Capítulo 18: Su oscuro pasado
Su oscuro pasado
- ¡Las mato! - les digo a Hailey y a Daniela.
- Yo no tengo culpa, yo solo vine a ayudar a tu novia - dice Dani señalando a una embarrada Hailey ¿Cómo se ensució así? Niego con la cabeza y me cruzo de brazos muy enojada.
- ¡¿Qué carajos pasó aquí?! - mi cocina es un desastre, está sucia por doquier, hay cosas quemadas que no sé ni que mierdas son y... - ¡Joder! - me llevo las manos a la cabeza imaginándome limpiando todo este desastre.
- Mmm... Muñequita - la miro fulminante y ella me hace un puchero - Amor, lo que pasó fue que... Bueno, yo quería... Darte una sorpresa, - sí, tremenda sorpresa me llevé - en lo que dormías. Quería hacerte algo de cenar, pero... Bueno, nada me salió como imaginé... Lo siento, cocinar... No es tan fácil como pensé.
¿Cómo paso eso? ¿Qué hacía con harina? Tomé una bocanada de aire profunda, odio que las cosas estén sucias y desordenadas.
Mi embarrada novia viene hacia mí y toma mis manos entre las suyas, me da un pequeño pico en los labios y me mira con una sonrisita de culpabilidad.
- ¿Me perdonas? No quería que esto pasara yo... Solo quería hacer algo bonito por ti. No me salió bien - me dice con una tierna vocesita y me derretí a sus pies.
Inmediatamente, sonrío negando con la cabeza ¿Cómo me voy a enojar así? Me mata de ternura esta chica. Ella baja la cabeza, yo me pongo de puntillas y le doy un beso en la frente, entonces me mira y sonríe al verme sonriendo.
- Te quiero mi amor, pero por favor, con mi cocina no - le digo riendo y ella ríe también - Prometo enseñarte a cocinar después, si es lo que quieras - ella asiente emocionada - Vale, no pasa nada. No estoy enojada. Solo... - ahora sí vuelvo a ponerme sería - ¡Ustedes dos limpiarán este desastre! - les digo con voz fuerte.
- ¡¿Qué?! ¡Pero si yo no hice nada! - dice Daniela en menos de dos segundos cruzándose de brazos - ¡Fue ella!
- ¡Gracias por tirarme al fuego! "Amiga" - le dice mi chica volteándose a ver a mi amiga.
- ¡Al fuego tiraste tú las cosas y ahora están quemadas! - esta le responde acercándose a mi sueñito.
- ¡Yo no tiré nada a ningún lado, se me pasaron de tiempo! ¿Que clase de amiga eres? - Hailey se cruza de brazos y Daniela frunce el ceño.
- ¡Una muy buena, que ahora por "tú" culpa tiene que limpiar! - mi amiga está enojada y antes de que Hailey le responda, intervengo.
- ¡Ya! ¡Paren! - las dos me miran después de dar un brinco por mi grito, carraspeo bajando la voz - Parecen niñas pequeñas, ya, limpiaremos todas y pediremos algo a domicilio, me imagino que tengo que hacer nuevas compras - juro que después de hoy las mataré a las dos.
Y no me importa quedarme sin las mujeres que más amo, sin contar a mi madre. Aunque pensándolo bien, no me vendría nada mal quedarme solo con mi madre.
***
En lo que limpiaban el desastre pedí a domicilio lo que las niñas quieron. En lo que les ayudaba a limpiar pedía por paciencia, la necesito, realmente si parecen niñas, no sabía que al juntarlas pasaría algo así.
Hailey se fue a bañar y bueno... Se puso mi ropa, porque según ella no trajo ropa cómoda de andar por casa. He de decir que le queda genial, lleva básicamente lo mismo que yo, una blusa corta que me deja ver su abdomen plano y su cintura, un short de tela ancho y cómodo, le queda tan sexy en ella. Muero por esta mujer.
Las tres comemos la pizza en silencio en la mesa hasta que desido acabar con la incomodidad. Las niñas estaban lanzándose miradas de "voy a matarte".
- ¿Cómo fue que llegaste aquí, Dani? - digo tomando de mi jugo.
