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[Narrativa vuelve a tercera persona]

La expresión que ella adoptó confundió al chico y lo hizo titubear. Jamás había visto ese lado de aquella cara tan bella y se preguntó si su confesión la había molestado.

-¿Por qué?-preguntó ella a él, cambiando su expresión salvaje a tristeza.
-¿Qué?-logró articular el chico, más perplejo que nunca.
-¿Por qué nunca me notaste antes? ¿Por qué esperaste a que pasara el tiempo y me vieras como una chica en lugar de una fan?

Clark Ravel por fin comprendió su comportamiento y bajó la guardia al entenderla perfectamente.

-Te diré la respuesta a tus preguntas, Skyler Newton-planteó, colocando sus manos en posición de oración. Ella adoptó nuevamente su expresión salvaje, pero él ya no titubeó, sino que la enfrentó-Dexter es testigo de que yo te noté entre tantas chicas, incluso tenía que darme consejos para que tú no malinterpreteras mis acciones. No sabes cuantas veces quise darle "like" a las fotos hermosas que subias, pero no lo hice por idiota y porque aún estaba con Joanna y pensaba que estaba confundido. Y no, no esperé tanto tiempo para verte como chica en vez de fan. No quería darme cuenta, pero comenzaste a gustarme cuando empezaste a etiquetarme con mis fotos y retrocedí un poco al saber que me usabas como inspiración.

En ese momento, Skyler flaqueó.

-¿Qué?-fue todo lo que dijo, irritada.
-Eso es todo lo que necesitas saber-finalizó él.
-¡Pudiste hablar conmigo por mensaje o darle "me gusta" a mis fotos! ¡No era pecado!
-¿A qué se debe todo esto? ¿es por qué he dicho que te quiero en serio?
-¡Sí!
-No entiendo...
-Escucha-la chica alzó la voz y las pocas personas de ahí volvieron el rostro a verla, pero pareció no importarle-mientras te decidias si yo te gustaba o no, había un estupendo chico enamorandome-le soltó con los ojos expectantes y comenzó a temblarle los labios y la mirada a empañarsele-Demian Say hizo todo lo que estuvo en sus manos para que yo me fijara en él a pesar de que sabía que yo estaba enamorada de ti como una loca. Y no es justo que yo caiga ante ti con solo un chasquido de dedos.
-Creo que ya sé a donde va este rumbo de la conversación-acotó él, inseguro.
-¿En serio?-añadió ella con ironía y después suavizó sus palabras-yo en verdad planeaba estar contigo y ser tu novia; pero...lo siento. No quería decírtelo porque estás preocupado por tu hermana, pero si no lo hago ahora, no creo hacerlo nunca.

Clark juntó las cejas y sus ojos se humedecieron.

-Regresaste con Demian-dijo. Y no fue una pregunta, sino una afirmación.

Ella, agobiada por la presión, asintió mecánicamente.

-Y sé que ninguno de los dos merece que juegue con sus sentimientos. Estoy muy arrepentida de haberte aceptado, y no porque no seas un chico excepcional, sino porque aún amo a Demian. Me di cuenta que al que amo es solo a él. Y que, al fin y al cabo, tenías razón. No te amo, solo me gustas.-dijo ella con desdén, mirándolo a los ojos-perdóname.
-¿Ni si quiera sentiste algo más por mí, en este breve lapso que estuvimos juntos?

Skyler cerró los ojos, buscando las palabras adecuadas. No las encontró.
Abrió nuevamente los ojos y Clark asintió con los labios tensos.

-Dejemos esta conversación hasta que encontremos a mi hermana-le cortó Clark cualquier cosa que ella habría querido decir.

Él pagó la cuenta y los dos salieron a la calle. Cada uno metido en sus propios pensamientos.
Literalmente había sido el momento menos oportuno para decirle a Clark que al que amaba era a Demian, pero, ¿Qué podía hacer?

Abordaron el Jeep y en silencio, siguieron buscando por las calles.
Sin embargo, Skyler parecía no soportar aquel inmenso silencio incómodo. Quería que todo fuese como antes, es decir, que Clark continuara siendo tan lindo como siempre; y obviamente eso iba a ser imposible.
Pasaron muchas horas a decir verdad, y seguían sin tener éxito.

-Ya hemos buscado por toda la ciudad, pareciera como si se hubiera esfumado por completo-dijo Clark de repente y detuvo el coche, deprimido.
-Uhmm...falta una zona que aún no hemos echado un vistazo-añadió ella con incertidumbre. Él volteó a verla de soslayo-pero prometimos a Eros no acercarnos, ¿recuerdas?

