Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 11: Pasión desatada

⚠️Advertencia⚠️ este capítulo es prácticamente solo de 🔞... Ustedes saben.
Si no es de su agrado leer algo así, no lo haga. Espere al próximo capítulo, aunque el próximo también viene un poco cargadito y no solo con 🔞, también con cosas de la historia que se revelarán.

Y para los que sí van a leerlo. Espero que les guste.
Sin más, aquí el capítulo 11.

----------------------------------------------------------

Pasión desatada

Escucho una música suave sonar, miro a la derecha y me encuentro con un equipo de música pequeño. Con que esas tenemos ¿No? Creado ambiente. Quitó la música de mi teléfono y puso eso. Me gusta.

Camino hacia ella, la beso suavemente, acaricio sus labios con los míos como una suave brisa en el verano, un verano muy caliente.

¿Por qué está tan bajita? Miro abajo y veo que se ha quitado los tacones. Sonrió en lo que le coloco un mechón de su hermoso pelo detrás de la oreja. No sé por qué me da la ligera impresión de que está nerviosa. Yo estoy ansiosa, pero no quiero que esté así, quiero que se relaje y se deje llevar. Todas las veces anteriores ha estado muy animada y ahora que sabemos qué pasará está tensa.

- Hailey, si no estás segura no tenemos que hacer nada. Podemos conversar un rato, o dormir, si quieres también... - pone un dedo sobre mis labios y luego me besa derrochando una ternura que me derrite.

- Quiero estar contigo. Estoy muy segura de eso, solo... - me abraza, es tan raro sentir que somos de la misma estatura, debería de quitarme los tacones yo también, estoy acostumbrada a mirarla siendo toda alta - No sé por qué estoy tan nerviosa. Mira - lleva mi mano a su corazón y este está muy acelerado. Sonrío, eso es algo realmente lindo.

- El mío está igual - tomo su mano y la pongo sobre mi pecho, ella me sonríe y me besa con más confianza. Desearía tanto decirle que la quiero. ¿Se asustará si lo hago? No, mejor no se lo digo, no es el momento.

Nuestras lenguas se acarician entre sí, en lo que mis manos y las suyas recorren nuestros cuerpos sobre la fina tela de los vestidos. Mientas más pruebo sus labios más ricos me saben, son como una fruta dulce que me encanta chupar y así lo hago, le chupo los labios y los muerdo dejándolos rojos, hinchados, como esas frutas rojas que se recrean en mi mente al verle los labios pintados de rojo. Sonreímos.

Acomoda mi pelo a un lado liberando mi cuello y comienza a besarme y dejar delicadas mordidas en él, echo mi cabeza hacia atrás para darle mejor acceso mientras disfruto de ese maravilloso tacto. Me encanta sentir como me besa ahí.

Sin apartar sus ricos labios carnosos de mi piel me quita la chaqueta y la tira al suelo lejos de nosotras. Yo acomodo mis manos en su pelo y cuello, en lo que las de ellas recorren mi espalda hasta llegar a mis nalgas. Las apretuja y suelto un pequeño gemido de dolor ¿Por qué me dolió eso? Ella me mira asustada y pues yo me voltéo a ver... ¡Claro! Ya me acuerdo ¡Daniela! ¡La mataré!. Su "linda mordida" de seguro que me ha hecho un moretón.

- No pasa nada, creo que tengo un moretón ahí - le digo a la chica de mis sueños para que no piense que es ella la que me ha hecho daño.

- ¿Puedo ver? - dice algo preocupada.

- Para eso tendrás que quitarme el vestido, sueñito - digo pícara y ella ríe.

- Esa es la idea muñequita - se acerca y me susurra al oído - Muero por ver tu precioso cuerpo de piel de porcelana - me erizo por su aliento ahí. No sé si es cosa mía pero siento que todo mi cuerpo es débil ante ella.

Me volteo y despejo el cabello de mi espalda indicándole el sierre del vestido. Ella coloca sus manos en mi espalda y mientras arrastra el sierre lentamente hacia abajo, va dejando suaves besos a lo largo de mi columna, hasta llegar al inicio de mis bragas. No puedo evitar arquearme empinando así más mi trasero. Se sintió maravilloso que me diera besos en la espalda, eso me encanta. Mi piel esta tan erizada que mis pezones ya están duros.

