51
La habilidad que Clark Ravel tenía para rematar los problemas era sorprendente.
-Sí, muchas gracias. Nos hemos divertido bastante, pero en lo personal, me sorprende verte aquí, si se supone que estarías en Estocolmo.
Skyler quiso patear a Clark en la cara, pero en vez de eso, bajó la mirada al notar como Demian se acercaba a ella con determinación.
-Demian-murmuró ella, incapaz de creer que él estaba ahí-¿qué... qué haces aquí?
Pero Demian no contestó, sino que incrementó su ceño fruncido y guardó sus audífonos. El piercing de su ceja brillo bajo el reflejo del sol.
-¿Demian?-ella se precipitó al verlo tan frívolo.
-Tenemos que hablar, Skyler-le oyó decir a su novio con seriedad. Ni si quiera la miró, pasó de largo junto a ella para que lo siguiera. Y en todo caso, ignoró por completo el comentario de mal gusto de Ravel.
Angustiada y a la vez, paralizada, obligó a sus piernas moverse detrás de él.
-No vengas, esto es entre Demian y yo-le ordenó a Clark y este apretó los puños, sin tener otra alternativa.
La dirección a la que la pareja se dirigía parecía ser al campus deportivo, que a esa hora nadie se acercaba, puesto que estaban en plena clase y faltaba una hora para que el equipo de deportes comenzara a entrenar.
A ella le pareció una eternidad tener que caminar tras él, siguiendole los pasos sin que la esperara.
Habiendo llegado justo al campus, en el césped para ser exactos, Demian se detuvo y giró sobre sus talones y tomandola desprevenida, la empujó a la hierba, agarrandole ambas muñecas con las manos; pensando que ella opondría resistencia, pero fue todo lo contrario.
Skyler dejó que la inmovilizara sin miramientos solo por el simple placer de tenerlo cerca.
Y hasta ese momento logró verle el rostro con claridad y se horrorizó.
Demian tenía los ojos terriblemente rojos e inflamados con bolsas oscuras debajo. Sus labios estaban agrietados y las mejillas completamente sonrosadas.
Parecía un zombie.
-No viajé hasta acá para balbuceos ni cualquier otra excusa estúpida de tu parte, Skyler Newton-le espetó de pronto, asustandola-quiero que me digas claramente si todavía quieres continuar a mi lado. Porque de ser lo contrario, terminaremos con esto ahora mismo para que yo ya no siga sufriendo por ti y pueda concentrarme en mi carrera de modelaje.
Por una milésima de segundo, Skyler temió que Demian se soltara a llorar, pero él tragó saliva y se mantuvo firme, con su bello rostro a pocos centímetros del de ella.
-¿De qué demonios estás hablando? Por supuesto que no quiero separarme de ti. ¿De dónde sacas eso?-le gritó a la cara, abrumada e intentó soltarse de su agarre, pero resultó inútil.
-Venir hasta San Francisco con él, ¿no es suficiente evidencia? No estás ciega y tampoco eres tonta para no saber porqué reacciono así, ya que es por lo mismo que hemos tenido problemas: Clark Ravel-gritó al final de la frase.
-Si quieres hablar claramente, primero tienes que liberarme porque comienza a dolerme las muñecas y voy a enfadarme-masculló ella, forcejeando.
Tras pensar y dudar unos seguros, él la soltó y se apartó lo suficiente para verla a la cara.
Skyler tomó aire antes de incorporarse del césped al mismo tiempo que él.
-Clark Ravel no ha hecho nada que pueda hacerme cambiar de parecer con respecto al amor que te tengo-le aclaró-es mi amigo y aceptó venir conmigo porque Jack y Eros no podían hacerlo.
-No te creo-arribó Demian con toda la certeza y su mirada delató dolor y decepción-veo en tus ojos que mientes; además, algo en ti ha cambiado y en él también.
-No sé de qué hablas-repuso, desviando la vista a otra parte.
-Mirame a los ojos-la agarró de la barbilla y la obligó a mirarlo-¿se han besado?
-N-No-titubeó con los ojos cerrados y sintió como la mano de Demian en su barbilla se tensaba.
-Dímelo a la cara.
Entonces ella abrió los ojos y se quedó en silencio.
