Capítulo 3: Los hermanos Miller
////Como siempre vengo a recordarles que si les gusta el capítulo me lo hagan saber a través de su voto y que no está de más dejar su comentario, me gustaría mucho saber que opinan en cada momento o que les va pareciendo todo.
Que disfruten el capítulo 3////
Los hermanos Miller
- Debes de tener un fuerte dolor de cabeza ahora mismo - se quita la toalla de la cabeza y viene hacia mí con un vaso de agua y una pastilla que toma de una mesita - Ten, esto no te hará que se te quite, pero te sentirás mejor - me ofrece con una sonrisa. Hace que se le formen esos hoyuelos tan lindos en sus mejillas.
Se ve tan linda con el cabello mojado y... ¡Mierda! Solo una toalla envuelve su cuerpo desnudo. Esto me recuerda a uno de los sueños que tuve hace tiempo...
No, no, no puedo pensar en eso ahora. Joder, que la tengo delante y no sé qué carajos hacer o qué decir. Aparte, el dolor de cabeza no me deja actuar con claridad.
- Gracias - digo un poco bajito, la voz no me sale.
Me siento nerviosa, siento que mis mejillas arden solo de tenerla delante así y mirándome con esos ojos tan lindos que tiene, muero de vergüenza, no sé cómo he llegado a estar en la misma habitación que la chica de mis sueños, pero me encanta. Miro hacia arriba y conecto mi mirada con la suya en lo que me tomo la pastilla, pero no pudo sostener su mirada. No se para qué negarlo. Muero por ella. Y no sé si es que me enamoré en sueños ¿Es eso posible? O tal vez me enamoré a primera vista, cuando me la topé la otra noche.
Me siento como si estuviera loca ¡Que alguien me ayude!
- No me agradezcas - se ve tan linda, así natural, tiene la piel tan cuidada. Es perfecta - Futura cuñada - esa voz angelical me hace sentir en el cielo y... Espera ¡¿Qué?!
- ¿Cómo? - casi me ahogo con el agua, ella ríe un poco - ¿Cuñada?
- Si mm... Mi hermano, Hayden y tú... ¿No?
- ¡No! - le grité y cuando me di cuenta de eso garraspé la garganta - Digo, no... No sabía que fueras su hermana, pero no. Yo y él nada.
Si había una mínima posibilidad de que se diera algo entre Hayden y yo, murió en el momento en que me volví a topar con la chica de mis sueños, y también en este preciso instante que me enteré de que son hermanos. Bajo ningún concepto quiero tener o me imaginé teniendo a Hailey de cuñada, no, no. ¡Qué bueno que no me besé con su hermano! ¡Gracias Dios!...
Al menos eso espero, ya que no me acuerdo de nada. ¿No me besé con él no?
¡Quiero morir, todo me sale mal!
- Yo que tú no estaría tan segura, mi hermano es muy guapo y en ocasiones puede ser demasiado convincente - dice mientras abre una puerta y revela un armario que es más grande que mi baño. Pone un atuendo sobre la cama - y si intentas hacerte la difícil más le interesarás - me empecé a reír y ella me miró extrañada, pero luego sonrió - no le digas que te dije ¿Si?
- Descuida, no le diré - no puedo creer que esté hablando con ella, aunque esta no es la conversación que pensaba tener, pero algo es algo ¿no?.
Aunque... Mierda, estoy en este atuendo sexy, qué vergüenza. Me tapo con la sábana que es lo primero que encuentro - ¿Dónde está mi ropa?
- Sí, sobre eso, no sé si te acuerdas, pero manchaste el vestido y entre tu amiga... ¿Danay?.
- Daniela - le aclaro y ella continúa desde el baño en lo que yo me siento en la cama. Está vistiéndose.
- Daniela, me ayudó a quitarte el vestido y ponerte lo primero que encontramos. No dejabas de moverte y eso era más fácil de colocar que un piyama - sale ya perfectamente cambiada
¡Dios! ¿Por qué la hiciste tan linda? Ella es pecado puro. Trae un pantalón rosa pastel, una blusa blanca y unos tacones un poco altos. Esa ropa que trae hace que se le vea muy buen cuerpo, todo le queda bien, la vez pasada llevaba un vestido, ella es demasiado.