De pronto, el recuerdo llegó al rostro de Clark y apretó los puños en torno al volante.

-Es de día, no creo que haya peligro alguno-gruñó y encendió rápidamente el motor.

La chica asintió, sabiendo que no era correcto, pero si esa era la manera de ayudarlo a encontrar a su hermana, lo haría.
Además, sabía de antemano que Clark no dejaría que le pasara nada.

Se dirigieron al bar de Eros muy aprisa, como si la vida les dependiera de ello; aunque bien, quizá así era. A Clark le dependía la vida de ello, ya que estaba desesperado por encontrar a su hermana.

Llegaron más rápido de lo previsto y se sorprendieron de ver el bar en funcionamiento a pesar de ser cerca de las tres de la tarde.

-Es un restaurante en el día, al parecer-le oyó decir a él, mientras leían un letrero cerca de la entrada. Después Clark volvió el rostro a ella y percibió el temor que irradiaba-escucha, Skyker, no va a pasar nada, ¿está bien? Solo entraré a ver si de casualidad ella se encuentra aquí y saldré lo más rápido posible.

Entraron al estacionamiento y Skyler apenas podía respirar. Ese sitio le inspiraba terror.

-Nadie te va a hacer daño-le prometió Clark con suavidad-dejaré la llave aquí por cualquier cosa. El aire acondicionado quedará encendido y las puertas cerradas, ¿bien? No tardaré.

Se quitó el cinturón de seguridad y sin dejar de mirarla, se deslizó fuera del vehículo.
Acomodó su cabello con las manos y cuadró los hombros antes de encaminarse a ese horrible lugar.

Mientras Skyler contaba los segundos y escuchaba su sangre circular en las orejas ante tanta desesperación, decidió encender el GPS del Jeep si en caso era necesario y también agarró el teléfono de Clark para despejarse.
No debía revisar sus cosas, pero no tenía ninguna contraseña y entró sin problemas.
Pensó en ver que había de interesante en sus redes sociales, pero sin querer, entró al carrete.
Había imaginado que encontraría fotografías de él mismo o de paisajes o tal vez de cosas del gimnasio; y se llevó tal sorpresa de ver que él había creado especialmente una carpeta de ella, literal.
Entró, estupefacta y vio absolutamente todas las fotografías de ella que tenía en instagram y otras de su cuenta personal de Facebook.
-Pero... ¿Qué...?

Deslizó el dedo para continuar viendo las demás fotos y de pronto sintió escalofríos.
Y ojalá hubiese sido por las fotografías, pero no. Aquel escalofrío se debía a que había alguien observandola.
Tragó saliva y por el rabillo del ojo alcanzó a ver la silueta de una persona estampada en el cristal de la ventana de Clark.
Dejó con cuidado el móvil en su regazo y miró hacia esa persona de hito en hito.

Ella reconoció al instante aquella dentadura con destellos de oro y aquellos aretes en las orejas, junto con la cicatriz espeluznante en la barbilla; y como iba a olvidarse de ese cabello rojizo, idéntico al fuego.

-¡Hola, señorita Rabanne!

La chica pegó un salto al escucharlo hablar, aunque su voz sonó lejana por el cristal.

-¿Se le ofrece algo?-le preguntó sin mover un solo músculo.
-¿Por qué no baja y hablamos más a gusto?-le guiñó un ojo y ella lo vio deslizarse hacia el otro lado, hacia su puerta con exactitud.
-Estoy esperando a alguien, muchas gracias. Ya nos iremos pronto-contestó con amabilidad.

Sin embargo, la sonrisa maliciosa de ese sujeto se ensanchó y trató de abrir la puerta docilmente, pero al ver que esta no cedía, su rostro adoptó una expresión horrible.

Skyler se cambió de sitio y se sentó tras el volante, decidida a marcharse de ahí si en caso el hombre intentaba quebrar el cristal.
Pero gracias al cielo, no ocurrió, sino que el hombre pelirrojo resopló y caminó a regañadientes hacia donde ella estaba.

-Eros no me comentó que vendrías.
-Es porque hemos venido de paso nada más-le replicó ella en voz muy alta y de pronto, en la entrada del bar, miró como Clark tiraba de alguien a la fuerza para que saliera de ahí.

El socio de Eros se dio cuenta también y golpeó el parabrisas del Jeep con el puño mientras avanzaba a Clark a grandes zancadas.
Horrorizada de lo que pudiera suceder, encendió el vehículo y tomó la iniciativa de echarlo a andar hacia donde estaba Clark y... su hermana.
En cuanto Bob King se dio cuenta de lo que ella pensaba hacer, echó a correr.
Aunque Skyler no conocía en lo absoluto como era la movida de ese coche, aceleró lo más que pudo y frenó de golpe al llegar justamente a la entrada de ese lugar, donde Clark y su hermana titubearon al verla.