-Lo sabía.-Demian la soltó y asintió, pasándose una mano por el cabello y ocultando la agonía que sentía al comprobar que estaba en lo cierto-no te culpo. Si yo tuviera a una Supermodelo conmigo y que llevase un tiempo admiradola, no hubiera dudado ni un segundo en besarla, pero no lo haría porque te tengo a ti, a la persona que amo y jamás te traicionaría de esa manera. Pero eso lleva a la conclusión de una cosa.
-¿Qué cosa?-a ella le tembló la voz.
-Yo no soy como tú. No pierdo la cabeza ante una persona atractiva cuando tengo a quien amo. Lamento mucho haberte molestado tanto con Clark-dijo-lo nuestro se acabó. Puedes ir tras él ahora.
Atónita y en pánico, observó a Demian acercarse a ella y agarrarle la mano donde descansaba el anillo de buhó que él mismo le había dado y le depositó algo en la palma.
-Si algún día nos encontramos de nuevo, espero que sea cuando yo ya te haya superado y tenga conmigo a una chica que solo me quiera a mi a pesar de todo.
De repente, la vista se le nubló a Skyler a causa de las lágrimas y abrió la palma de su mano para ver su collar de búho que le había dado a Demian para la suerte.
¿Acaso así se sentía terminar una relación?
Era como si algo sumamente fuerte te desgarraba por dentro hasta causarte un dolor interior, peor que el físico.
-Demian, por favor...-sus palabras apenas fueron audibles e intentó seguirlo, pero se sintió tan débil y temblorosa que cayó de rodillas al césped con un dolor en el pecho. Y a continuación, la falta de aire la hizo hiperventilar drásticamente, captando la atención de Demian.
Y este, al percatarse de la magnitud del problema, mandó al carajo su orgullo y corrió a auxiliarla.
-¡Skyler!
La atrapó justo al tiempo que se desplomaba por completo a la hierba.
La respiración de ella era entrecortada, y parecía asfixiarse del todo.
Él comenzó a palparle todos los bolsillos hasta que milagrosamente halló su inhalador y se lo situó en los labios.
-Abre la boca, por favor-gritó desesperado-¡Amor!
Entonces una mano ajena a ellos interceptó la situación. Demian miró con los ojos en llamas a Clark, que había agarrado a Skyler de la barbilla y con sus dedos de la otra mano le abría la boca a la fuerza.
-¡El inhalador!-le gritó a Demian y este se lo dio con los ojos entornados-ella necesitará ayuda nuestra para que el oxígeno le llegue de lleno.
Y comenzó a suministrarle el medicamento poco a poco hasta que ella comenzó a recuperar la estabilidad de su respiración.
-¿Qué le hiciste para que se pusiera así? ¿acaso quieres matarla? Porque si quieres enfrentarte a alguien y desatar tu furia, aquí estoy yo. Con ella no te metas-le espetó a Demian.
-A ti no te incumbe esto. Además, terminé con ella y por eso se puso así-le informó.
-Eres un idiota. ¿No la amas acaso?
-¡Si la amo! Pero ella prefiere estar contigo y yo no puedo hacer nada.
Clark sonrió diabolicamente, y se encargó de poner a Skyler sobre el césped cuidadosamente mientras se recuperaba y de improvisto, le propició un crudo golpe en la nariz a Demian, pero no tan fuerte para rompersela, tirandolo hacia atrás.
-Si Skyler prefiriera estar conmigo, ni si quiera se hubiera puesto así al momento que la desechaste, imbécil.
-¡Eres un bastardo! ¡Ya estoy harto de ti y tu maldita cara perfecta!-le gritó, yendosele encima.
Clark logró esquivarlo y se puso en pie rápidamente para atacarlo.
A pesar de que Demian sabía boxear, no estaba al tanto que Clark Ravel sabía pelear a la perfección de manera callejera y que había sido el mejor en la secundaria, pero decidió cambiar ese hobbie por el modelaje.
-Por favor, paren. No hagan eso-chilló Skyler, mareada.
Pero antes de que si quiera se tocaran, varios docentes y la mayoría de estudiantes de la Universidad se acercaron corrieron al campus, siendo blancos de atención y de murmullos.
-Aquí no se permiten peleas callejeras y menos de personas que no estudian en esta institución-dijo uno de los profesores-hagan el favor de irse de aquí o llamaremos...
-No es necesidad de hablarle a mi abuelo. Ya nos vamos-siseó Skyler, levantándose y guardando su inhalador.