Ella se acerca y presiona mi cuerpo con el suyo, yo dejo caer mi cabeza en su hombro en lo que disfruto de sus manos, arrastrando los tirantes de mi vestido lentamente por mis brazos en lo que me besa el hombro. Me encanta que me besen ahí, pero más me encanta que sea ella, por fin, quién me bese, no me importa dónde, solo quiero sentir sus ricos labios en toda mi piel. La ayudo un poco y mi vestido cae por su propio peso al suelo dejándome solo en bragas delante de la chica de mis sueños.

Pasa sus manos por los costados de mis muslos, sube por mi cadera, pasando también por mi vientre, se recrea en mi abdomen por un momento y continúa subiendo lentamente hasta amoldar mis pechos.

Me volteo a ella y la beso introduciendo mi lengua en su boca, dándole comienzo por primera vez a un beso feroz. Sus manos en mi cintura me pegan completamente a su cuerpo, al sentir mis pechos descubiertos sobre los suyos gime en mi boca, eso me prende de sobremanera. Se separa un poco para mirarme a los ojos y yo me pierdo en ese gris azulado que se ha vuelto tan profundo, como el océano que dentro de poco estará entre mis piernas. Ese color es producto de la excitación que vive al igual que yo. Su mirada baja a mi cuerpo y la veo morder sus labios.

- Eres hermosa, Andrea - su voz está ronca, casi ni la reconozco, siempre su voz es dulce y fina, pero ahora... Sonrío por eso - Mi muñequita. Me encan...

No la dejé ni terminar de hablar y la guío entre besos a la cama, la senté en el borde de esta con un movimiento rápido haciendo que rebote en el colchón. Ella me miró sorprendida, pero me sonríe, creo que eso le gustó. Me subí sobre sus piernas, a horcajadas, poniendo mis rodillas en el colchón, enrede mis manos en su pelo y la jale a un beso hambriento. En lo que nuestras lenguas luchan entre sí, sus manos recorren mi espalda desnuda en suaves caricias y erizan mi piel. Baja a mis nalgas y las aprieta un poco, pero ahora cuidadosa de no apretar en el moretón.

Todo se siente tan bien, no puedo creer que esto esté pasando. Siento que es un sueño y despertaré en cualquier momento y ella no estará aquí como tantas veces me pasó, siempre me quedaba con las ganas de más. Pero hoy, saciaré mis deseos por ella.

Sus manos se trasladan de mi trasero a mis muslos y los acarician, lleva una de regreso a mi trasero y con la otra recorre lentamente el interior de los muslos hasta rozar mis bragas. Temo que si toque mejor sienta la mojada que me tiene. Pero su mano no avanza más.

Se separa del beso respirando con dificultad al igual que yo, mi pecho sube y baja rápido, me siento tan exitada con solo esto. Mira mis senos con deseo y sin esperar más se lleva uno de mis pezones a la boca. Degustando por primera vez mi pecho.

- Ah - me fue inevitable no gemir y arquear mi espalda. Con mis manos sobre su pelo la presionan para que siga con lo que hace.

Sus labios al rededor de mi pezón dan pequeñas mordidas para luego acariciarlo con su lengua haciendo círculos en él. Si antes estaban un poco duros, ahora lo está a más no poder. Sentir como me besa un pecho es simplemente indescriptible, el placer que me provoca es indispensable. He esperado tanto por esto que siento que muero sobre sus muslos. Esto hace que me agite más. Pero ella no contenta con eso, va al otro y lo succiona, lo humedece con su lengua, miro hacia abajo y la imagen hace que mi excitación se dispare, siento mi sexo palpitar.

Ella me chupa y presiona la nalga que no tiene un moretón con confianza. Me gusta todo lo que hace, me está volviendo loca. Comienzo a jadear para no gemir y me muerdo el labio inferior, ella estaba con los ojos serrados, disfrutando de mis pechos por igual, pero de un momento a otro me mira conectando nuestras miradas y veo en sus ojos puro deseo.

¿Le excita verme así de sofocada y caliente por ella?

A mi me excita que me mire así mientas me hace éstas cosas tan placenteras.

