Capítulo Final.
Un mes después
De nuevo ese techo blanco, aún se acostumbraba si era sincero. No le gustaba ni siquiera el olor ni la textura de la cama, se le hacía incómodo tener que bañarse todos los días con agua fría y después ponerse ese montón de cremas para la cara. Saludar vecinos que no conocía todavía, acariciar perros que no eran los mismos que en el viejo vecindario e ir a tirar la basura en otro lugar.
Incluso era el encargado de dar rondines por el vecindario gracias a que su cuerpo era mucho más grande que el del los demás y causaba terror si se lo proponía.
Pero bueno...
Así era la vida en su nueva casa.
No, cabe recalcar que no vivía con Jisoo, que solo fue un encuentro casual y que aclararon los sentimientos antes de confundirse a sí mismos.
Antes de confundirla a ella.
Pero de todos modos la casa de soltero no le gustaba para nada. Era una mierda que en ese vecindario no fuera el señor del gas para poder bañarse con agua caliente y que las ancianas del lugar solo lo vieran como policía y arriesgar su vida cuando él incluso le tenía miedo a un ave.
Y no... no había escuchado nada de SeokJin durante todo ese tiempo. Pero se llevó todas sus cremas sin que se diera cuenta antes de irse, sólo para hacerlo enojar en el momento que se diera cuenta que le faltaban.
Se habían divorciado y terminado como "amigos" (esa mierda no existe). Pero NamJoon seguía siendo un poco infantil y no se iba a quedar con las ganas de molestar una última vez al que alguna vez fue su esposo.
Entonces, llegamos a lo mismo.
NamJoon maldijo el techo blanco de su habitación, se bañó con agua helada (no sin antes dar una vuelta por el vecindario). Se puso las mil cremas rejuvenecedoras (no las iba a desperdiciar). Y se puso aquel conjunto elegante que compró semanas antes.
También peinó sus cabellos en aquel nuevo corte que hizo días antes y se echó loción costosa y muy varonil para hacer a las señoritas del lugar desmayarse.
No. Él no iba a una cita a ciegas.
Namjoon iba a la boda de JungKook y su ex suegro el señor Kim.
Así que después de tomar su enorme abrigo y las llaves de su auto, revisar la hora en su costoso reloj y ponerse un poco de brillo hidratante en los labios; partió a su destino.
Sus manos sudaban mientras tomaba el volante porque no sabía si SeokJin asistiría, aunque sería lo más prudente siendo hijo de uno de los novios.
Pero esa familia era muy rara, a veces se querían a veces se odiaban. Y de verdad que no se le haría raro si todos llegaban a impedir esa boda. Bueno que sería un poco lógico...
NamJoon rió ante aquel pensamiento y después de un recorrido de quince minutos llegó al lugar de bodas. Todo era hermoso si se lo preguntaban y no pudo evitar imaginar lo que algún día fue su boda, claro que las decoraciones eran diferentes pero aún recuerda ese nudo en el estómago y las náuseas de los nervios.
Se casaría con el hombre más hermoso del mundo, y estaba nervioso de arruinarlo todo.
Aún así se dió valor de salir de su auto y dirigirse a la sala dónde se haría la ceremonia de casamiento, saludó a varios amigos por parte del señor Kim y a sus amigos por parte de JungKook.
HoSeok, TaeHyung, YoonGi y JiMin (aunque com JiMin nunca fue cercano)
Se acercó a ellos con una leve sonrisa y cuando su vista chocó con la de TaeHyung este simplemente la desvío al suelo. Pero lo ignoró, sabía que sus amigos aún lamentaban su separación pero no por eso se iba a amargar o dejar llevar por los sentimientos. Ya no más.
Finalmente la ceremonia comenzó y él no se molestó en buscar a SeokJin, aunque no negaba que sintió un poco de pánico cuando lo confundió con su hermano mayor. Pero siguió, todo siguió.
Y cuando la fiesta comenzó, se sintió un poco mal en cierta parte. Sus amigos casados disfrutaban de la fiesta, reían, se iban a la cabina de fotos y sonreían enamorados al ver las fotos abrazados o besándose. Pero ya no se sentía mal, no tanto.
Para cuando la noche siguió su camino y todos bailaban felices en aquel salón de fiestas, su saco ya no estaba, el primer botón de su camisa suelto y sus cabellos ya no estaban tan peinados después de bailar un rato con aquellas señoritas que lo invitaban a la pista de baile.