Clark se encargó de ayudarla y Demian gruñó.
-No te atrevas a tocarla-vociferó el chico del piercing.
-Ya no es tu novia. Así que ya no tienes ningún derecho a celarla-acotó Clark y Skyler se tragó las ganas de llorar, aferrandose a él y evitando ver a Demian-ella no quiere verte. Apartate de nuestro camino.
-Tú no hablas por ella-masculló Demian y agarró a Skyler de la mano-elige ahora mismo. Clark o yo.
-Pensé que ya no querías seguir conmigo-balbuceó.
No obstante, aquella confrontación estaba siendo vista por los docentes y universitarios como si se tratase de un show; y entre ellos se hallaba la amiga de Skyler, Isa, anonadada por la pelea de ambos chicos.
-Responde, por favor-imploró Demian. Su súplica rompió una vez más el corazón de Skyler y flaqueó.
Verlo tan desesperado, fuera de sí y esperando angustiosamente una respuesta la hizo temblar. Jamás había pasado por una situación así y deseaba que todo terminara o salir huyendo como la cobarde que siempre había sido.
A su lado, Clark se mantenía inmóvil, sin dar el menor indicio de abandonarla.
-Vayan a otra parte a reconciliarse-musitó un profesor al que Skyler no reconoció y enseguida la multitud de estudiantes espectadores le gritaron para que se callara-están todos castigados...
-¡Cierre la maldita boca!-le gritó alguien de los estudiantes.
El silencio que los envolvió un segundo después provocó que Demian la soltara y le enviara una mirada herida.
-Entiendo. Ya entiendo.
-Demian, no...
Y sin más, el chico que la había hecho feliz en un corto intervalo, comenzó a alejarse con la cabeza ligeramente inclinada y las manos dentro de sus bolsillos.
Absolutamente todos los alumnos retuvieron el aliento ante ese momento tan dramático.
-Si quieres ir tras él, yo te esperaré en el coche-le dijo Clark con desdén.
Aquella fue más una orden que una sugerencia, gesto que Skyler no comprendió, pero se lo agradeció infinitamente.
Ella se apartó de él y se dirigió hacia Demian en silencio.
Los espectadores cuchicheaban cosas como "No es posible que dos chicos sumamente atractivos se estén peleando por Skyler Newton, la nieta del director" "Ella está poco agraciada" "A lo mejor es buena en la cama".
Pero pese a esos comentarios, Skyler los ignoró y continuó andando detrás de Demian.
Por otra parte, Clark se encargó de quitarse las gafas de sol y enviarles una mirada de desprecio a todos aquellos que cuchicheaban entre si a su alrededor, haciéndoles guardar silencio de la manera más brutal. Y acto seguido, se abrió paso entre ellos rumbo al estacionamiento, pero siendo consciente de la gran cantidad de chicas que corrían tras él para hablarle.
Lo que más quería Clark era que Skyler ordenara sus sentimientos, aunque de antemano sabía que ella elegiría a Demian antes que a él mismo, pero al menos había intentado enamorarla en los pocos días que tuvo de por medio. No la amaba, ni mucho menos, pero lógicamente le gustaba. Pero nunca se dio cuenta cuando comenzó a gustarle hasta que el sentimiento por protegerla para que nadie le hiciera daño y limpiarle las lágrimas a como dé lugar surgió de él de la manera más espontánea.
Skyler Newton no era una belleza, pero contaba con una personalidad única y una sonrisa demasiado dulce como para no prestarle atención. Además, ella había estado apoyandolo desde tiempo atrás a pesar de que la ignoró por todo un año. Se arrepentía mucho de haberla pasado por alto en ese entonces. Abatido, les dio la cara a las chicas con una leve sonrisa de cansancio.
Y por otro lado, Skyler se había aproximado lo suficiente para coger la mano de Demian y detenerlo justo antes de abordar su coche, cerca de la salida trasera.
-Regresa con él-masculló Demian, soltandose de un manotazo.