- Me trajo un taxi - le doy un golpe en el brazo por graciosa - ¡Ay! ¡Oye! Tú fuiste quién preguntó - escucho a Hailey reír a mi lado. Al menos la tensión se fue.
- Amor lo que pasó fue que yo la llamé, para que me ayudara a resolver eso... Antes de que despertaras - no sabía que tenía su número, sonrío para mi novia.
- Vale, no pasa nada. Solo no vuelvan a hacer una locura así - si lo hacen si las mato.
- Prometido - dice Dani levantando la mano - Bueno, yo ya me voy, mañana toca universidad y no me voy a quedar hoy a dormir aquí - dice riendo, mi departamento solo tiene una habitación, sé a lo que se refiere y también rio.
- Podemos dormir las tres en la cama - dice Hailey riendo y Dani ríe igual, lo que me faltaba ahora son amiguitas. Si antes tenía una loca, ahora tengo dos. ¡Que alguien me ayude!
- Vamos, yo te llevo - me levanto a poner los platos en el lavaplatos.
- ¿Me vas a llevar tú? - dice Dani alcanzándome los otros platos.
- Sí, claro, no voy a dejar que te vayas sola a esta hora - puedo llevarla en un momento en mi auto o en la moto, no es molestia, Dani vive a unos minutos de aquí.
- Sí, tiene razón, puede ser peligroso - mi chica saca su teléfono - Deja, llamo a Cristian y que te venga a buscar. A demás así lo veo, le echo de menos y él no sabe que estoy en España.
- No, yo misma le escribo que venga, de paso que se quede en mi casa - Dani va por su teléfono bien contenta, le salió la escusa perfecta.
Nos sentamos en la sala a esperar a Cristian, él hace unas semanas se mudó a Madrid para estar cerca de Daniela. Yo en un mueble solo con mi perrito y mi novia y mi mejor amiga sentadas juntas conversando... ¡Oh! De mí. Ruedo los ojos escuchándolas reír.
- Sí, es muy tierna. Pero... Te digo un secreto a lo mejor te puede servir - mi loquita le dice algo en el oído a mi novia que no escuché, me caen mal las conspiraciones. Veo a Hailey sonreír a más no poner ¿Que le habrá dicho? - Por cierto, me encanta tu tatuaje - Claro, cambien el tema. Sí, buena estrategia.
- Me lo hice pensando en mi muñequita - dice guiñándome un ojo.
- ¡No! ¡¿Me estás diciendo que este tatuaje es por Andrea?! - mi amiga pasa la mano por la pierna de mi novia y ella asiente emocionada - Jajaja. Andreíta ahora sí que te sacaste la lotería. Está más loca que yo - dice riendo y Hailey también ríe.
- Eso es algo que ya sabía - ¿Es normal sentirme celosa de ellas? O sea, mi novia me quitó a mi mejor amiga y mi mejor amiga a mi novia. Yo aquí solita con el perro.
- Oye, por cierto, cuando la vi así creí que tú le habías pegado - mi amiga se pone seria y algo triste ¿Hailey le contó? O mejor aún, ¿Cómo puede creer que yo le haría eso?
- ¿Cómo se te ocurre, loquita? ¿Crees que le haría eso? - nunca le pegaría al amor de mi vida, es más, nunca le he pegado a nadie... Nadie que no se lo merezca, está loca Daniela.
- Bueno, no lo sé, hoy estabas agresiva y casi le rompiste el tabique a Melanie, tiene la cara... Realmente mal - no sabía que eso había pasado.
- ¿Quién es Melanie? - le pregunta mi chica sorprendida.
- La arpía ex de Andrea - contesta y mi chica asiente.
- ¿Quién te dijo eso? - ahora mismo me siento culpable de no haberme controlado.
- Un amigo del hospital la atendió por casualidad y me dijo eso - al final sí fue al hospital. Espero que esté bien, fuera de todo no le deseo el mal a nadie.
- No era mi intención pegarle así, pero... No lo sé, la rabia me consumió... Yo... Lo siento mucho por ella... - la culpabilidad me mata por atacarla así.