Sin apartar sus ojos de los míos, siento su mano palpar por primera vez mi húmedo sexo por encima de mis bragas. Me muerdo fuerte el labio para no gemir. Pero me es imposible cuando ella comienza a acariciarme, siguiendo la línea que se forma entre mis labios, de arriba a abajo y de abajo hacia arriba, con mucha delicadeza y sin hacer tanta precisión.

- Ah, Hailey - gimo su nombre por primera vez en la realidad y me encanta, veo que a ella también, pues sonríe sobre mi pecho, me tiene los pezones muy sensibles, hinchados. El placer me somete, todo está demasiado rico. Estoy en desventaja y no me gusta estar así. Ella me enloquece tanto que con estos simples roces hará que me corra.

Me aparto de ella y veo su cara desconcertada. Sonrío y la jalo a mí para besarla. Luego la volteo y soy yo la que presiona mi cuerpo con el suyo mientras la abrazo por detrás. Pegando mis pechos a su espalda. Ella está muy caliente. Siento su cuerpo como un volcán, que yo haré que haga erupción.

- Quiero quitarte el vestido - le susurro en su oído, mi voz no pude sonar más excitada.

- Está estorbando ahora mismo - me responde ella con una sonrisa pícara. Y me ayuda a quitarlo.

Ahora estamos en igualdad de condiciones, solo nuestras bragas cubren nuestros cuerpos, la mía es negra y la de ella color piel, tanto que parece que estuviera desnuda. Se intenta voltear, pero no la dejo, hago lo mismo que ella hizo conmigo, pero voy un paso más allá. Recorro los costados de sus muslos en lo que sus manos reposan en mi cabeza y mis labios en su piel, le doy besos húmedos en su hombro y voy poco a poco a su cuello y oreja en lo que mis manos conocen su cuerpo casi desnudo. Ella es demasiado preciosa y su cuerpo es...

Me fascina su olor dulce, siento como si estuviera a punto de comerme un pastel delisoso. Su piel es tan suave, es demasiado tentadora, se siente tan bien al tacto, está toda caliente.

Paso por el interior de sus muslos y separo un poco sus piernas, con un dedo rozo su intimidad y veo como se sobresalta. Mi excitación va a mil por segundo solo de rodarla ahí. Sigo sin poder asimilar que la estoy tocando y la tengo así entre mis manos.

Ella tiene la respiración agitada y me encanta, haré que lo esté más. Con una de mis manos subo haciendo un camino de caricias por su pelvis y abdomen hasta llegar a sus pequeños, pero redondos pechos, los acaricio superficialmente y cuando veo que se ha confiado los apretujo por igual, pero se resiste, no libera sus gemidos, averiguaré hasta cuándo. Paso mis dedos por sus pezones en una suave caricia y me dispongo a endurecerlos, ahora los aprieto un poco entre mis dedos para causarle una placentera sensación, ella solo se alborota, su jadeo aumenta y eso me encanta. Dejo mi mano rozando su intimidad con demasiada lentitud, muy superficial, solo quiero excitarla, no hacer que se corra. Es tan placentero sentir la línea que divide sus labios, bajo un poco más y sonrió en su piel al palpar su humedad.

- Estás tan húmeda - le hablo en susurros y luego lamo su oreja sin dejar de hacer lo que hago en su intimidad y en sus pechos. Me prende que esté así por mí.

- Me tienes muy excitada - su voz y la manera en la que su pecho sube y baja lo dejan claro. Me emociona que me diga lo que ya sé, está excitada, por mí.

- Eso es lo que quiero - la volteo y la beso con frenesí y ella me corresponde de igual manera, comienzo a caminar en reversa hacia la cama, ahora es ella la que me guía a esta. Y me sorprende al intercambiar posiciones, ahora es ella la que está sobre mis muslos con una pierna a cada lado - Si te pones así te haré... - digo mirándola con deseo aunque ella no me deja terminar de hablar, me excita mucho que esté así sobre mí y sus lindos pecho a la altura de mi boca. Muero de deseo. Muero por probarlos por primera vez.

- Hazlo, no sabes cuánto lo necesito - dice mordiendo sus labios, pero quiero que me deje claro algo.