-Sé que no soy la mejor novia ni la mejor chica del mundo, más teniendo en cuenta que es la primera vez que he estado en una relación, una relación muy hermosa, de hecho-comenzó a decir ella, sintiendo un nudo en la garganta. Él no se volvió, pero un dejo de sorpresa lo acechó-sé también que soy una maldita celosa. Te he hecho muchas rabietas sin importarme nada, a sabiendas que yo no podría competir contra las demás chicas, pero que no había necesidad porque tú me habías elegido. Y por más que me lo repetias yo seguía sintiéndome desplazada. Eres más de lo que yo algún día podría pedir. Siento que nunca encontraré a alguien que pueda sustituirte. Nadie es como tú. Y si ya no quieres seguir conmigo porque piensas que Clark me ha hecho dudar del amor que tengo por ti, estás en tu derecho. Tenías razón al sospechar que Clark y yo nos besamos, porque así fue. Dos veces. Pero no porque yo quisiera, él lo hizo sin mi consentimiento y lo siento mucho en verdad. Gracias por darme estos meses tan hermosos, en serio-concluyó, pero para ese momento, ella lloraba desconsolada a sus espaldas. Como no esperaba una respuesta de su parte, no se sorprendió que él continuara sin darle la cara-así que quiero que conserves esto. Ya no me sirve.
Se las ingenió para cogerle la mano una vez más y depositarle el colgante de búho antes de marcharse con las lágrimas escurriendo por sus mejillas.
Demasiado drama. Ahora entendía las malditas películas, libros y series en donde los protagonistas lloraban y actuaban tan débiles al romper con el amor de su vida, y ella misma se dio cuenta que esas reacciones no estaban lejos de la realidad, pese a un detalle: En esas historias ficticias, los protagonistas siempres quedaban juntos. Y ella no tenía la seguridad de que eso realmente pasaría.
Llegó hasta donde estaba el coche de su madre y vislumbró a un grupo de chicas alrededor de Clark, peleando por hablarle o al menos conseguir su número de teléfono, mientras que él simplemente contestaba suavemente a algunas preguntas de aquellas féminas, pero al verla llegar, se abrió paso entre ellas para alcanzar a Skyler.
-¿Nos vamos?-le preguntó con ternura, provocando euforia y sorpresa del grupito-te he estado esperando.
Skyler asintió, conteniendo más lágrimas y él se apresuró a abrirle la puerta de acompañante.
-Hasta luego. Un gusto conocerlas, chicas-se despidió Clark, poniéndose las gafas y deslizándose al interior del coche con elegancia.
Y de la manera más deprimente, abandonaron la Universidad en medio de un ambiente sepulcral y fúnebre.
Ella apenas y respiraba gracias al llanto silencioso, reteniendolo todo en su garganta.
-Tienes que saber que no es el fin del mundo-le oyó decir a Clark y enseguida sintió su mano masculina sobre su brazo.
-Eso dices porque ya estás acostumbrado a botar personas y es por eso que ya no sientes nada-le espetó-y yo apenas estoy entrando al mundo del "romanticismo"-hizo comillas con las manos al terminar la frase.
-Para no sentir nada al terminar mi relación con alguien, alguna vez tuve que romper por vez primera, ¿no?
-No me estás ayudando en nada. Me siento peor...
-Pretendo hacerte ver que lo que acaba de suceder no es el fin. Fue una pelea solamente. Ambos se quieren. La relación termina cuando uno de los dos ya no siente el amor de antes y este no es el caso-la animó, reduciendo a su vez la velocidad.
-¿No sentiste nada al romper con Joanna?
-Nada-admitió.
-Se supone que la amabas. Yo los veía muy felices en sus fotos y vídeos.
-Eso fue antes de conocert...-guardó silencio abruptamente y pensó mejor su argumento-eso fue antes de darme cuenta que ella no era lo que yo buscaba realmente.
-Vaya sujeto que eres-sorbió por la nariz y suspiró-pero espero tengas razón. No quiero dejar a Demian. No lo soportaría.
-¿Y qué le dijiste cuando fuiste detrás de él? Claro, si quieres contarmelo.
-No dijo nada. Le hice saber varias cosas, incluso de los dos besos que nos dimos a sus espaldas y se quedó en silencio. Ni si quiera se atrevió a mirarme a la cara.
Apretando el volante con ambas manos, Clark detuvo el coche y tensó las mandíbulas.
-Dame solo una razón para que no regrese a la Universidad y le parta la cara.
-Mi abuelo podría llamar a la policía-musitó, agobiada.
Clark soltó una carcajada áspera y negó con la cabeza.
