Luego de un largo juego de miradas, Michael decidió romper el silencio...

- Lo siento Chloe...

Al escuchar eso, me puse nostálgica y comencé a llorar.

- Lo siento, princesa, soy el tonto más tonto del mundo. No quiero que te vayas a SmithRecords, no es para ti, me gustaría que grabaras con algo más profesional, como mi discográfica.
- No, Michael, no estoy molesta por lo de la discográfica, estoy molesta porque desconfías de mí, no lo soporto ¿Sabes? No soporto la idea de vivir con alguien que no cree en mí - Me levanté de la cama - ¿Y sabes que es lo peor? - Sólo guardó silencio esperando a que hablara - Que te amo... Que estoy enamorada de ti... - Salí de la habitación.
- ¡Chloe!

|Narra Michael|

Está muy dolida conmigo, las dudas no me dejan en paz, la amo, más que a mi ser, pero no entiendo qué es lo que me pasa, ahora menos me quiere hablar.

Después que salió de la habitación, me quedé un momento sentado en la cama, estuve pensando en lo que acababa de ocurrir, recordaba cada una de las palabras que me dijo mi padre, recordaba cada una de las lágrimas que Chloe había derramado en estos días. Me sentí mal, pero ¿Qué me está pasando? Estoy desconfiando del amor de mi vida, no puedo creerlo.

|Narra Chloe|

Después de esa pequeña discusión con Mike, sólo quería estar sola, no quería hablar con nadie. Me fui a la primera habitación que encontré, y para mi mala suerte, era la sala de música.

Me senté en una silla, tomé el arpa y toqué la primera canción que me enseñó mi tía. Las lágrimas cayeron sobre el instrumento, no pude evitar sentirme terrible, me vine a Neverland para ser feliz, y es lo que menos he hecho.

Después de terminar la canción, sonó mi celular, intenté no sonar mal, respiré hondo y atendí.

*Llamada Telefónica*

- ¿Hola?
- Hola, Chloe... - La voz detrás del teléfono sonaba muy molesta.
- Ahh Josh, lo siento, ayer no pude ir a grabar. Te habría avisado, pero tuve muchos problemas personales. De verdad lo siento.
- No, yo lo siento... - Fue irónico - Ayer cancelé una reunión que tenía con uno de los artistas del estudio, llamé a la revista Pop$tar (No sé si existe xd), para que vinieran a presenciar la grabación, ibas a aparecer en ella. Quería que fueras famosa, pero nunca llegaste. Ahora yo quedo mal frente a ellos. Te estuvimos esperando por horas, pero me equivoqué contigo. ¿Sabes qué? Esto se acabó, no firmaremos ningún contrato. Hasta luego - Colgó sin que yo puediera decir nada.

Seguí llorando, ahora me sentía peor. A los pocos minutos, entró alguien.

- Vete - Estaba de espaldas a él, sentada en el piano con los ojos llenos de lágrimas.
- De acuerdo, me iré, pero tienes que comer algo, ayer no probaste bocado en todo el día, te puedes desnutrir - Entró Michael con una bandeja de comida - Son panqueques, hechos por mí, seguí tu receta - No pude evitar sonreír. Se sentó a mi lado - Lo siento, Chloe. No sé cómo demostrarte que estoy arrepentido y que quiero que me perdones. Ya no me importa lo de SmithRecords, sólo quiero que todo vuelva a ser como antes - Bajé la mirada - Te amo, Chloe...

Nos fuimos acercando lentamente, nuestros labios se fueron juntando hasta que ya no había espacio entre ellos, convirtiéndose en el beso perfecto. No pude evitar correspondérselo, ya extrañaba sus labios. Ese beso... Me hizo sentir mejor.