- ¿Que necesitas? ¿Que quieres? - sus ojos no se han apartado de los míos y yo la miro pícara, me acerco a su oído - Dímelo - si me lo dices haré todo lo que me pidas y más.

- Necesito y quiero más que nada en este mundo... - me da un corto beso y se separa lentamente jalando mi labio inferior entre sus dientes para luego soltarlo, que excitante me resultó eso - Que me hagas tuya. Hazme tuya Andrea.

Comienzo a respirar con dificultad al escuchar sus palabras, mi sexo palpita por ella. Moriré hoy, definitivamente, así será.

Me jala hasta sus pechos, quiere que los pruebe y yo encantada lo hago, esto es algo que he deseado desde el momento que los vi por primera vez en la ducha de su hotel, pero ella no sabe que no dejaré que termine tan rápido.

- ¡Ah! - hasta que por fin me deleita con su delicado gemido. Es mejor que música para mis oídos, esto aumenta más mi excitación.

La suave música de la habitación ya casi es inaudible para mí. Solo estoy concentrada en su respiración y en los gemidos que decida regalarme.

La pego un poco más a mí al apretarle las nalgas con un poco de fuerza, me encantan sentirlas en mis manos, me dan una sensación de un poco de suavidad y dureza. En lo que mi lengua se recrea en su duro y pequeño pezón. Trazo pequeños círculos al rededor de él, lo lamo y en ocasiones lo muerdo con los labios escuchando de fondo su respiración acelerada y alguno que otro gemido, pero muy bajitos para mí gusto.

Paso una de mis manos por sus muslos, me adentro hasta llegar a su mojado sexo, lo palpo por fuera, pero eso no es lo que pretendo. Primero dejo de apretujar sus ricas y redondeadas nalgas y posiciono mi mano en su pezón libre para apretarlo un poco entre mis dedos en lo que el otro recibe atención de mi lengua.

- ¡Ah, sí! - sí, sigue así preciosa. No te contengas.

Ella no sabe cuánto me encanta escucharla gemir por el placer que le causo. Se lo diría, pero no dejaré sus ricos pezones ahora que los he hecho míos.

Su cuerpo empieza a sudar y el mío no está muy diferente. Ella se está soltando y eso me encanta. Sus manos se enredan en mi pelo y hacen presión para que no me aleje. La miro y me encanta esa imagen de ella con la boca entre abierta, jadeando, muy colorada mientras me tiene retenida en su pecho con sus ojos cerrados. Algunos mechones de pelo se le pegan a la frente por el sudor y de vez en cuando se muerde el labio inferior. Es muy sexy.

Ahora que está confiada adentro mi mano muy lentamente en sus bragas y es una delicia tocar por fin su carne sensible y agrandada. Siento mi sexo palpitar al tocarla ahí, ella está depilada y eso me encanta. Separo sus labios con mis dedos dándole a entender que la tocaré, pero no es así, la acaricio por los lados sin llegar a tocar su clítoris. Recuerdo que en unos cuantos sueños ella me torturó así y lo disfruté mucho, le agradeceré con lo mismo.

- Andrea, tócame ya, por favor - dice muy bajito, pero la escuché perfectamente. Ya se desesperó y eso que no he hecho mucho. Era lo que quería, sonrío en su rico pecho y es entonces cuando comienzo a hacer pequeños círculos sobre su hinchado clítoris - ¡Ah, Dios! - sé qué quiero hacer esto lento, pero es que esto me está volviendo loca a mí también.

Es muy rico y placentero tocarla. Siento que tendré un orgasmo sin necesidad de que ella me toque, solo con tocarla y escucharla me basta. Moriré de placer, pero lo haré encanta.

Yo también necesito terminar. Quiero conocer sus orgasmos y de paso darme uno a mí. Estamos tan juntas que los movimientos de mi mano rozan mi sexo, estallaré en cualquier momento, estoy que ardo. Así que aumento el ritmo y la presión sobre su clítoris, ella comienza a hacer una danza pélvica mientras se contrae y gime más fuerte. Sé qué está a punto de llegar, lo presiento y lo aremos juntas. Paso mis dedos por su entrada sin penetrarla y con mi pulgar la estimulo.

