Capítulo Dos.
Qué mejor que el lago, los árboles, el canto de los pajaros y dos hombres en un bote rodeados de naturaleza.
El señor Kim era un hombre ya de sesenta años, bien cuidado la verdad; alto de cabello castaño claro, barba de candado, piel joven y fresca y cuerpo libre de enfermedades, su quijada marcada y sus cejas bien pobladas lo hacían ver muy masculino. Divorciado desde hace cinco años gracias a... Bueno.
-¿Y JungKook?- preguntó NamJoon de repente, dándole la espalda al señor-. Hace mucho que no lo veo.
-Él está bien, aún no consigue trabajo.
-Ya veo... ¿Le sigue molestando que piensen que eres su abuelo?
-Ya no tanto, se resignó a qué son consecuencias de salir con alguien treinta años mayor que él.
La historia de JungKook y el señor Kim era muy divertida, cuando NamJoon y SeokJin se casaron fue que se conocieron en la fiesta de bodas, el señor Kim quedó totalmente enamorado y Jeon al fin signo virgo se arriesgó a coquetear con un señor que muy probablemente pudiera ser su padre
Hubieron cientos de peleas y cuando la señora y el señor Kim decidieron divorciarse por un tercero en discordia parecía que la tercera guerra mundial empezaría gracias a SeokJin.
-Sabes...- siguió el mayor-. Le pedí que se casara conmigo.
-Uy, eso no le va a gustar a SeokJin. Sabes que JungKook y él siempre han estado en guerra y cuando se entere que ese hombre con cara de niño va a ser su próximo padre se volverá loco.
-Lo sé, por eso le vas a decir tú.
NamJoon soltó una carcajada.
-Nel, no quieras arrastrar al infierno a gente inocente- ellos tenían mucha confianza como para hablarse así-. Si me pidió el divorcio es porque me odia, si le digo yo me va a tomar como saco de box de práctica.
NamJoon observó una pequeña víbora escurrirse por sobre el agua, de esas que no tenían veneno y era muy fácil encontrarse en lagos o presas.
El lugar volvió a estar en silencio por algunos segundos.
-¿Viste a la víbora?- siguió el mayor.
-¿De la mar?
-¿Por aquí pueden pasar?
-Los de adelante corren mucho.
-Y los de atrás se quedarán.
-Tras tras tras tras- terminaron de cantar juntos entre risas, hasta que el celular de NamJoon empezó a sonar en tono de llamada y escuchando a su suegro seguir cantando en un murmuro levantó el celular.
Mi amado esposo.
-Aish- soltó algo asustado.
-¿Quién es?
-Una víbora que sí es venenosa. Contesta tú.
Pasó el teléfono al señor Kim y este negó empujandolo sin brusquedad.
-No lo creo, es tu esposo, contéstale tú.
-Pero es tu hijo, salió de ti.
-No literalmente.
-No, sí literalmente.
Una vez más NamJoon ofreció el celular y su suegro no queriendo tuvo que atender la llamada, pero no contestó y NamJoon sólo maldijo en voz baja.
-Chillon- el hombre se encogió de hombros y él moreno solo puso el aparato en su oreja-, ¿Si...?
-¡Mira bien lo que te voy a decir-!
La llamada se cortó.
-Bueno, tal parece que SeokJin o ya se enteró de tu matrimonio con JungKook, o ya encontró mis calzones en la regadera.
Tal parecía que mientras una pareja estaba por acabar, una nueva nacía.
- Mi Suegro y Yo -
Pues yo no creo que JungKook tenga la culpa de enamorarse de un hombre treinta años más grande que él si la escritora se inspiró en el señor Kim gracias a este dibujo.
O sea más bien ella que no los describa tan guapos 🤺
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