EXTRA 🔞
☆♡ Explicación de lo acontecido entre el Yoonminkook el día de la fiesta de Taehyung. Sino te gusta esto, puedes saltarte este extra ♡☆
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El joven azabache se encontraba bebiendo y charlando con un par de desconocidos que recién había conocido. Al ser nuevo en esa universidad, no conocía a nadie a excepción de los chicos que se hicieron sus amigos durante el problema con su primo, pero aquello no fue impedimento para que la pasara bien.
Ahora mismo, cada uno estaba con su respectiva pareja y él como buen soltero, se hallaba coqueteando con una botella de licor en la cocina, completamente escondido para que Namjoon no lo fuese a regañar.
Flashback
—¡Pero Taehyung está bebiendo! No es justo— fue la manera en que comenzó la discusión entre él y el moreno profesor hace unas horas.
—Él es el cumpleañero y por eso tiene ese beneficio, pero si no fuera por eso, no lo dejaría beber tampoco. Ustedes aún están muy pequeños y no pueden tomar ni una gota ¿Entendiste?
Trató de buscar apoyo en Seokjin, pero éste sólo se limitó a encogerse de hombros, no queriendo llevarle la contraria a su pareja.
—Ustedes son imposibles— arrugando la nariz, se perdió de su vista y entró a la casa para beber de cualquier gaseosa que hallara a la vista.
Fin del flashback
Menos mal y para su suerte, al rubio dueño de la casa se le había pasado por alto echarle candado a la despensa de licores que se hallaba en su cocina, por lo que ahora el menor iba por la segunda botella y a decir verdad, comenzaba a sentirse algo mareado.
Quería emborracharse por unas horas para olvidar el hecho de que el chico que le gustaba estaba cumpliendo años y de paso, la estaba pasando bien con su novio.
Él no era quien para meterse en la bonita relación que el castaño tenía con el pelirrojo, por lo que decidió callarse sus sentimientos y hacer como que nada estuviera pasando, aunque por dentro le doliera verlo besarse o darse muestras de cariño con él.
Creía que lo suyo era simple atracción o capricho, pero aunque fuera amor, simplemente se negaría a confesarle a Taehyung que era él quien le arrebataba suspiros cada vez que reía o hacía soniditos de garganta mientras hacía tarea.
El menor era un seis y él un veinte.
Dirigió la botella nuevamente a sus labios para perderse un poco más en su mundo, pero frunció el entrecejo con molestia al darse cuenta de que ya estaba vacía. Con la cabeza dándole vueltas, se levantó del suelo para buscar otra en la despensa, pero detuvo su búsqueda al sentir un tirón en su abdomen bajo, dándole a entender que necesitaba ir al baño.
Caminó entre las personas para llegar al baño del primer piso pero desgraciadamente, éste estaba ocupado. Subió las escaleras para llegar al baño del pasillo y obtuvo el mismo resultado. Con la desesperación adueñándose de él, recordó que Namjoon le había comentado que había otro baño en su habitación, pero que se abstuviera de ir a ese ya que era privado.
Al demonio, necesitaba ir al baño.
Haciendo caso omiso a las peticiones del moreno, ingresó a su habitación, cerrando la puerta tras de sí. Estaba dispuesto a entrar al baño hasta que unos sonidos provenientes de éste le hicieron frenar su caminar.
—¿Qué demonios?— se acercó un poco, notando que la puerta estaba entreabierta y podía verse parte del lavamanos.
Quiso alejarse de ahí, pero la curiosidad fue más grande y los sonidos —ahora más distinguibles como gemidos— se hicieron más fuertes.
Con cuidado de no hacer mucho ruido, caminó hasta la puerta y la empujó un poco para ver.
Oh, Dios.
—¡Ahh, Agh, Yoongi!— el joven rubio gemía descontroladamente mientras era embestido por su novio contra el mesón del lavamanos.
Ambos estaban completamente desnudos y sudando. Jimin se hallaba sentado en el anterior mencionado, con las piernas abiertas y sus manos apoyándose del espejo o lo que tuviera al alcance. Yoongi por su parte, abrazaba la cintura del más bajo mientras lo penetraba duramente y soltaba unos cuantos gruñidos por lo bajo.
Jungkook quedó en shock.
Su cuerpo dejó de reaccionar y hasta podía jurar que las ganas de ir al baño se habían esfumado, por supuesto, una erección salió a relucir de entre sus pantalones y él no sabía qué hacer.
Ahora entendía muy bien el dicho de "La curiosidad mató al conejo"
¿Ah no? ¿Así no era?
Tragó saliva con fuerza, dispuesto a largarse de ahí, pero sus pies lo hicieron tambalear por el alcohol en su organismo y terminó dejándose caer hacia adelante, ocasionando que la puerta se abriera, él cayera al piso, la pareja dejara sus acciones de lado y lo interrogaran con la mirada.
¿Hola, Dios? Soy yo de nuevo.
Sus ojos se abrieron desmesuradamente y rápidamente se levantó para tratar de excusarse, pero la mirada profunda del pálido le quitó el habla.
Jimin, en medio de borrachera, saludó al menor de lo más tranquilo. Y está bien, hubiera sido algo normal si aún no estuviera en esa posición tan vergonzosa.
—Yo...
—¿Por qué nos espiabas detrás de la puerta?— el pálido fue al grano, su voz más ronca de lo normal por la excitación de hace unos momentos y la molestia por haber sido interrumpidos.
—Yo le juro que no quise... Sólo venía al baño y los escuché teniendo... Eso— sus palabras se enredaron un poco debido al alcohol, pero aún así, Yoongi le entendió.
Estaba a punto de dejarlo pasar y pedirle que se fuera, hasta que el rubio debajo suyo lo jaló del cuello para besarlo con necesidad y segundos después, le susurró al oído.
—¿Y si le pides que se nos una? Será divertido.
Ante esto, los felinos ojos del mayor se abrieron como platos y su entrecejo se frunció a más no poder.
—¿Qué mierda dices? ¿Estás consciente de lo que me estás pidiendo? Ah no, espera, no lo estás porque estás borracho— recalcó la última frase —No tendremos sexo con Jungkook, olvídalo.
El rubio hizo un puchero en clara disconformidad. Esa no era la respuesta que esperaba.
—Pero yo quiero hacerlo~— meneó sus caderas, tratando de provocarlo —Será grandioso añadir a una persona más a nuestro jueguito— deslizó su dedo índice por todo el pecho del mayor, deteniéndose en sus pezones, los cuales acarició un poco —Sólo piénsalo.
Yoongi no quería pensarlo. Jamás se había imaginado tener sexo con alguien más que no fuera su novio, era completamente absurdo y ridículo.
Pero justo cuando iba a responder con un rotundo "No", Jimin sacó su as bajo la manga.
—Y te prometo que haré lo que me pidas durante todo un mes.
Yoongi no se pudo resistir a eso. Sólo esperaba no arrepentirse después.
—Bien— bufó —Dile que venga.
Jimin sonrió triunfante y se dirigió a Jungkook, quien los observaba nervioso y confundido desde una esquina del baño. Le hizo señas para que se acercara, pero el menor negó con su cabeza.
—No seas tímido, ven— de nuevo, el menor se negó.
Chasqueó la lengua y le pidió con la mirada a Yoongi que saliera momentáneamente de él. Cuando lo hizo, caminó con pasos tambaleantes hacia el menor y sin darle chances de reaccionar o hacer algo, estampó sus labios contra los suyos en un beso brusco y desordenado.
—Ji... Min— trató de separarlo, pero el nombrado metió sus manos bajo su camisa y empezó a acariciar sus pezones, arrebatándole varios jadeos.
A Yoongi le parecía sucio haberse puesto más duro con sólo ver a los menores besarse. No estando dispuesto a que le robaran el protagonismo, se acercó al rubio y volvió a penetrarlo sin previo aviso mientras él seguía comiéndole la boca al azabache.
—¡Mgh!— Jimin rompió el beso para dirigir sus labios al cuello del menor y empezar a succionarlo.
Una corriente eléctrica recorrió toda la espina dorsal de Jungkook al punto de hacerlo temblar bajo el toque del mayor. No estaba seguro de esto, pero los toques en sus pezones y los besos en su cuello no ayudaban de mucho. Con algo de atrevimiento, rodeó el cuello de Jimin con sus brazos y empezó a repartir caricias en su espalda, dejándose llevar un poco.
Pronto, sus prendas desaparecieron para quedar igual que el rubio y el pelimenta. Se sentía tan expuesto, pero tampoco le disgustaba, culpaba al alcohol por estar perdiendo la cordura y no alejarse cuando debió hacerlo. Jamás en su vida había hecho algo como esto, pero al parecer su miembro supo reaccionar ante la imagen tan obscena de Yoongi penetrando a Jimin mientras éste buscaba desesperadamente su orgasmo.
Su pene duro se pegó a su abdomen bajo y empezó a dolerle. Iba a tomarlo entre sus manos para masturbarse, pero el rubio le ahorró la tarea.
—Yo quiero hacerlo— se ofreció y Jungkook sólo asintió.
Como pudo, se colocó a la altura del miembro del menor y con una mano empezó a bombear de él, con la otra se sostenía de la pared para no perder el equilibrio y Yoongi lo ayudaba sosteniéndolo de las caderas.
Dulces gemidos salían de la boca del más pequeño al sentir tal estimulación en su miembro, eso, más la increíble y profunda mirada que Yoongi le estaba brindando, cada vez lo llevaban más al borde de la locura.
—Q-quiero besarlo— pidió entre jadeos mirando al pelimenta —Por favor...
El mayor de los tres miró a su novio como si le estuviera pidiendo permiso para hacer aquello, por lo que éste le sonrió y asintió efusivamente. Se moría por ver eso.
Al ver que no habría problema, no dudó en atraer a Jungkook del cuello y meter su lengua en su cavidad bucal, comenzando a degustar cada centímetro de ésta.
—Mmg, Yoongi... ¡Ahh!— aquel gemido murió en la garganta del mencionado en el momento en que Jimin dejó de masturbarlo y metió gran parte de su miembro a su boca.
La boca del rubio subía y bajaba con rapidez mientras que con su mano libre acariciaba los testículos. El sabor del presemen era un completo deleite y las estocadas en su próstata lo hacían gemir contra la piel contraria, provocando vibraciones en el pene del menor.
Llegado el momento, éste comenzó a embestir la boca contraria, sintiéndose cada vez más cerca del clímax. Jaló el cabello de Yoongi y gimió contra su boca, llevando descargas que repercutieron directamente en su polla palpitante.
—No aguan-to— gimió entrecortado, sintiendo un gran dolor en su abdomen bajo.
Al escuchar esto, el pálido aumentó más el ritmo de sus embestidas para hacer llegar rápido a Jimin. Luego de unas cuantas estocadas más, el rubio se corrió a grandes chorros que fueron a dar al suelo. Al hacerlo, succionó demasiado fuerte el miembro del menor y como consecuencia, éste se vino en su boca dando un gutural gemido que pudo escucharse hasta el pasillo.
Su mirada se tornó borrosa y su corazón latió tan rápido al punto de llegar a marearlo. Apenas sí pudo ver como el pelimenta salía del rubio y éste se incorporaba un poco para salir del baño. Pudo sentir como unos brazos lo cargaron hasta la cama y lo dejaron sin nada de delicadeza sobre ella, a juzgar por la fuerza y por ésto último, intuyó que había sido Yoongi.
Pero justo cuando creyó que podía descansar, sintió como sus piernas eran abiertas y alguien se situaba en medio de ellas. Abrió sus ojos con cansancio y se asustó al ver que se trataba del pálido.
—Por si no lo notaste, yo todavía no me he corrido— el menor bajó su vista hacia el pene duro del mayor y tragó saliva con fuerza.
—¡Eso no cabrá dentro de mí!— trató de escabullirse, pero las manos del pálido se encargaron de dificultarle la tarea.
—Si cabe dentro de Jimin, cabrá dentro de ti, estoy seguro.
El azabache volteó a mirar al susodicho como si esperara que éste hiciera algo por impedirlo, pero se frustró bastante al verlo sentado al estilo indio sobre la cama, viendo todo como si se tratara de una especie de obra de teatro.
—¡Haz algo, joder!— le gritó aún mareado.
Jimin pareció pensarlo y eso le alivió. Al final terminó por asentir y gateó sobre el colchón hasta ellos, pero contrario a lo que Jungkook pensó, colocó una pierna a cada lado de su cabeza.
—¿Qué te parece si me comes el culo mientras Yoongi te penetra? ¿Eso te gustaría?
Los ojos y boca del menor se abrieron en grande, pero antes de que pudiera decir algo, sintió como todo su interior era expandido por el gran trozo de carne que Yoongi tenía para ofrecerle.
—¡Aagh... Mmgh!— el rubio no le dio tiempo ni de respirar, debido a que se había sentado sobre su rostro en espera de que comenzara a mamarlo.
Bueno, ya estaba aquí, había que terminar lo que había empezado.
Abrió su boca un poco y empezó a besar de manera inexperta el esfínter del mayor, arrancándole varios gemidos por estar aún sensible en esa zona.
Los dulces sonidos de su novio fueron la luz verde para que Yoongi comenzara a mover sus caderas de atrás hacia adelante, gruñendo y maldiciendo por lo bajo ante la estrechez tan exquisita de Jungkook.
¿Acaso era virgen?
No pensó en eso antes de tomar sus caderas con firmeza y empezar a embestirlo con fuerza, causando que gimiera descontroladamente bajo el trasero de Jimin.
Podía sentir su interior arder y quemar, pero los constantes roces a su próstata le hacían ver estrellas y lo invitaban a continuar con aquel acto tan sucio. Sacó su lengua y empezó a dar toques en la entrada del mayor, tanteando un poco la zona. Una vez se percató de que podía, la profanó con su sinhueso y empezó a chupar con vehemencia.
—¡Mierda, Jungkook! ¡Sí, qué rico!— casi involuntariamente, empezó a dar brinquitos sobre la lengua del azabache para hacer que ésta llegara más adentro.
Yoongi observaba desde su lugar como su novio se deshacía en gemidos y eso sólo lo incitó a darle más duro al chico que tenía debajo suyo. Al final, acceder a hacer esto no había sido tan mala idea.
El primero en correrse fue Jungkook, quien después de unas cuantas estocadas en su próstata y unos cuantos toques en su miembro, se corrió a chorros, manchando gran parte de su abdomen y pecho. Aún así, no dejó de mamar a Jimin para hacerlo llegar pronto a su orgasmo.
El segundo fue Yoongi. Al momento de correrse, el azabache apretó demasiado su miembro y lo hizo venirse dentro de él. El semen comenzó a escurrir de su entrada y Yoongi se sintió el hombre más pervertido por querer guardar esa imagen para siempre.
Y por último, Jimin se estremeció de placer cuando no pudo aguantar más y se corrió en las sábanas, manchando éstas con su esencia y sonriendo por lo bien que se veían adornadas de tal forma. Claro, había olvidado por completo que aquella cama pertenecía a su profesor.
Loco por conseguir algo de aire, el azabache lo empujó lejos de su cara y comenzó a respirar profundamente para recuperarse. Yoongi ya había salido de su interior y podía jurar que su cara estaba mojada por los fluidos del mayor.
No tardó en caer desmayado por el cansancio. Yoongi y Jimin estaban igual que él, por lo que no tardaron en acomodarse debajo de las sábanas moradas y lo arroparon junto con ellos. Ya sea por mayor comodidad, por no pensar bien o por culpa del alcohol que aún dominaba en sus organismos, optaron por acostar al menor entre ellos y dormir así el resto de la noche.
A la mañana siguiente, un fuerte punzón en su sien derecha le hizo despertar. No tenía idea de cómo había llegado a ese lugar, sus ojos se paseaban por el blanco techo y por algunos escritorios que se hallaban en la habitación. No fue sino hasta que sintió a una persona removerse a su lado, que supo que había dormido acompañado.
Okay, debía admitir que lo que menos se esperó es que no era una persona con la que había dormido, sino dos. Tampoco que fueran dos de sus hyungs y de paso... ¡Que ambos estuvieran desnudos!
Con el miedo apoderándose cada vez más de él, alzó la sabana para mirar su cuerpo y miró con horror que él también se encontraba como Dios lo trajo al mundo.
Se levantó de golpe sobre el colchón, pero se arrepintió de inmediato sintió un fuerte dolor en su espalda baja y sus caderas. No, no podía ser cierto...
¡Había perdido su virginidad en un jodido trío!
—¡Despierten, cabrones!— la pareja que aún dormía plácidamente, se despertó asustada por el grito, pero luego lo estuvieron por otra cosa.
Yoongi miró con horror a Jungkook y luego a Jimin. Mierda, entonces no había sido un sueño húmedo, en verdad se había acostado con el azabache y con su novio.
Jimin parecía más confundido de lo normal, realmente no se acordaba de nada, por lo que ver a Jungkook desnudo al lado de Yoongi le hizo pensar lo peor.
—¡¿Me engañaste con él, bastardo?!— tomó la primera almohada que encontró y empezó a golpear a Yoongi repetidas veces con ella. Aunque se tratara de una almohada, por la fuerza que estaba empleando, aquellos golpes empezaron a doler.
—¡Yo no te engañé! ¡Tú pediste que hiciéramos un trío con Kook y yo acepté solamente!— los recuerdos de la noche anterior comenzaron a llegar y pudo entender todo con mayor claridad.
—¡Eso no es cierto! Jamás te pediría que hiciéramos algo con...— dejó su alegato de lado para mirar el azabache y luego mirarse a sí mismo —Pero... Entonces ¿Por qué los tres estamos desnudos?
Yoongi se cruzó de brazos y lo miró con una ceja arqueada, queriéndole decir algo como "¿Ya ves? Yo tenía razón".
En ese momento, la puerta de la habitación fue abierta, dejando ver a un Seokjin algo adormilado, pero que apenas los vio, abrió sus ojos como platos se sonrojó poderosamente hasta las orejas. Muy bien, no se esperaba que tres de sus amigos estuvieran desnudos en la cama de su pareja. Esto era el colmo.
No fue el único que se sonrojó por la vergüenza.
—Espera, Seokjin. Déjame explicarte, no le digas nada a Namjoon— el pelimenta se acomodó una sábana en la cintura y trató de acercarse al castaño, pero éste se alejó considerablemente.
—Creo... Que tengo que irme— balbuceó perdido mirando en dirección al baño —Ugh, creo que el baño debe estar igual que la cama. No le diré nada a Namjoon, pero arreglen este desastre cuanto antes.
Sin dejarlos hablar, salió nuevamente de la habitación y bajó las escaleras con aquel sonrojo aún en sus mejillas. Su atención se dirigió a Namjoon, quien hablaba con Hoseok fuera de la habitación de invitados.
—¿Estaban ahí?— señaló la puerta y el moreno asintió.
—Tal parece que nuestro lindo Hoseok le dio un buen regalo de cumpleaños a Taehyung.
¡Fin de este extra! Jsjsjs espero que les haya gustado. Si ven un error o falta ortográfica, avísenme. Lo escribí a la carrera y me da pereza leerlo por completo para editarlo.
Nos vemos ♡
©AlejaDeMin
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