- No pasa nada mi amor, todos cometemos errores ¿No es eso lo que siempre dices? - asentí cabizbaja - Pues ya está. Tranquila y no te sientas culpable, de seguro ella se lo buscó - viene a mí y baja a Romat de mis piernas para ella sentarse en mis muslos - ¿Qué fue lo que te hizo?
- Esto - digo señalando mi labio y mi cuello, ella frunce el ceño.
- ¡Que no se le arregle la cara porque se la rompo otra vez! - la abrazo fuerte por la cintura y escondo mi cabeza en su cuello en lo que ella me acaricia la espalda.
- No, mi amor no hace falta, ya fue demasiada violencia - le digo aspirando su rico olor.
- No a la violencia, chicas - dice Dani riendo.
- Pero mira lo que le hizo a mi novia - dice mi linda chica con voz de bebé.
- Y tu novia le rompió la cara a puñetazos.
- Se lo merecía.
- No amor, estuvo mal, muy mal de mi parte - me aparto un poco para mirla a los ojos - No debí de actuar así, caí en sus provocaciones - ella me besa.
- Te quiero mi muñequita, no quiero que nadie te toque - dice contra mis labios.
- Nadie me toca mi amor - le respondo antes de darle un corto beso.
- Aww qué lindas, me dan un ataque diabético - escucho a la pesada de Daniela. La miro por encima del hombro de Hailey fulminante, ella ríe. Al final todas terminamos riendo de su ocurrencia.
Al rato llega Cristian. Abraza a Hailey y se la come a besos al mismo tiempo que examina sus moretones y la ve entristecido.
- Te eché mucho de menos Cris - dice mi chica enrollada tipo mono en él.
- Y yo a ti, mucho. ¿Sabes? Si a partir de ahora tu hermano no te cuida como debe de hacerlo, lo voy a hacer yo - es un tierno. Dani y yo nos miramos y sonreímos al verlos así - No dejaré que nadie más te haga daño - me mira a mí, serio - Lo mismo va para ti Andrea, cuídala bien, por favor - me recuerda a mí cuando le dije eso antes de su salida con mi Dani.
- Eso no tienes que pedirlo, daría mi vida por ella si tuviera que hacerlo sin dudarlo ni un segundo - yo la amo más de lo que me pude imaginar que llegaría a querer a alguien - Lo único que quiero es hacerla feliz.
- Por mi muñequita no te preocupes Cris, ella... Es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, nunca me haría daño - dice mi chica dándole un beso en la cara, él me sonríe y pone a mi chica en el suelo, le da un beso en la frente y viene a mi amiga.
- Vamos princesa, dejémoslas solitas - mi amiga ríe con cara de demonio ¿Ahora que trama?
- Si vamos príncipe - le dice dándole un pequeño pico en los labios para luego mirar a mi chica - Ya sabes Hailey - se acerca a ella, le susurra otra cosa y mi chica ríe.
- Descuida, la mandaré temprano a la universidad - ¡¿Qué carajos le dijo?!
- Mañana, vengo por ti para pasar el día juntos. En lo que las chicas van a la universidad - dice Cristian a mi novia.
Antes de que se fueran quedamos en hacer una pequeña fiesta de bienvenida a mi chica en tres días. Así lo quiso ella, dice que quiere un tiempo a solas conmigo y de paso para darle tiempo a los moretones de no verse tanto y disimular con un poco de maquillaje. Es que ella es más de andar natural y el maquillaje que usa es leve.
Al serrar la puerta mi chica me ve con deseo, definitivamente, es insaciable. Me acerco, la tomo de la cintura y la beso.
- ¿Qué te dijo Daniela, mi sueñito? - ella me sonríe pícara. Que no sea lo que estoy pensando porque si no, sí mataré a Daniela.
- Nada amor, solo me dijo que no te deje muy cansada para que vayas mañana a la universidad - dice pasando sus manos por mis hombros y yo la pego más a mí.
- Y antes de eso, lo otro, lo que te dijo en el sofá ¿Que fue?
- ¿Segura que quieres saber? - ¿Por qué sonríe tanto?
- Por algo estoy preguntando.
- Pero si te digo... ¿Prometes que lo utilizaremos? No tiene que ser hoy - ¡Daniela! ¡¿Qué carajos le dijiste?