-Tú y yo somos amigos, Skyler. Antes teníamos una relación de fan-ídolo y desde que te conocí en persona, superamos esa categoría y me encantaría que dejaras que te cuide y proteja.
-¿Por qué habrías de cuidarme y protegerme?-se limpió la cara con el dorso de la mano.
-Tal parece que tienes una mala idea de la amistad-se llevó una mano a la frente y echó a nadar otra vez el coche.
-Sucede que jamás he tenido amigos en quien confiar.
-Aquí estoy yo...
-Dexter me dijo lo mismo. Así que ya tengo dos-inquirió, un poco más tranquila.
-Él no cuenta. Yo te vi primero y por lo tanto, tengo más derecho.
Skyler sonrió brevemente y luego posó la mirada hacia la ventana con melancolía. No tenía ánimos de hablar o peor aún, pensar.
No quería nada.
Sólo dormir y olvidarse de todo.
Acababa de terminar con Demian y tenía que asimilarlo.
¿Cómo era posible que hubiese viajado desde tan lejos y sin avisarle?
Jamás le pasó por la cabeza que su primera relación terminaría de una manera tan tonta y dramática.
Y para rematar; a las 5 de la tarde tenía que encontrarse con su hermano en el centro comercial y no había manera de cancelarle.
-¿A dónde vamos?-preguntó en un murmuro al darse cuenta que estaban lejos de su casa. Volteó a verlo y él le devolvió la mirada.
-No había querido decirte, porque has estado pensativa todo el rato, pero... estoy perdido-sonrió nerviosamente.
-No estás perdido-argumentó y miró a todas partes-dobla en esta esquina a la derecha y después de seis calles giras a la izquierda. Ahí llegaremos a la farmacia a la que me llevaste ayer.
Asintiendo, Clark obedeció al pie de la letras las instrucciones sin dudar.
-¿Y ahora...?
-Continua derecho y después doblas en la siguiente calle. Cuatro manzanas y llegamos a casa-le explicó sin ánimos.
No obstante, lejos de hacerle caso esta vez, aparcó una calle después de la farmacia y subió los cristales del coche, y acto seguido, encendió el aire acondicionado.
-¿Qué estás...?
Clark cortó las palabras de Skyler con un beso en los labios y ella, perpleja, entornó los ojos y él se apartó, pero sin apartar las manos de sus mejillas.
-Si me lo permites, yo prometo hacerte feliz de verdad. Jamás te daré motivos para enfadarte ni ponerte celosa-le oyó decir mientras ambos se miraban a los ojos-verte así me destroza, ¿sabes?
Entonces a ella se le volvieron a inundar los ojos de lágrimas y colocó sus manos sobre las de él.
-Yo... yo agradezco tus palabras-dijo con voz ronca-pero amo a Demian y no creo poder amar a otro que no sea a él. Lo siento.
-Lo sé-sonrió Clark con tranquilidad-pero no te estoy pidiendo que me aceptes ahora mismo. Tómate el tiempo que desees. No tengo prisa de nada. Además, estaremos más juntos que nunca.
-Esto es absurdo, Clark Ravel-dijo ella de repente, tomandolo por sorpresa-¿en serio te intereso? ¿en verdad sientes algo por mí o simplemente me he convertido en un desafío para ti solo porque soy tu fan desde mucho tiempo?
-Viéndolo de esa manera cambian las cosas, pero no, no es por eso. De verdad me atraes, ¿te cuesta creerlo?
-Sí, honestamente. Además, acabo de terminar con Demian y mis pensamientos están hechos un desastre y lo único que deseo ahora es dormir muchas horas-le tembló el labio inferior y de manera impulsiva, volvió a besarla y ella no opuso mucha resistencia.
Sin embargo, aquello había sido lo peor. Skyler, por estar sensible, mandó completamente al carajo cualquier pensamiento de Demian en ese momento y dejó que Clark la besara, sin darse cuenta que; en el coche de adelante, alguien los observaba con detenimiento e ira. No, no era ira, sino rabia.
"TOC, TOC, TOC"
El sonido de golpes en el cristal de la ventana donde Skyler estaba los hizo separarse y mirar al culpable de tan fastidioso sonido.
La expresión que adoptó la chica fue la que hubiera puesto al ver algo espantoso y sobrenatural.
Demian se hallaba estampado a la ventana con la mirada más oscura, delirante y demente que jamás había visto. Y patéticamente le recordó al personaje principal de su historia de asesinos.
