CAP 32: "Fiesta 🔞"
La música sonaba a alto volumen y las personas presentes bailaban, bebían y hacían locuras gracias a la borrachera.
Ninguno había previsto que la fiesta se les saldría de las manos y terminaría yendo casi toda la universidad. Por supuesto, ninguno de los estudiantes a excepción de los chicos, sabía que aquella casa pertenecía a su profesor de inglés, por lo que ahora mismo actuaban de lo más despreocupados.
Taehyung se divertía junto a Hoseok mientras bailaban y bebían hasta el tope, celebraban que el menor ya tenía la edad suficiente para beber y lo estaban aprovechando al máximo.
Yoongi por su parte, había salido un rato al jardín para despejarse de toda esa algarabía como le decía él. Cuando menos lo esperó, Namjoon llegó a su lado con su característica sonrisa.
—Gran fiesta ¿No?
—No sé cómo soportas todo esto, yo no podría— el pelimenta soltó una pequeña risa nasal mirando a su mejor amigo.
—Nah, de todas maneras ya me hacía falta divertirme un poco— se encogió de hombros, restándole importancia al hecho de que sus estudiantes estaban haciendo y deshaciendo en su casa.
El pálido iba a responder algo pero cerró su boca de golpe al ver una figura corriendo en su dirección. Su pequeña charla se vio interrumpida cuando Seokjin llegó con cara de verdadera preocupación y se dirigió al mayor de ambos.
—Namjoon...— se tomó unos segundos para recuperar el aire debido a que había corrido por toda la casa buscándolo —De verdad lo siento, no pensé que vendrían tantas personas.
—Bueno, yo los dejo— Yoongi palmeó el hombro del moreno para después internarse en la casa.
Éste último le sonrió a manera de despedida y se dirigió al castaño —Descuida, no me molesta.
—¿Pero y si hacen daños? Dios, me daría mucha vergüenza contigo.
—No te preocupes por eso, Jinnie— le brindó una sonrisa reconfortante para después abrazarlo por la cintura —Mira a tu hermano, se está divirtiendo— señaló con su cabeza al interior de la casa —Sólo se cumplen dieciocho años una vez, que lo disfrute.
—¿Cómo puedes ser tan bueno?— enternecido, se colocó de puntitas para dejar un pequeño besito en los labios de Namjoon.
Mientras tanto adentro de la casa, Jimin bailaba sin camisa sobre una mesa; había bebido demasiado, por lo que ahora mismo no se encontraba precisamente cuerdo. Apenas Yoongi entró, abrió sus ojos como platos y se acercó rápido a su novio para bajarlo de la mesa. Trató de hacer que el rubio se quedara de pie, pero le fue imposible dado a que se tambaleaba demasiado.
—Yoongi-ah~— canturreaba mientras se restregaba contra el cuerpo del mayor.
—Jimin, aquí no— Yoongi, quien era uno de los pocos presentes que aún conservaba la cordura, trataba de alejar al pequeño de él. Si seguía así, le provocaría una erección y no quería aprovecharse del rubio en ese estado.
—Yoonie~— llevó una de sus manos al miembro del pelimenta y empezó a acariciarlo por encima de la tela, dando uno que otro apretón para palpar y sentir aquel trozo de carne que tanto deseaba en estos momentos.
—¡Agh, Jimin!— cerró sus ojos con fuerza. No quería ceder ante la tentación, pero las caricias en su miembro provocaron que éste despertara y apretara dentro de su pantalón. Ya rendido, frunció el entrecejo y miró a todos lados para asegurarse de que nadie los veía —Al demonio— cargó a Jimin en sus brazos y lo llevó hasta el baño del segundo piso.
Ahora mismo, Seokjin buscaba a Taehyung entre los invitados. No había bebido mucho para estar cuerdo toda la noche y así asegurarse de que no pasara nada malo. Él y Namjoon eran los anfitriones así que debían mantenerse conscientes.
—Ash ¿Dónde se metió?— al no encontrarlo en ningún rincón de la casa, decidió salir al jardín trasero. Caminó pocos pasos pero se detuvo en seco al ver a su pequeño hermanito besándose con Hoseok.