-¡Entren!-les chilló desesperada y le quitó el seguro a la puerta de atrás.

Y sin pensarlo dos veces, Clark abrió la puerta trasera y empujó a su hermana al interior para luego subirse él.
Skyler aseguró nuevamente las puertas y echó reversa, casi arrollando al socio de Eros, quien le envió una mirada fulminante.

-Dios, ahora si estamos en problemas, pero al menos Jodi está a salvo-gruñó, aceleró a fondo y salieron despedidos a la calle.

Condujo sin rumbo, perdiéndose entre las calles para ganar tiempo y le agradeció al clima que en ese momento comenzara a llover sin control, para así aparcar en alguna parte y pensar bien lo que se iba a efectuar a continuación.
Abatida, se volvió hacia atrás y miró a Clark abrazando a su hermana con gesto protector.
Skyler jamás pensó ver a esa linda chica en aquel estado.
Tenía ojeras, el cabello enmarañado, las mejillas hundidas y la mirada vacía. Parecía estar ausente.

-¿Ella está bien?-preguntó a Clark. Él, con los labios apretados, negó con la cabeza-¿quieres que conduzca hasta el hospital?
-Quedemonos un rato más aquí, ¿sí? Necesito ver que ella no vaya a perder el conocimiento.
-Está bien.

La lluvia incrementó y Skyler comenzó a sentirse arrullada por esta. Y estuvo casi a punto de dormirse de no ser porque Jodi, la hermana de Clark, comenzó a emitir sonidos extraños, como si tuviera arcadas.
Abrió los ojos de golpe y le echó un vistazo.
-¿Quieres vomitar, cariño?-le preguntó Clark a su hermana con suavidad. La chica, verde por las arcadas, asintió compulsivamente.

El chico se encargó de ayudar a su hermana a sacar la cabeza a la calle y devolver todo lo que tenía dentro, mientras que Skyler cerraba los ojos para amenguar el sonido árido de las arcadas.

Las gotas continuaban cayendo, furiosas y heladas en el exterior.

-¿Sabes cómo llegar a mi casa?-Clark habló con voz distante y Skyler volteó a verlo. Jodi se hallaba en el regazo de él, adormilada.
-Más o menos. Si me diriges todo va a estar bien.

Tiempo después, gracias a que Clark le fue indicando el camino, llegaron a su destino. Ella, por su parte, se deslizó al asiento del copiloto y esperó a que él saliera nuevamente luego de llevar a su hermana con sus padres.

Finalmente, a los veinte minutos, Clark entró al Jeep con el rostro más tranquilo. Se había puesto una chamarra y una gorra encima.

-Gracias por ayudarme-murmuró y acto seguido, encendió el motor.
-Te dije que la encontraríamos-le palmeó el hombro y suspiró con tranquilidad.

Clark no objetó nada al respecto y comenzó a conducir hacia el departamento de Eros a vuelta de rueda, como si no quisiera llegar pronto. Ella lo notó, pero continuó en silencio. También se dio cuenta que él se había desvidado por completo del camino correcto y decidió ver hasta donde llegaba antes de hablar.
Pero no hizo falta esperar tanto, él se detuvo en una calle poco transitada y lo oyó resoplar al quitarse el cinturón de seguridad.

-Estoy lo suficientemente bien para escuchar la razón y motivo del por qué decidiste volver con Demian y botarme de la manera más cruel del mundo.

Su voz sonó tranquila, pero a juzgar por sus puños aferrados al volante y las mandíbulas tensas, era todo lo contrario. No estaba calmado, estaba furioso.

Definitivamente Clark era distinto a Demian en todos los sentidos y no iba a estarse con rodeos al momento de querer saber la verdad, por lo que ella despejó bien la mente y se encargó de mirarlo a la cara.

-Por más que hice el esfuerzo por olvidarlo y estar feliz contigo, no lo logré. Es decir, soy una chica débil con respecto a este asunto. No soy capaz de olvidar a mi primer amor tan fácilmente; teniendo en cuenta que él siempre ha velado por mí y me ha protegido.  Luchó diez años para que yo me fijara en él y creo que es injusto que lo lastime de esta manera-dijo-además, me di cuenta de cuanto lo amo.
-Entonces quiere decir que, cuando yo me marché del departamento, él te volvió a seducir-dedujo en gruñido, sin mirarla. Skyler no contestó-incluso durmieron juntos, ¿no?-volteó a verla bruscamente y ella desvió la cara a la ventana-ese silencio y la evasiva me lo confirma.

A continuación, el chico reanudó la marcha por las calles sin decir una sola palabra. Tenía una expresión neutral y pensativa, gesto que puso en alerta a Skyler. Él no era como Demian, no conocía a Clark Ravel molesto y no sabía de lo que era capaz.

-Aunque hayas regresado con él-dijo de pronto, tomandola por sorpresa-eso no quiere decir que no voy a tratar de recuperarte. Tengo dignidad, pero esto no se trata de tenerla o no, sino de lograr un objetivo-hizo una pausa y la miró unos segundos-mi objetivo eres tú. Hacerte mía completamente y que te olvides de él para siempre.
-Espera, ¿Qué?
-Escucha-sentenció y redujo la velocidad mientras conducía-nunca en mi vida había peleado por el amor de una chica, puesto que jamás me había interesado tanto una como para perder el tiempo en perseguir su atención. Se puede decir que eres la primera a la que demandaré su atención absoluta y eso incluye su amor.

Sorprendida, Skyler tuvo que sacudir la cabeza y mantenerse al margen. Clark era tan directo y tan lleno de seguridad en si mismo.

-No te molestaré en unos días, para que puedas pensarlo mejor y disfrutar con Demian el tiempo perdido-arribó con seriedad-y porque necesito cuidar de mi hermana; pero eso sí, cuando te vaya a buscar, sabrás de lo que te he dicho sobre mi objetivo. Le estoy dando cierta ventaja a Say, así que espero no la desaproveche. Mi cabeza todavía no la he preparado para comenzar a reconquistarte ya que Jodi es mi prioridad.

Luego de unos segundos, el teléfono de Clark comenzó a sonar.
-Hazme un favor, cariño, conectalo al auricular de la guantera y ponlo en altavoz.

Ella obedeció y de la bocina surgió la voz de Eros, la cual estaba encolerizada.

-¿Dónde están?-rugió.
-De camino a tu departamento-graznó Clark-y estás en altavoz.
-Lo que sea. Dense prisa.
-¿Por qué?
-Porque lo digo yo.

Y colgó.

Ambos chicos intercambiaron miradas perplejas y después rieron.

-Eros últimamente ha estado de mal humor-inquirió ella.
-Él siempre tiene mal humor, créeme. Lo conozco desde hace tiempo y siempre ha sido así. Tiene cierto amor fraternal para con nosotros.
-Yo lo veo como un padre para mí y él me ve como una hija.
-Eso es bueno-sonrió ligeramente.

Ya estaban casi llegando cuando de la nada, un vehículo súper elegante y oscuro los interceptó al final de una calle.
Clark frenó de golpe y frunció el ceño.

-Por todos los cielos-chilló Skyler.
-¿Quién será este idiota?-trató de echar reversa, pero atrás también había otro coche.
-Ay Dios, ¿y si es el socio de Eros?-ella palideció al solo mencionarlo y Clark tragó saliva-¿qué estaba haciendo Jodi ahí, Clark? ¡Dime!
-Ella simplemente estaba...-apretó las mandíbulas-se hallaba semi desnuda al borde del colapso sobre el pequeño escenario del bar.
-Estamos en problemas-musitó la chica-y tenemos que llamar a Eros justo ahora.
-Mejor a la policía.
-¡No! Eros podría ir a prisión si la policía se entera...

No obstante, al tiempo que escucharon el derrapar del coche de atrás, sintieron una sacudida espantosa. Cuando reaccionaron, se dieron cuenta que el coche los había chocado y que tenía intención de hacerlo nuevamente.

-¡Llama a la policía!-le gritó Clark alterado-yo trataré de salir de aquí.

Aturdida, sus torpes manos llegaron hasta el móvil y llamó de inmediato a la policía.

-Emergencias, ¿cuál es su problema?
-¡Nos quieren matar!-gritó conmocionada-unos tipos nos tienen acorralados con unos coches.
-¿Podría darme su ubicación?
-No lo sé exactamente, no soy de aquí; pero estamos frente a una lavandería llamada "Francesco Olivers"-jadeó al instante que Clark aceleraba hacia la acera sin tener nada de espacio para pasar.
-De acuerdo. Lo tengo. ¿Puede ver las placas de los vehículos o identificar sus rostros?
-¡No tienen placas y los cristales son oscuros!
-Guarde la calma, por favor. Ya estamos enviando unidades a auxiliarlos. Intente mantenerlos ahí lo más que pueda para podamos ayudarlos.