Clark rio entre dientes y se relajó en el asiento sin molestarse en bajar el cristal o quitarle el seguro a las puertas.
-Abre la puerta-dijo Demian a Skyler a través de la ventana.
Ella, horrorizada, trató de abrir y la puerta no cedió.
-Por favor, quitale el seguro-le rogó Skyler a Clark.
-¿Acaso no te das cuenta? Está furioso, ¿quieres que te maltrate?-graznó su acompañante en respuesta.
A continuación, Demian se alejó del vehículo y regresó al suyo a grandes zancadas.
Ambos lo observaron expectantes sin saber lo que haría y Clark tuvo que confiar rápidamente en sus reflejos para encender el coche y meter reversa antes de que Demian se incrustara contra ellos.
Y sin miramientos, el teléfono de ella comenzó a sonar. Lo extrajo de su pantalón y tragó saliva. Obviamente era Demian.
-No contestes-le sugirió Clark.
-No puedo dejarlo así.
Y atendió a la llamada, la cual, cuya respiración agitada de él surgió por la bocina, poniéndola pálida.
-Te doy diez segundos para que salgas de ese maldito automóvil y subas conmigo.
Y colgó.
A regañadientes se vio obligada a enfrentarse a Clark y a pesar de que no quería ceder, lo hizo.
-Si se pone violento o pierde la cabeza, no dudes en llamarme, ¿sí?
-Demian nunca me haría daño, no te preocupes. Ve a casa y espérame ahí.
-De ninguna manera-masculló, agarrandole la mano antes de que ella descendiera.
Skyler se soltó y bajó. Le temblaban las piernas y gran parte de su cuerpo. Se sentía como una cervatilla aprendiendo a caminar.
Y una vez situada en la puerta de acompañante del coche de Demian, abrió y se deslizó al interior.
No tenía el valor de verlo a la cara, por lo que postró la vista a su regazo y se mordió los labios.
Pasaron los segundos y de pronto, Demian colocó el pie en el acelerador y se impulsaron hacia adelante a toda velocidad.
Sobresaltada, se puso el cinturón de seguridad y cometió el error de voltear a verlo.
Las facciones de Demian estaban totalmente endurecidas. Sus labios parecían una fina línea recta y las mandíbulas apretadas. Estaba fuera de sí y le entró pánico.
-Detente. Vas a colisionar con otro coche o asesinar personas-dijo ella en un hilo de voz.
-¿Y eso qué más da?-le espetó furiosamente-¿qué más da si nos matamos? ¿acaso es importante nuestras vidas? ¿te sientes tan especial cómo para verme la cara de imbécil?
Ella permaneció en silencio, aferrandose al asiento. Él, definitivamente, estaba fuera de sus cabales.
-Los vi besándose, no puedes negarmelo, maldita sea-escupió lleno de cólera-y tampoco puedes darme la excusa de "ya no somos nada" porque es estúpido. Aún me perteneces, Skyler. ¿Que no entiendes? Eres mía. Y no puedo tolerar verte con ese bastardo. ¿Ya ves que yo tenía razón? Él estaba buscando la oportunidad de enamorarte mientras he estado fuera y mira, ¡No estaba equivocado!-dejó escapar una risotada árida.
-¡Fuiste tú quién terminó conmigo hace un rato!-le gritó con rabia también-y no puedes decir que soy tuya si decidiste dejarme primero.
No obstante, la velocidad se redujo un poco solo para virar en una esquina y acelerando nuevamente rumbo al puente. Tal parecía que tenía intención de salir de San Francisco.
-Entonces quieres decir que como ya no somos novios, ahora puedes besarte con Clark-acotó en un siseo nauseabundo.
-Cállate. Deja de decir estupideces, Demian-arribó, molesta y con muchas ganas de llorar.
Sin miramientos, el automóvil se detuvo en seco y los dos se quedaron mirando al vacío, incapaces de razonar como la gente civilizada.
Ella, dentro de su mente, no dejaba de pensar en la manera de salir del coche y correr a casa.
Él, por su parte, apenas era consciente de lo que estaba ocurriendo, puesto que no dejaba de darle vueltas al momento donde Skyler y Clark se besaron.
-Deberías volver a Estocolmo-le dijo ella con frialdad al cabo de un segundo-la decisión de terminar nuestra relación fue tuya, no lo olvides. Te amo y por eso subí a tu auto a tratar de hablar contigo, pero estás actuando como un loco.