Con que aquí estaban, par de tórtolos.
No quiso interrumpirles el momento, por lo que se alejó hasta la mesa de bocadillos para comer cualquier cosa que le ayudara a distraerse.
El cumpleañero besaba con mucha pasión a su novio, el alcohol también le había hecho un gran efecto y ahora estaba consciente, pero no tanto. El pelirrojo lo tomó por la cintura para pegarlo más a él y continuar con el beso, él estaba en un punto intermedio de consciente; no estaba tan cuerdo como Yoongi, pero tampoco tan perdido como Jimin.
—Hoseokie— el menor respiraba agitado. El susodicho hizo un sonido de garganta para indicarle que lo estaba escuchando —Me duele— se quejó, mirando su entrepierna.
Esto le hizo un poco de gracia a Hoseok, quien se separó sólo un poco para verlo a la cara.
—¿Quieres que lo hagamos?— besó su cabeza para después morderse el labio inferior.
El menor asintió perdido. El beso anterior lo había encendido demasiado, por lo que ahora su miembro dolía y pedía a gritos atención. Por supuesto, ahí estaría Hoseok para dársela.
—Está bien— tomó la mano de Taehyung y se encaminó con él hacia el interior de la casa. No tardó mucho en dar con el cuarto de invitados.
Al cerrar la puerta con seguro para que nadie los interrumpiera, el castaño se lanzó sobre la cama, riendo sin razón aparente.
—Estás muy borracho, TaeTae— comentó divertido.
—Pero tú también lo estás— se defendió, señalándolo acusatoriamente.
—Sólo un poco— admitió, quitándose la camiseta que traía y dejándola en cualquier lado del cuarto.
Taehyung gateó sobre la cama hasta llegar al borde de ésta. Para este punto, Hoseok ya se había quitado los zapatos y el pantalón, por lo que lo único que cubría su desnudez era su bóxer, el cual por cierto, estaba abultado por la notoria erección que traía. Ésto el menor lo notó y se relamió de manera atrevida.
—Juguemos, daddy— se mordió los labios, mirando con lujuria al pelirrojo.
A Hoseok le excitaba que lo llamara así a la hora del sexo, por lo que su erección se fue endureciendo cada vez más.
—¿Quieres que sea tu daddy?— preguntó con la voz ronca y la excitación a flor de piel.
—¡Sí! Y yo quiero ser tu bebé para que me des leche.
El pelirrojo sonrió ladino ante estas palabras —Bien bebé, ven aquí— señaló con su dedo índice el lugar donde él estaba. Taehyung no tardó en obedecer —De rodillas— ordenó —Chúpalo.
Sin querer hacerse del rogar, el castaño bajó la prenda y chilló al ver el enorme miembro de su novio. Sin esperar más, lo atacó a punta de besos, lamidas y chupones, arrancándole graves gemidos al mayor.
Repartió caricias por sus definidas piernas y de vez en cuando, metía uno de los testículos a su boca mientras masajeaba el otro con su mano. La respiración de ambos se empezaba a descontrolar y la temperatura de sus cuerpos cada vez iba en aumento. El menor siguió con las succiones a su falo hasta que el pelirrojo jaló de sus cabellos hacia atrás con la fuerza suficiente para hacer que dejase de chupársela.
—Quítate la ropa, muy lento— Taehyung soltó una pequeña risa e hizo lo ordenado. Se quitó la camiseta, el pantalón y los zapatos, exponiendo su cuerpo semidesnudo al pelirrojo, quien se relamió mirando aquella piel color canela que tanto le fascinaba —Ahora quítate ese molesto bóxer, bebé— el castaño deslizó la prenda por sus piernas hasta que llegó al piso, quedando de esta manera completamente desnudo al igual que su novio.
—Daddy, por favor— suplicó.
—Aún no, bebé— se acercó a él para besar sus labios con deseo, no tardando en ser correspondido de la misma forma. Llevó ambas manos al trasero de Taehyung y lo apretó, sacándole un gemido que murió en su garganta.
Las manos del castaño se movían ansiosas por su torso, acariciando todo lo que podía. Un sonoro gemido no se hizo esperar cuando Hoseok dejó de amasar su trasero y metió uno de sus dedos en la estrecha entrada del menor.
—¡Ahh, daddy!— empezó a restregarse contra su cuerpo, creando una fricción exquisita entre sus miembros.
El pelirrojo suspiraba extasiado ante la sensación. Empezó a besar su cuello y clavículas para después hacerle chupones. Con una mano, Taehyung estimulaba los pezones del mayor y con la otra se masturbaba.
—No hagas eso o daddy te va a castigar severamente— advirtió con voz ronca, sintiéndose desfallecer al ver las mejillas rosas de su novio.
—Hágalo por favor... C-castígueme y deme bien duro.
Hoseok no aguantaba más —En cuatro, bebé— más tardó él en ordenarlo que Taehyung en acostarse sobre la cama, apoyando su pecho y cara contra el colchón, abriendo sus piernas levemente y elevando su trasero al aire.
Hoseok no pudo evitar morderse los labios al apreciar aquella lujuriosa vista que el menor le brindaba. Éste último se estaba comenzando a desesperar, por lo que movió su culito de un lado a otro para provocarlo, cosa que logró porque no tardó en sentir las grandes manos de su novio en su trasero.
El mayor se inclinó sobre él y besó su nuca, erizándole la piel. Bajó por su columna, dejando un recorrido de besos y chupones por todo el camino, llegó hasta su entrada y allí plasmó su respiración, sacándole unos cuantos suspiros a Taehyung.
Dio una lamida y se incorporó nuevamente. Buscó en el cajón de la mesa de noche y de ahí sacó un condón y lubricante. Mentalmente le agradecía a Namjoon por ser tan pervertido y tener este tipo de recursos en cada habitación de la casa.
Se colocó el condón y tomó una generosa cantidad de lubricante en sus dedos. Se volvió a acomodar detrás de Taehyung y dirigió éstos a la entrada de su novio, el cual se estremeció al sentir aquella sustancia fría allí abajo. El mayor introdujo un dedo en su esfínter para dilatarlo, empezó a dar pequeñas embestidas con él y cuando logró abrirlo un poco, con ayuda del lubricante, fue metiendo otro dedo y otro más hasta tener tres dígitos en el interior del castaño.
Los gemidos de Taehyung eran algo bajos debido a que ya estaba acostumbrado a tener algo más grueso dentro, pero eso no significaba que no lo disfrutara, vaya que lo estaba haciendo.
—Aah, daddy ¡Métela ya!— gritó suplicante.
—Como desees, bebé— retiró sus dedos y de inmediato, metió todo su miembro de una sola estocada, arrancándole un grito al castaño.
—¡Aah, Hoseok! ¡Agh!— recibió una nalgada bastante fuerte.
El nombrado se inclinó hacia su oído y susurró —Call me daddy, baby— sin decir una palabra más, empezó a moverse rápidamente de atrás hacia adelante.
Ninguno de los dos se molestaba en contener sus gemidos, la música estaba bastante alta y nadie podría escucharlos. Taehyung gemía algo agudo al sentir aquella gruesa polla expandiendo su interior. Hoseok se acercó a su oído nuevamente.
—Que sexy te oyes gimiendo como perra en celo— dio una lamida a su lóbulo para después mordisquearlo.
Comenzó a hacer movimientos circulares con su miembro, dando una que otra estocada que llegaba a su próstata.
—¡Agh, ahh! ¡Más fuerte, daddy!— gimió por lo alto, moviendo sus caderas para conseguir más contacto.
Hoseok no le iba a negar nada, por lo que empezó a moverse a una velocidad casi imposible.
El sonido del choque de pieles inundaba la habitación y se mezclaba con los gemidos de Taehyung, los jadeos de Hoseok y la música que se escuchaba desde afuera.
De un momento a otro, el pelirrojo salió rápido de su interior para darle la vuelta, sintiendo toda su energía acumularse en su miembro al apreciar a su Taehyung con los labios entreabiertos, sus mejillas rojas y la punta de su miembro de un color rojizo.
Sin perder tiempo, se adentró nuevamente en el caliente canal, abriendo las piernas del menor lo más que podía para tener más acceso a él.
El castaño gemía entrecortado, su mirada estaba perdida y un hilo de saliva escurría por la comisura de su boca. Los cuerpos de ambos estaban sudados, pero no querían detenerse por nada del mundo. Taehyung abrazó a Hoseok para pegarlo más a él y así sentir como sus cuerpos quemaban; cada caricia y estocada los llevaba al mismísimo paraíso y hacía ver estrellas al menor. Mordisqueaba el hombro del pelirrojo y arañaba su espalda debido a las fuertes estocadas que éste le proporcionaba. El mayor disfrutaba de la estrechez del contrario y del roce del miembro de Taehyung contra su abdomen, ni siquiera sentía el ardor en su espalda por la excitación y el placer del momento. Totalmente perdido, mordió el cuello de Taehyung fuertemente hasta dejarle una notoria marca.
—Di que eres mío, Taehyung... Por favor ¡Dilo!— pidió entre gruñidos mientras seguía maltratando su próstata.
—¡Aahg! ¡S-soy solamente t-tuyo, Hoseok!— logró decir con dificultad mientras sentía todo el aire abandonar sus pulmones.
El pelirrojo sonrió satisfecho ante esto. Como pudo, se levantó sin salir de Taehyung, lo cargó, siguió penetrándolo y lo azotó contra la pared.
—¡Aahh, a-así! ¡Sigue así, daddy!— Taehyung lloraba del placer mientras se aferraba con las uñas a la espalda y hombros de Hoseok.
—¡Uhh, que bien se siente estar dentro de tu cálido agujerito, bebé!— soltó un gutural gemido, dando estocadas certeras al compás que movía las caderas de Taehyung hacia adelante.
—¡Daddy... Ahg! ¡N-no voy a aguantar más!— no le dio tiempo a Hoseok ni de reaccionar, ya que se había corrido fuertemente, manchando ambos abdómenes.
—¡Ahh, mierda!— siguió embistiéndolo fuerte contra la pared, alzando sus piernas a la altura de sus hombros.
Unas cuantas embestidas más y se corrió en el interior de Taehyung, su semilla siendo apresada por el látex del preservativo. Las piernas de ambos dolían, por lo que el mayor cargó a Taehyung hasta la cama y lo dejó cuidadosamente sobre ella. Una vez allí, salió de su interior, se quitó el condón y tras hacerle un nudo, lo desechó.
El pecho del menor subía y bajaba como si hubiera corrido una maratón, miró a Hoseok y sonrió agitado al ver que éste se encontraba de igual forma. Para este punto, todo rastro de alcohol había abandonado su cuerpo y ahora se encontraban completamente conscientes. El de cabellera roja se acostó a su lado y se quedó mirando el techo, tratando de controlar su respiración, sentía que en cualquier momento su corazón iba a salirse de su pecho.
—Oh, joder— el menor dejó salir un jadeo mientras trataba de recomponerse —Que rico.
—Eres tan sexy, pequeño— sonrió ladino, aún agitado —Me encanta.
Tras mirarse por unos segundos, se acercaron y besaron con necesidad, a pesar de haberlo hecho hace unos segundos, ambos se necesitaban.
Se quedaron en la cama repartiéndose caricias y besos por todos lados, las mordeduras cada vez se hacían más notables y los chupones iban tornándose de un color violeta. Al final se quedaron abrazados viéndose el uno al otro, únicamente apreciándose, cada uno se sentía afortunado de tener al otro como novio y no se arrepentían de nada.
Eran poco más de las cuatro de la mañana, por lo que el sueño y el cansancio ya los empezaba a consumir. Queriendo ceder ante éstos, él menor cerró sus ojos lentamente, acomodándose en el pecho de su novio.
—Taehyung— le llamó con voz suave.
—¿Uhm?— hizo un sonido de garganta para darle a entender que lo estaba escuchando.
—Feliz cumpleaños.
El menor sonrió ante ésto y tras susurrar un pequeño "Gracias", se dejó caer en los brazos de Morfeo.
©AlejaDeMin
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