- ¡Ah, ya no aguanto más! ¡Ah! ¡Si! - yo tampoco aguanto más, me tiene mal, muy mal. La miré a los ojos por unos segundos antes de apretar su pezón y chupar el otro con más fuerza, ahogando así mis propios gemidos de placer en su pecho.

Cuando introduje solo un poquito de uno de mis dedos en su interior, soltó un largo y alto gemido y comenzó a temblar sobre mis piernas, sus fluidos bañaron mi mano y eso me encantó. Sentir que la sostengo mientras tiene un organismo es la mejor sensación del mundo y provocó el mío también. Mis temblores de placer de mezclaron con los suyos, tanto que estoy segura que no se dará cuenta que yo también me corrí.

- Ah - libero un pequeño gemido y un suspiro al retirar mi boca de su pecho y mi mano de su sexo, eso estuvo demasiado bien, ella me vuelve loca. Pero esto no acaba aquí. Esto recién empieza.

Mis ojos no se han apartado de los suyos, y que ella me mirara así, mientras gime y me regala su orgasmo fue lo mejor que me ha pasado en la vida, en sus ojos y en los míos hay lujuria, pero también amor, sé que ella me está mirando con amor. Me abraza y yo le correspondo el abrazo, es muy linda y amorosa.

La tomo de la cintura y la levanto con la fuerza que no sé dé donde salió y la coloco en la cama. Me quito los tacones ante su mirada expectante y luego voy sobre ella. Me sorprendo a mi misma al estar tan activada después de un orgamos,  generalmente muero después, pero he deseado tanto esto, que mi cuerpo sabe que no puede acabar así.

Intento besarla con ternura, pero la excitación que traigo me lleva a un beso salvaje. Sentir sus pechos debajo de los míos, mi sexo sobre el suyo, mientras estoy entre sus piernas, me mata, muero. A lo mejor morí ya y estoy en el cielo, o en el mismísimo infierno. Hace calor aquí.

- ¿Puedes tener orgasmos seguidos o necesitas descansar? - le pregunto sobre sus labios porque no es para nada mi intención terminar. La noche es larga y quiero que lo entienda.

- No lo sé - me responde casi sin poder respirar. No he dejado que recupere el aliento y tampoco la voy a dejar.

- Pues lo vas a averiguar ahora - ella me mira con duda y yo le sonrió pícara.

Beso su cuello y bajo por el medio de sus pechos, con besos húmedos pero cargados de amor, rumbo a su vientre, me encanta que esté así de sudada por las sensaciones que vive. Me encanta su piel y tener el privilegio de besarla entera.

Beso su monte de venus por encima de las bragas y la miro a los ojos, sin esperar más las arrastro por sus piernas hasta quitarlas por completo. La miro completamente desnuda y no puedo evitar morderme los labios, ella es preciosa, y que esté completamente depilada igual que yo, me encanta. Sus redondos pechos con sus pezones hinchados por mí, su carita sonrojada y su piel un poco bronceada. Sus ojos grises azulados mirándome con deseo, su pelo color miel alborotado por mis manos, no podría pedir más, ella es perfecta, ésta imagen quedará guardada en mi mente para siempre. Pero la veo con un poco de pena ante mi mirada lacivia.

- Eres preciosa, mi sueñito - le sonrío y ella me devuelve la sonrisa, beso sus muslos con calma y paso mi lengua por toda su cicatriz como sin con eso fuera a borrarla - No cambiaría nada de ti, eres perfecta - beso el interior de sus muslos y veo su sexo hinchado y brillante esperando por mí. Quiero probarla y no me voy a privar de eso.

- Andrea, ¿Qué haces? - no le respondo, solo le sonrío con picardía. Es más que obvio lo que haré ¿Será que nunca le han hecho sexo oral?. Si es así, me encanta ser la primera en tener el privilegio de probarla.

Me acomodo entre sus piernas y las flexiono para luego abrirlas a más no poder como las alas de una mariposa, sé qué debe de sentirse expuesta, pero le va a gustar lo que le haré. Me encurbo empinando mi trasero dándole una buena vista de él. Quiero que se excite.