Cómo Demian no esperaba oile decir esas palabras, comenzó a temblar en su asiento.
-No lo entiendo-dijo él, sin mirarla-si ya estabas muy a gusto con Ravel, ¿por qué no me pusiste al tanto? Me hubiera evitado la molestia de venir hasta aquí para corroborar lo obvio.
-No amo a Clark-repitió ella con cansancio-él me ha besado, ¿no lo viste?
-Sí, pero a ti no te molestó ese hecho-añadió, reteniendo las ganas frustrantes de gritar.
-Todavía no asimilo que me hayas desechado-murmuró la chica, apretando los dientes-y Clark, en el fondo de su enorme cabeza hueca, pensó que dándome un beso lograría calmarme y lo hizo, pero no porque me gustara el beso, sino que la sorpresa de su acción fue lo que hizo que me quedara perpleja.
Skyler, a través del rabillo del ojo, vio como él curvaba las comisuras de sus labios hacia arriba, pero aquella era más una mueca de burla que sonrisa.
-Al menos me quedo con la satisfacción de una cosa-le escuchó decir con placer. Ella volvió el rostro para mirarlo.
-¿De qué hablas?-a Skyler se le heló la sangre, presintiendo que lo que él diría a continuación le iba a romper el corazón.
La mirada café chocolate de Demian se postró en ella y enganchó su sonrisa burlona. Algo nuevo en él. Y ella llegó a la conclusión que aquel piercing le quedaba fatal porque le daba un toque siniestro a su apariencia bella.
-Tenías mucha razón al ponerte celosa de Sasha Clavers-sentenció-y fue buena idea poner la fotografía de nosotros dos semi desnudos en la portada de la revista de Jack Mali.
Skyler tragó saliva con las pupilas dilatadas. ¿A dónde quería llegar con todo eso?
-Me besé con Sasha Clavers después de la sesión de fotos, y casi estuvimos a punto de acostarnos de no ser por Jack y su intervención. Y creo que eso me suma puntos a lo que tú me has hecho con Clark, ¿no?-soltó una carcajada molesta.
Skyler ni si quiera sintió el dolor asfixiante en el pecho que la había dejado sin aliento tiempo atrás en la Universidad. De hecho, cerró los ojos con desdén y lo miró con tranquilidad.
El desasosiego de Demian al notar su falta de sorpresa lo dejó acojonado.
-Una chica jamás se equivoca cuando siente que su chico le puso el cuerno-dijo y le devolvió la misma sonrisa, pero más cínica-gracias por ser mi primer amor y enseñarme las ventajas y en contras de un noviazgo.
Y como si todo hubiera sido planeado a la perfección, ella abrió la puerta del coche y una persona la esperaba afuera; quién le tendió la mano con amabilidad.
-Y esto es mío-añadió ella, cogiendo su collar de búho de la guantera-y esto es tuyo.
Le depositó el anillo de búho en su lugar.
Boquiabierto, Demian observó como Skyler afianzaba su mano a la de Clark Ravel con mucha confianza.
Sin embargo, estiró la mano hacia ella y evitó que saliera del coche a la fuerza.
La chica cayó nuevamente en el asiento y en un abrir y cerrar de ojos, Clark rodeó el coche y abrió la puerta de Demian con brusquedad.
-He escuchado todo y asumo que Skyler no se molestará si te parto la cara ahora mismo-lo cogió del cuello de la playera y lo levantó del asiento, dejándolo suspendido en el aire por unos segundos.
Sus miradas chocaban como electricidad.
-Dejemos esto concluido para que pueda regresar a Estocolmo-farfulló Demian antes de impulsarse hacia atrás y asestarle un golpe con la rodilla a Clark en el estómago.
El modelo canadiense trastabilló hacia atrás, soltandolo. El golpe no le dolió en lo absoluto, pero tuvo que apartarse para devolverle el golpe.
Skyler, desde la acera, frunció el ceño al observar que, literal, ya no le preocupaba en lo absoluto si Demian salía herido o no. Él le había demostrado que también había jugado sucio con sus sentimientos.
Después de todo, Demian Say resultó ser un chico igual que todos. Era demasiado bueno para ser verdad.
Él no era la víctima. Nunca lo fue.
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