Desperté mareada, tenía un horrible dolor de cabeza, y creo que las tostadas no las digerí.

Miré al techo por unos segundos y respiré profundo. Me senté en la cama mientras me ponía las chanclas y en un abrir y cerrar de ojos, ya me encontraba en el.baño... Vomitando... Que bien.

Fui a la cocina, por suerte no estaba sucia, porque si no me mato.

No tenía ganas de cocinar, así que abrí la nevera y lo primero que vi fue una manzana verde. La agarré y me senté en el sofá.

Estos días sin Mackenzie serán muy largos...

(...)

No hice nada en especial. Me duché, me lavé los dientes, vi la televisión, y acabé vomitando de nuevo. Esa última información era por si lo dudaban...

Al otro día hice lo mismo.

Estaba cansada de ver la tele, así que la apagué y me senté en el marco de la ventana.

Abajo del edificio había un parque, éste estaba repleto de niños jugando y saltando.

Por instinto, acaricié mi barriga.

—Ay, mi amor, cuando tú estés así de grande...

Empecé a imaginarme a un niño jugando en el parque, feliz. Sonreí inconscientemente.

Volví mi vista hacia el parque de nuevo y ahí había una niña jugando con su padre, eso me recordó a Michael.

Mike sería muy feliz al saber que va a ser padre, pero me niego a decírselo. Él me despreció, y se inventó una película sobre mí, ahora yo le quito el derecho de saber si tiene un hijo, y de conocerlo. No sé si esté haciendo lo correcto, yo sólo quiero lo mejor para mi bebé. Es MI bebé, MI hijo, de nadie más.

Al ver esa hermosa escena de un padre con su hija, comencé a llorar. Ya no lo soporto más, debo ir a verlo, aunque sea para saber cómo está.

Me vestí rápidamente y tomé las llaves.

Esperen... ¿A dónde voy?

No sabía en qué clínica estaba.

Oh Dios... <<¿Qué hago?>>

Me lo repetía una y otra vez en mi cabeza sin hallar respuesta alguna. Hasta que la luz llegó a mí.

—¿Hola?

—Hola, ¿Marco?

—¿Srita. Chloe?

—Sí, soy yo. Necesito tu ayuda.

—Claro, ¿En qué puedo servirle?

—Necesito que me digas en qué clínica está internado Michael.

—Oh... Lo siento, señorita, pero no tengo permitido revelar ningún tipo de información sobre el asunto. Lo siento.

—Vamos, Marco. Quiero saber cómo está Michael, sólo eso —Hubo un silencio— ¿Me ayudarás?

—Agh, está bien... Pero no le diga a nadie que yo le conté todo ¿De acuerdo?

—Claro, no te preocupes.

—Bueno. Michael no está en una clínica psiquiátrica.

—¿Ah no?

—No, lo trasladaron a un centro de rehabilitación. Se encuentra muy mal.

Terminó de darme la dirección del centro. Le agradecí infinitamente y colgué. Ahora sí sabía adónde ir.

Salí del apartamento cerrándolo bien con llave. Si queda abierto, Mackenzie me mata.

Bajé por el ascensor y cuando éste se detuvo y abrió sus puertas, salí rápidamente y choqué con alguien.

—Chloe —Escuché la voz de Nick.

—Lo siento, llevo prisa —Me fui lo más rápido que pude.

Me subí en un taxi y le di la dirección del centro. Estaba ansiosa y a la vez asustada, ¿Qué le iba a decir? No estaba dispuesta a perdonarlo si eso pedía, tampoco iba a decirle que tenía un hijo suyo, lo único que quería era verlo, saber si estaba bien, comprobarlo por mí misma, verlo con mis propios ojos.

Le pagué al taxista y salí del auto. Me encontré con una gran puerta transparente. Respiré hondo y entré.

Caminé hasta recepción. Ahí había una chica de ojos verdes, se veía bastante amable. Le pregunté por el "Señor. Jackson."

—Está en la habitación 139. Ya le aviso que tiene visitas.

—No —Dije antes de que agarrara el teléfono— No le diga que estoy aquí. Por favor.

—Pero...

—... ¡Chloe! —Apareció Frank antes de que la recepcionista pudiera terminar la frase— Que bueno que estés aquí. Michael está muy mal.

La recepcionista tenía cara de confusión.

—Vas a pasar a verlo ¿verdad?

—Sí, pero no quiero que se entere de que estoy aquí.

La chica seguía confundida. Los dos la miramos con cara de súplica para que me dejara pasar.

La mujer aún algo extrañada me indicó por dónde era, no sin antes preguntar mi nombre y mis datos.

Caminé junto a Frank hasta la habitación donde estaba Mike.

—Creo que deberías entrar sola —Dijo y se alejó de mí.

Miré el número de la habitación, 139. Respiré profundo y entré.

Estaba todo muy callado, Michael estaba dormido.

