Sus ojos se abrieron con lentitud dando paso a una tenue claridad, los rayos del sol se veían bloqueados por las gruesas cortinas que caían frente a la ventana.

¿Qué hacía ahí? Fue lo primero que pensó.

No recordaba haber ido a la enfermería, solo practicar y practicar.

Aunque no quería, debía prepararse para un nuevo día de entrenamiento así que, trató de incorporarse en la camilla fallando en el intento.

Una leve punzada de dolor se instaló en la parte trasera de su cabeza.

La puerta de la enfermería fue abierta dando paso a una mujer de mediana edad con una carpeta entre sus brazos.

- Veo que ya despertaste – habló cuando notó su mirada fija en ella.

- Lo hice hace unos minutos, pero no puedo entender como llegué a este lugar – confesó mientras trataba de incorporarse nuevamente, esta vez con más cuidado.

- En la madrugada salí un momento y cuando volví estabas aquí, pregunté por los al rededores y me comentaron que un chico te trajo inconsciente de la sala de prácticas – dijo mientras acomodaba sus cosas sobre su escritorio.

- Eso lo explica – murmuró a un volumen audible solo para él, vio su celular a su costado, así que lo tomó – muchas gracias por dejarme estar aquí, pero ya debo irme – dijo después de hacer una corta reverencia y dirigirse a la puerta.

- Chico – llamó su atención la enfermera – no te exijas más de lo que tu cuerpo puede dar, eres un humano, no una máquina y debes tomarte tu tiempo para descansar como es debido, además, tu rendimiento decaerá si estas completamente agotado – aconsejó.

- Muchas gracias – fue lo último que dijo antes de abandonar la habitación.

Soltando un suspiro apresuró su paso hacia el baño, debía lavar su rostro e ir a sus lecciones del día.

El agua fría fue capaz de hacerlo despertar en su totalidad, su mente estaba nublada con muchas cosas, pero la principal entre todas era ¿Quién lo habría llevado hasta la enfermería?

Sacó su celular de su bolsillo rogando internamente que tuviera un poco de batería aun, al presionar el botón para encenderlo la pantalla se iluminó levemente dejando ver la hora.

Iba tarde.

Iba tarde.

Dios ¿Por qué siempre tenía que ir tarde?

Lecciones de canto, es día eran lecciones de canto.

En parte, estaba un poco agradecido de que fuera eso y no la práctica de baile. Amaba bailar, era la pasión de su vida, pero era capaz de sentir cada musculo de su cuerpo entumecido, bailar en ese momento no sería muy agradable.

A penas entró a la sala de canto todas las miradas se posaron en él de forma curiosa, excepto la de la maestra, ella estaba más que molesta, había llegado quince minutos tarde.

- ¿Cuál es su nombre? – preguntó la mujer.

- Choi Yeonjun – contestó en voz baja.

- Muy bien Choi Yeonjun, esta empresa tiene estrictas políticas en cuanto a la responsabilidad y la puntualidad ¿sabes qué hora es? – con cada palabra la tensión en el ambiente aumentaba, los nervios lo inundaban poco a poco a cada segundo.

- Emm... - el menor hizo el amague de sacar su celular para poder ver la hora y contestar la pregunta, más el aparato fue arrebatado de sus manos antes de que pudiera hacerlo.

- Es tarde, solo eso necesita saber, esto va a contar como una infracción señor Choi, considerando el poco tiempo que lleva trabajando con nosotros no creo que le sea conveniente tener alguna otra en algún tiempo cercano, se requieren tres para que este fuera – caminó hacia el pequeño escritorio sobre el cual tenía el registro de sus aprendices yendo directo hacia la hoja de Yeonjun.

- Pero, estuve en la enfermería, es por eso que llegué tarde – trató de explicar, pero fue detenido por la mujer.

- Ahórrese sus excusas, dígame algo ¿usted planea debutar algún día? – preguntó, mas no esperó su respuesta – un retraso no es algo que se pueda excusar fácilmente, si llegara a debutar no podría llegar quince minutos tarde a una presentación, serían sacados del programa inmediatamente, no podría llegar quince minutos tarde a una grabación, se retrasaría toda la producción restante, un retraso parece simple, pero es una falta muy grave, ahora es un aprendiz, probablemente piense que ahora un pequeño retraso no signifique nada, pero lo hace, el tiempo que usted pierde tiene una repercusión en el tiempo de sus compañeros, su llegada tardía interrumpió mi clase, ya no es solo tiempo que usted perdió, sino tiempo que le está haciendo perder a todos ellos, en vez de tratar de dar excusas debería disculparse con los demás – cortó la conversación empezando a escribir en una hoja para dejar registro de lo que había ocurrido.

- Lo siento – dijo haciendo una reverencia pronunciada de noventa grados hacia el resto de los aprendices, su rostro se sentía caliente, estaba avergonzado.

Pasados unos segundos se retomó la lección de canto, dejando en pequeño incidente olvidado por el momento, aun así, Yeonjun no pudo evitar sentirse incomodo el resto del tiempo, esperando con ansias poder salir de ahí.

- Fui reñido por la maestra de canto hoy – comentó cuando un pequeño silencio se hizo presente.

- ¿Qué fue lo que hiciste ahora? – Taehyun dejó escapar un jadeo bajo cuando Yeonjun golpeo su cabeza.

- ¿Por qué siempre todo es mi culpa? Realmente tenía una buena razón para llegar tarde – dijo mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.

- Llegar a tiempo es importante, es la primera muestra de tu responsabilidad, piensa en esto, si un doctor llegara tarde su paciente moriría antes de que pudiera verlo – Taehyun trató de explicar.

- Pero yo no soy un doctor – reclamó Yeonjun.

- Es lo mismo – restó importancia.

- No pude llegar a tiempo porque estaba en la enfermería, ni siquiera sé cómo llegué allí, bueno, me dijeron que alguien me llevó medio inconsciente, pero no tengo ni la más remota idea de quien pudo haber sido – dijo haciendo un puchero con sus labios inconscientemente.

- ¿te desmayaste? – preguntó el menor.

- No idiota, solo me quedé dormido sin querer mientras bailaba ¡Por supuesto que me desmayé! Y ahora me duele la cabeza – dijo sobando con suavidad la zona de dolor.

- Sí, sí, que mal – Yeonjun se giró hacia su amigo, viendo que nuevamente estaba prestando atención a su celular, ignorándolo a él por completo.

Decidido a hacer lo mismo encendió su móvil, una mueca apareció en su rostro al ver que solo tenía un tres por ciento de batería, bueno, lo ocuparía con sabiduría.

Entró a sus redes sociales esperando ver actualizaciones de su chico favorito y encontró justo lo que buscaba.

Una bonita foto de Soobin, quien hacía una "V" con sus dedos mientras sonreía a la cámara, bajo la imagen decía "Espero que estén igual de emocionados que yo, ya solo faltan cinco días para el lanzamiento oficial de un álbum que llevamos bastante tiempo preparando, lo hicimos con gran dedicación para que todos pudieran disfrutarlo, espero que les guste y le den mucho amor".

Todos los circuitos de su cerebro hicieron corte al leerlo... el lanzamiento era dentro de los próximos días, estaba tan perdido en su nueva agenda que lo había olvidado por completo, ahora tenía un nuevo problema.

- El álbum sale en cinco días y no tengo dinero para comprarlo -