El futuro implica sacrificio y el sacrificio no siempre recompensa, el futuro es trabajo y el trabajo no siempre es justo, las metas son sueños y los sueños no siempre se cumplen.

Miguel Rivera se preparaba para salir al escenario, los nervios carcomían su interior como en cada presentación, era difícil no sentirse ansioso pero él era un experto y sabía cómo controlar ese lado suyo. Las cortinas se alejaron y las luces dieron directo a su rostro, los gritos y ánimos no se hicieron esperar apenas el moreno salió a la parte delantera de la tarima mientras una música de estilo movida y algo actual sonaba

Reprimió todo lo que sentía en ese momento, ilustrando una sonrisa traviesa y luciendo su mejor cara, una que mostraba coquetería y una mirada que transmitía lujuria pero igual cansancio, el público llamaba por él.

Sus siguientes movimientos en la pista en lugar de ser un rasgado de Guitarra acompañados de el alegre canto Jovial del latino chico en una clásica presentación musical... se dejaron ver en su lugar como seductores pasos al ritmo de la música, con sus manos paseándose por todo su cuerpo, apartando las pocas ropas que ya llevaba al subir y con ello mostrar más de su morena piel pasión al igual que su trabajada figura que enloquecía a los pocos hombres y mujeres que se presentaban a verlo.

Así es, Miguel no era aclamado por ser reconocido prodigio en la música que encantaba con sus creaciones, los gritos de exclamación eran de las varias chicas y chicos que esperaban con ansias la salida de un atractivo Stripper o Bailarín Nudista que modelase su figura para ellos... así es, Miguel era un Stripper

Las noches en el Bar: "El Punto Dulce" eran las más movidas y las más llamativas en cuanto al entretenimiento nocturno se refería, sobre todo al espectáculo para mujeres; pese a estar ubicado en un barrio de mala muerte y uno donde el establecimiento estaba más viejo que parecía caerse, las noches de Sabor Latino eran aquellas que más lugares llenaban y abarcaba todo los géneros como espectadores.

La bebida alcohólica barata, el olor a cigarro y a humedad, los meseros desganados, las apuestas con cartas, no señalaba a que fuese un lugar elegante donde derrochar dinero, la comida no sabía tan bien y los baños estaban para morirse, pero aun así su mejor acto era el que solventaba parte de las ganancias de aquel local; el espectáculo de sus bailarines nudistas.

Uno de sus mejores espectáculos implicaba aquellos donde Miguel salía, luciendo tan seductor como siempre, mostrando sus mejores pasos junto a otro par de Amigos, quienes igual que el rivera sacaban suspiros con sus movimientos eróticos; Leo San Juan y Alberto Scorfano.

Alberto era ligeramente mayor que él así como el que más tiempo lleva en ese mundo del baile, su sonrisa coqueta era suficiente para que el público se enamorara de él, además de que era el que mejor condición física tenia y el del cuerpo más trabajado y Marcado. Además de hacer lo único que Miguel no hacía tan fácilmente, Realizar bailes privados con Finales felices para los clientes, por ello mismo era fácil verlo desaparecer luego de su acto, lo más probable en una habitación dando otro tipo de espectáculo privado.

Leo San Juan era lo contrario, no sólo Por ser el más joven del grupo así como el más reciente en entrar; era fácil de engañarse al verlo, parecía solo un inocente ángel en cuanto al aspecto, quizás no era el que tenía los mejores cuadros o los grandes músculos, pero era el que sabía moverse con la agilidad de un atleta y el que más público femenino atraía, era ver a un galán romántico bailarles solo a ellas.

Pero Miguel Rivera era otro caso; coqueto si era, llamativo también, no tenía tanta indecencia ahora como al inicio cuando entro, a sus cortos 24 años era el único del grupo que sabía cómo usar todas sus habilidades; sabía cómo moverse en el escenario así como en el baile en grupos, era el que mejor sabía en cuanto al momento de seducir y de igual modo el que mejor elegía a quien dar sus bailes privados, sabía cómo y cuándo mover sus cartas o sus nalgas en este juego de noche, siempre se trataba de ser el mejor.

¿Qué si había dado un final feliz alguna vez a un cliente? Pero claro que sí, no lo ponía muy orgulloso como a Alberto... pero tampoco le daba vergüenza admitir como a Leo... después de todo es trabajo y dejaba buen dinero.