Bajé la mirada - Me despidieron de SmithRecords...
- ¿Que qué?
- Sí, por no llegar ayer, es una larga historia.
- ¿Pero no te dijo que podías ir cuando quisieras?
- Sí... Es un rollo, pero ya no importa...
- Claro que importa, ibas a cumplir tu sueño, y ya no es así... Y todo por mi culpa...
- Oh no... No, claro que no... No es tu culpa, yo fui la que se metió en un bar a beber hasta perder la razón, no tienes la culpa, Mike, es toda mía.
Se quedó callado por un momento - Oye, ¿No recuerdas lo que hiciste ayer en el bar?
Le di un mordisco a uno de los panqueques - ¿Que hice de striper? - Reí.
Rió - No... Te despediste de "Un gran amigo" muy cariñosamente...
- ¿Estás celoso?
- Oye, eres mía, tengo que estarlo...
Reí - Sí claro, Mike, soy toda tuya... - Lo besé.
- Entonces ¿estamos bien? - Preguntó un poco emocionado.
- ¿Confías en mí?
- Sí, Chloe.
- Entonces sí estamos bien - Sonreí - Y sobre lo del beso... Estaba ebria, quería ponerte celoso.
- Esa no era la manera...
- ¿Funcionó o no?
- Cómo sea...
Reí - Ah sí, "Como sea..."
- Déjame... ¿No ves que estoy mal? Mi novia me puso celoso...
- Eres un tonto, Jackson...
- Soy tu tonto...
- Sí, eres mío... - El espacio entre nuestras bocas se volvió a acabar.

Esa mañana, la pasamos juntos, estábamos contentos de poder estar bien al fin, no me gusta pelear con Michael, es horrible.

Íbamos caminando por los jardines de Neverland tomados de la mano.

- Amor, quería decirte que hoy vienen unos niños a Neverland, ya sabes, me gusta jugar con ellos y verlos sonreír - Dijo Mike mientras pasábamos al lado de la piscina.
- Aww, que lindo...
- Y me gustaría que jugaras con nosotros.
- ¡Claro! Sería un honor... - Reí.
- ¿Me concedería otro deseo?
- Depende...
- ¿Podría... ¡Nadar conmigo!? - Me cargó y nos lanzó a la piscina.
- ¡Michael! ¡¿Estás loco?!
- No, ya te lo he dicho, estoy enamorado...
- Podrías avisar al menos ¿No?
- Yo te avisé...
- Sí, me preguntaste, y ni siquiera dije que sí...
- Bueno, ya estamos aquí.
- Estás loco, Jackson...
- Te lo acabo de decir, estoy enamorado - Sonreí.

Nadé más cerca de él, lo abracé por el cuello y él me rodeo con sus brazos por la cintura, los escasos centímetros que quedaban entre nuestros labios se acabaron haciendo de este, un beso muy mojado y lleno de cloro de piscina (¿Se esperaban algo poético? Jejeje...).

De repente nos empezamos a hundir en el agua mientras nos besabamos hasta que el agua entró en nuestras bocas y nos separamos. Luego nos reímos sin parar y nadamos hasta la orilla.

- Nuevo tip, no besarse en la parte de la piscina en la que no llegues - Reí.
- Sí... - Rió - Oye, pero aquí sí llegamos... - Ya sabía lo que estaba buscando.
- ¿Quieres un beso?
- No... Quiero muchos - Sonrió.
Me acerqué a él - ¡Atrapame! - Salí corriendo en dirección a la casa.
- ¡Eso es trampa! - Corrió detrás de mí.
- ¡Es mi juego, son mis reglas!
- ¡Pues tu juego cansa! - Se detuvo, estaba sin aliento.
Me detuve y caminé hacia él - Te doy uno por lástima... - Me acerqué a él.
- Que sea muy largo - Me tomó de la cintura y me aferró a él. Nos besamos como si no hubiera un mañana, nos olvidamos del mundo, sólo existiamos nosotros y nuestro amor.
- Ya tienes tu beso, si quieres otro ¡Atrapame! - Volví a salir corriendo.
- No se vale, no estaba preparado... - Salió corriendo detrás de mí.

Entré a la casa, subí las escaleras y al entrar al cuarto, Michael me abrazó por detrás.
- ¡Te tengo! - Dijo orgulloso.
- Siempre me has tenido, Mike - Me giré hacia él.
- Y no quiero que eso cambie... - Sonrió. Me perdí en sus ojos - Oye, tú me debes algo... - Sonrió pícaramente mientras se acercaba más a mí.
- Sí, sobre eso... me voy a duchar, ya vuelvo - Me solté de sus brazos y me dirigí al baño.
Oh no, eso no - Me tomó del brazo y me aferró a él, tanto que pude sentir muchas cosas...
- Michael, vienen los niños, huelo a cloro, me tengo que duchar.
- Entonces me ducho contigo, al fin y al cabo, yo también huelo a cloro.
- Siempre te sales con la tuya...
- Sí... Creo que sí... - Me besó.

