La vida de Jungkook y Taehyung había sido siempre un torbellino de emociones, pero jamás imaginaron que su mayor desafío llegaría en forma de una pequeña sonrisa de cinco años. Su hijo, Minjun, había traído una luz indescriptible a sus vidas, llenando cada rincón de su hogar con risas y juegos. Sin embargo, la alegría se tornó en preocupación cuando un día, después de semanas de sentirse cansado y débil, Minjun fue diagnosticado con leucemia.

El mundo de Jungkook y Taehyung se tambaleó. La noticia les golpeó como un rayo, pero rápidamente decidieron que no permitirían que la tristeza los consumiera. Desde ese momento, su vida se convirtió en una lucha constante, pero también en un viaje de amor incondicional y apoyo mutuo. Cada día se transformó en una batalla, desde las largas noches en el hospital hasta las visitas al oncólogo, pero también en momentos de ternura y esperanza.

Jungkook se convirtió en el pilar de la familia, siempre optimista, buscando maneras de hacer reír a Minjun incluso en los días más oscuros. Su energía y determinación eran contagiosas; siempre llevaba consigo una bolsa de sorpresas: juguetes, dibujos y cuentos que iluminaban los días de su pequeño. Por otro lado, Taehyung, con su sensibilidad innata, se convirtió en el refugio emocional de Minjun. Con su voz suave y su arte, llenaba las horas de quimioterapia con música y color, creando un mundo donde la enfermedad no tenía poder.

A medida que los días se convertían en semanas, y las semanas en meses, ambos padres aprendieron a adaptarse a la nueva realidad. Se apoyaban mutuamente, compartiendo el peso de la angustia y encontrando consuelo en pequeños momentos de felicidad. Jungkook miró a Taehyung y, a través de una sonrisa, supo que juntos podrían enfrentar cualquier adversidad.

La enfermedad de su hijo no solo puso a prueba su resistencia, sino que también fortaleció su vínculo. Descubrieron en su amor la fuerza para seguir adelante, incluso cuando las probabilidades parecían estar en su contra. Cada rayo de sol, cada risa y cada abrazo se convertían en un recordatorio de que, aunque la vida a veces es dura, la familia siempre es el refugio más seguro.

Les traigo mi primer
One shot
Lo pensé mucho en subirlo
Aunque tengo otros en borrador
Espero les guste 🥰😘