El movimiento de esa noche en el bar era bastante acelerado para no ser enorme, el lugar se notaba lleno más que nada por ser sábado y todos esperaban un gran espectáculo, algo que hacía sonreír desde lejos al codicioso Propietario del lugar que miraba sus ingresos aumentar gracias a sus chicos, en especial Miguel.

Apenas la música comenzó a sonar y con ello el movimiento de caderas del chico, quien lento como atrevido se movía seductoramente a la vista del público, sus manos recorrían su chaleco quitándolo y lanzándole al público, quienes alteradas por el calor buscaban atrapar; su morena piel pálida lucia brillante bajo las luces gracias al sudor, también resaltaba mas su figura delgada, pese a eso el público hacia bullicio ante tales poses realizadas por el chico, viendo esos abdominales marcados y esa pronunciada V.

El público enloquecía y pedía menos ropa, prendidos en ver más del chico quien a cada paso enamoraba más a sus espectadores, sobre todo a un grupo de amigos a lo profundo que miraban el acto.

[°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°]

Ese día no era más que otra horrible jornada de estudios y exámenes en la Universidad, todo el grupo de amigos necesitaba un buen respiro de aire puro y sobre todo un descanso.

Hiro Hamada, un prodigioso chico genio en su adolescencia y un destacable científico en su ahora Joven Adultez; reconocido por su gran intelecto y teniendo un rol bastante activo en la Universidad dando conferencias e incluso impartiendo varios talleres, actividad que no le emocionaba mucho que se diga por su parte, pero necesarias por su estado actual; necesitaba un descanso, uno donde pudiese salir con sus amigos a tomar algo de aire fresco. Y por ello esa tarde como cualquier otra decidido reunirse con su nuevo grupo de amigos, Luca y Kubo.

Luca era un estudiante destacado en cuanto a muchos ámbitos, como la literatura y la astronomía, siendo un estudiante de intercambio proveniente de Italia gracias a su gran intelecto, lo que lo ha hecho un buen compañero de estudios para Hiro y un agradable amigo que siempre está lleno de curiosidad y con ansias de saber más.

Por su parte Kubo era un viejo amigo que conoce desde mucho más joven, al igual que el joven Hamada era oriundo de Japón y sólo contaba con el cuidado de su abuelo; un hombre estricto y muy rígido en cuanto a la conducta.

Ambos encuentran un escape mutuo ante el peso de sus responsabilidades y el ritmo de sus vidas; Hiro por el estrés de su vida como genio y Kubo viviendo bajo las expectativas de su familiar, luciendo como el chico que debe aparentar ser Pero no es...

Cada tarde cuando se puede o de preferencia cada fin de semana el grupo de 3 amigos buscan un punto de encuentro para pasar un agradable momento, ya sea en el Lucky Cat Cafe o en una plaza comercial para apreciar el momento

Esa tarde no fue la excepción, el grupo de 3 chicos hablaban de sus posibles opciones para salir mientras caminaban fuera de la Universidad luego de un cansado día

Sin saberlo encontrándose en el camino con un joven de piel canela y ojos Ámbar, que sonreía siempre de forma coqueta como maliciosa, su actuar de forma tan coqueta y su hablar tan maliciosa lo hacía ver como ese amigo que quería con Todo mundo... o eso es lo que dejaba ver con su actitud y sus juegos de palabras. Esa noche invitándose solo al grupo como siempre, sugirió una idea un poco diferente y la cual de seguro ninguno hubiese accedido si supiesen de qué trataba.

Así fue como esa misma noche se encontraban en aquel bar nudista, entraron sin problema aunque por poco y Marco se pusiese a coquetear con el guardia de la entrada. No era la primera vez que venía pero si la primera con amigos o alguien más que no fuese un interés amoroso, todo ante la mirada incrédula de sus compañeros que pasan ante aquel guardia de mirada fría.

Sentados en una mesa del fondo los demás chicos acompañantes se notaban algo reacio al estar en un lugar así, por no decir incómodos claro está. Las mesaras mas coquetas alguna vez vistas les llevaban en bandeja sus bebidas, una soda para Hiro, jugó para Luca, Agua más corriente que común para Kubo y cómo no, cerveza para Marco quien parecía ser el único divertido en todo ese lugar.

La noche era tensa para el grupo de amigos, los minutos pasaban lentos mientras de fondo las canciones más aguadas que caldo ponían a varios dormir, la noche parecía ir más lenta de lo normal y el olor a pis no hacia amena la plática y mucho menos los insultos de fondo, pero el momento siempre puede verse más penoso cuando un Marco ya afectado por el trago intento hacer un Show propio, incluso dispuesto a pagar un Baile privado para sus amigos, quienes obviamente negaron Avergonzados. Al final Marco decidido dejarlos complemente solos en la mesa para seguir a un chico que vio en otra mesa hacia el baño, quizás para un momento más caliente, dejando más incómodo al grupo inicial que se veían como peces fuera del agua en un sitio como este, quienes pensaron seriamente en escapar en ese momento.

Las luces se apagaron, el bullicio de las personas no se hizo esperar, el Escenario fue iluminado dejando ver el telón abrirse, rápidamente el Trío quedaron al pendiente, curiosos de ver lo que sucedería.

Más no creyeron ver algo que los haría sonrojarse casi de golpe como la presencia de 3 hombres en la tarima, 3 jóvenes adultos de piel morena dándoles ver sus anchas espaldas y luciendo así sus tonificados traseros bien marcados y redondos formados en la tela, mientras un vestuario de vaquero con poca ropa los dejaba al delate.

Los 3 masculinos se encontraban en fila, del más bajo y delgado, hasta el más marcado. Casi de inmediato la música comenzó a sonar, una Rola bastante lenta como provocativa que hizo de inmediato a los jóvenes bailar, dándose vuelta para mostrar así sus atractivos rostros, todos parecían modelos de revista cuando mucho, o así era como lo veían los chicos quienes perdidos en esa vista no podían dejar de ver el sensual baile provocado por el Trío en la tarima.

La música erótica seguía resonando al tiempo que el grupo de Bailarines se abrían sus camisas a cuadros correspondientes a un color de cada uno.

Leo vestía una camisa de cuadros verde bajo junto a un paliacate amarrado al cuello de color rojo, su mirada coqueta hacía juego con su cabellera Castaña que caía por su rostro, sus pasos eran más lentos y su piel un tanto más oscura.

Alberto llamaba la atención por su tono más dinámico de moverse, su traje era amarillo y su sombrero de vaquero blanco, mordía sus labios para verse más provocativo, mientras el movimiento de su cuerpo era más experimentado y con cada paso se le marcaban las tabletas de su chocolate.

Por su parte Miguel era quien robaba el Show, la forma lenta en que movía sus caderas, la candela en su forma de mirar, su ropa era roja con tonos dorados y el pantalón azul desgastado, pero no se comparaba con su sonrisa atractiva que hacía parar el corazón de otros, sin contar claro que su moreno cuerpo era el que más llamaba la atención.

Los gritos de sus Fans resonaban por todo el lugar, las manos se extendían en un deseo de tocar mas de aquellos chicos que bailaban de forma tan coordinada y tan llamativa, aunque los más interesados terminaron por ser el Trío de Amigos, quienes sin querer admitirlo, les gustaba la escena que presenciaban, tanto que su idea de salir corriendo y dejar a Marco Solo en el Bar tuvo que ser Cancelado para apreciar mas del espectáculo.

En un movimiento muy esperado el grupo de Bailarines se abrieron de golpe sus camisas, dejando relucir sus tonificados cuerpos de piel canela bañados por el brillo del sudor, sus marcados pectorales, sus abdominales bien formados, esos fuertes brazos definidos; los gritos altos no se hicieron esperar al calor de Esa vista.

Los jóvenes se despojaron de las prendas que cubrían sus pechos y lanzaron las mismas a sus espectadores, quienes casi en Guerra se peleaban entre sí para ser quien tenga la camisa de esos galanes. Hiro parecía ser el más interesado en ese espectáculo, teniendo que apartar la mirada un tanto sonrojado por la vista de aquellos abdominales marcados que lo seducian, más sin fijarse su vista se perdía en el chico de Rojo, quien tenía los mejores movimientos y le parecía más atractivo.