La miro a los ojos antes de pasar mi lengua por sus labios, degustando su anterior orgasmo y sus fluidos. Sin darle tregua comienzo a lamerla lentamente por los costados y al rededor de sus clítoris, se qué ahora debe de estar sensible, pero si comienzo lento, se prenderá otra vez. También beso sus labios y le doy pequeñas mordidas con los míos. De vez en cuando roso su entrada con mi lengua y la rodeo, saboreo todo de ella. Y mierda, ella es delisosa. Creo que a partir de este momento seré adicta a su sabor, me encanta. Veo que ella me observaba embobada mientras gime bajito. Su pecho sube y baja un poco rápido, de ves en cuando su pelvis se contrae. Es entonces cuando ante, su mirada expectante, succiono su clítoris y lo someto a lametazos dentro de mi boca.

- ¡Ah! ¡Ah, sí! - sin apartar mi mirada de ella, aumento la velocidad con que la llamo, ella se contrae, he intenta serrar las piernas, pero la mantengo abierta con mis manos. Me prendió mucho sentir que la domino así. Echa su cabeza hacia atrás y aprieta los ojos junto con las sábanas - ¡Dios, sí! ¡Ah, Andrea! ¡Ah! - Me prendió mucho que gimiera mi nombre.

Ahora se sienta un poco en la cama y aprisiona mi cabeza en su sexo y sin esperar ni un segundo, se corrió en mi boca dejando caer su cuerpo hacia atrás. Me aseguré de lamer todo su orgasmo con lentitud mientras ella se contraía y temblaba. Pobre, no la dejé durar nada. Sonrío para mí misma por eso. Que rico es sentir como tiembla sometida por el placer.

- Quería comprobar lo rica que eres y... Preciosa... - vuelvo sobre ella y la beso dándole a probar sus propios fluidos en mi boca - Eres exquisita. Espero que esto responda tu pregunta de antes - le digo con una sonrisa que ella corresponde, está tan sudada y sentirla así, me calienta mucho más de lo que estoy, saber que le provoco todo este placer y que suda excitación por mí, me encanta. Vuelvo a besarla.

Ella pasa sus manos por mi espalda y cuando llega a mis nalgas arrastra mis bragas hacia abajo, me da a entender que quiere que las quite. Me separo del beso y la miro a los ojos. No me da tiempo a nada y ella está sobre mí, eso me pasa por desprevenida.

Me besa el cuello con desespero y baja a mis pechos, los chupa y los amasa con especial cuidado, pero todo lo hace rápido. Baja por mi abdomen y da pequeñas mordidas en él. Su mirada se conecta con la mía cuando toma mis bragas entre sus manos. Le sonrió y asiento con la cabeza, ella lo entiende y me despoja de ellas, las lanza lejos como queriendo decir que no me quiere más con ellas puestas.

Me mira completamente desnuda y sonríe. Se acerca y besa mis muslos, yo los separo para que tenga el acceso libre y eso es lo que hace, sigue besando hasta llegar al interior de mi muslo. Pone sus manos en mis labios y los abre, no puedo creer que vaya a hacer esto. Pero si es lo que quiere, dejaré que haga conmigo lo que le plazca. La veo mirarme y luego acercar sus labios a los míos íntimos. Los besa como si fuera mi propia boca, saca la lengua y comienza a lamer los alrededores y de vez en cuando mi clítoris con mucha calma y delicadeza, igual que le hice yo, siento su lengua como una pluma que me acaricia. Que rico.

- ¡Ah! - no puedo aguantar la tanda de gemidos que se me empiezan a escapar, con una mano aprieto las sábanas y con la otra su cabeza. Me gusta todo lo que me hace y me sorprende también - ¡Así, Hailey, sigue así! ¡Ah! - la animo a que continúe y ella me complace aumentando el ritmo de sus lamidas, pero me toma desprevenida cuando me penetra con su lengua - ¡Ah! ¡Hailey! - Mierda, si sigue así no aguantaré mucho tiempo.

Me imagino mis fluidos bañando su boca, qué rico, nunca me había sentido tan bien. Ella me abre más las piernas con sus manos, he introduce más su lengua en mí. Arqueo mi espalda a más no poder, el intenso placer me somete. No puedo detener lo que viene, me correré en su boca. Esto es...