Y gracias al cansancio se dirigió a la barra de tragos, pidió dos copas de vino tinto y se siguiente a aquella mesa para tres.
Ahí estaba un chico lindo, su piel era blanca y sus cabellos negros. Tenía una bonita nariz, unas enormes pestañas, y ni se digan de esos labios esponjosos.
Kim SeokJin era su nombre.
Era hijo de uno de los novios.
Y era su ex esposo.
Pero lo vió ahí, solo, tímido, sin ser capaz de acercarse a sus amigos, siempre acompañado de su hermano quien en algún momento se tuvo que retirar gracias a sus hijos cansados dejándolo solo.
Y se hartó de verlo ahí, de que hombres se le acercaran y verlo guardar varias servilletas o papeles que seguramente llevaban números de celular.
NamJoon no era celoso, nunca lo fue en su matrimonio porque sabía que SeokJin ya le pertenecía, pero ahora sabía que era libre y que cualquier hombre estaba dispuesto a estar con él.
Así que dejó el miedo de lado, y digamos que el alcohol le dio el valor que le faltaba para dejar aquella copa de vino en la mesa, justo en frente de SeokJin quien volteó y al verlo ahogo un grito.
-Hola- comenzó el moreno arrastrando la silla de al lado para sentarse.
-Hola...- contestó Jin, nervioso de ver a NamJoon de nuevo. Porque desde que se fue de la casa no habían hablado más, todo fue arreglado con sus abogados y el dinero que por ley le correspondía cada mes le era depositado. Así que no sabía cómo reaccionar.
-Mi nombre es Kim NamJoon- siguió él-, Mucho gusto.
SeokJin tragó pesado viendo la mano que el moreno le ofrecía.
-Kim SeokJin- sus manos chocaron y la electricidad volvió.
-Te vi solo desde hace rato, y sé que ya te han dicho esto muchas veces pero, eres el hombre más hermoso que he visto en mi vida. ¿Quisieras bailar una canción?
-No bailo- NamJoon lo sabía, sabía que SeokJin no bailaba pero era parte de su plan.
-Ya veo... atrás del salón hay un enorme bosque y al principio de este un pequeño río con kiosko, me dijeron que era la única parte que es tranquila. ¿Quieres ir?
SeokJin se relamio los labios antes de asentir y ponerse de pie después de que NamJoon lo hizo, ofreciendo una vez más su mano para caminar juntos y no perderse entre tanta gente.
Caminaron siendo vistos por sus amigos cercanos junto a JungKook y el señor Kim quien sonreían aliviados.
-Te veías un poco sofocado- prosiguió el moreno-. Las fiestas no son lo mío pero los novios son amigos míos. ¿Tú de qué parte vienes?
El corazón de SeokJin comenzó a latir de una manera más rápida, emocionado de conocer el plan que tenía su ex esposo.
-También por parte de los novios- contestó con una pequeña sonrisa desviando la mirada hacia el pequeño lago.
-¿De verdad?- el moreno fingió sorpresa-. Cómo es que nunca coincidimos. Podría jurar que reconocería tu rostro en cualquier lado.
-Supongo que por algo...
-Tienes razón. Aún así, me gustaría reconocer tu rosotro en cualquier lado de ahora en adelante.
Finalmente NamJoon volteó hacia el mayor para que este mismo hiciera lo mismo y quedar frente a frente. Un rayo de luz apareció gracias a la luna haciéndolos confidentes de sus sentimientos, sentimientos que jamás se habían ido.
-Es un placer conocerte, Kim SeokJin. Me gustaría invitarte a salir de ahora en adelante para conocernos mejor. Empezar de cero... ¿podría?
-Claro, empecemos de cero...
Fin.
Que vivan lo' novioooooos
Creo que fue algo ilógico que se divorciaran si al final iban a volver.
Peeeero en mi defensa... no tengo defensa.
Bueno, quedamos agusto porque el NamJin quedó junto en esta historia, ya veremos en las demás.
Gracias por ser pacientes con las actualizaciones y de verdad espero que la hayan disfrutado como yo lo hice.
De hecho la idea principal del fic fue sacado de un k-drama que encontré en tiktok.
No leemos en las demás historias ♡
-K_S_05.
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