Y sin más, la llamada concluyó.
Las sacudidas que daba el Jeep eran grotescas, Clark no pensaba ceder y tampoco aquellos sujetos.
-¡Ahora llama a Eros!-le ordenó con nerviosismo-nos van a matar estos hombres si continuamos en esta situación.

Sin pensarlo dos veces, Skyler llamó a Eros. Este contestó a los tres pitidos.

-¿Por dónde vienen?-preguntó al momento de contestar.
-¡Eros!-Skyler había comenzado a llorar-¡Nos van a matar!
-¿Qué?-la voz de él se alteró-¿de qué hablas?
-Tu socio, ese maldito pelirrojo, envió personas a matarnos-balbuceó-y nos tienen acorralados en una calle sin dejarnos huir.
-¿Qué demonios? ¿cómo sabes qué es él? ¿dónde están?
-Encontramos a Jodi en tu bar y ese hombre estaba ahí y trató de impedir que nos la llevaramos. Y entonces...

Sin previo aviso, Clark le quitó el teléfono a Skyler y con voz dura, habló.

-Estamos en la lavandería "Francesco Olivers", a seis calles de tu departamento, joder. Y estos malnacidos me obstruyeron el camino.
-Por todos los demonios, ¡Voy para allá!-colgó.

Clark lanzó el teléfono al regazo de ella y centró de nuevo toda su atención en aquellos vehículos.
Lo curioso era que ninguno de había atrevido a mostrar la cara, simplemente se habían puesto alrededor de ellos sin mostrar indicios de largarse.

-Estoy tentado a bajar y confrontarlos cara a cara-masculló Clark.
-Eros lo va a solucionar, cálmate.
-Eros no tienen ninguna posibilidad de mantener a raya a ese imbécil. Ya no estamos en el bar, Skyler. Aquí es terreno libre para todos.
-Nosotros no hicimos nada ilegal o mal para que ellos nos hayan seguido, Clark. Yo no soporto estar así-se cubrió el rostro con las manos-siento que estoy en mi propia historia de criminales, solo que aquí no tengo el poder de solucionar las cosas.

Clark se estremeció y mandó al carajo cualquier intento por salir de aquella calle solo para consolarla. La abrazó gentilmente y le acarició el cabello con suavidad.
-Esto le podría haber pasado a cualquiera. Así que tomalo con calma. Tal vez tengas razón y Eros lo va a solucionar.

Clark recargó la barbilla en la cabeza de ella y suspiró, estando alerta por cualquier movimiento extraño de aquellos sujetos.
De pronto, el sonido de sirenas se hizo presente y los dos dieron un respingo.
Observaron como los dos vehículos echaban marcha atrás a toda velocidad al darse cuenta que estaban en problemas.
Uno de ellos logró marcharse fácilmente, y Clark se encargó que el que quedaba le resultara difícil escapar. Lo acorraló al término de la calle hasta que dos patrullas se unieron a él.

-¡Son ellos!-les indicó Clark sacando la cabeza del Jeep-eran dos coches, uno se ha largado.

Los oficiales asintieron y corrieron hacia el vehículo con sus armas listas para disparar si era necesario.

-Por favor, retirese de inmediato de aquí-les dijo un policía con preocupación-una patrulla los escoltará a casa.

Asintiendo, Clark viró el Jeep en dirección contraria y se dirigió lejos del problema. Detrás de nosotros una patrulla los fue escoltando tal y como lo prometieron.

Eros Rabanne frenó bruscamente el Jaguar  al verlos retirarse con la seguridad de la policía y frunció el ceño.
-Vamos a casa-le informó Clark-siguenos.

El mal sabor de boca de ese problema los dejó propensos a estar alerta. Llegaron al departamento de Eros y Clark se hizo cargo de contestar el breve interrogatorio de la policía.
No mencionó que esos sujetos tenían algo que ver con Eros o con el bar, simplemente les explicó que de la nada comenzaron a molestarlos y con eso concluyeron las preguntas.

-No se preocupen, estaremos patrullando la zona para que estén a salvo. Y si ocurre algo más, no duden en llamarnos-se despidió el oficial y lo vieron marcharse.

Eros, que había abrazado a Skyler para infundarle ánimos, le besó la frente y le dio un golpe a Clark en el hombro con rudeza.

-¡Eso dolió!-se quejó el chico.
-¿Por qué no me dijeron que iban a ir al bar? Pude haberlos acompañado-siseó.
-Fue de repente, no lo planeamos-contestó, iracundo.
-Bueno, ¿y Jodi está bien?-el semblante de Eros cambió a preocupación.
-Eso parece. Iré ahora mismo a casa, les llamaré si pasa algo-dijo-y ustedes igual, no duden en llamarme por cualquier cosa.