- No puedo prometer si no sé qué es.
- Vale, tienes razón - me mira sonriente - Voy a tu cuarto a buscar algo - ¿Qué? Ay no, ya sé a lo que se refiere. ¡Daniela!
- No amor, no hace falta, ya sé lo que te dijo esa loca. No le hagas caso - digo reteniéndola del brazo, ya iba a buscar el "juguete" al cuarto.
Al final el regalo de "broma" se quedó aquí en mi casa y pues no lo he desechado. No sé por qué no lo hice antes.
- ¿Por qué no? Podría ser divertido. Nunca he hecho algo así - es obvio que no.
- Yo tampoco - le respondo con sinceridad, la verdad es que esas cosas nunca me han llamado, prefiero todo naturalmente.
- ¡Pues mejor amor! ¡Será la primera vez de las dos! - lo que me faltaba ahora le emociona eso. Me iba a negar, pero ahí está su lindo puchero y no pude.
- Vale. Intentémoslo, pero no hoy - ella me sonríe feliz. Qué pervertida me salió. Me encanta.
- Muñequita... hoy, me debes algo... ¿Cómo fue que me dijiste?... - hace como si lo pensara - ¡Ya me acuerdo! - se acerca a mi oído y me susurra - Dijiste que me harías algo en la noche y... Ya es de noche - me río a carcajadas por eso.
- Eres tremenda - me muerdo al labio inferior, me encanta que sea así - Pero... Te haré esperar, esta noche solo dormiremos juntas - le digo mirando hacia otro lado para ver cómo reacciona, ella me toma de la barbilla y me mira con su típico puchero hermoso.
- No... No seas mala. Hazme el amor, ¿si? - ay qué linda. No me sale negarle nada y mucho menos algo que yo también quiero.
- Mi sueñito - acaricio sus labios con mi pulgar y le doy un suave beso - Yo te hago lo que tú quieras - ella me sonríe dejándome ver sus lindos hoyuelos - Siempre voy a hacer lo que tú quieras. Siempre.
- ¿Siempre? - asiento y entonces lo piensa - Quisiera hacer otras cosas contigo, cosas que nunca he hecho con ninguna pareja, porque no he tenido y tampoco me apetecía - en este momento odio que le guste tanto probar cosas nuevas. ¿Ahora qué quiere?
- ¿Cuáles? - ella acaricia mi cara y yo le sonrió.
- Quiero ir al cine y dejar de ver la película por verte a ti, ir a la playa y poder pasar un día juntas bajo el sol, ahora que no me da pena que veas mi pierna. Quiero que caminemos juntas de la mano por las calles. Quiero ir a una fiesta y poder bailar con mi linda novia, quiero conocer a tus amigos, que conozcas a los míos, que me presentes a tus padres como tu novia, quiero... Quiero todo contigo - ¡Ay no! ¡Morí de ternura! ¡Morí de amor! ¡Morí de todo!
- Ay mi sueñito - (te amo tanto) - Te quiero muchísimo. Claro que haremos todas esas cosas mi amor - ella me sonríe y me besa con amor, me derrito en sus labios.
Vamos al cuarto entre besos, nos acostamos en la cama abrazadas. Mi chica me acaricia la espalda y los brazos, hace que me relaje y me sienta tan querida. Pensé que haríamos el amor como ella dijo, pero... Eso no fue lo que pasó.
- Amor, yo... Sé que mi hermano te dijo cosas de mí que... Quisiera aclararte todo - dice besando mi frente y luego mirándome a los ojos con algo de preocupación.
- No te preocupes hermosa, yo sé perfectamente como eres y con eso me basta. Ese día le dije eso a tu hermano y lo mantengo - le sonrío y le doy un beso en la nariz - Eres una dulce chica, amorosa, que siempre me hace sonreír, que hace que mi corazón se acelere solo de pensar en estar a tu lado y cuando te tengo junto a mí siento que mi corazón explotará. Me llenas de alegría y de orgullo al saber que tu pasado ha sido tan duro y aun así tú eres esto que muestras hoy. Eres asombrosa y te quiero tal y como eres mi amor.