Entré y cerré la puerta sin dejar de mirarlo. Se ve tan tierno, como lo extraño.

Caminé lentamente hasta la camilla y me senté a su lado.

Acaricié su rostro suavemente. Le di un primer beso en la mejilla, uno segudo más cerca se los labios, y una media luna.

—Te extraño —Susurré. Tomé su mano. La tenía inyectada y estaba conectada a un suero. Al parecer Michael se estaba deshidratando.

Acaricié de nuevo su rostro y finalicé tomando uno de sus mechones rizados rebeldes, enroscándolo en mi dedo índice.

—Chloe... Chloe... —Michael empezó a susurrar y a moverse. Me estaba empezando a asustar—. Chloe, ¿Eres tú? —Entre abrió los ojos.

—Sí, Mike, soy yo.

—Hola... —Sonrió.

—Hola... —No pude evitar sonreír yo también.

—Te extrañé.

—Y yo a ti, Michael.

—¿Por qué te fuiste?

—¿Es que no te acuerdas de nada?

—No mucho. Sé que te fuiste de mi lado, y que te sigo amando con locura.

Al oír eso las lágrimas salieron casi automáticamente.

—Yo también te amo, Michael —Dije entre sollozos.

Él sonrió débilmente.

—Ven —Me llamó— Acércate.

Hice lo que me pidió. Me acerqué a él; me tomó por las mejillas y me acercó más a él. Me miró a los ojos:

—Vuelve —Los céntimos que separaban su boca de la mía se acabaron y se convirtió en un hermoso beso lleno de amor, tristeza y sentimientos encontrados.

Después de unos segundos nos separamos.

—No puedo volver, Michael, ahora no.

—¿Por qué no?

—Porque me dolió lo que me hiciste.

—¿Qué te hice?

—Ahora no lo recuerdas, pero dolió, dolió mucho.

—¿No me lo dirás? —Bajé la mirada sin decir ni media palabra— Entonces vete.

Lo miré sorprendida.

—Vete de aquí ahora mismo... ¡Vete!

Al escucharlo decir eso, los recuerdos llegaron de nuevo:

—Entonces elige —Se paró de la mesa —¿Tu arpa o yo?

—Michael... No me hagas esto...

—Vete...

—¿Qué?

—Eres como todas.

—Pero...

—Le diré a Lola que empaque tus cosas y te pida un taxi —Dijo frío.

—Pero Michael... —Ya las lágrimas no paraban— ¿Al menos me dejas decirte lo otro?

—Ya no tienes nada más que decirme, no quiero saber nada de ti —Se dirigió a la puerta.

—¡Pero, Michael!

Cerró la puerta de un portazo.

—Estoy embarazada.

Tenía la cabeza abajo, estaba triste, me sentía sola. La voz de Michael me sacó de mis pensamientos.

—¡Que te vayas, te digo!

En ese momento sonó una pequeña alarma y una enfermera entró en la habitación. La mujer se me quedó mirando. Bajé la cabeza así salí de la habitación.

Al salir de la habitación, un pasillo más adelante, vi a Frank, quien me preguntó si había arreglado todo con él. Lo único que hice fue mirarlo, mis ojos lo decían todo; reflejaban mi tristeza.

Tomé otro taxi de regreso a la casa de Kenzie.

Comenzó a llover, como si el cielo se comunicara con mi mente y mi corazón.

Bajé del auto y caminé por el parque. Me sentía triste y sola.

Miré a mi derecha y vi a el mismo padre con su hija; estaban corriendo, escapando de la lluvia y el barro que ésta generaba. Me recordó de nuevo a Michael y... a mi bebé.

Me toqué mi barriga inconscientemente.

—No te preocupes mi amor, estaremos bien sin papá, te lo prometo.

De pronto todo se volvió borroso, comencé a perder el sentido. Estaba mareada y desorientada. Ahora todo estaba negro y sentí un fuerte golpe en la cabeza.

Me desmayé.

¡Hola, gente bonita! ¿Cómo han estado? ¿Bien? Me alegro:).

#MikeNoRecuerdaNada
#ChloeEstáInconsciente
#PaolaEstáInspirada
#FelizNavidad
#XD
#MeCanséDeLosHashtags

¡Y TODO EL MUNDO CON LAS MANOS ARRIBA WUUUUU!

#PAOLAYACALMATE xD

Éste capítulo no está corregido, me dio flojera :p.

#PaolaDejaLaFlojeraYMueveElCulo
#PaolaUsaUnVocabularioMasAdecuadoPorFavor
#PaolaDejaLosHashtags

Dedicado a Abiitajackson

Espero que te haya gustado:). Dame tu opinión.

#OremosParaQueNoTeDeTaquicardia
#AbiitaNoTeMueras xD.

¿Quién quiere que le dedique el próximo capítulo?

#TeamSexyUnicorns
#LasAmo
#TengoUnaObsesionPorLosHashTags
#NoMasHashtags

Bye *3*