tu casa?-le entró escalofríos. De seguro los padres de él la odiaban luego de haber jugado con sus sentimientos.
-Sí. Mis padres no están desde ayer. Llevaron a Jodi a una clínica particular en Toronto en donde se harán cargo de llevarle el embarazo bajo cuidados excesivos. Y también servirá para que el imbécil de Christopher deje de inquietarla en esos meses-contestó con tranquilidad.
-¿Entonces, te refieres a qué estaremos solos en tu casa?-se alteró.
-Sí-asintió y frunció los labios al percibir que ella claramente se había puesto livida-cálmate, no haré nada que pueda incomodarte, te di mi palabra, ¿lo olvidas?
-Clark, en serio, yo no quiero problemas-balbuceó-le prometí a Demian no darle más motivos de desconfianza. Por favor, detén el auto y déjame bajar.
-¿Bromeas? La lluvia está muy fuerte y de ninguna manera dejaré que te vayas sola.
-Regresame al Amate entonces para que yo le llame a Demian.
-Aceptaste venir conmigo, Skyler-añadió con suspicacia y continuó conduciendo-confía en mí.
-Lamento ser la culpable de todo-tartamudeó.
-¿Por qué culpable? ¿y de qué?-se mostró confundido.
-Ay, de todo. Ya sabes-carraspeó y negó con la cabeza-de ser tu fan, de venir hasta acá a incomodarte con mi inmadurez y de ser tan idiota.
-Acepto y reconozco que yo no soy una perita en dulce; pero lo que has dicho está fuera de lugar. Ciertamente yo soy súper inmaduro, hago las cosas sin pensar y luego me arrepiento y se supone que de eso se trata la vida, ¿no? De cometer errores, pero honestamente no creo que lo que dijiste sea motivo de disculpas.
-¿Cómo que no?-masculló, molesta-no he sido del todo feliz desde que vine y tampoco tú ni Demian.
-A nuestras edad es común tropezar, ¿lo sabías?
-Pues me la he pasado en el suelo siempre-musitó.
Clark se quedó en silencio varios minutos, llevando el Jeep a una velocidad moderada.
Le echó un vistazo al cielo desde la ventana y después miró a Skyler.
La lluvia se mantenía con la misma intensidad y a él no se le ocurría algo que decir.
No podía dejar de buscarla, es decir, antes ni si quiera la notaba entre sus seguidoras y ahora lo único que hacía era tenerla en mente todo el tiempo.
-Ya es hora de que te levantes. Has llegado al punto donde tropezar ya no es válido-murmuró.
Ella volvió el rostro para mirarlo.
Entonces, Clark dobló en una esquina y dio vuelta en "U", haciendo rechinar los neumáticos.
Aceleró un poco y Skyler comenzó a reconocer ese camino: el trayecto hacia la casa de Clark.
Sin embargo, el teléfono de ella comenzó a sonar y sintió pánico.
Sacó el aparato y el corazón le dio un vuelco.
Era Demian.
-Es Demian-dijo con voz temblorosa-por favor, para el coche. Y déjame bajar.
-No le respondas.
-Tengo que responderle-lo miró con el ceño fruncio, pero él tenía una expresión neutral.
-En estos días no te molesté cuando estuviste con él y estoy segura que tampoco me hubieras contestado.
-Pero Demian es mi novio, Clark.
-A Demian le interesas al igual que a mí. Y eso nos pone una situación similar-gruñó.
En eso, Clark tuvo que frenar de golpe el Jeep al encontrarse con un coche oscuro que le bloqueaba el paso, o más bien toda la calle.
-¿Qué sucede?-inquirió ella, perpleja.
-Tengo entendido que los socios de Eros están en prisión también-espetó este, apretando los puños en torno al volante y a ella comenzó a faltarle el aire.
-No creo que sean ellos-intentó parecer calmada, pero no lo logró.
No obstante, su teléfono volvió a sonar y se sorprendió ver que en el remitente decía el nombre de "Aiden".
Frunciendo el ceño y un poco aliviada, respondió.
-¿Aiden?
-Skyler, baja del Jeep de Clark-la voz del rubio sonaba seria.
-¿Qué?
-Soy yo el que está enfrente. Baja y ven conmigo.
Titubeante, agudizó la mirada e hizo el intento de ver más allá de la lluvia hacia ese coche oscuro.
-¿Cómo es que sabes dónde estoy?-le preguntó y Clark juntó las cejas a su lado.
-Te seguí. Y por el bien de todos, será mejor que vengas conmigo.
-¿Demian te envío?-se horrorizó.
-No. Él no sabe nada; así que para evitar que se moleste, ven conmigo.
En eso, Clark le quitó el teléfono a Skyler y gruñó.
-¿Quién demonios habla?
