CAP 24: "Decisión"
—Ya llegamos— fue lo primero que escuchó el castaño después de haber dormido todo el trayecto. Había decidido ignorar la pasada conversación entre sus mayores, pero sin duda era algo que lo pondría a pensar mucho tiempo.
Los tres se bajaron del auto e ingresaron al hospital.
—Disculpe, venimos a ver a alguien— el castaño se dirigió a la chica de recepción.
—Buenas noches ¿Cuál es el nombre del paciente?— preguntó amablemente la castaña.
—Jeon Jungkook.
—Ah, sí. Lo trajeron esta tarde de urgencias, sufrió un accidente automovilístico.
—¿Pero cómo se encuentra en estos momentos?— esta vez intervino Yoongi, también preocupado por el estado del azabache.
—El doctor Lee no me permite dar esa información, pero si gusta, puede ir a la habitación donde está el paciente, seguramente el doctor está con él.
—Muy bien ¿En qué habitación se encuentra?
—En la doscientos tres, piso cinco.
Agradecieron con una reverencia a la chica y sin perder tiempo, caminaron en dirección al ascensor. Una vez llegaron al piso indicado, empezaron a buscar la habitación.
Luego de unos minutos, encontraron la habitación que tenía en la puerta el número «203» en color cobrizo. Tocaron y tras escuchar un "pase", abrieron la puerta.
Al entrar, lo primero que vieron fue a Jungkook acostado en una camilla, inconsciente, con un montón de máquinas a su alrededor y un marcapasos cardíacos.
A Seokjin se le partió el alma por verlo así, pues no dejaba de echarse la culpa por lo sucedido. No pudo hacer más que acercarse al azabache lentamente y observar los numerosos moretones que tenía en el cuerpo.
—Buenas noches ¿Ustedes son...?— preguntó el doctor que había sido ignorado por los tres al momento de entrar.
—Somos... Amigos de Jungkook— respondió el castaño, agradeciendo al cielo que su voz no hubiera titubeado.
—Ya veo, pero él no puede recibir visitas ahora. El accidente le rompió el brazo izquierdo y se golpeó fuertemente la cabeza a la hora del choque. Debe estar en observación las veinticuatro horas.
—¿Y cuándo va a despertar? Necesito hablar con él.
—No sabría responderle esa pregunta, debemos analizar cómo reacciona su cuerpo a los analgésicos que le proporcionamos y posteriormente, debe descansar. Tuvo suerte de no haber muerto.
—¿Él iba solo?— esta vez preguntó Yoongi.
—No, iba en un taxi. Según el informe que me dieron, el chico iba para el aeropuerto, pero un auto los chocó por detrás. Lamentablemente, el taxista murió mientras era trasladado en la ambulancia.
—Ya veo— el pelimenta hizo una mueca y miró el cuerpo del azabache. Se sentía mal por haber sido tan agresivo con él el día anterior.
—Si no tienen más preguntas, les pediré por favor que se retiren, debo seguir cuidando a mi paciente. Si quieren, pueden venir mañana o cuando puedan para ver cómo sigue.
—Eso haré, se lo agradezco— Seokjin hizo una reverencia, seguido de los dos mayores y después del doctor.
No dijeron una sola palabra más hasta que salieron del hospital y entraron al auto. Una vez allí, Seokjin rompió en llanto.
—Es mi culpa— murmuró mientras escondía su rostro entre sus manos —Si yo no lo hubiera contactado, no estaría pasando por todo esto— varias lágrimas caían por sus mejillas y se acumulaban en su mentón.
—No digas eso, Jinnie— Namjoon lo atrajo hacia sí en un abrazo, en un intento por calmarlo —No tienes la culpa de nada, la culpa la tiene Jackson; si él no te estuviera acosando, ni tú, ni Jungkook, ni nosotros estaríamos en esto.
Ante sus palabras, el menor logró calmarse un poco. Limpió su carita con las mangas de su camisa y sorbió su nariz.
—¿Te sientes mejor?— preguntó el moreno en voz baja al tiempo que extendía sus brazos hacia él.
El castaño dio un asentimiento a su pregunta, mirando por algunos segundos la clara invitación. Aún le daba nervios estar tan cerca del mayor y más ahora, que se había dado cuenta de que éste no había dejado de sentirse atraído por él en todo este tiempo.
Sin embargo, correspondió a su abrazo.
Sintió una fuerte sensación en su pecho, su corazón se aceleró y su estómago le dolía.
Decidió ignorarlo, tal vez había sido por todo lo acontecido en el día y ya estaba cansado. Deshizo su abrazo con el mayor y se recostó en el asiento para mirar por la ventana. Mantuvo su vista fija en las luces de los establecimientos nocturnos por los que pasaban, pero a decir verdad, no los estaba observando. No dejaba de pensar en todo lo que estaba pasando, es decir, su vida era perfecta hace apenas tres semanas y ahora, todo se había ido por la borda.