Nos fuimos a la ducha, y por primera vez después de la pelea, nos hicimos uno, nos entregamos el uno al otro debajo del agua.

- Te amo, Chloe... - Le entró agua en la boca, y el "Chloe" le sonó extraño. No pude evitar reírme - No te burles... - Se hizo el ofendido.
Volví a reír - Yo te amo más, Michael.
- Eso es lo que quería escuchar - Sonrió y me besó.
Me aparté del beso al escuchar un ruido - Ese... ¿Ese es mi celular?
- No lo sé - Comenzó a besar mi cuello.
- Iré a ver - Me iba a salir de la ducha.
- No... Quédate conmigo... - Me abrazó y besó mi cuello de nuevo.
- Tengo que ver, Mike, luego vuelvo y me haces lo que quieras ¿Sí? Será rápido.
- Lo que quiera... Esa es una oferta interesante... - Puso cara picarona y mordió su labio inferior.
Reí - Sí.

Finalmente, me puse la bata de baño y salí a buscar mi teléfono.

*Llamada Telefónica*

- ¡Mamá! Que gusto que llames.
Rió - Sí, hija, si yo no te llamo, no hablo contigo...
- Lo siento, es que he estado ocupada... - Miré a Michael que salía del baño con una toalla en su cintura y sonreí.
- Estás mirando a Michael, picarona...
Reí - ¿Cómo lo sabes?
- Porque te estoy viendo... BUAJAJAJA... (xd).
Reí - Sí claro...
- ¿Ah no? Sé que estás sentada en la cama... Y te acabas de bañar.
- Wow... ¿Dónde estás?
- En Chicago - Rió.

Tuvimos un rato hablando, me preguntó sobre mi vida aquí y yo sobre ella y mi hermano.

*Fin de la llamada*

- Listo, ¿Qué me quieres hacer? - Me levanté de la cama y me acerqué a él.
- Muy tarde, ya van a venir los niños - Mike se estaba peinando frente al espejo, ya estaba vestido y perfumado.
- Hueles bien... - Lo abracé.
- Gracias... - Me abrazó también, me acariciaba el pelo (Hablamos de que ella era más bajita que Mike, estaba abrazada a él con la cabeza en su pecho porque no llegaba más arriba) - Chloe...
- ¿Sí?
- Me estás mojando...
- Ah sí, lo siento - Reí.
Sonrió.

Me vestí cómoda para jugar con los niños en Neverland, no me maquillé porque sabía que me tenía que dar mínimo tres duchas en el día; en Neverland, así es la vida...

Bajamos a esperar al autobús que traería a los niños a Neverland, a los pocos minutos de estar esperando, llegaron.

Se nos abalanzaron encima para saludar, eran tan tiernos...

Mike les indicó que fueran a uno de los jardines para la guerra de globos de agua, todos se fueron corriendo, mientras él y yo nos quedamos atrás hablando.

- Son muy tiernos - Dije mirando cómo corrían.
- Sí, aquí vienen niños todo el tiempo. Me encanta estar con ellos y eso, pero me gustaría tener unos propios ¿Sabes?.
Me asusté un poco y tardé en responder - Michael, creo que es muy pronto para hablar de eso.
- Sí, lo sé, pero igual quiero tenerlos, y quiero que sea contigo.
- Eso será dentro de muchos años.
- Dentro de los años que sean, pero quiero ser padre, y quiero que tú me lo concedas.
- Sí, Mike... Si quieres hijos... ¡Atrapame! - Salí corriendo detrás de los niños.
- ¡Eso es trampa!
- ¡Para ti todo es trampa!
- ¡Te tengo! - Me tomó por la cintura y me cargó por detrás - Ahora me debes unos cuantos hijos.
Reí - Sí claro.
- Bueno, ahora ¡Que empiece la guerra de globos de agua!

Todos empezaron a tirar globos y yo no conseguía ninguno, tuve que salir corriendo para que no me mojaran más de lo que estaba. Por fin me escondí detrás de un árbol y recordé lo que me había dicho Mike sobre tener hijos, sería muy bonito, pero aún no, estoy tomando anticonceptivos por eso, aún somos jóvenes, podemos disfrutar de nuestra juventud juntos y sin problemas.