-Hola, Clark-lo saludó Aiden con frialdad-deja que Skyler venga conmigo.
-¿Qué?
-Estoy enfrente de ti. Solo déjala salir de tu Jeep y asunto arreglado.
-¿Quién te has creído para meterte en asuntos que no son de tu incumbencia?
-Escucha, amigo, deberías dejarla en paz-le aconsejó.
-¿Y a ti qué te importa?
-Es mi amiga y asumo que ideaste un gran plan para salirte con la suya en llevartela-le hizo saber-me di cuenta que Jack mentía al escucharlo titubear y de pronto imaginé que estarías detrás de eso. Y por si fuera poco, escuché a tu amigo Dexter felicitar a su novia por fingir ser una licenciada por teléfono para engañar a Demian con lo de su herencia; así que nunca me fui del Amate, solo llamé a mi chofer y hemos estado siguiendolos.
A Clark se le erizó la piel y cerró los ojos unos segundos.
-¿Y qué planeas hacer?-le increpó.
-Llevarla de vuelta al apartamento de Demian, por su puesto.
-¿Qué te parece si te vas al diablo?
-¿Qué te parece si mejor la dejas en paz?
Skyler observaba atónita la conversación que se estaba suscitando entre ese par de chicos y se sintió más agobiada.
Clark colgó con brusquedad y ella le quitó el teléfono de mala gana.
-¿Qué pasa contigo y con él?-exigió saber de mal humor.
-Tal parece que Demian y ese rubio ya son amigos-vociferó y comenzó a echar a reversa.
Al tiempo que él retrocedía, el coche de Aiden avanzaba.
-Basta ya, Clark. Me largo de aquí-exclamó ella y se dispuso a salir del Jeep a pesar de la lluvia.
Pero el brazo de él la detuvo de la muñeca y cuando volvió el rostro para mirarlo, notó su desesperación.
-No bajes, por favor.
Skyler se irguió en el asiento y apartó la mano de la puerta.
Se quedaron mirando fijamente, el repiqueo de las gotas furiosas que se estampaban sobre el Jeep era lo único que sonaba alrededor y el sonido de los latidos de sus corazones.
-En verdad, perdóname. No mereces esto-dijo ella.
-Estamos en plan de amigos-protestó él, apretando las mandíbulas-y ni si quiera es Say que está impidiendonoslo, es ese patético hijo del doctor Robert y estoy relativamente furioso. Él no te conoce como para querer tener el derecho de interferir entre nosotros.
-En eso tienes mucha razón, pero...
-No hay peros que valgan-arribó y enseguida le agarró el brazo con ternura-tú y yo iremos a mi casa a ver películas y a comer golosinas, aunque a ese tipo no le guste.
La soltó solo para retroceder de manera brusca y girar en "u".
Salieron disparados en la calle y detrás de ellos los siguió de vuelta el coche de Aiden.
Skyler se aferró al asiento y no dejó de echarle vistazos al rubio a través del espejo retrovisor.
-Dudo mucho que él vaya a dejarnos ir.
-Aiden Carrowl está cavando su propia tumba-le oyó decir a Clark con cólera.
Ingeniandoselas muy bien, logró evadir exitosamente a Aiden y se limitó a meter el Jeep en el garaje de su casa a una velocidad extrema. Tuvo que pedirle a ella que presionara el botón para que el portón se abriera rápido y cuando estuvieron en el interior, se asomaron a ver si el rubio los había seguido, pero no.
Él se alejó del portón y abrió la puerta que conectaba al interior de la casa. Con un gesto, la invitó a seguirlo y ella asintió.
Entraron desde la cocina y Clark se quitó la chaqueta.
-Estás en tu casa-le dijo y se encaminó a la escalera-voy a ponerme cómodo, no tardo.
Ya antes había ido ella a esa casa, donde los padres de Clark estuvieron presentes, e incluso su hermana, pero en ese momento ella se hallaba sola ahí, sola con Clark Ravel.
Y si Demian se enteraba, era muy probable que la mandaría al diablo para siempre, y con mucha razón.
Tomó asiento en el sofá de la sala y se la pasó contemplando la pantalla de su teléfono donde aparecía el nombre de Aiden en llamada. Decidió ponerlo en modo avión y calmarse.
Tras escuchar los pasos de Clark al bajar la escalera, dio un respingo y se obligó a mantener la calma absoluta.
Con anterioridad había estado a solas con él y no tenía nada de qué preocuparse.
-¿Vamos a ver alguna película en particular...?
Se volvió para verlo y se quedó anonadada.
Observó detenidamente a Clark de pies a cabeza.
Él se hallaba con una toalla de baño alrededor de su cintura y se quedó de piedra a la mitad de la escalera y enseguida sus mejillas enrojecieron como las de ella.
Skyler se dio la vuelta y se cubrió los ojos.
-Lo lamento-chilló alterada.
-No, no. Disculpame a mí. No pensé que me verías si bajaba con cuidado a traer un shampoo nuevo del cuarto de lavado-dijo atropelladamente.
-Pudiste pedirme ayuda.
-Tranquila, voy corriendo y regresaré con ropa.
Asintiendo, escuchó nuevamente sus pasos.
Al cabo de diez minutos, Skyler saltó del susto al escuchar una maldición en el piso superior por parte de Clark. Se oyó demadiado frustrado y adolorido.
Cerró los ojos y aspiró hondo; pensando en lo que debía hacer. ¿Y si algo le había pasado? ¿Y si se había caído y estaba herido?
-¡Clark! ¿estás bien?-le gritó con preocupación.
Pero no obtuvo respuesta.
Se levantó del sofá y temblando avanzó hacia la escalera.
-¡Clark!-volvió a gritarle y a continuación escuchó un jadeo.
La preocupación aumentó y echó a correr llena de pánico al segundo piso. Buscó desesperada la habitación y abrió la correcta.
Entró y vio la puerta del baño abierta. Ni si quiera pensó en lo que pudiese ocurrir una vez que se abriera paso adentro del baño.
Se deslizó al interior y se quedó con la boca abierta, a mitad de la estancia.
Halló a Clark sangrando de la nariz con jabón en el cabello y parte de la cara. Pero eso no fue todo.
La cortina de la ducha estaba corrida hacia un rincón, el agua caía sobre su cabeza y la toalla que había estado alrededor de su cintura descansaba sobre el lavabo.
La expresión de la chica fue tan grande que ahogó un grito.
Clark Ravel estaba completamente desnudo ante ella y estaba tan conmocionada por la esplendorosa y magnífica vista que no pudo cerrar los ojos antes de verlo de pies a cabeza.
Él dejó de agarrarse la nariz ensangrentada para cubrir sus partes íntimas, pero ya era demasiado tarde. Ella lo había visto entero.
-Santo cielo-murmuró él.
-¡Perdóname!-logró decir ella y salió corriendo de ahí.
Llegó nuevamente a la sala y se llevó las manos a la boca con la respiración agitada.
Acababa de ver parte del paraíso y tenía la cara muy roja y caliente por la vergüenza.
¿Ahora podría ser capaz de ver a Clark a la cara sin recordarlo como Dios lo trajo al mundo?
Cuando vio a Demian en la misma situación, casi lloró de la impresión y aprendió a no sentir vergüenza alguna; pero con Clark era diferente.
Ni si quiera debió subir a verlo para empezar y mucho menos aceptar estar un día con él a base de mentiras.
Negó con la cabeza y se echó a reír por pura histeria.
-Ya veo que te pareció gracioso lo que acaba de ocurrir.
La voz de Clark la hizo flaquear y cerrar la boca abruptamente. Volteó a verlo, todavía sintiendo su rostro arder.
Él ya estaba vestido y su cabello estaba húmedo. Fuera de que su nariz tenía una ligera cortada, sus mejillas ya no estaban sonrojadas y sus ojos demostraban desdén.
-Cuando gritaste...yo... yo pensé que algo te había pasado-titubeó y bajó la mirada con nerviosismo.
-Ah, sí. Me entró shampoo en los ojos y en un intento por abrir la regadera, resbalé y me golpee la nariz con el borde de la bañera-explicó-y minutos después, cuando me incorporé, te vi parada frente a mí con la boca abierta.
-En primer lugar, no me dijiste que te darías un baño-se defendió la chica-y en segunda, como ya te dije; pensé que estabas en peligro.
El canadiense se llevó una mano al cuello y resopló.
-¿Aún quieres ver la película?-vaciló. Se notaba a simple vista que estaba muy incómodo y avergonzado.
-De verdad, no era mi intención espiarte-insistió ella.
-Lo sé-dijo él con una leve sonrisa-me tomaste por sorpresa, eso es todo. Hay que olvidarlo, ¿está bien?
Atormentada aún por lo que pasó, asintió.
Se sentaron frente al sofá y él le dio el mando del control para que eligiera la película que deseaba ver en lo que Clark buscabas las golosinas en la cocina.
Afuera, la tormenta había aminorado un poco, pero de todas maneras se alcanzaba a escuchar los rayos y relámpagos con fuerza.
Estaba claro que Skyler quería largarse de ahí; pero no podía porque no tenía coche y tampoco quería marcharse a hurtadillas.
Esperó paciente a que él hiciera acto de presencia y se dio a la tarea de buscar en Netflix "El Jardín secreto" era una película antigua, basada en un libro del siglo XIX, que era bellísimo.
-¿Esa quieres ver?-le preguntó cuando volvió a la sala con grandes bolsas de frituras y sodas en lata. Él sonreía levemente y la mayor parte de su cabello ya estaba seco.
Skyler se levantó a ayudarlo y colocaron las cosas en la mesita del centro.
-Se me hace una historia hermosa-le contestó, acomodandose en el sofá otra vez.
Clark se sentó enfrente de ella y abrió una de las bolsas. El delicioso olor ficticio de queso de Cheetos inundó el ambiente.
Comenzaron a comerlo en lo que iniciaba la película.
A pesar de que la tormenta había terminado, todavía se alcanzaba a escuchar los rayos y las luces cegadoras de los relámpagos afuera.
No obstante, como en todas las casualidades del mundo, las manos de los dos jóvenes se encontraron dentro de la bolsa de frituras y se miraron con los ojos dilatados.
Ella fue la primera en apartarse, pero él atrapó su mano justo al tiempo que se levantaba y se sentaba a su lado en el mismo sillón.
-Aquí es dónde prácticamente la chica se deja besar por el chico-dijo Clark, usando un tono divertido, pero a la vez nervioso.
-Y aquí es dónde prácticamente te repito que estoy con Demian-añadió Skyler con pesar-lo lamento.
Movió el rostro hacia un lado cuando Clark se inclinó a ella para, literalmente, besarla.
-No logro comprender como fue que te convenció de nuevo-arribó, perdiendo los estribos-tú ya habías decidido estar conmigo. Darme una maldita oportunidad.
Se puso en pie y ella se intimidó ante su reacción.
-No tuvo que convencerme. Decidí regresar con él porque realmente lo amo, ¿no lo entiendes? Es la única persona que ha estado ahí para mí siempre sin esperar recibir nada a cambio; incluso continuó amandome cuando yo estaba contigo-le soltó con irritación.
-¿Y qué hay de mí?-espetó-¿acaso mi opinión y lo que yo siento no valen para ti?
-Clark...
-Escucha, Skyler. Yo no soy como Demian, tengo dignidad y jamás me arrastraria por alguien que me detesta. Pero sé que no me detestas y por esa razón me niego a ignorar el hecho de que me gustas muchísimo. Y te quiero también.
Y lejos de poder continuar con aquella discusión, Clark enloquecido por la adrenalina, aventuró a besarla en los labios con desesperación.
Skyler lo empujó con molestia, pero él la ignoró. Siguió besandola hasta que ella por fin cedió.
-¡No!-gimoteó la chica cuando se liberó por completo de él. Jadeaba con la respiración entre cortada al igual que Clark-yo no soy una cualquiera. Amo a Demian y no voy a hacerle daño otra vez.
-No, no eres una cualquiera. Estás besando al chico del que has estado enamorada durante bastante tiempo, cariño-le acarició la mejilla.
Ella negó con la cabeza, a punto de echarse a llorar.
-No lo entiendes, Clark. Soy tan idiota que no mido mis acciones y termino lastimando a muchas personas.
-Solo dame la oportunidad de hacerte feliz.
-¿Cómo?-lo miró a los ojos, alejando las lágrimas.
-Permíteme hacer el amor contigo esta noche-le dijo con voz susurrante.
A Skyler se le erizó la piel y contuvo el aliento. Estaba en shock.
-Aunque...aunque yo quisiera satisfacerte en ese aspecto, no podría-balbuceó.
-¿Por qué no?-él ladeó la cabeza hacia un lado, evaluandola.
-Estoy en esos días en el que la madre naturaleza cada mes le recuerda a la mujer que es digna de ser madre.
A los pocos segundos de quedarse con cara de póquer, Clark comprendió y sonrió con ternura. Le acomodó el cabello detrás de las orejas y se inclinó a besarla.
-¿Crees que ese minúsculo detalle me detendrá, cariño?
-¿Qué quieres decir?
Clark convirtió su radiante sonrisa en una sonrisa delicada y suave, dejándola perpleja.
-La menstruación de una chica no impide que tenga relaciones con un chico.
-Lo sé, pero... es asqueroso-se cubrió la cara, tal y cómo solía hacerlo con Demian.
Clark se las apartó y la besó en la mejilla.
-A mí me causas de todo, menos asco-le susurró en el cuello.
》HOLA LECTOR@S. LAMENTO NO HABER ACTUALIZADO. ESTOY LLEGANDO A MI SERVICIO SOCIAL Y YA NO TENGO VIDA:( PERO HASTA AHORA LOGRÉ SUBIRLES, YA QUE HOY 25 ES MI CUMPLEAÑOS :3. ESPERO LO DISFRUTEN. Y ME GUSTARÍA LLEGAR A LOS 100 VOTOS COMO CUENTA DE MI CUMPLE, ¿SERÁ QUE SE PUEDE?*-*《
Esta será mi reacción si llegamos a los 100♡_♡:
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