- Lo siento, pero no sé si lo estoy haciendo bien - ¡¿Qué?! ¡¿Pero qué dice?! Sí, estaba a punto de llegar. Vale, me calmaré, y no la mataré por detenerse justo ahora - Yo nunca... Perdón por no... - pero es tan linda cuando está nerviosa, aunque me es raro verla insegura. Era obvio que nunca ha echo esto, no tiene que explicarlo.

- Lo estabas haciendo perfecto, sueñito - le sonrío para tranquilizarla - Ven - la subo sobre mí, quedando ella entre mis piernas - Deja que yo te enseñe - nuestro sudor se funda en uno solo y eso es muy excitante, la beso con ternura mientas paso mis manos por su espalda acariciándola. Tomo con una de las mías su mano haciendo que ella solo quede apoyada en una, levanto dos de sus dedos y me penetro con ellos con suma lentitud ante su mirada atenta, haciéndolos entrar en mí hasta más no poder - ¡Ah! - que bien se siente tenerla dentro por fin, son tan largos y finos.

Ella me mira con ese deseo desbordante y luego dirige su mirada a su mano, con sus dedos dentro de mí, se muerde el labio inferior y yo la beso, estoy viviendo tantas sensaciones que no sé si sea real. Dejo de besarla y vuelvo a conectar mi mirada con sus lindos ojos.

- Andrea yo...

- shhh, solo hasme tuya - ella asiente y comienza a mover sus dedos en en mí - ¡Ah! - gimo con la respiración agitada mirándola a los ojos y la veo morderse los labios, se que eso le gusta, le gusta mirarme así y a mí me prende eso. Es tan rico sentir como entra y sale tan lentamente de mí, las sensaciones me dominan - ¡Ah, Hailey!

- ¿Te gusta así? - yo asiento y ella me sonríe para luego besarme. Pero esto no terminará así.

Como puedo la tumbo a un lado quedando frente a frente una de la otra, pero no dejo que sus dedos salgan de mi interior, la beso y luego la miro a los ojos.

- ¡Ah, sí! - gime ella cuando yo la penetro con dos de mis dedos por sorpresa, es tan rica y suave por dentro, estaba tan mojada que mis dedos se deslizaron con facilidad en su interior. Nunca imaginé que se sentiría tan bien estar dentro de ella. Me muevo lento, pero doy embestidas fuertes con mis dedos dentro de su vagina y ella copia mis movimientos - ¡Joder! ¡Ah!

- ¡Ah! ¡Sí! ¡Ah! ¡Hailey! - gimo a todo pulmón cuando el placer vuelve a poseer mi cuerpo. No tardaré mucho en llegar al órgano. Estoy demasiado excitada. Y tenerla dentro es algo que... Decir que lo he deseado por todo un año es poco. Me encanta.

- ¡Ah! ¡Andrea! - mierda, qué lindo suena mi nombre cuando sale en gemido de sus labios. Lo necesitaba tanto en este momento.

Aumento la velocidad de mis movimientos, y ella hace lo mismo. Gemimos en conjunto llenando la habitación, comienzo a sudar puro placer por mis poros. Me lleva al límite verla delante de mí, gimiendo, quiero que lleguemos juntas al final.

- ¡Andrea! ¡Ah! ¡Me ven... ¡Ah! Me... - no puede ni habla, es que cada vez que lo intenta yo la penetro con más fuerza, pero qué linda, me excita mucho verla así. Me he dado cuenta que no dura mucho pero puede tener varias tandas. Me encanta. Somos diferentes hasta en esto.

- ¡Hagámoslo juntas! - le anuncio.

- ¡Ah! ¡Me gusta! ¡Ah, sí! - me dice cuando mis dedos entran y salen con frenesí de su interior, pero ella no se queda atrás y me penetra con fuerza, que rico.

- ¡A mi también preciosa! ¡Ah! ¡Córrete conmigo! - con mi pulgar roso su clítoris y en cuestión de segundos ella convulsiona.

- ¡Ahhh! - sus fluidos bañan mis dedos y su gemido agudo y alto hace que tenga un orgasmo como ninguno antes.

- ¡AH! - Gino a la par y saco mis dedos de su interior muy lentamente, retiro los suyos del mío y me acomodo sobre ella. Respiramos con dificultad y nos recuperamos de tan maravilloso orgasmo.