Mientras tanto, el pelimenta conducía hacia el edificio donde vivía Seokjin hasta que después de un rato, llegaron.
Al igual a los anteriores días, el castaño se despidió de sus hyungs y fue a guardar el auto de Taehyung en el estacionamiento del edificio.
Al entrar a su departamento, tiró su celular al sofá y se recostó en el mismo. Estaba cansado y asustado, no sabía qué hacer ahora que Jackson le había pedido tal cosa. No quería hacerlo, pero si no lo hacía, las personas que quería pagarían las consecuencias y ya no estaba dispuesto a permitir que más gente sufriera por su culpa.
Aunque no era la mejor, había tomado una decisión.
—Muy bien hecho, hiciste un buen trabajo al chocar a ese infeliz— Jackson felicitaba por teléfono al hombre que había contratado para hacerle daño a Jungkook —Sí, ya sé. Te depositaré el dinero mañana en tu cuenta, sólo debes ir a reclamarlo... Muy bien, adiós— colgó el teléfono y se recostó en su cama.
Abrió su galería de imágenes y vio las tres fotos que le había tomado a su amado Seokjin junto a aquel profesor. Le repugnaba ver aquellas fotos pero no las iba a eliminar, no hasta asegurarse de que Seokjin fuera completamente suyo.
—Espero que hagas lo que te pedí, Seokjinnie— Acarició una foto que tenía del castaño en su teléfono para después imaginarse a esa boquita haciéndole una buena mamada. Metió una mano dentro de su bóxer y empezó a masturbarse.
Después de correrse, se limpió y se metió en las sábanas dispuesto a descansar.
¿Cómo alguien podía dormir sabiendo todo el daño que causó en un sólo día? No se sabe, pero al parecer a Jackson no le provocaba el más mínimo arrepentimiento, al contrario, se encontraba durmiendo perfectamente.
Otro día de mierda.
Pensó el castaño apenas se despertó. No quería salir de su departamento en todo el día, pero no tenía de otra, debía comunicarle su decisión a Jackson.
Cuando llegó a la universidad, estacionó el auto y fue en busca del pelinegro. Debía encontrarlo rápido antes de que Namjoon o Yoongi los viera.
Al divisarlo en un pasillo, le hizo señas para que lo siguiera. El contrario le hizo caso y lo siguió hasta un aula desocupada.
—¿Ya tomaste tu decisión?
—Sí— respondió seco.
—¿Y bien?— preguntó impaciente.
—Sí acepto ser tu novio, Jackson.
Flashback
—Escúchame bien, Seokjin. Si no quieres que a tu hermano, a tus amigos y hasta a ese profesor les suceda lo mismo que a Jungkook, te recomiendo que dejes el orgullo de lado, aceptes salir conmigo y te alejes de ese idiota de una vez por todas. De lo contrario, deberás vivir con la culpa por el resto de tu vida. Piénsalo bien esta noche y mañana dame una respuesta. Ya tienes mi ultimátum, no voy a esperar más tiempo.
Fin del flashback
El pelinegro sonrió victorioso y se acercó para tratar de besar a Seokjin, pero éste se alejó rápidamente.
—Acepto ser tu novio, pero quiero que ahora mismo elimines esas fotos.
—Ay Seokjinnie— acarició su mejilla —¿No creerás que soy estúpido o sí?— el menor tragó saliva —Esas fotos se quedarán conmigo hasta que esté completamente seguro de que no me dejarás por ese imbécil.
—¡No lo voy a hacer, te lo juro!— sus ojos se llenaron de lágrimas.
—No llores— limpió cuidadosamente sus ojos con la yema de su pulgar —Pronto te darás cuenta de que tomaste la mejor decisión— el castaño guardó silencio y se limitó a asentir con su cabeza —Vamos, cariño. No quiero que llegues tarde a tu clase con ese estúpido.
Mierda. Se le había olvidado que tenía clases a primera hora con Namjoon.
Temblando, salió de aquella aula junto a Jackson y empezaron a caminar hacia su salón. El pelinegro tomó la mano de Seokjin y la entrelazó con la suya. Ante esto, el menor trató de zafarse pero sólo logró que el más alto apretara su mano con fuerza.
—¡Ay!— se quejó tratando de hacer que Jackson lo soltara.
—No hagas eso. A partir de ahora, te dejarás besar por mí en público y en privado, dejarás que te tome de la mano y me darás mi lugar como tu novio que soy ¿Entendiste?— apretó más la mano de Seokjin hasta hacerla poner un poco roja.