Eros asintió y Skyler se refugió más en sus brazos. No quería saber nada. Solo deseaba encerrarse bajo llave.

-Nos vemos, Skyler-se despidió de ella de manera distante.
-Adiós, Clark-le dijo con la voz ahogada y lo miró-cuídate.

Clark le sonrió débilmente antes de meterse al Jeep.

Skyler sintió un poco de melancolía y negó con la cabeza, alejando cualquier tipo de pensamiento demencial.

-¿Ya le dijiste, verdad?
-Ya. Y no se lo tomó tan bien que digamos, pero estoy segura que lo superará.
-¿Y tú?
-¿Yo qué?-miró a Eros con el entrecejo fruncido.
-¿Lo superarás?
-Eso... espero.

El resto de ese día fue un poco estresante, ya que Eros tuvo que recurrir a instalar más cámaras de seguridad en todo el perímetro del departamento; incluso fuera de las ventanas y quedó todo listo a eso de las diez de la noche.
En todo ese tiempo, Skyler durmió profundamente y ni si quiera las llamadas de Demian la hicieron despertar.
Al día siguiente, le llamó para ponerlo al tanto de lo que había pasado con una disculpa piadosa.

-¡Te juro que me encantaría ir a verte!
-¿Por qué no puedes venir?
-Tengo que ir a cobrar el cheque de mi herencia y el de mi pago mensual con ka agencia de Estocolmo y no creo poder llegar a verte hoy. Haré unos trámites-le explicó con impotencia-¿podrás esperarme a mañana?
-¿A la media noche de hoy no estás libre?
-Uy, ¿Qué insinuas?-la voz de Demian se hizo seductora. Ella río.
-Tú solo ven a verme a esa hora. Mándame mensaje cuando estés aquí porque Eros instaló muchas cámaras de seguridad y tenemos que ser cuidadosos, ¿okey?
-Sí, no te preocupes. Por ti hago cualquier cosa.
-Eres muy lindo.
-Gracias, eso lo sé-bromeó y luego adoptó una reacción un poco más seria-entonces Ravel se lo tomó con calma lo nuestro.
-Más o menos. Pero no perdió el control.
-Uhmm... de todas maneras no voy a bajar la guardia. Él debe traerse algo en manos.
-Tranquilo, no pasará nada. Él entendió que yo estaba equivocada.

Hablaron un poco más hasta que Demian tuvo que irse porque estaba haciendo fija en el banco central de Vancouver y no podía perder más tiempo. Se despidieron y acordaron verse en la noche.

Skyler se estiró plenamente en todo el esplendor de la cama y sonrió al techo. A pesar de lo ocurrido el día anterior, se sentía muy bien en ese momento.

Pero su felicidad duró casi nada cuando recibió una llamada por parte de Aiden Carrolw.
Arrugó la nariz y se preguntó por qué tanta insistencia ahora con ese chico rubio.

-¿Hola?
-Skyler, hola, ¿Qué tal te va?
-Bien, supongo, ¿y tú, Aiden?
-Mejor que bien. Oye, por cierto, ¿estás libre hoy?
-Eh... eso creo, ¿por qué?
-Quiero invitarte al cine, otra vez. Ya que la vez pasada Clark y el otro chico me amenazaron de muerte-rio. Su risa era demasiado contagiosa como para no reírse.
-Uhmm... no sé si sea buena idea.
-¡Anda! Eres la única persona que en este momento me es estimulante y no quiero perderme de esa sensación satisfactoria.
-¿Qué quieres decir?
-Verás-explicó-cuando conoces a una persona de años, en algún determinado momento de la vida comienza a aburrite su presencia, es decir, ya no te interesa del todo continuar hablando con esa persona porque ya la conoces. En cambio, las pocas veces que tengo la fortuna de conocer gente nueva, trató de empaparme lo más que puedo de ellos y me estimula. No sé si fui claro con la breve explicación-vaciló.
-Oh, entonces me ves interesante.
-Por supuesto que sí. Y no dejaré de insistirte hasta que aceptes ir al cine conmigo.
-Está bien-aceptó a regañadientes-vamos al cine.
-¡Estupendo! ¿Pasó por al departamento de Eros o nos vemos allá?
-Si yo conociera perfectamente bien la ciudad, te diría que te veo allá, pero si gustas, puedes venir a buscarme.
-Me parece fantástico. ¿Te parece que vaya en dos horas?
-Sí. A esa hora está bien.
-Bien. ¡Nos vemos!

Colgó.

Parpadeó varias veces, pensando en sí había sido buena idea aceptar salir con ese chico.
Pensó rápidamente en Demian y le temblaron las manos. Tenía que decírselo para que estuviera al tanto de todo y no fuese a pensar mal, como últimamente lo hacía.

Le envió un mensaje corto y simple, en el que le dejaba en claro la situación.

"Voy a ir al cine con Aiden, el hijo del doctor Robert Carrolw. Descuida, el pobre chico está demasiado aburrido y pensé que sería bueno también que yo me despejara luego de lo de ayer. Te amo."

Nerviosa, espetó pacientemente a que contestara. Y lo hizo. Contestó 5 minutos después.

"Está bien. No olvides que a la media noche nos veremos tú y yo. Te amo más, besos. Cuídate. Cualquier cosa no dudes en llamarme."

Esas palabras.
Esas palabras eran las que solo él podría decirle en ese momento. Demian, que había sido poco sensato últimamente, volvió a ser el mismo de antes y eso la tranquilizó.

Puso a cargar el aparato y salió para desayunar.
Eros no estaba, pero le había dejado una nota pegada a la nevera donde le indicaba, como de costumbre, lo que tenía que hacer y donde estaba el desayuno.

Desayunó sola, hojeando la revista de moda de Jack Mali, donde estaba Demian posando con Sasha Clavers y suspiró. Meses atrás había estado muy furiosa por aquella fotografía y ahora le daba igual, ya que su atención solo estaba en su novio, no en la chica.

Acarició con las yemas de los dedos el rostro de Demian y un enorme regocijo la invadió.

Terminó el desayuno y corrió a alistarse. Era extraño que, a pesar de que el clima estuviera nublado, frío y húmedo, no estaba lloviendo. Así que se dio a la tarea de ducharse rápido y ponerse ropa casual. Ni tan deportiva ni tan formal. Lo normal para ir al cine y convivir con amigos.

Recogió su largo cabello en una coleta y se colocó el abrigo que Eros le obsequió para el frío. Habría querido ponerse sus tenis, pero la ropa que llevaba no coincidía, por lo que decidió calzarse las botas.

Desenchufó el teléfono y se tomó el tiempo de esperar a Aiden en la sala.
No esperó mucho, puesto que el chico llamó a la puerta con paciencia y ella se aproximó a abrirle.
-¡Hola!

Skyler estrechó un poco los ojos y quedó ensimismada ante aquel joven de cabello rubio-cenizo de ojos color Jade, quién le regaló una sonrisa brillante.
Aunque no quisiera aceptarlo, le encontraba cierto parecido a Clark en la manera de vestir y en su personalidad divertida.
-Hola, Aiden, ¿nos vamos ya?
-Quisiera saludar a Eros.
-Eros no está. Salió muy temprano-arrugó la nariz y sacó las llaves del bolsillo para cerrar la puerta.
-Que mala suerte, me habría gustado saludarlo.

Aiden caminó por el porche hasta llegar a un vehículo, que a más de kilómetros de distancia se notaba que era costoso y elegante. Y ella se preguntó el por qué había aceptado su invitación. Sentía como si fuese ocurrir lo mismo con Aiden así como con Clark.

-Vamos en plan de amigos, ¿no?-se atrevió a decirle al chico en cuanto este le brindó su caballerosidad al abrirle la puerta.
-Por supuesto, ¿por qué? ¿deseas intentar algo más?-ladeó la cabeza sin borrar su sonrisa radiante de los labios.
-No, no. Mejor olvidalo y vamos-y no supo por qué, pero se ruborizó.
Aiden hizo caso omiso con una leve sonrisa a la mirada descarada que ella le otorgó al echar a andar el coche.
A Skyler le costó trabajo apartarle la vista de encima y no verle el buen perfil que irradiaba.
Mientras que se dirigían al centro comercial, ella notó como Aiden tiraba de su camisa, la cual le quedaba espectacular, con gesto incómodo y le pareció gracioso.

-¿Qué le ocurre a tu ropa?-le preguntó.
-Odio usar camisas-rio-pero no podía presentarme contigo vistiendo como un vago.
-Pues honestamente te queda muy bien-lo aduló-el blanco con azul te sienta increíble. Hace que tu piel resalte más.
-¿Lo dices en serio?-elevó ambas cejas rubias en su dirección y dejó de tocarse el abdomen y el pecho.
-Sí. Deberías ponerte este tipo de ropa más seguido-le aconsejó.
-Gracias. Tomaré muy en serio ese consejo-le guiñó el ojo con satisfacción.