- ¡Aquí estás! - Llegó Mike de repente.
- Ay... ¡Me asustaste!
Rió - Ya te lo compenso - Me dio un tierno beso.
- Ey... Paren... Hay niños en frente... - Dijo Frank que se pasaba por ahí.
Reímos - Perdona... - Reímos de nuevo al notar que habíamos hablado al unísono.

De repente todos los niños corrieron a abrazarnos.

- ¿Lo ves? Esto me encanta - Dijo Michael.
- Sí, Mike, tendremos una guardería... - Dije irónica.
- ¿Por qué no mejor una escuela?
- Sí, Michael, soy una máquina de parir bebés - Seguí con mi ironía.
Rió - Eso me encantaría... - Sonrió.
- Claro...

Ese día fue muy divertido, hubo guerra de pasteles, fuimos al cine privado, comimos caramelos, fue increíble, es decir, estar en un paraíso como Neverland, yo todavía no me creo que esté aquí y el hecho de que Michael les cumpla un sueño a esos pequeños, es simplemente hermoso.

Casi llegaba la noche, y los niños debían irse a sus casas. Ayudé a Frank y a Bobby a meter a los niños en el autobús. Cuando ya estaban a punto de irse, vi a Michael sentado en uno de los sitios del autobús.

- ¿Te vas a quedar ahí? - Tuve que alzar un poco la voz para que me escuchara.
- Sí, si no me vienes a buscar, sí.
- Bien, adiós... - Me di media vuelta y me fui en dirección a la casa.

Cuando estaba llegando a la puerta, sentí unos brazos abrazarme por detrás.

- Sabía que no te irías... Sobre todo si hacía eso.
Rió - Claro...

Subimos a la habitación. Ya me había bañado hace un rato, justo después de la guerra de pasteles, no me encantaba estar toda cubierta de pastel, no era lo más cómodo del mundo.

Por su parte, Muchael no se había duchado aún, él prefirió quedarse con los niños.

Cuando entramos a la habitación, me tiré en la cama, estaba muy cansada.

- ¿Ya vas a dormir? - Preguntó mientras se quitaba la ropa para irse a bañar.
- Si no te das prisa, me conseguirás dormida.
- Ni te has cambiado...
- ¿Y eso qué? No iré presa por no dormir con la pijama puesta.
Rió - Claro... - Se quitó toda la ropa quedándose en calzoncillos.

Caminó hacia el baño dándome la espalda, y casi en la puerta se quitó los calzones dejándome ver su tan sexy trasero (Al escribir eso pensé en una querida amiga que tiene una mente muy pervertida, si no eres ella, ignora esto xdd. Bueno, ya me callo).
Reí - Volteate.
- Si quieres ver lo que hay delante, ven a la ducha...
- Ay no, que flojera, ya lo he visto muchas veces.
Rió - Esto habría funcionado si no lo habríamos hecho tantas veces.
Reí - Eres un pervertido... Ya, ve a bañarte.
- Lo que usted diga... - Dejó de darme la espalda he hizo una reverencia... Desnudo...
Reí - Lo vi, y no estoy en la ducha...
- Lo ibas a ver de todas maneras... - Sonrió pícaramente.
- YAAA, ve a bañarte... - Reí.
- Sí, mamá - Se dirigió al baño como perrito regañando.
- Que te vaya bien, Mister Pervert.
Sólo volteó, me miró y sonrió de medio lado con la boca cerrada. Entró al baño y salió para tararme un beso.
- Tú como que no te quieres bañar...
- Bueno... Sería más divertido si no estuviera solo...
- Llama a tu madre, ella te puede dar una ducha como cuando eras un bebé - Reí.
- Oye, que mala...
- Un poco...

Por fin, Michael se metió a bañar, y en efecto, cuando salió ya yo estaba dormida.

Pasó una semana, era trece de febrero...
____________________________________

¿Quién se acuerda de lo que pasó el 13 de febrero? (A parte de tu cumpleaños, Aitana xd).

Me gustaría saber su opinión.

(:Voten y comentan:) Me hace feliz xd.

Gracias por leer
~Pao Jackson