- Gracias muñequita, gracias - dice abrazándome fuerte, su voz suena conmovida, esconde su cabeza en mi cuello y me da unos besos cariñosos ahí - Me encantas Andrea, haces que muera por ti con cada gesto, con cada palabra, con cada toque. Es que no haces nada y me encantas. Muero por ti todos los segundos de mi vida. Joder, eres lo más lindo que me ha pasado, te quiero muñequita... Mi muñequita hermosa - que poder tiene para hacer que muera de amor y ternura - No quiero que nos separemos nunca más, juro que muero si eso pasa.
- De hoy en adelante solo estaremos juntas mi sueñito... Yo ya no sé cómo estar sin ti. Sabes que te pertenezco y no solo hablo de mi cuerpo. También son tuyos mis pensamientos, mis sueños, mi corazón y mi alma. Tienes y tendrás todo de mí, hoy y siempre - sale de su escondite para mirarme, la veo sonreír y automáticamente yo sonrío... Quiero que siempre este así, como ahora, con felicidad en su lindo rostro - Hailey yo te a... - no puede terminar de hablar, porque me besó.
¡Joder! ¡Que le estaba por decir que la amo! ¡Casi se lo digo!
Se separa y me mira, sus ojos se humedecen y entrelaza mis dedos con los suyos en lo que me regala una sonrisa que jamás había visto. Luego funde sus labios con los míos en un beso cargado de amor, en lo que yo aprieto fuete sus manos con las mías. Juro que nunca más me separaré de ella.
Nos abrazamos y nos quedamos así por un rato más, sin decir nada, sin hacer nada, solo estando así de juntas. Hasta que luego de un rato ella habla.
- Muñequita... Realmente... Quiero contarte, quiero que sepas mi versión, quiero que no haya nada de mí que no conozcas - se sienta para mirarme a los ojos - Sé que mi hermano te dijo, pero lo dijo en un momento que estaba enojado conmigo. Quiero contarte todo como si no supieras nada.
- Si sientes que estás preparada para decirme entonces hazlo mi amor - tormo sus manos nuevamente y le sonrío, ella sierra los ojos.
- Verás yo... A demás de Hayden tenía una hermana, gemela, llamada Halsey - la veo sonreír, aprieta mis manos y continua - Siempre fuimos... Tan unidas, ella siempre cuidaba de mí, en todo, cuando pequeñas, me protegía de los regaños y se culpaba a ella. Recuerdo que una vez rompí un jarrón importante de mi abuelo con una pelota, ella corrió a donde estaba, me dijo que me sentara lejos, tomo la pelota en sus manos y... Cuando llegó mi mamá... Ella se llevó el castigo, uno que me correspondía a mí - una lágrima resbala por su mejilla y la seco con delicadeza.
- Eso es muy bonito amor - ella asiente y vuelve a sonreír, sus ojos siguen serrados.
- Luego crecimos y se dieron cuenta de que Halsey no era la rebelde. Era yo. En compensación con todos los castigos y regaños que se llevó, le empezaron a tratar como la princesa de la casa. La mimaban y a mí me empezaron a apartar - eso no es justo, si se tienen varios hijos se deben de tratar iguales.
- ¿Te daba selos eso? - ella niega.
- No, realmente me alegraba por ella, lo merecía, su corazón tan noble y puro merecía las recompensas. Aunque a mí no me estaba yendo bien, todos empezaban a hacer algo que antes no, compararnos - respira profundo.
Me siento en la cama y la abrazo para darle mi apoyo, le doy un beso en sus mofletes. Abre los ojos para mirarme con estos llenos de lágrimas. Me mata solo imaginarme el dolor que debe de estar sintiendo.
- En los siguientes travesuras de niños, ya sabían quién las hacía, yo era débil. Halsey lo sabía de cierta manera, nadie me conocía mejor que ella. Sabía que no soportaría los regaños y las malas formas de mis padres. Por eso me protegía. Mi hermanita era un Sol Andrea.
- Era muy linda, estoy segura de que te quería mucho - me dijo y ella sonríe, seco una que otras lágrima que se le escapan.