***

Siento como me acaricia la espalda y mi piel reacciona a su cariño, sierro los ojos para disfrutar de lo que me hace y hundo mi cabeza en su cuello. Aspiro su insuperable olor dulce junto con su sudor, ella huele bien hasta sudada, tiene que ser una diosa seguro. Poco a poco vamos respirando con más normalidad y yo me estoy quedando dormida con sus caricias por mis brazos, cabeza y espalda. Ella es realmente muy cariñosa, me sorprende todo esto. Pero más me sorprende lo que sale de sus labios después.

- Muñequita...

- Dime preciosa - le digo con voz cansada, un poco más y me quedo dormida.

- ¿Por qué siento que muero si pienso en separarme de ti? - me levanto de su cuello y la veo con los ojos húmedos - No quiero irme, quiero estar a tu lado.

Mierda, esto me entristece de una manera que no puede ella imaginarse. Después de todo, si logré lo que quería, que me abriera su corazón. Pero el resultado será que ella sufra cuando la distancia nos separe. Le doy un dulce beso, cargado de todo el amor que siento por ella.

- Siempre voy a estar para ti, Hailey, eres mi sueñito, hermosa. No me vas a perder. Voy a esperar el tiempo que haga falta por ti, hasta que regreses y no nos separemos más - digo acomodándome a su lado y acariciando su carita. Si esperé un año y ni siquiera sabía que era real, ahora soy capaz de espera toda la vida por ella.

- Si tan solo mi padre confiarse en que no soy la misma de antes, pudiera estudiar aquí.

- Pues has eso, cuando te vayas demuéstrale quién eres y hacete valer por las buenas acciones. Has que crea en ti, así como lo hago yo.

- ¿Lo ves? Eres la única persona que piensa que soy algo bueno y no una perdida de tiempo. Eres la única que no le ha importado mi pasado y me ha tratado con tanto cariño que no puedo... No puedo Andrea - sus lágrimas empiezan a salir y siento que mis ojos se humedecen. La acojo en mis brazos y dejo que lloré en mi pecho, en lo que acaricio su cabello - Si te pierdo a ti también... Moriré. He perdido a las personas que más me importaban, no quiero perderte a ti también - ¿Me acaba de decir que le importo?

- ¿Pero por qué me vas a perder? Sueñito, ya te dije que no, esperaré por ti. Tranquila. Yo soy solo para ti - ella me abraza fuerte y poco a poco se calma sola. Se seca las latinas, me mira y me besa con lentitud. Saboreo sus lágrimas en sus labios.

- Perdón por llorar, pero justo ahora estoy sensible - yo niego con la cabeza y la vuelvo a besar - Andrea. Sé que, mi corazón negro no debe de valer mucho, pero... Quiero que sepas que te pertenece a ti, a partir de hoy, solo será para ti. Lo pongo en tus manos, has con él lo que quieras - le sonrío con ternura, no me esperaba eso.

La quiero tanto que siento que este amor no me va a caber en el pecho.

- Gracias mi sueñito. Gracias por confiar así en mí. Prometo cuidar bien de tu corazón y solo te pido a cambio que también cuides el mío, porque él te pertenece desde el primer abrazo que me diste en ese mirador cuando me pediste que me quedara a tu lado.

Nos besamos con amor, sí, con amor. Porque yo la amo y sé que muy dentro de ella, por mucho que no esté lista para reconocerlo, ella también me quiere.

La siento respirar con más calma y entiendo que se ha quedado dormida, le soy un beso en la cabeza y le susurro que la quiero para luego dormir yo también.

Esta noche hemos hecho el amor como nunca antes. Ella se entregó a mí y yo a ella, no se puede pedir más. Nos quedamos dormidas, abrazadas, desnudas, ella entre mis brazos y yo cuidándola y protegiéndola con amor. Porque por mucho que ella aparente ser dura y fría, es solo una niña asustada que necesita que la cuiden y la quieran.

-------------------------------------------------------

¿No piensan que se acaba aquí o sí? Les espera una linda mañana en el próximo capítulo.

Espero que este capítulo cumpliera sus expectativas jejeje. (El smut)

Hasta la próxima actualización.

Déjenme su voto si les gustó.

Abrazos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro