FINAL
Namjoon había regresado hace un par de meses a la universidad, por lo que todo había vuelto a la normalidad, a excepción de que los chicos de mayor grado estaban en exámenes finales y los de menor, en exámenes semestrales.
No había podido hablar mucho con Seokjin ya que éste se la pasaba estudiando todo el día y toda la noche. Ansiaba convertirse en un excelente diseñador gráfico e iba a luchar mucho para poder graduarse y obtener aquel título.
Yoongi y Jimin estudiaban para lo mismo, por eso concordaron que, si llegaban a graduarse, se asegurarían de hacer un contrato en la misma empresa para trabajar juntos.
Taehyung, Hoseok y Jungkook, bueno... Ellos estaban presentando exámenes de final de semestre para pasar al siguiente año, así que no se preocupaban tanto como los demás.
Ahora mismo, Namjoon acababa de terminar de calificar los exámenes de los grupos en los que enseñaba y aunque iba en contra de las normas, les había puesto nota máxima a los chicos para asegurarse de que pasaran. Estaba completamente aburrido en su casa sin nada para hacer, hasta que se le ocurrió una idea y decidió llamar a alguien. Marcó el número y esperó a que contestara.
Luego de unos segundos, aquella persona respondió.
—¡Hola, Namjoon! Qué milagro que llamas— escuchó del otro lado de la línea.
—Lo sé, lo siento. Trataré de llamarte más seguido, aunque tú también puedes hacerlo y no lo haces— rió un poco mientras se acomodaba en el sofá.
—Ya está bien, los dos tenemos la culpa, pero dime... ¿Qué te inspira a llamar a este sexy chico?— dijo con orgullo, sacándole una carcajada al mayor.
—¿Tú... Sexy? Si la última vez que te vi, parecías dos cordones colgados. Por cierto, te recomiendo un gimnasio para que saques algo de músculo; así como estás, no vas a conquistar a nadie— se burló.
—No hay necesidad de humillarme, Kim Namjoon. Algún día conseguiré a alguien que me quiera y ese día te vas a morir.
—Precisamente de eso te quería hablar. Te quiero presentar a un chico que está buscando pareja.
—¿Ah, sí? ¿Y quién es? ¿Es guapo?
—Sí, se llama Jungkook y sí, es bastante guapo— respondió en orden las preguntas de su primo Yugyeom.
—¿Y qué estás esperando para presentármelo? ¿No es muy menor, verdad?— preguntó algo preocupado, recordando el incidente que tuvo cuando se involucró con un joven de quince años, claro está que él no tenía idea ya que el chico no aparentaba esa edad.
—Nah, tampoco es tan menor, tiene dieciocho.
—Ah, eso está bien para mí. No voy a permitir que vuelvan a llamarme pedófilo— dijo con molestia, provocándole una carcajada a Namjoon.
—Muy bien, te espero en quince minutos en mi casa— y sin esperar a que el contrario contestara, colgó la llamada.
Después de dejar su teléfono sobre la mesita de la sala, se fue a arreglar un poco la cocina y el living para que no viera todo el desorden que había. Al terminar, le marcó a Jungkook para que fuera a su casa en cinco minutos y éste aceptó. Una vez éste tiempo transcurrió, el timbre de la casa sonó. Rápidamente fue a abrir y se encontró a su primo con un look un poco diferente a la última vez.
La mandíbula de Namjoon casi cae al suelo de la impresión —¿¡Por qué te pintaste el cabello, maldito loco!?
Yugyeom rió por la reacción de su primo —¿Verdad que me queda espectacular?— se pasó una mano por su cabello con orgullo —Quería cambiar.
—Pues sí... ¿¡Pero por qué rojo!? Ya te pareces a mi mejor amigo— puso cara de sufrimiento —Si te soy sincero, parece que tuvieras un tomate por cabeza.
Yugyeom rodó los ojos —Ya, no fastidies. Mejor dime ¿Dónde está el chico sexy que me dijiste? Me muero de curiosidad por conocerlo.
Namjoon se mordió el labio inferior para evitar soltarse a reír en ese momento —Justo. Detrás. De ti— pronunció con detenimiento cada palabra, disfrutando de ver cómo todo el color en la cara de su primo desaparecía.
Éste maldijo por lo bajo y de repente se puso nervioso. Juntó toda la valentía que no tenía y cerró sus ojos para darse la vuelta. Al abrirlos, vio al chico más lindo que alguna vez había visto.
—Amm, hola— saludó el azabache con una sonrisa tímida —Me llamo Jeon Jungkook, es un placer— hizo una pequeña reverencia que al pelirrojo se le hizo bastante linda.
—El placer es mío— imitó su acción —Me llamo Kim Yugyeom.
Los dos chicos se quedaron mirando fijamente por un buen rato, ninguno podía despegar la mirada del otro. Tal parecía que se habían quedado hipnotizados o al menos eso pensaba Namjoon. Después de unos segundos de incómodo silencio, éste último aclaró su garganta.
—Bueno, Yugyeom— se dirigió al susodicho —¿Por qué no llevas a Jungkook a dar una vuelta? Digo, para que se conozcan— propuso con una sonrisa.
—Me parece buena idea ¿Te gustaría?— se dirigió al azabache.
Jungkook asintió sonriente —Está bien, todos estos días he estado estudiando para los exámenes y me merezco un descanso— y aunque no lo dijera en voz alta, también aceptaba porque aquel chico había llamado por completo su atención.
—Muy bien, vamos— el pelirrojo sonrió y en un acto de atrevimiento, tomó la mano del menor y se perdió con él unas cuadras más adelante.
Namjoon se les quedó viendo hasta que ambos desaparecieron de su campo de visión, cruzó sus brazos y negó divertido —¿Quién iba a pensar que sería tan fácil unirlos?— soltó una risa nasal y entró a su casa. La había ordenado en vano, por lo que decidió llamar a Seokjin para saber si estaba disponible, le gustaría pasar el día con él y ayudarlo a distraerse, aunque fuera por un rato.
El timbre sonó por unos segundos y después lo mandó al buzón de voz.
—Qué raro— dijo para sí mismo, frunciendo el entrecejo. Volvió a marcar y obtuvo el mismo resultado.
Decepcionado hizo una mueca, pero no se rendiría tan fácilmente; quería ver a su castaño y lo haría sin importar qué. Se colocó los zapatos, un abrigo y salió de su casa.
La nieve empezaba a derretirse, dando paso a la floreada primavera. Sonrió al ver aquel paisaje y más aún al observar que habían abierto una nueva tienda, se acercó y miró los productos que habían en la vitrina, dándose cuenta de que era una repostería.
A Jinnie le encantarán.
Sin pensarlo dos veces, entró al lugar y compró una caja de pastelitos de crema. Estaba seguro de haber hecho una buena elección, pues Seokjin le había comentado que aquellos eran de sus favoritos y siempre le levantaban el ánimo.
Con la cajita rosa pastel en mano, se encaminó hacia el departamento del menor. Decidió ir a pie para disfrutar de la brisa fresca de temporada.
Pocos minutos después, llegó al edificio.
Tocó la puerta del departamento y tuvo que tener una enorme fuerza de voluntad para no gritar por el susto que le dio Seokjin, aunque aquello no pasó desapercibido para él.
—Sí, ya sé que estoy horrible— admitió con pesadez, dando un bostezo —Pasa.
El rubio entró y se quedó viendo con terror el departamento totalmente desordenado. Jamás, en los meses que llevaba de conocer a Seokjin, había visto la residencia de éste en tales condiciones.
—Lo siento por el desorden. Taehyung y yo hemos estado muy ocupados últimamente y no hemos tenido tiempo de organizarlo— organizó un poco su cabello.
Tenía el cabello desordenado, unas enormes ojeras en el rostro y bostezaba cada cinco segundos.
El primer instinto de Namjoon fue abrazarlo, le daba mucha pena ver a Seokjin en ese estado y más aún sabiendo que estaba dando todo para poder graduarse.
—Siéntate— le ordenó al menor —¿No te has alimentado bien?
Negó —No he tenido mucho tiempo para cocinar, por lo que sólo pedimos pizza o fideos instantáneos— respondió con voz adormilada, yéndose a sentar como le habían ordenado —Inclusive tuve que renunciar a mi trabajo para tener más tiempo para estudiar.
En ese momento, Taehyung salió de su habitación y miró a Namjoon con algo de sorpresa, él estaba igual o peor que Seokjin.
—¿Y a ti qué te pasó?— abrió sus ojos asustado.
Taehyung hizo una mueca —No he podido dormir, tengo exámenes semestrales y aparte de eso, me peleé con Hoseok.
—¿Que qué?— ahora estaba más que confundido, el pelirrojo no le había comentado nada y eso que ellos eran de los amigos que se contaban todo.
—Así es— Seokjin intervino, soltando un suspiro algo cansado para después mirar a Namjoon —Tuvieron una "pequeña" discusión después de que Taehyung lo vio hablando coquetamente con una chica.
Ante esto, Namjoon frunció el entrecejo —Hoseok no es un mujeriego, Taehyung— se dirigió al susodicho —Debe haber una explicación.
Kim menor suspiró cansado y lo miró —Ya lo sé, él ha tratado de explicarme pero yo no he querido hablar con él— unas lágrimas se asomaron por sus ojos —No soy capaz de verlo a la cara después de haberle dado una cachetada en ese lugar.
Un incómodo silencio reinó en el departamento. Fue allí cuando Namjoon recordó los pastelitos y rápidamente los sacó de su abrigo.
—Tomen— le entregó la cajita a Seokjin, quien lo miró sorprendido —Son para ustedes— agregó con una sonrisa.
Seokjin lo miró perplejo y después dirigió su atención a la cajita rosa, al abrirla, una sonrisa tierna se plasmó en su rostro y no dudó en acercarse al rubio para dejar un pequeño beso en sus labios.
—Muchas gracias— susurró contra sus labios.
Taehyung se recostó en el sofá viendo la escena, agradeciéndole con la mirada a Namjoon por los pastelitos.
—Tae— el moreno se dirigió a él —Ya hablaré con Hoseok, sólo dale la oportunidad para hablar, estoy seguro de creer saber lo que pasó— le guiñó un ojo con una sonrisa, dejándolo confundido.
Seokjin abrió la cajita y empezaron a comer entre los tres, de esta manera se la pasaron el resto de tarde. Namjoon les ayudó un poco con sus trabajos y también les ayudó a estudiar, pues quería asegurarse de que pasaran con el mayor puntaje y si podía serles de ayuda, lo haría con todo el gusto.
El día del examen había llegado. Muchos estudiantes de último año estaban nerviosos y al mencionarlos a ellos, también se incluía a Seokjin, quien ahora mismo se estaba mordiendo las uñas después de haber entregado su último examen.
¿Y si no lograba pasar?
Angustiado, se recostó sobre su asiento para llorar un poco. Yoongi y Jimin se acercaron y le palmearon la espalda para darle algo de confort.
—Oye ¿Estás bien?— preguntó el pelimenta.
El castaño negó con su cabeza —Estoy preocupado, no creo pasar los exámenes; ahora que lo pienso, me equivoqué en algunas preguntas— recibió una caricia en su cabello por parte del rubio.
—Todo estará bien, hyung, no te preocupes. Ya verás que todos nos graduaremos este año. ¿Sí o no, muchachos?— se dirigió a toda la clase, recibiendo un "Sí" en coro como respuesta.
Seokjin rió bajito ante esto y se incorporó sobre su asiento. Su mejor amigo sabía cómo levantarle el ánimo y esta vez, como siempre, lo había conseguido. Debía tener fe en sí mismo, se había esforzado mucho estudiando y le había puesto mucha dedicación a cada examen. Sólo tenía que esperar a la entrega de resultados.
En ese momento, un sonriente Namjoon apareció por la puerta del salón, ganándose muchos saludos por parte de los estudiantes.
—¿Cómo les fue?— preguntó amigablemente, mostrando sus hoyuelos.
Recibió algunas respuestas positivas y otras no tanto, las cuales le sacaron una carcajada.
—Descuiden, tengo fe en ustedes, los veré a todos graduándose este año— les guiñó un ojo a todos para después mirar al grupo de Seokjin.
Éstos al hacer contacto visual con él, sonrieron haciendo una pequeña mueca, dándole a saber lo que pensaban de sus notas.
El rubio negó divertido y se acercó a ellos —Vengan a la cafetería, ya no tienen nada qué hacer, así que vamos a comer— los tres se emocionaron y asintieron rápidamente, tomaron sus cosas y salieron del salón justo detrás de su profesor.
Taehyung vio a Hoseok sentado en una banca totalmente solo, estaba leyendo un libro por lo que no se había percatado de su presencia. Se acercó y aclaró su garganta, a lo cual el pelirrojo alzó la mirada y lo vio con desánimo.
—Hola— dijo tímidamente el castaño.
—Hola, siéntate— respondió seriamente, haciéndose a un lado para que el menor se sentara.
—Lo siento por la cachetada, de verdad me arrepiento mucho— inició Taehyung, sintiendo su garganta cerrarse. No era bueno disculpándose.
Hoseok lo miró comprensivamente para acto seguido, acariciar sus cabellos —Descuida, ya no me duele— sonrió débilmente.
—De todas maneras, lo siento. No debí pegarte, es sólo que... Me puse celoso al verte hablando tan cerca y meloso con esa chica, y si eso no fuera suficiente, la abrazaste y le diste un beso en la mejilla— empuñó sus manos —De verdad me molestó mucho.
El pelirrojo lo miró con una pequeña sonrisa —Ay, Taehyung— lo abrazó por los hombros —¿En serio creíste que te engañaría?— lo miró directamente a los ojos.
—Pues no lo sé— desvió su mirada.
—Esa chica es muy importante para mí— comentó con una pequeña sonrisa, provocando que el corazón de Taehyung se rompiera —Pero no como piensas, en ese sentido, al único que amo es a ti.
—¿Entonces por qué es tan importante ella para ti, ah?— preguntó un poco molesto.
—Porque es mi hermana— respondió con una sonrisa amplia, riendo al ver cómo el rostro de Taehyung perdía todo rastro de color.
—¿T-tu hermana?— preguntó nervioso.
Hoseok iba a responder, pero en ese momento, una bonita pelinegra apareció —Hola, hermanito— se agachó para darle un abrazo al pelirrojo, el cual no dudó en corresponder. La chica dirigió su vista hacia el pequeño castaño y sonrió cálidamente —¿Y este chico tan lindo?
Hoseok aclaró su garganta —Este chico tan lindo es mi precioso novio— dijo con orgullo, abrazando a Taehyung por los hombros.
La chica sonriente le dio la mano a Taehyung y éste la tomó aún aturdido —Mucho gusto, soy Jung Jiwoo, la hermana de Hoseok— movió su mano en forma de saludo —Es un gusto conocerte.
El castaño se quedó perplejo, había adoptado una actitud bastante inmadura ¿Cómo no se había percatado del parecido entre ellos dos? Se sentía un completo idiota.
—El gusto es mío, me llamo Kim Taehyung— logró decir algo apenado.
—¡Wah! Hasta tu nombre es bonito— sonrió tiernamente —Nos vamos a llevar muy bien. Me avisas si el idiota de mi hermano te hace llorar y yo lo hago puré.
Ante lo dicho, Hoseok abrió sus ojos asustado y Taehyung rió por la actitud de la chica, se veía que tenía carácter fuerte y le agradaba. Con una sonrisa en su rostro, asintió.
—Bueno, los dejo porque voy de paso, debo ir a la empresa— se despidió con un ademán —Nos vemos luego, hermanito— dicho esto, se dirigió al castaño —Un placer conocerte, Taehyung— sin decir nada más, salió casi corriendo hasta perderse de la vista de los chicos.
—Wow, ahora no sé qué decir— el menor bajó su mirada —Me siento apenado, lo siento mucho, jamás me imaginé que se tratara de tu hermana— admitió mientras jugaba con sus dedos.
El mayor rió un poco —Descuida, ya pasó. Sí quiero que sepas que jamás te haría daño, eres lo mejor de mi mundo y sólo tengo ojos y corazón para ti, TaeTae.
El susodicho se sonrojó violentamente ¿Cómo había dudado de un hombre tan bueno? Con algo de timidez, se acercó y plantó un delicado beso en los labios ajenos —Te amo, Hoseokie.
—Yo igual, Tae— lo tomó por la cintura y volvió a besarlo, esta vez con mayor profundidad. Ganándose varias miradas de personas que pasaban por el parque.
—¿Y bien? ¿Qué planean hacer para ese día?— preguntó el moreno, expectante de las respuestas de los tres chicos.
—A mí me gustaría salir a beber y bailar con Jimin si él quiere— el pelimenta miró al susodicho y éste asintió efusivamente.
—¿Y tú, Seokjin?— dirigió su atención al castaño.
Éste suspiró e hizo una mueca —Hasta ahora, no tengo planeado hacer nada. Mi madre dijo que vendría para mi graduación así que no planeo salir a ningún lado.
—¿Y tu padre?— preguntó inocentemente, a lo que Seokjin lo miró de tal forma que lo hizo arrepentirse de haber abierto la boca —Es decir... Lo siento si pregunté algo indebido— se disculpó apenado.
El contrario negó con su cabeza, haciendo una mueca —Él nos abandonó cuando Taehyung aún no tenía la capacidad de recordar, por eso no hablo mucho de él.
Los tres restantes guardaron silencio después de aquella declaración. Los únicos que lo sabían a parte de los hermanos eran Jimin y Hoseok, por lo que el pelimenta y el rubio mayor se quedaron mudos.
—Lo lamento mucho— dijeron ambos al unísono.
—Descuiden— respondió sin ganas.
A pesar de todo, extrañaba a su padre. No sabía con exactitud porqué los había dejado, pero lo atribuía a la noche que llegó tan borracho que, si él y su mamá no hubieran estado ahí, habría golpeado a Taehyung. Le había prometido a su madre que jamás se lo contaría a su hermanito y lo cumplió, fue un secreto que guardó muy bien para no dañar la imagen que su hermano tenía de su padre.
Terminando de beber su malteada, recostó su cabeza en el hombro de Namjoon, aún sabiendo que corrían peligro por estar en la universidad. Sólo quería sentir algo de confort por un momento y aunque algunos estudiantes se les quedaban mirando raro, Namjoon atrajo al castaño en un abrazo y posteriormente, dejó un beso en su cabeza.
El día de la entrega de exámenes llegó y todos los estudiantes estaban sumamente nerviosos. Uno por uno fue yendo a recoger sus resultados; algunos salían radiantes de felicidad y otros lo hacían llorando, esto último sólo aumentaba la preocupación en el pobre Seokjin, quien para este punto se encontraba rezando todas las oraciones que se sabía. A Yoongi y a Jimin ya les habían entregado sus resultados y afortunadamente, habían pasado con una alta calificación. Cuando le llegó su turno de recoger sus resultados, se colocó de pie y fue por ellos. Al tenerlos en sus manos, los examinó y una gran cantidad de lágrimas abandonaron sus ojos.
Los rostros de sus amigos palidecieron al verlo.
—¿Qué pasó? ¿Qué dicen?— preguntaron los cuatro preocupados.
Inclusive Taehyung y Hoseok se habían escapado de su salón para acompañarlo y darle algo de apoyo moral.
Seokjin se limpió las lágrimas y los miró a todos —Sí pasé— informó sonriente, haciendo que más lágrimas de felicidad resbalaran por sus mejillas.
Jimin hizo pucheros y lo golpeó en el brazo —¡Idiota, me asustaste!— lo abrazó —Muchas felicidades, hyung.
—A ustedes igual, chicos.
En ese momento, un Jungkook bastante sonriente hizo acto de presencia y se dirigió a todos —¿Cómo les fue?
Las respuestas positivas de todos le hicieron sonreír orgulloso. Él también había recogido sus resultados y, a decir verdad, no le fue tan mal, sólo debía estudiar un poco más de matemáticas porque en esa materia sí había fallado un poco.
En fin, eso no era precisamente a lo que venía.
—Yoongi, Jimin— los susodichos voltearon a mirarlo —¿Podemos hablar?
Éstos miraron a Seokjin, quien los miró sonrojado pero divertido al mismo tiempo. Ésto sólo los hizo avergonzarse más de lo que ya estaban.
—Claro.
—A solas— aclaró.
El sonrojo en las mejillas de los tres involucrados llamó la atención de los que no tenían idea de lo que estaba sucediendo. Tras decir que no demorarían, se alejaron lo suficiente para asegurarse de que nadie los escuchara. Una vez allí, el pelimenta comenzó.
—¿De qué quieres hablar?— abrazó a Jimin por la cintura.
El azabache pasó saliva antes de hablar —Bueno... Quería comentarles que hace poco empecé a salir con alguien, con el primo del profesor Namjoon— los ojos de ambos se abrieron en clara sorpresa.
—Wow, eso es genial— la voz de Jimin se hizo escuchar —Pero no entiendo... ¿Qué tiene que ver eso con nosotros?
Las mejillas de Jungkook se convirtieron en dos tomates —Ustedes saben... A mí, bueno... Me gustaría olvidar lo que pasó el día de la fiesta y que ustedes también lo hagan... Quiero que nadie más se entere, mucho menos el chico con el que estoy saliendo.
Jimin y Yoongi se miraron entre sí para después sonreír con algo de gracia. También tenían pensado pedirle lo mismo a Jungkook, pero a decir verdad, no sabían cómo decirlo sin que sonara patán, por lo que el hecho de que el azabache hubiera tomado la decisión de decírselos, les reconfortó bastante.
—¿De qué hablas? ¿Lo que pasó en la fiesta? Yo no recuerdo nada— el rubio se hizo del desentendido.
—Mi chico tiene razón, yo tampoco recuerdo nada— el pelimenta se encogió de hombros con una sonrisa sincera.
Jungkook no pudo evitar soltar una risa nasal —Ustedes son los mejores— les brindó una cálida sonrisa de conejito y antes de retirarse hacia su salón, se giró hacia ellos —Muchas gracias.
La graduación había llegado.
Seokjin, Jimin y Yoongi, al igual que sus compañeros, llevaban una hermosa toga color azul oscuro, un birrete en su cabeza y un diploma en sus manos. Estaban realmente felices por haber logrado pasar esta etapa de su vida.
Al finalizar la ceremonia, Seokjin corrió hacia el lugar donde estaba su madre y la abrazó fuertemente al igual que a su hermanito.
—Mi pequeño ya es un graduado de universidad, estoy tan orgullosa de ti— la mujer se limpió las lágrimas que habían corrido un poco su maquillaje.
—Gracias, mamá— sin poder borrar esa sonrisa de su rostro, se separó un poco para secar delicadamente las mejillas de su madre con sus pulgares.
Honestamente, no creyó que su madre alcanzara a llegar para la ceremonia de grado. El tren a Seoul se había retardado media hora y a causa de ésto, por poco se pierde del momento en que su hijo recibía su tan anhelado diploma.
De repente, una voz detrás suyo le hizo sobresaltarse. Rápidamente se volteó y al ver a aquella persona, sus ojos se llenaron de lágrimas.
El hombre se acercó al castaño mayor y lo abrazó fuertemente —Hola, Seokjin. Felicidades por tu graduación.
—P-papá— empezó a llorar.
La mujer frunció el entrecejo con notoria molestia, provocando que Taehyung se confundiera más de lo que ya estaba y mirara al hombre con intriga.
—¿Él es nuestro papá?— preguntó incrédulo con las lágrimas picando en sus ojos.
Su madre dio un asentimiento, ocasionando que su corazón se oprimiera. ¿De verdad ese hombre frente a él era su padre? Si lo examinaba bien, se parecía mucho a él y hasta compartía algunas de sus expresiones. Tuvo que morderse el labio inferior para no soltarse a llorar, quería lanzarse a los brazos de aquel hombre que tanto quiso conocer y ahora tenía la dicha de hacerlo.
—Lo lamento mucho...— su padre empezó a llorar —No quise separarme de ustedes, fui un cobarde al no darles la cara, tenía mucho miedo.
La fémina lo miró con ganas de querer golpearlo, pero se contuvo para no arruinarle el día a su hijo. Sin embargo, le hizo señas para que hablaran a solas, a lo que el hombre accedió y se fue a un lugar apartado para hablar con su ex esposa.
Seokjin y Taehyung se quedaron mirando por un largo rato como sus padres discutían, aunque no podían escucharlos, sabían que su madre estaba muy alterada por la manera en que movía los brazos y aquella vena en su cabeza se sobresaltaba. Después de unos minutos, vieron a su madre calmarse y abrazar a su padre, a causa de ésto, los dos abrieron sus ojos en demasía y esperaron pacientemente a que regresaran.
Una vez lo hicieron, el hombre decidió hablar primero —Chicos, de verdad me arrepiento de todo lo que pasó, no era mi intención llegar ese día borracho y tratar de hacerle daño a Taehyung...— tomó aire para después continuar —Yo... Tenía miedo de confesarles la verdad y que ustedes y su madre me aborrecieran.
Seokjin frunció su entrecejo confundido —Yo jamás te aborrecería papá, sí es cierto que no quise saber nada de ti todos estos años, pero eso fue por el hecho de que nos abandonaste.
Su padre suspiró para seguir hablando —Precisamente los tuve que dejar por eso... Ese día no encontraba la manera de decirles la verdad, por lo que fui a ese bar y me emborraché... No tenía la valentía para confesarles que me había enamorado de un hombre y que quería divorciarme de su madre.
Los dos chicos abrieron sus ojos en demasía al escuchar aquello. ¿Su padre era gay?
—¿Qué dices?— preguntó Taehyung sin poder creerlo.
Su madre suspiró pesadamente —Que su padre es gay, chicos. Yo tampoco lo supe hasta ahora, no quise darle la oportunidad de hablar después de lo que hizo y no nos volvimos a ver hasta el día de hoy.
Seokjin se había quedado perplejo. Había odiado a su padre toda su vida por un asunto del cual era totalmente ajeno. Taehyung estaba casi igual, sólo que él sí tenía la consciencia limpia de no haber guardado rencor hacia su padre, siempre lo quiso a pesar de todo.
—Dios mío. Lo siento mucho papá— el castaño mayor se cubrió la boca sin saber qué más decir.
El hombre negó tranquilamente —Descuida, ninguno de ustedes tiene la culpa de nada. El causante de todo esto fui yo por no haber tenido la valentía de aceptar lo que soy. Sólo espero que algún día puedan perdonarme.
Taehyung, cediendo a sus impulsos, corrió hacia él lo abrazó como siempre quiso hacerlo. Por primera vez pudo abrazar a su progenitor y debía admitir que se sentía de maravilla. Seokjin se sumó al abrazo, sintiendo su corazón aliviarse.
—Los amo— dejó un beso en la cabeza de cada uno —Les prometo que voy a recompensar el tiempo que no estuve con ustedes a partir de ahora.
Después de aquel encuentro, el padre tuvo que irse de la reunión, pero les prometió a sus hijos encontrarse con ellos la próxima semana para presentarles a su pareja y hablar de lo que había pasado en todo este tiempo de ausencia. Ambos hermanos se habían llevado muy bien con él, tenían la certeza que, de ahora en adelante, aprovecharían cada minuto que perdieron.
Estaban a punto de retirarse del salón de eventos hasta que una mano tocó el hombro de Seokjin. Éste se volteó sorprendido y sonrió al ver de quien se trataba.
—Namjoonie— se giró hacia su madre y su hermano —Adelántense, yo después los alcanzo.
El rubio miró a la madre del castaño e hizo una reverencia, la fémina imitó su acción con una sonrisa educada y lo felicitó porque gracias a él, su hijo había mejorado muchísimo en inglés. Era la primera vez que se veían y aunque sonara un poco cómico, la mujer no tenía ni idea de que aquel escultural hombre se trataba de su yerno.