—S-sí, ya entendí.
El mayor lo soltó y siguieron caminando hasta el aula. Cuando llegaron, Seokjin se asomó por la puerta, logrando ver a Yoongi charlando amenamente con Jimin. Sabía que el pelimenta lo mataría por la decisión que tomó, después de todo lo que se esforzó en ayudarlo a él y a Namjoon. Sin embargo, no se arrepentía de haber cedido a la amenaza de Jackson.
Sí, sería infeliz de aquí en adelante, pero por lo menos a sus amigos, a su hermano y a Namjoon no les pasaría lo mismo que a Jungkook.
Esperaron afuera a que Namjoon llegara y cuando éste hizo acto de presencia, se quedó viendo estático a la parejita frente a él. El moreno miraba al castaño con miedo y confusión al mismo tiempo, mientras que Seokjin trataba de pedirle perdón con la mirada.
Sin embargo, no se dejaría ver afectado. Aclaró su garganta y habló con autoridad —Joven Jackson, usted no debería de estar aquí, su salón está en el otro pasillo— señaló seriamente detrás de él.
—Muy gracioso profesor Namjoon— puso una cara detestable —Jinnie, amor. Dile— miró a Seokjin, señalando a Namjoon con su barbilla.
Éste abrió sus ojos totalmente confundido y con un gran temor creciendo en su pecho. Dios, que no fuera lo que estaba pensando.
—Namjoon, yo...— las palabras no le salían, sus ojos se habían llenado de lágrimas —Lo lamento... J-Jackson es mi novio ahora y no...— había empezado a sollozar —No quiero que me vuelvas a hablar.
Namjoon estaba en completo shock ¿Cómo había pasado esto? Lo que menos quería que pasara, sucedió. Sentía su pecho arder y unas lágrimas traicioneras amenazaban con salir de sus ojos.
Jackson observaba la escena con una sonrisa triunfante, no le importaba el dolor de los dos presentes.
Sin embargo y a pesar del dolor, Namjoon decidió llevar el asunto lo más maduro posible, aunque sintiera que el dolor lo estaba consumiendo —Está bien— miró a Seokjin totalmente serio —Si ya no quieres que sigamos siendo amigos, lo entiendo y si de verdad lo quieres, no voy a volver a hablarte— sus palabras salieron secas, aplastando aún más el corazón del menor.
—Namjoon, yo...— trató de excusarse, pero Jackson lo interrumpió.
—Le agradezco por dejar a Seokjin en paz, yo lo haré feliz y lo cuidaré, no tiene de qué preocuparse— sus palabras y mirada eran tan cínicas que a Namjoon le provocaba asesinarlo en ese preciso instante, pero sólo se limitó a dar un leve asentimiento con su cabeza —En ese caso, adiós amor— se despidió de Seokjin con un beso en los labios delante del rubio, quien al ver tal escena, desvió su mirada hacia otro lado, totalmente herido.
Seokjin no había correspondido al beso, se sentía sucio y la peor persona del mundo por haberle destrozado el corazón a su mayor. Ahora que sabía que Namjoon lo había seguido queriendo todo este tiempo, era consciente de que en este momento lo había herido y de la peor manera.
Jackson se fue y dejó a aquellos dos en un silencio bastante incómodo.
—Namjoon yo... Quiero explicártelo, yo no...— fue interrumpido por el susodicho.
—No me expliques nada— su voz era cortante —Ya tomaste tu decisión, yo no tengo nada que ver contigo ahora. Te agradeceré que dejes de llamarme 'Namjoon', ya no tenemos esa confianza y si no quieres que hablemos más, está bien, me limitaré a hacerlo contigo sólo cuando sea estrictamente necesario.
Empezaron a brotar lágrimas por los ojos del menor, de verdad quería explicarle todo al moreno, pero éste simplemente no se dejaba.
Limpió sus ojos con su antebrazo y entró al salón rápidamente, sentándose en su puesto sin mirar a nadie. No quería ver a ninguno de sus compañeros, ni a Yoongi ni a Jimin siquiera. Agachó su cabeza y mantuvo su mirada fija en su cuaderno, no tuvo el valor para seguir viendo a Namjoon.
Éste se limitó a disimular su rostro para que sus alumnos no notaran nada raro, cosa que funcionó, pero no para cierto pelimenta, quien conocía perfectamente a su mejor amigo como para saber que algo malo le estaba pasando.
La clase terminó y todos guardaron sus cuadernos para continuar con su siguiente clase. El rubio hizo una reverencia a manera de despedida y salió del salón, pero Yoongi se fue corriendo rápidamente tras él y lo interceptó en medio del pasillo.
—Namjoon ¿Qué sucede?
©AlejaDeMin
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