Capitulo 6
Azul
Me levante con una gran idea en la mente "Seducir a Shane". Pero el procedimiento para llevar a cabo la ecuación consistía en etapas bien definidas, el problema en todo esto es que no tenía idea de cómo realizarlo.
Sin siquiera planearlo termine corriendo junto a Shane, me lleve una sorpresa al percatarme que es un habido corredor. Yo por temas de mudanza había tenido tiempo de ponerme al día. Ese fue el momento ideal para poner en funcionamiento el plan que aun no tenia, y es que como soy impulsiva decidí que dejaría que todo fluyera. Quedamos en cenar en su restaurant, el cual hoy en la noche estaría cerrado. En pocas palabras, tendríamos una cena romántica los dos solos y ahí mi plan comenzaría.
Al cierre de mi tienda, corrí a mi oficina donde tengo un baño para mi uso personal, me tome mi tiempo percatándome que aun tenía tiempo suficiente para vestirme adecuadamente para matar, como diría mi mejor amiga.
Al observarme en el espejo aprecie como me quedaba el vestido que compre para esta ocasión, y es que el color coral me sentaba de maravilla. Intente peinarme de tantas formas que al final lo deje suelto, escuche un toque en la puerta y me apure en terminar de pintarme los labios de nude.
Cuando abrí la puerta me encontré con un elegante Shane, y esa sonrisa que tenía el poder de derretirme como una gelatina.
- Te he echado de menos.- su confesión me sorprendió y movió algo en mí, que no quería ahondar en el asunto.
Sonreí y deje que pasara para poder subir a colocarme los tacos. Cuando regrese lo encontré leyendo el cartel que había hecho para la clase de mis empleados.
- ¿Para qué es esto?
- Estoy instruyendo las personas que estarán a mí alrededor en la tienda para que sepan que es lo que venderán, como deben tratar a las novias y sus familiares, entre otras cosas.
- Interesante. ¿Ya estas lista?
- Si.
Como ya se está haciendo costumbre me toma de las manos, y comenzamos a caminar hacia Shane's corner. Al traspasar el umbral de la puerta me encuentro con una mesa bien decorada. Me ayudo a sentarme y se coloco enfrente de mí.
- Señorita De la Barrera espero que esta cena sirva para conocernos mejor.- dice mientras levanta el platillo que tapa la comida que hay en el carrito al lado de la mesa. Comienza a servir una lasaña que desprende un delicioso olor, acompañada con un vino
- Así será.- digo mientras doy un sorbo de vino, inspeccionando el lugar.- ¿Shane?
- Si.
- ¿Este restaurant siempre fue tu sueño?- tenía tanta curiosidad por el hombre sentado frente a mí.
- En realidad no, nunca me vi con un restaurant. Quería ser abogado.
- ¿Abogado?
- Si, hasta llegue a ir unos semestre a la facultad y la empresa donde mi primo Adler estaba trabajando me dio una vacante para poder practicar y aprender de los demás, con la esperanza de que si era tan bueno como Adler pudiera permanecer con ellos y no ser de la competencia.
- Aun no me lo creo y ¿por qué decidiste dejar la abogacía por la gastronomía?
- Porque no estuve de acuerdo con muchas cosas que ellos defendían, o más bien a quienes defendían. Mi primo me explico y trato que razonara que esa profesión era así, a veces tendría que defender a corruptos, delincuentes, violadores, etc. Y todo eso me hizo ver que no encajaba en ese mundo, mi moral y mis principios no me dejarían defender a un desgraciado de esos. Yo tengo una hermana y una prima, no me gustaría que le hicieran daño y que tuviera que defender a ese desalmado.
- Entiendo tus razones.