El bailar de sus caderas eran hipnóticos para un joven alborotado como él, nunca había negado su lado Homoerotico pero momentos así donde no se podía controlar la situación está se le salía de sus manos

Las manos morenas de Alberto recorrían mutuamente su piel quemada dejando relucir su marcado lavadero, Leo no se queda atrás y dando una vista de su parte trasera solo dejo relucir su marcado trasero, algo por lo que todo el mundo moría.

Luca y Kubo seguían rojos como tomates, no por nada este último tuvo que bajar su mano en busca de calmar sus hormonas, ahora entendían el porqué Marco le encantaba venir a estos lugares, era el paraíso y el infierno en la tierra al mismo tiempo.

un punto en el baile erótico, la mirada coqueta y seductora de Miguel se cruzó con la encantada e hipnotizada mirada de un atontado Hiro, quien apenas sintió el choque de vistas se puso más rojo que Semáforo, la situación era demasiado para él.

Los gritos aumentaron más cuando los jóvenes tomaron las orillas de sus pantalones y tiraron de estos, ahora semi desnudos mostrando sus calzoncillos ajustados que resaltaban sus grandes atributos tanto traseros como el bulto que se le marcaba y no pasó de visto por el grupo de chicos, por poco y Kubo escupe su agua sobre Luca al ver los Bóxers de los chicos, ahora si había compensado el precio del boleto.

El Rivera perversamente notando como el joven asiático del fondo aún tenía la vista fija en el, decidió provocarle al guiñar su ojo de forma coqueta, su baile aumento en lo erótico con el alzar de brazos y el trazo de sus pies en el escenario, su cintura se mueve de una forma profesional y en cada movimiento el bulto que le colgaba entre sus piernas y se le movía intensamente como si tuviese vida provocando mas gritos en el publico, tras de los chicos sus regordetes traseros se sacudían con el ritmo de las piernas, las prendes estaban tan ajustadas que era como si no llevaran nada puesto.

El final del espectáculo estaba por llegar, los billetes caían en una lluvia de placer sobre los bailarines, por ende los jóvenes semi desnudos acabaron de la mejor forma posible; tomaron sus sombreros, los colocaron sobre sus abultadas entrepiernas, daban la vuelta dando a ver una vez sus traseros firmes y en un veloz movimiento de tirón tenían sus prendas en las manos, tapando sus miembros con el mismo sombrero; acto que ocasionó mas gritos por parte del público y que nuestros chicos por poco tuviesen un infarto ante tal acto.

Los aplausos y llamados de que sigan fueron cesados al apagar lento de las luces y los chicos corriendo entre risas tras las cortinas del escenario dado por acabado el Show de hoy, para mala suerte y mal gusto del público que deseaban ver más.

Tras bambalinas los chicos Reían y chocaban sus puños en complicidad, hacer lo mismo cada noche dejo de ser un martirio y comenzaron a verlo como una buena oportunidad, una buena fuente de ingresos por ahora, mas Miguel era el que mostraba una sonrisa mas apagada, ya que aunque le gusta ser el centro de atención y estar en un gran escenario con un gran número de Fans, no era lo que realmente deseaba del todo, quería que sí sus fans lo quisiesen es por su música y no por su talento de saber desnudarse.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando su Jefe llegó de imprevisto para continuar su trabajo; tal parecía una mujer de buenos recursos pidió un Show privado y con Final feliz, deseaba ver sus mejores movimientos y no solo en baile. Ya que ante el hecho de que pidió a los 3 para ella sola indicaba un pago muy alto y buena propina, por lo que sin poder rechistar los 3 nudistas entre risas y comentarios caminaron a la mejor habitación del club, donde la mujer los esperaba con ansias y deseo, lujuriosa de ver como Vinieron al mundo, así el trió entraron a realizar su trabajo.

[°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°]

Por otra parte la vergüenza que sentía el grupo de amigos en la mesa era tanta que no podían ni verse la cara entre ellos, la situación los sobrepasaba; Hiro nunca creyó sentirse atraído por un Stripper y por la cara que tenían sus amigos Sabia que no era el único en esa situación.

A penas Marco llegó a la mesa, todo alborotado y con una marca de mordida en el cuello, el grupo no dijo más nada y salieron apenados del lugar, tras pagar todo y cada uno irse a casa es que la pequeña idea se insertó en la mente de cada uno.

Iban a volver al Bar para ver el espectáculo de los chicos una vez más...

[°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°]