—Nos vemos más tarde, querido— dejó un beso en la mejilla del menor y segundos después, se marchó con Taehyung siguiéndola por detrás.
Una vez estuvieron "solos" el castaño se dirigió nuevamente a Namjoon justo para el momento en que éste lo abrazaba por la cintura y dejaba un profundo beso en sus labios. Debido a ésto, muchos estudiantes se quedaron con la boca abierta.
—Felicidades por tu graduación, Jinnie— susurró al momento de separarse.
El susodicho le brindó una cálida sonrisa y lo abrazó por el cuello, pegándolo más a él —Muchas gracias, no sabes lo importante que es viniendo de ti.
El hombre de hoyuelos perfectos dejó un piquito sobre sus labios antes de separarse —Y, por cierto, no creas que no te traje un regalo— dicho esto, sacó algo de su traje, sorprendiendo al menor.
—No tenías porqué comprarme un regalo, en serio— rió nervioso al ver la cajita color rosa que su profesor sostenía entre sus manos.
El rubio se la entregó sonriente —Claro que tenía qué, acabas de graduarte, eres lo más bello de mi mundo y lo que más amo— las mejillas de Seokjin se colorearon de rojo al escuchar ésto último —Ábrela, Jinnie.
El susodicho, sin poder borrar esa sonrisa de su rostro, hizo caso y abrió la cajita, encontrándose con un hermoso dije plateado con las iniciales S&N entrelazadas.
Sus ojos se abrieron en demasía al mismo tiempo que llevaba una mano a su boca por la sorpresa. Era sumamente hermoso, sencillo y perfecto. Con aquel rubor en su rostro, se lanzó a los brazos de Namjoon y dejó varios besos en sus labios.
—Muchas gracias— se apegó más a su pecho —Lo atesoraré con mucho cariño, prometo que nunca me lo quitaré.
El moreno dejó salir una risa nasal —Me alegra que te guste, lo mandé a hacer especialmente para ti— sonrió mostrando sus hoyuelos —Date vuelta te lo pongo.
Seokjin hizo lo ordenado y se dio la vuelta mientras miraba de reojo cómo el mayor le colocaba el dije en su cuello. Al terminar, le dio la vuelta suavemente y sonrió maravillado.
—Mira qué lindo te queda.
—Gracias Namjoonie... Oye ¿Por qué no vamos a celebrar que ya no vas a ser más mi sexy profesor?
El moreno soltó una pequeña risa —Y qué tal si... ¿Ahora soy tu sexy novio?
Seokjin abrió sus ojos confundido —¿Qué?
El rubio tomó una bocanada de aire para después hablar —¿Me darías el honor de ser tu novio, Jinnie?
El nombrado sonrió en grande y sin dudarlo, se lanzó a los brazos del más alto —¡Sí! Sí quiero— se acercó a su rostro y lo besó —Ya te estabas tardando, tonto.
Namjoon lo cargó en sus brazos y correspondió a su beso —Lo lamento, quería esperar a que te graduaras, no sería capaz de ser tu novio teniéndote como mi estudiante... Hubiera causado que nos echaran a ambos— Seokjin soltó una risa —Gracias por aceptarme, te amo muchísimo.
—Yo también te amo, Namjoonie.
Definitivamente, el haberse conocido sería lo mejor que les pudo pasar a ambos.
FIN
Hola. ♡
Bueno, realmente no sé qué decir. Muchas gracias por todo el apoyo que le dieron a este fic desde sus inicios. Quedé completamente satisfecha con el resultado después de editar la historia en su totalidad, ahora sí puedo decir que me siento orgullosa de mi primer trabajo y espero que a ustedes también les haya gustado, que se hayan sentido cómodos, hayan experimentado diferentes sentimientos durante su lectura pero sobre todo, que se hayan divertido.
No digo nada más, sólo que esperen el extra que pronto publicaré. En él explicaré lo que sucedió entre Jimin, Yoongi y Jungkook porque sé que algunos quedaron con la duda ^w^.
Sin decir más, me retiro. Muchas gracias por todo, wawis ♡
Atentamente:
©AlejaDeMin
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