- Y ¿pues como llegue aquí? Es algo loco pero yo era el único de todos mis hermanos y primos que sabia cocinar desde pequeño, por no salir debajo de las faldas de mi madre.- sonríe con un brillo especial.- Ella me enseño a cocinar todas las recetas de nuestros antepasados, y después que deje la empresa y la carrera estaba cocinando un domingo para la familia y ellos hicieron un consenso y me motivaron a levantar un restaurant. Así que mi padre me entrego la parte de mi herencia para que lo invierta en mi negocio, encontré el edificio. Al principio fue difícil pero después todo fluyo, mejore el lugar y aquí estamos.
- Wao debes de estar agradecido por la familia que te toco.
- Si, plenamente. Ellos son caóticos, locos pero de buen corazón.
- ¿Has pensado expandir tu negocio?
- Sí, pero aun no creo que sea el momento.
Terminamos de comer dejando a un lado los platos que utilizamos, volvió a rellenar la copa de vino.
- Ahora me toca a mi.- dice después de darse un sorbo.
- Vale.
- Ser diseñadora de vestido de novia siempre ha sido tu sueño?- sonreí al ver que me devolvió la pregunta.
- Sí, siempre ha sido una parte de mis sueños. aunque es el que siento mas mío.
- ¿Por qué?
- Es que...- suspiro.- Amo a mi familia, a cada uno de ellos pero a pesar de eso, no quiere decir que no vea sus defectos. Los acepto como son. La cuestión es que cada uno esperaba algo de mí, y no quería defraudar a ninguno y es un error. Porque debes hacer eso que te hace feliz, te felicito por haber tomado esa decisión de dejar la abogacía porque no te llenaba. Estoy segura que aunque sea uno te critico por la acción.
- Sí, mi primo al principio no estaba contento con mi decisión quería que fuéramos la dupla perfecta.
- Exacto el ideo un plan que cuando tu lo cambiaste le molesto. Mi abuelo materno quería que fuera escritora como él, quería que siguiera el legado de la familia y me hiciera con la editorial. El paterno quería que fuera diseñadora pero no de vestidos, mi madre y mi padre biológico querían que fuera bailarina, y mi tía paterna quería que fuera actriz. Hubo un tiempo que intente complacerlos a todos, pero no era plenamente feliz. Lo primero que solté fue la actuación, deje de escribir para agradar a mi abuelo y lo hice porque yo quería, cuando y donde yo quería. Lo único que si sentí mío era el baile y el diseño.
- ¿Entonces eras bailarina?
- Si, profesional hasta hace un año específicamente. Competía desde los tres años.
- ¿Por qué dejaste el baile?
- Tuve una caída desde una altura considerable, si estoy viva es por un milagro. Y si me ves caminando es otro milagro, los doctores no tenían fe en mi recuperación y aquí me ves.
- Lo siento mucho.
- Gracias, pero aun me queda mi tienda. Mi madre me ayudo a abrirla con apenas dieciséis años. Yo dibujaba y Ana le daba vida.
Después de la conversación más seria que habíamos tenido, nos dimos una tregua yéndonos por un camino menos escabroso. Entre risas llevamos los platos y terminamos fregándolo, sabía que esta cita estaba fuera de lo normal pero no quería que dejáramos trabajo para otros.
- Quiero ver que tan bien te sabes mover.- dice mientras me mira con una sonrisa y me guiña el ojo dándole una connotación sexual a la frase. – en la pista cariño.- se carcajea mientras coloca una salsa que penetra hasta los poros de mi piel.
Mis pies inquietos y acostumbrados al ritmo estaban deseosos de moverse.
Me extiende su mano, la cual acepto gustosa y nos dejamos llevar de los ritmos afroamericanos. Con la última palabra de la canción, nos quedamos petrificados en nuestro lugar sin distancia alguna nuestra respiración mezclándose. Cuando pensé que iba a besarme retrocedió y apago la música, suspire decepcionada y es cuando recuerdo aquella promesa. Decidida a ser quien tomara la iniciativa, di unos pasos hacia él cuando de repente la puerta se abre y por ella desfilan un grupo de hombres que tenían cierta apariencia con Shane.