- Yo también a ella, y sí, era la más linda, por dentro y por fuera. Cuando llegamos a la etapa de escuela enseguida captamos la atención de todos, en cuestión de días Halsey era la chica más populares y reconocida por todos y yo solo por ser su gemela, pues también. Pero mi hermana no era nada fácil de conquistar o conseguir y como no podían con ella, venían a mí, una copia exacta de su físico. De ahí mis malas experiencias con los chicos.
- Pero como sabes que estaban contigo por eso y no por lo que eres, porque eres maravillosa - ella niega.
- No era nada maravillosa en ese tiempo, créeme, a demás... Eso lo dices porque no conociste a mi hermana, estoy segura de que te hubieras fijado en ella y no en mí. Como todos - baja la cabeza entristecida.
- Claro que no, mírame mi amor - levanto su carita hasta que sus ojos se conectan con los míos - Tú eres mi sueñito y aunque la hubiera conocido nada me haría cambiar el amor que siento por ti, yo me enamoré de ti, por lo que eres, por como eres, por como me miras, por lo que me haces sentir. No importa si hay cincuenta más iguales a ti físicamente, Hailey solo hay una, y solo tú tienes mi corazón amor.
- ¿Por qué eres tan linda? Eres un amor Andreíta - me sonríe y me da un beso - Pero no estás entendiendo, ella era mucho mejor que yo, siempre lo fue, en lo que yo estaba rota por dentro, desde siempre, ella solo daba luz al mundo. Te enamoraste de lo que soy ahora, en ese tiempo... Pensarías como Cristian. No te hubieras acercado a mí.
- No, mi amor no digas eso. Tú también eres luz y tú hermana lo sabía, yo no cambiaría nada de ti. Eres perfecta tal y como eres, con tus virtudes y tus defectos que te hacen ser tan especial - ahora soy yo la que la besa y le sonríe - Cristian también me dijo muchas cosas. Sé que dices que no eras nada bueno, pero no es así, siempre has sido esto que eres hoy, solo que nadie podía verlo - ella me sonríe y asiente.
- Recuerdo... Que me pinté el pelo de negro para que dejaran de confundirnos, mi hermana se puso furiosa, nunca la había visto así - vuelve a bajar la cabeza, su voz se apaga - Me dijo algo que me partió el alma. Ella creía que el problema era de ella y era de todos, menos de ella. Ella no. Luego de eso se distanció de mí y yo... Caí en un abismo, empecé a fumar y tomar, estuve con muchos idiotas. Si antes era mala cabeza, después de eso lo fui más, confirmando así lo que todos suponían de mí. Hice muchas cosas de las cuales me arrepiento... Porque sé que la decepcione. Ella era mi guía y mi luz, sin ella estaba perdida. Mi hermanita esperaba más de mí y no vivió para verme mejorar, para ser lo que veía en mí y nadie más podía ver.
- Lo siento mucho mi amor - la abrazo y una lágrima se resbala por mi mejilla cuando ella comienza a llorar en mi cuello - Sé que fue duro perder a tu hermana, pero tienes que tener presente que ella te amaba y no pensaba que eras así. Ella veía en ti la luz que yo también veo. Aquí estaré contigo para lo que necesites mi sueñito. Hoy y siempre - digo apretándola fuete contra mí.
- Me siento tan culpable, nada puede cambiar lo que hice, pero te juro que yo la amaba más que nada en este mundo, nunca quise que esto pasara - se separa de mí y pasa sus manos por su cara - Tal vez si hubiera cambiado mi comportamiento antes no hubiera pasado...
- No, no, mi amor no te culpes, no tienes la culpa de lo que pasó - le digo yo también llorando.
- Si la tengo. La verdad es que si la tengo - ella solloza, sus lágrimas no dejan de salir - Ya había conducido el auto de papá antes y bueno eso que te conté que me pase una noche en la comisaría. Pero ese día mi hermana intentó impedir que lo hiciera, papá ya me había pegado delante de ella y no quería que volviera a pasar.
- Ella sabía que Alfred...
- Sí, entre mi hermana y yo no había secretos, estábamos distanciadas, pero aun así iba a mi habitación a hablar conmigo, me abrazaba y me daba su apoyo - hace una pausa entre sollozos - Ella sabía que los moretones que tenía no eran de las peleas en las que me metía y el día que papá lo hizo delante de ella... Se interpuso entre él y yo, le dijo que le pegara a ella, pero nunca más a mí.
Solo de imaginarme todo lo que me cuenta lloro más, joder, que duro es esto, nadie merece pasar por algo así. La vida es tan cruel. No sé ni qué decirle, solo estoy aquí llorando.
- El día del accidente... Yo... Ese día... Estaba fuera de mí, estaba muy drogada, no sé qué pasó, no recuerdo mucho, solo tengo destellos. Veía a mi hermana diciendo que me bajara del coche, no le hice caso y ella subió en el acento del copiloto, detrás estaba Marcos, un idiota con el que me estaba divirtiendo ese día y mi mejor amigo Iván, el cual también intentaba detenerme en vano. Solo sé que acelere y aceleré, Halsey me decía que parara, la miré mal... Andrea yo...
- Tranquila mi amor, estoy contigo, siempre voy a estar contigo, no te voy a dejar - dije volviendo a abrazarla, entonces ella habla apretándome fuerte mientras llora.
- Le dije que si tenía miedo podía bajarse, Iván se puso entre el asiento del copiloto y el conductor para intentar frenar el carro, me puse a forcejear con él y... no... No sé... Yo solo recuerdo a mi hermana gritar, cuando vi ya teníamos en cima al otro carro, lo esquive, he intenté frenar, pero no sé si fue idea mía, pero juro que el auto no frenaba, luego caímos por una bajada. No recuerdo más. Desperté en el hospital y me dijeron que nunca más volvería a ver a las dos únicas personas que me querían. Yo les maté. Fue mi culpa. Soy una asesina Andrea, no merezco el amor de nadie, no merezco tu amor.
- No, no, no digas eso, mírame mi amor, fue un accidente. ¿Vale?
- No, no entiendes si no hubiera sido así, si no hubiera tomado las decisiones malas que tomé ellos seguirían aquí.
- Tú no tienes la culpa de los planes del destino, mi amor - tomo sus manos entre las mías y las beso.
- Quisiera tanto poder cambiar las cosas y que ese día yo hubiera muerto y no ella, ninguno de ellos. No lo merecían.
- No digas eso, por favor, yo no puedo estar sin ti - aprieto fuete sus manos y ella me mira.
- Y yo tampoco sin ti, gracias a ti volví a sentir lo que es la felicidad otra vez. Lo que es sentirse querida y protegida. Lo que es sentirse... Especial. Así me siento a tu lado Andrea. Mi muñequita - me sonríe entre lágrimas y yo...
- Yo... Te amo Hailey.
¡No puedo creer que lo dije! ¡Se lo dije!
- Muñequita... - me mira asombrada, pero sonríe dejándome ver sus lindos hoyuelos.
- Te amo mi sueñito, te amo con todo mi corazón - ella se tira a mis brazos y me aprieta fuerte contra su cuerpo.
- No sabía lo que era el amor hasta que te conocí. Muñequita yo... No tenía el valor de decirte, pero... Yo también te amo - me dice en susurro en mi oreja para luego besarme.
¡También me ama! ¡No lo puedo creer! Creo que llorare de felicidad ahora mismo.
Saboreo en sus labios sus lágrimas y las mías. Se separa, me mira a los ojos y me pierdo en ese gris azulado, me duele tanto que en este momento me reflejen tanta tristeza, tanto dolor. Pero también me dicen que me ama, como yo la amo a ella.
Luego me abraza y nos acostamos en la cama, lloró por un largo tiempo mientras repetía que me ama, hasta que se quedó dormida. Entendí que solo necesitaba desahogarse y dejé que lo hiciera, mientras acariciaba su pelo y espalda. Le di un beso en la coronilla y me dormí junto con ella, aspirando su rico aroma dulce, pero con dolor en el pecho por verla triste.
Prometo que de hoy en adelante será la mujer más feliz del mundo, yo me encargaré de entregarle la felicidad que se merece.
***
Desperté por el estúpido sonido del despertador. Mi novia se mueve en la cama y restriega sus nalgas en mí pelvis, estamos durmiendo en cucharita.
- Andrea, apágalo - dice en un bostezo.
- Ya voy - con mucho pesar dejo de abrazarla y lo apago, vuelvo a tomarla de la cintura y la pego a mí, mis pechos en su espalda, sus nalgas en mí pelvis - Buenos días mi sueñito - le digo en un susurro en su oreja y le doy un beso en la mejilla, sonríe formándose así sus hoyuelos que tanto amo de ella.
- Buenos días mi amor - se voltea y me da un beso, yo sierro los ojos para disfrutar de este maravilloso contacto matutino que me hace tan feliz - Muñequita hermosa, si sigues pegada a mí llegarás tarde a la universidad.
- Tienes razón, pero es que no quiero dejarte ni un segundo - digo rosando su nariz con la mía.
- Nos veremos en la tarde, a demás así paso el día con Cristian y llamo a mis amigas, quiero verlas.
- Claro, entiendo, es verdad, pero no quiero compartirte - le digo riendo y ella ríe también.
- ¿Quién es la que se pone celosa de mis amigas ahora?
- Yo creo que una tal Andrea, que bueno que yo soy una muñequita - digo y ríe más, me encanta verla así, me alegra el día su risa.
- Jajaja si, mi muñequita linda, hermosa, mi Andreíta, mi todo - dice repartiendo besos por toda mi cara, yo sierro los ojos y rio. Me encanta que sea así de cariñosa.
- Me voy a dar un baño ¿Vienes? - le pregunto ya poniéndome de pie.
- Si voy, llegarás tarde - me da una palmada en la nalga y yo volteo a verla risueña. Ella me giña un ojo.
- jajaja si tienes razón - me apoyo de las manos en la cama y le doy un beso - Voy primero entonces. Te amo mi amor - que lindo es poderle decir lo que siento y saber que soy correspondida.
- No me acostumbro a que me digas que me amas, no lo puedo creer - me dice con una sonrisa enorme y un suspiro - Pero me encanta que sientas lo mismo que yo.
- Claro que sí mi amor, ya lo sabes, tienes todo de mí, hoy y siempre.
- Yo también te amo. Mi Andreíta hermosa - dice dándome otro beso.
Me fui a bañar en lo que ya Hailey se quedó despierta, cuando siento mi teléfono sonar. Alguien me está llamando y espero que no sea Daniela porque ella sabe que iré hoy. A demás de llevará un regaño por andar diciéndole a mi novia lo que no debe.
- ¡Te llama una tal Tori, amor! - ah, es Tori, es que no les he dicho a ninguno de mis amigos que estoy bien.
- ¡Si, cuando salga le devuelvo la llamada! ¡Debe de estar preocupada! - le grito de regreso.
- ¡Dejó un mensa... - se queda callada unos segundos y después habla con burla - ¡"Mi Tesorito", dice esa tipa que si no la llamas vendrá a verte!
Supongo que acaba de leer el mensaje, es que mi teléfono se pueden leer sin desbloquear. Me comienzo a reír en lo que salgo de la ducha. Me imagino que cuando salga me espera una escena de celos fuera.
Este día promete ser muy entretenido. Abro la puerta del baño y voy a mi habitación enrollada en la toalla, Hailey me ve con una mirada de deseo y se muerde el labio. Yo le sonrió y entonces ella se pone seria y señala mi teléfono que está en la mesita de noche. Lo tomó y leo el mensaje.
Tori:
Mi tesorito deja de ignorarme, si no me llamas voy a ir a tu casa hoy. Me preocupas.
Te quiero preciosa.
Miro a mi novia y ella me mira con cara de deberle explicaciones. Yo sonrío de oreja a oreja.
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Hola mis amores, se qué me tarde en actualizar, pero... ¿Que les pareció el capítulo?
Si les gustó no olviden dejarme su voto y si pueden comenten, eso me ayuda y me anima a seguir escribiendo.
Quiero agradecerles también porque ya el libro tiene más de 2.80k y estoy contenta porque se que llegará a los 3k pronto. También falta poco para que tenga 900 votos. Gracias de verdad por el apoyo, parece que fue ayer que solo tenía 10 lecturas jjjjj. Los quiero.
Nos leemos en la próxima actualización. Abrazos ❤️
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