Entonces ella recordó la vez que se conocieron en la fiesta de Jack, en Navidad. Aiden se comportó educado, pero a la vez arrogante y aburrido, muy distinto a su conducta de ahora.
Y tampoco se dio el tiempo de fijarse en su rostro, que en vez de parecer un chico de veinte años, parecía el de un niño inocente y lleno de energía.

Atareada de tanto pensar en el rubio, no se dio cuenta que él le hablaba hasta que sintió su mano encima de su brazo.

-¿Me escuchaste?
-Eh, no, perdón. Me fui por unos minutos.
-No importa-sonrió-te estaba diciendo que me encantaría conocer a tu ex novio. Por lo poco que pude ver, es buena persona, haciendo un lado su humor psicótico-ahogó una risa nasal.
-¿Te refieres a Demian?
-Sí, él.
-Ah, él no es mi ex novio-le hizo saber.
-¿No?-Aiden juntó las cejas-pensé que salían hace meses...
-Por supuesto. Salíamos hace meses, nos distanciamos por un corto intervalo y hemos vuelto nuevamente. Hace dos días para ser exacta.

Aiden volteó a verla con perplejidad. Sus ojos Jade se abrieron como platos y sus pupilas se dilataron.

-Oh, no, ¿en serio?-se quejó.
-Sí...
-Va a matarme si se entera que te invité al cine. Le temo más a él que a Clark.
-No tienes de qué preocuparte-lo calmó-Demian está al tanto de nuestra salida y dijo que está bien.
-De todas maneras temo por mi vida-tragó saliva con el rostro horrorizado.
-Aiden, eres demasiado dulce, en verdad. Pareces un chiquillo y eso me gusta de ti-dijo Skyler con aire risueño-me encantaría que fuésemos amigos.
-Creo que ya lo somos-inquirió el chico con vanidad.
-¿En serio? Pero yo quiero que si vamos a ser amigos, nuestra amistad dure y que no te aburras de mí tan fácilmente.
-¿Bromeas? Eres muy interesante y estoy seguro que no me aburriré de ti.
-Pero quiero que me prometas una cosa-añadió ella con determinación y roja de vergüenza, pero tenía que dejarle en claro ese punto en particular para evitar problemas futuros-sé que no estoy atractiva, pero extrañamente logré robar la atención de Clark y de Demian, ya sabes, siendo tan guapos y yo tan ordinaria-Aiden quiso interrumpir pero ella se lo impidió-escucha, no me doy aires de vanidad, sin embargo, quiero que me prometas que no te vas a enamorar de mí o algo así. Suena estúpido, pero no quiero que eso ocurra. Eres muy guapo, sexy y si yo no estuviera enamorada de Demian te acosaría hasta que me hicieras caso, así que por favor, no te fijes en mi torpeza ni nada por el estilo. Deseo ser tu amiga en el sentido más inocente de la palabra.

Cuando la chica cerró la boca al terminar de hablar, se dio cuenta que Aiden había aparcado en medio de la calle y la miraba atónito con la boca abierta y los ojos incrédulos.
Avergonzada, giró la cara y deseó que la tierra se la tragara ahí mismo.

Tomó varios minutos para que Aiden pudiera decir algo al respecto.

-Vaya, esto si no me lo esperaba-se estacionó como se debe a la cuneta y miró al frente, con el cuello y mejillas sonrosadas.
-Soy muy idiota y te agradecería que me dejaras bajar. Se me cae la cara de vergüenza.
-Oye, tranquila, no digas eso-la miró sin ninguna pizca de diversión en el rostro. Ella se intimidó.
-Es que lo te dije fue una tontería. No venía al caso.
-Oh, desde luego que venía al caso-le contradijo, esbozando una pequeña sonrisa para aligerar el tenso ambiente.
-¿Qué?
-Eres buena dándote cuenta de las intenciones que tienen los chicos para contigo.
-¿Qué?-repitió como boba.
-Y estás en lo cierto-Aiden alargó su musculoso brazo derecho y lo depositó sobre el respaldo del asiento de ella y luego se inclinó muy cerca-me pareces alguien no solo interesante y estimulante, sino muy linda, atractiva y divertida. Y déjame decirte que hiciste bien en advertirme esas cosas, pero lo que puedo decirte es que luces como la próxima chica que podría hacer que mi vida sea menos aburrida y más brillante. Y si Clark y Demian no saben aprovechar a una chica como tú, yo seré quién lo haga.






50 votos y sigo.

Y aquí les dejo a Aiden Carrolw♡

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