- Hola hermano.- dijo uno que se parecía demasiado a Shane, aunque era más claro.
Cuando me decido a llegar más allá con Shane llegan ellos a fastidiar
¿Sera esta una señal?
Todos se presentaron, y comenzaron a sacarme conversación. En un momento obligaron a Shane a que les preparase algo de cenar. Y empezó la interrogación de su parte.
-Cuando nos avisaron que Shane estaba en su restaurant con una mujer nos sorprendió.- dice James el que se presento como gemelo de Shane.
- ¿Por qué?- pregunte con suma curiosidad.
- Porque este lugar es como su santuario y nunca ha traído una mujer con la que este saliendo.- contesto Spencer.
- No salgo con él. – todos me miran como si no creyesen lo que digo.- bueno en cierta forma no, solo somos amigos. Hace unas semanas que me mude a Atlanta y el solo ha sido amable conm...- me interrumpió.
- Jajaj ¿Shane amable? – dice el que creo se llama Jordan, mientras se carcajeaba casi arrastrándose de la risa y su actitud me traía a la memoria a Chiara.- Si no fueras especial para él, no haría todo lo que está haciendo. No perdería el tiempo en citas, y bla,bla,bla iría al mambo y ya.- esa forma de hablar de Shane no coincidía con el hombre tan atento que es conmigo.
No sabía que hacer o decir para que se sacaran esas ideas de la cabeza. Mire hacia la puerta de la cocina esperando que Shane me salvara de este clan. Bryson y Luther, me obstaculizaron la vista, de todos los Morgan que había conocido hoy estos eran los más fríos, calculadores y quienes me tenían en la mira.
Los mire con cierto nerviosismo y ellos con recelo, entendía porque habían decidido ser policías.
- No tenemos mucho tiempo antes que venga Shane y nos eche a patada de aquí.- dice Bryson.- por lo que seré muy directo. ¿De dónde eres?
- De Madrid, España.
- Es un lugar bonito.- dice Luther.
- ¿Has estado allá?- pregunto intentando desviar el asunto hacia donde se quieren llegar.
- Si, hace mucho. Ahora lo que yo quiero saber ¿Por qué te marchaste de tu país?- pregunta sin ningún atisbo.
- No te lo tomes a mal.- menciona Chester.- es que llevan el deber de ser policías mas allá de su jurisdicción.
- Porque quería abrir otra sucursal de mi tienda.
- ¿Por qué justamente aquí?- pregunto Bryson.
- Pues porque siempre me ha gustado Atlanta, además que es una buena ciudad para los negocios.
Vi la intención de los policías de querer seguir preguntando, pero la interrupción de Shane me volvió el alma al cuerpo. Me hicieron sentir como si me estuviesen evaluando para ver si soy apta para Shane. Cuando vieron la cena que Shane les había preparado, todos se olvidaron de la sección interroguemos a la extranjera y se volcaron en la comida.
- No te lo tomes como algo personal, solo estamos preocupados por nuestro Shane. Bryson y Luther, son mayores que Shane y piensan que deben protegerlo de todo. El esta ilusionándose contigo y eso no es muy bueno para nosotros, solo queremos saber con qué lidiaremos. No lo lastimes mas, el es el mejor de los Morgan.- con cara adusta y mirada atenta, Charlie, el hermano mayor de Shane por primera vez en la noche me dirigió la palabra y se fue a acompañar a los demás.
Shane tomo asiento a mi lado, y su mano me reconforto. Su familia trajo luz a mis pensamientos, no puedo hacer lo mismo que hizo Carl conmigo. No puedo utilizarlo para mi beneficio. No pienso renunciar a tener algo con él, pero pondremos las reglas sobre la mesa. Con las reglas claras, de esta manera el juego es limpio.
***
Nota: Bueno los Morgan han entrado en la ecuación, son sumamente protectores con los suyos así que Azul que se ande con mucho cuidado.
Les invito a seguir en mis redes si aun no lo hacen.
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