- Lo siento - no lo sientas preciosas, al menos ahora sé que me viste en ropa interior, espero que te gustara aunque sea un poquito y me facilites el trabajo de conquistarte. Aunque he de admitir que me muero de la vergüenza, no por mi cuerpo, sino porque... ¡Joder que es ella! No es cualquier persona.
- No, al contrario, gracias, pero... ¿Por qué me quedé a dormir aquí?
- ¿Aquí en mi habitación o en el hotel?
- Los dos
- Es fácil de explicar la verdad - se sienta y comienza a secarse el cabello en lo que lo plancha y le queda perfecto, con esas hondas que le caen en los hombros. Yo solo la admiro y cuando termina viene y se sienta a mi lado en la cama - lo que pasó fue que tus amigos estaban iguales que tú y también los míos, solo Daniela estaba... Digamos que mejor que el resto, así que los invité a quedarse para que no fueran a su hotel, así... Y sobre lo de mi habitación, pues también es fácil de explicar, la suite solo tiene cuatro habitaciones y somos doce contando mis tres amigas que también se quedaron y como ya estabas aquí... Salimos hasta mejor, ya que solo somos dos en la cama y es bastante grande, pero ellos... - empieza a reír - debieron de dormir mal.
Vida, eres hermosa, pero cruel, ¿por qué? Me la pones delante, haces que duerma a su lado por primera vez y no lo recuerde.
¡No es justo! Quiero recordarlo, uno de mis sueños se hace realidad y no lo recuerdo ¡Quiero llorar!
- Disculpa por causarte tantas molestias, ni siquiera nos conocemos bien y ya has tenido que aguantarme una borrachera - qué pena con ella. Aunque espero que entre líneas entienda que la quiero conocer mejor.
- No, no te preocupes. A demás te lo agradezco, no tenía ninguna intención de dormir con Lucas - ¿Lucas? Ah, el de la voz grabe, si, el peli castaño de ojos cafés.
Espera, dijo ¿Dormir? Que alguien me diga que no es su novio pliss.
- ¿Tu novio? - lo siento, pero me ganó la curiosidad.
- Después de ayer, espero que ex - dicho esto su expresión de felicidad cambia a angustia.
Creo que no debí preguntar, será mejor que cambie el tema. Pero admito que su respuesta me alegró ¡Está soltera!
- Entonces ¿Tendré que ir con esto puesto por toda la calle hasta mi hotel? - ¡Si! La hice reír.
- No, mandé a traer sus maletas, están en la sala - ¿Cómo? - no te traje nada por qué no sé cuál es la tuya - me he quedado boquiabierta - Antes de que preguntes, tu amiga me dijo el hotel en el que estaban y fue fácil averiguar las habitaciones. También sé qué ya se van hoy, así que me tomé el atrevimiento de traer sus cosas, así se cambian y todo aquí... Espero no haya hecho mal - me mira un poco apenada y yo en un acto de valentía coloco mi mano sobre la suya en la cama.
- Gracias, de verdad, por todo. Eres como un ángel ¿Sabías? - qué linda es cuando ríe.
- ¿Yo? - se señala a sí misma con el dedo índice de su mano libre - ¿Ángel? - ríe con más ganas - ja, ja, ja, ja, se nota que no me conoces, si me conocieras dirías todo lo contrario - créeme preciosa que si eres como en mis sueños... Me hago una idea de como eres.
- Pues empecemos conociéndonos - levanto en su dirección mi mano derecha, ya que la otra está ocupada sobre su mano, la cual ella no ha retirado, supongo que no se ha dado cuenta - Andrea Ibarra, encantada - ella me sonríe y toma mi mano con su izquierda. Estrechándola en saludo.
- Hailey Miller, un gusto - suelta mi mano y mira hacia la otra que sostengo, creo que debería de quitarla, pero no quiero - Ven, busca algo con lo que cambiarte - me jala tomando mi mano, creo que no le ha molestado este contacto que hemos tenido ¿Eso es bueno no? - no es que te veas mal con lo que traes, todo lo contrario, por eso creo que no deberías de andar así por aquí, matarás a unos cuantos si te ven - dice esto riendo y tapándose la boca con su mano libre. Pienso que acaba de decirme que me veo linda ¿No?
Me lleva a la sala y encuentro mi maleta, la llevo a la su habitación y saco lo que me pondré, me indica todo y me deja sola en el baño. En lo que me alisto intento recordar que fue lo que pasó anoche. Pero los únicos recuerdos que vienen a mi mente son de antes de ir al balcón y una vez allí no recuerdo más, solo haber estado con Hayden y que casi nos besamos.
Unos minutos más tarde salgo ya cambiada y me siento en un mueble a ponerme mis botas negras de tacón. Me puse unos jeans rasgados negros y una blusa blanca larga un poco ancha.
Hailey entra a la habitación con una bandeja de comida y la pone sobre la cama que... Ya está ordenada. Me mira de abajo hacia arriba cuando me levanto a cepillarme el pelo.
- En lo que te bañabas y eso mandé a traer tu desayuno, espero que te guste - que alguien le diga que la idea es que yo la conquiste a ella, no al revés. Ya ella me tiene a sus pies.
- Gracias, se ve delicioso - me acerco a la bandeja y realmente se ve delicioso. Me hago una coleta y me percato de la mirada de Hailey sobre mí.
- ¿Puedo darte mi opinión? - me dice acercándose a mí, yo asentí - Te ves muy bonita así, pero te ves mejor sin esto.
Toma con cuidado mi liga para el pelo y la quita, me acomoda el pelo sobre mis hombros y termina acariciando las puntas... ¡Moriré! Esto es mucho para mí. Ella está tan cerca que puedo sentir su dulce aroma. Y aparte me está llenando de cumplidos.
- Tienes el pelo hermoso, lúcelo. Aunque si te sientes más cómoda teniéndolo recogido toma - pone mi liga en la palma de mi mano derecha, estoy embobada, de seguro tengo una carta de estúpida monumental, solo sigo sus movimientos - siento haberme tomado tanta confianza y quitarla. A penas te conozco y ya te trato como si lo hiciera de toda una vida - baja la cabeza un poco, creo que está apenada.
- Tranquila, no pasa nada - en otro acto de valentía me atrevo a tocarla, la tomo de la barbilla y hago que me mire - gracias, lo dejaré suelto si así me veo menor, ¿no? - ella asiente - y sobre lo otro... Te confieso que tú me das confianza, como si te conociera de siempre.
Si, de mis sueños eróticos y algunos otros más tranquilos.
Sale de la habitación en lo que yo desayuno y termino de alistarme. Me reuní con ella en la sala luego de unos minutos que me parecieron eternos sin poder verla. Cuando llegue había otras dos chicas con ellas, las cuales me presentó como Valeria, una chica rubia alta, y Jimena, una morenita de mi estatura, ambas parecen ir muy seguido al gym. Me saludaron con educación, pero me dio la ligera impresión de que no les caí bien del todo.
- ¿Dónde están mis amigos? - decidí romper el silencio incómodo que hay en esta sala, todas con sus teléfonos.
- Deben estar igual de muertos que mi Rey.
Miré en dirección a esa voz y al voltear veo a una chica que parece modelo, meneando la cintura como si no hubiese un mañana hasta sentarse justo delante de mí. Me miró con una mirada que sentí que quemó mi alma, ni siquiera sé quién es y ya me odia, perfecto.
- No le digas así que sabes que no le gusta - la regaña Hailey.
- No va a dejar de ser mi Rey solo por qué ya no estemos juntos - le responde la modelito y yo aquí captando información ¿Quién será "su Rey"?
- Exactamente, ya no están juntos... Y por sierto, mira te presento, ella es Andr... - no pudo terminar de decir mi nombre porque está chica la interrumpió poniendo una mano delante y hablando con rapidez.
- No me interesa conocer al nuevo ligue de tu hermano, total se cansará de ella rápido y volverá a mi en un abrir y serrar de ojos - me mira de abajo hacia arriba - ella no es nada - se levanta y yo hago lo mismo pero fulminandola con la mirada.
Esta chica va a saber quién soy si sigue provocándome. Pero bien por ella, que intente todo lo que quiera hacerme sentir menos, no lo va a conseguir.
- ¡Hey! - Hailey la jala del brazo - ¿Que te pasa por qué le hablas así? ella no te ha hecho nada.
En eso tiene razón, ni siquiera le he hablado y ya me anda atacando con su mirada, a demás de sus lindas palabras hacia mí.
- Ella no tiene nada que hacer aquí, que se valla - me mira con ganas de matarme. Pero bien que no se atreve a dar un paso más. Vamos linda y averigüemos quién mata a quién.
- Ella es mi invitada y yo decido quién se va y quién se queda y ahora mismo tu estás más fuera de lugar que ella.
- ¿Me estás echando Hailey Miller? - se hacerca a ella y Hailey se cruza de brazos y levanta una ceja.
- Lo mejor es que te vallas Ela, estás muy alterada y no quiero más problemas - Ella hace por hablar pero la chica de mis sueños es más rápida y le gana la palabra - Sabes donde está la salida a si que hasme el favor.
Me ha defendido, es tan linda. No hacía falta, pero me ha alegrado ese gesto. Me defendió a mí y no a su rara amiga, si es que es su amiga.
La chica problemas se da la vuelta y se va, pero antes de serrar la puerta grita un "Hija de puta, te mereces lo que te pasó". El ambiente se tensó un poco, y Hailey bajó la mirada en lo que sus dos amigas le decían algo que no escuché, creo que le daban ánimos. No sé qué me llevó a agarrar valor pero cuando menos lo pensé estaba delante de ella agarrando su mano.
- Ven conmigo - le dije con una sonrisa y la ayudé a levantarse.
- Les marco luego chicas. Gracias por apoyarme - les da un abrazo de despedida y salimos de la suite.
Llegamos a recepción, recojo la llave de mi moto y vamos a el estacionamiento y ahí está mi linda bebé, esperando por mí. Me subo a ella y me coloco uno de los cascos y el otro se lo estiendo a Hailey.
- No esperas que me suba ahí ¿No? - le sonrió y luego asentí - No, eso no va a pasar, ni loca me subo a una de esas. Se qué la mandé a traer pero no pensé nunca en montarme ahí. No, no.
- Sé que no me conoces y que a lo mejor tengo pinta de malota, pero no es así. Si me das un voto de confianza, verás que no te defraudaré... Sube - que confíe en mi por favor. La tomé de la mano y la ayude a subir. ¡Si! Celebro mentalmente - Agarrate fuerte hasta que tengas más confianza y le pierdas el miedo - puse sus manos en mi cintura luego de que se colocara el casco.
Bien, admito que esta es la escusa perfecta para que me toque, moría por sentir sus manos en mi, aunque sea por encima de mi chaqueta, pero me está tocando y eso es algo. Debo concentrarme, no quiero manejar toda embobada. Arranque la moto y sentí que se apretó fuete a mí.
No se qué estoy haciendo, no se a donde la llevaré, pero quiero tenerla serca y verla sonreír, no que esté con la mirada apagada como hace unos minutos atrás.
En otras circunstancias, si no hubiera soñado con ella, sería esa típica chica inalcanzable para mí. No estoy a su nivel de vida, ni formamos parte de la misma clase social. Pero es la chica de mis sueños y haré todo lo posible para conquistarla. Siento que nací para ella y ella para mí, está conexión que siento nunca antes la había sentido. Ahora mismo no me importa de qué familia venga, solo me interesa ella, y quiero que sea mía.
***
Paseamos a lo largo de la playa, está ciudad es muy bonita, poco a poco sentí como aflojaba su agarre he iba agarrando confianza. Fuimos a un mirador, se podía ver toda la ciudad y el mar a el fondo dando una vista espectacular. Estábamos apoyadas en la baranda cuando recibí un mensaje de Dani.
Mi loquita: ¿Donde estás? Ya nos tenemos que ir.
- Mis amigos me dicen que ya tenemos que regresar a Madrid - le digo a la chica a mi lado, ella me voltea a ver con una mirada tristona.
- ¿No te puedes quedar? O no sé, irte un poco más tarde.
- No, lo siento - de verdad que lo siento, muero por estar a tu lado, lo juro.
- Por favor - junta sus manos en forma de reso y me hace un puchero que ¡Dios! ¿Porqué es tan tierna? ¿Quién podría negarle algo a esa cara angelical? - Si te quedas te juro que te lo compensaré - no digas eso que soy muy mal pensada, sonrío inconscientemente - Yo también me voy en una semana... - mira a el suelo y luego al cielo y da un suspiro - no sé si volveré - Auch, me a dolido eso, mi sonrisa se borró. Se va. Ella se va.
- ¿Donde te vas? Digo, sí se puede saber.
- Me voy a una universidad en Estados Unidos. Donde mi padre me pueda tener más controlada - miro al suelo, esto me ha dejado muy triste.
La acabo de encontrar y solo tengo una semana para estar a su lado. ¿Que habrían si su tiempo con una persona es limitado?
Yo definitivamente no perderé ni un segundo lejos de ella, si me lo permite no me separé de su lado hasta verla partir en el aeropuerto.
- Se que apenas te conozco, un día para ser exactos, pero no sé por qué no quiero estar lejos de ti. Quédate conmigo - me dice tomándome de las mejillas haciendo que la mire a los ojos - Quédate está semana, esta es la última semana que seré yo. Antes de ser la viva imagen de mi aburrido padre - me abraza y yo siento que mis piernas flaquean, acomoda su cabeza entre mi cuello y mi hombro y me susurra - ¿Te quedarás?
- Me quedaré - le susurro de vuelta.
Ni siquiera pensé en mi respuesta, solo lo dije porque es lo que quiero, a demás quién se atrevería a negarle algo cuando te lo pide así, yo no. La tomo de la cintura, pegándola completamente a mi cuerpo. Sentir este contacto con ella es incluso mejor de lo que me hubiese imaginado o soñado.
- Pero antes tengo que hacer algo - no me quiero separar de este hermoso abrazo. Nuestro primer abrazo.
Yo: Me quedaré una semana más aquí en Marbella. Váyanse sin mí, más tarde les explico que pasó. Los quiero.
Mando el mensaje al grupo y enseguida me llueven los mensajes.
Mi loquita: ¿Como? Pero ¿Por qué?
La tóxica 2.0: Tía no me jodas ¿En serio?
Roi: ¿Donde te quedarás y con quién?
Mat: Bueno amiga solo me queda decir que... ¡Disfruta tía!
Yo: Más tarde los llamo y hablamos.
Le escribo a mi padre de que más tarde lo llamaré, pero que hoy no voy a volver. Él me responde tan cariñoso como siempre que no pasa nada, que estoy en mi derecho de disfrutar mis vacaciones.
Guardé el teléfono en el bolsillo del pantalón y miré a Hailey que se encontraba mirando al horizonte. No dejo de pensar que ahora mismo estoy soñando, no me creo que ella sea real. Me acerqué y puse mi mano derecha sobre su hombro izquierdo.
¡No! ¡Mierda! Esto no me lo esperaba, me volteó a ver y sus ojos, sus hermanos ojos están llenos de lágrimas. ¡Joder!
Sin pensármelo mucho la atraje a mi y la abracé. No quiero que esté mal. Juro que mataré a la persona que se atrevió a causar sus lágrimas. Ella rodea mi cuello con sus manos y se acomoda en mí, yo la tengo tomada de la cintura. Acaricio su espalda con una de mis manos. Aunque no me conozca quiero transmitirle mi cariño.
Unos pocos minutos después parece más calmada, se aparta de mi pero seguimos algo cercanas. Me atrevo a secar el rastro de lágrimas de su rostro con mis pulgares, su piel es muy suave, pero me destroza verla así.
- Lo siento - me da la espalda - no soy de andar llorando por ahí. Pero es que todos mis problemas se pusieron de acuerdo para juntarse estos días. Y hoy... Ya no pude más - su voz está apagada.
- Llorar no nos hace débiles, en ocasiones necesitamos sacar lo que nos hace mal para poder seguir adelante. Enfrentar los males que se nos presentan en nuestro camino. Tomando más fuerza para lograrlo. Y cuando miremos atrás, con la frente en alto, diremos "ya lo superé".
No quería oírme tan filosófica, soy patética y pésima para subir ánimos. Lo siento Hailey...
Pero... Ella ríe y se voltea a verme con una pequeña sonrisa, sus ojos siguen tristes pero al menos la he hecho reír con mi idiotez.
- Te salió muy bonito el monólogo - ríe un poco más y se le forman esos hoyuelos preciosos en sus mejillas, yo sonrío por qué me alegra verla así. Así quiero que estés siempre Hailey - ¿Lo leíste en algún libro o siempre dices cosas así?
- En ocaciones se me salen estás cosas. Perdón.
- No - ríe otra vez - Estuvo muy bonito lo que dijiste. Me encantó - sigue rindo y yo también lo hago.
- Te ves muy linda cuando ríes - ella deja de reír y me mira ¿Sonrojada? ¿Porqué?
- Gracias, por hacerme sentir mejor. Pocos logran eso en mí - me sonríe y... Me acaricia una de mis mejillas con el reverso de sus dedos. Una sonrisa de oreja a oreja se forma en mi cara, pero es que no pude enviarlo - Tú sí que te ves linda cuando sonríes.
Espera... Lo que pensé antes... ¿Lo dije en vos alta? Que pena, pero a ella le gustó ¿no?.
***
Regresamos al hotel luego de cenar algo, ya está anocheciendo. Ella está más animada y yo... Bueno, yo estoy más que feliz de estar serca de Hailey, hasta su nombre es lindo.
- ¡Hasta que al fin llegas! - se acerca a Hailey como un león a punto de acabar con su presa - ¿Como se te ocurre desaparecer así? ¿Estas loca? ¡Papá está muy enojado! ¡Y la tomó conmigo! ¡Por tu jodida culpa! ¡Me culpa a mí de tú rebeldía! - habla muy a prisa, casi no se me entiende.
Nada más cruzar la puerta de la suite Hayden nos recibe a gritos. Y ahí se perdió el chico calmado y sonriente, para dar paso a tremendo ogro. La chica de mis sueños baja la cabeza y su hermano solo le grita más, pero la expresión de ella no es de arrepentimiento ni mucho menos culpa, es de rabia. Acto seguido la veo apretar los piños y comienza a gritar también.
- ¡Callate! ¡Cállate, ya no te soporto! ¡Por si no estás enterado, tengo un acuerdo con él, yo me iré en una semana con la condición de dejarme disfrutar está semana como se me pegue la gana! ¡Sin escoltas, sin cámaras y sin sus estúpidas llamadas de atención! ¡¿Entendiste?! - le pasa por al lado empujándolo un poco - ¡Ya te puedes ir! - entra a su habitación y antes de cerrar de un portazo - ¡A la mierda!
Me he quedado sola en la sala con el ogro extraterrestre que juraría que hecha humo de lo enfadado que se ve. Yo muy lentamente me muevo para irme hasta que las aguas se calmen, pero a él mínimo movimiento él centra su atención en mí.
- Tú de aquí no te mueves. Tú y yo tenemos que hablar - me ordena con voz severa ¿Quién se piensa que es para hablarme así?
Creo que no debí quedarme, definitivamente no llegué en el momento indicado a la vida de Hailey. O ¿Tal vez sí? Y ahora es cuando más me necesita. No lo sé, no sé nada, pero de lo único que estoy segura es de que este chico que antes era como un príncipe de cuentos me está mirando con rabia.
- Perdona, no debí hablarte así, - aclara su garganta y mágicamente vuelve a ser el mismo de siempre - es que mi hermana me altera. Ven vamos a sentarnos - ¿Acaso es bipolar o algo?
- ¿De que quieres hablar? - le digo una vez estamos sentados en la sala - Si es sobre tu hermana...
- No, no es de ella - me interrumpió - Quiero hablar de nosotros - ¿Nosotros? No hay un "nosotros" guapo, lo siento - Ayer estábamos muy bien antes de que llegara mi hermana a joder - lo has dicho tú mismo, antes de que llegara tu hermana - Me enteré por tus amigos que te quedas más tiempo acá en Marbella, y quiero invitarte a salir, solo tú y yo, está noche.
Le iba a responder pero pone uno de sus dedos sobre mis labios y niegan con la cabeza, retira su dedo despacio acariciando mis labios y haciendo que mi labio inferior se separe un poco del superior. No se qué hace o que pretende pero debo dejarle claro que ya no me interesa más que como un amigo.
- Hayd creo que...
Abro los ojos a más no poder por la sorpresa, Hayden me toma del rostro y junta sus labios con los míos y yo me quedo paralizada. Mis ojos se sierran escapando de mi control, no quiero esto, no pedí este beso, no ahora.
Lo tomo de los hombros para alejarlo de mí en lo que el intenta profundizar el beso. Pero soy más rápida.
- Hayd, no, yo... - intento decir pero un ruido me interrumpe.
- Lo siento. No quería interrumpir.
Giro mi cabeza y me encuentro con Hailey de pié en el pasillo, con una expresión que no se reconocer.
En este preciso momento me declaro muerta, esto no debía pasar así. Con que cara miraré a partir de ahora a la chica de mis sueños. Cuando ella me ha visto besando a su hermano. La he cagado y mucho.
¿Que pasará ahora? Que me trague la tierra, no quiero estar aquí.
Les informo que estaré actualizando 1 vez por semana a partir de hoy.
Espero que les gustara el capítulo, a mí me gusta mucho escribir esta historia.
Un abrazo y gracias por leerme
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