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CAP 21: "Confusión"

Después de esa hermosa declaración, decidieron pasar el resto de la tarde viendo películas, comiendo botanas y dándose una que otra caricia acompañada de un beso. Aún no se acostumbraba a llamar a Hoseok como su novio, pero pronto lo haría.

Sin darse cuenta, ya se les había hecho muy tarde y mañana debían ir a la universidad. Taehyung y Hoseok ya estaban cansados, por lo que apagaron el televisor, botaron los empaques vacíos y organizaron un poco el living antes de irse a dormir. Se dirigieron a la habitación del mayor y allí, con todo el descaro del mundo, el menor se arrojó sobre la cama, rebotando en el acto y consiguiendo un agradable a risa por parte de su —ahora— novio. Éste se sentó en la orilla de la cama y se dirigió a él sin quitar esa bella sonrisa de su rostro.

—Espero que la cama te parezca cómoda.

—¡Me encanta!— exclamó sonriendo y estirando sus bracitos hacia el techo.

—Me alegra— sonrió tiernamente para después preguntar —¿Trajiste pijama o duermes con cualquier cosa?

—Mmm, duermo con un short y una camisa larga.

—De acuerdo... Espero que no te moleste, pero yo sí duermo sin camisa— y acto seguido, se despojó de la prenda, dejando a la vista su abdomen bien marcado.

Se ve que hace ejercicio. Pensó e involuntariamente, se mordió el labio inferior.

Ésto último no pasó desapercibido para el pelirrojo, quien se permitió reír por lo bajo antes de sacarse el jean y colocarse un short para dormir.

—Me siento violado— admitió en voz alta con un deje de burla, logrando sacar de su ensoñación al castaño.

—¿Ah? ¿P-por qué lo dices?— preguntó bastante nervioso.

¿Acaso fue muy evidente?

El mayor dejó salir una risa nasal para después contestarle —Me estás comiendo con la mirada.

Y justo entonces, Taehyung podía jurar que parecía un verdadero un tomate. ¿Qué estaría pensando Hoseok de él? ¿Que era un descarado? ¡Jamás! —Yo... Lo siento— se disculpó agachando su cabeza por lo avergonzado que estaba.

—Hey, tranquilo— se acercó para tomar su barbilla y hacer que lo mirara —No tienes de qué avergonzarte, soy tu novio ¿O no?— el menor asintió ligeramente —¿Ya ves? No te preocupes— y sin decir más, besó los labios ajenos con cariño.

—Me iré a cambiar de ropa— avisó apenas se separaron. El mayor se hizo a un lado y le indicó con su dedo donde quedaba el baño.

Se levantó de la cama y caminó hacia donde estaba su maletín, sacó un conjunto de ropa para dormir y se dirigió a donde su novio le había indicado.

Su novio...

Amaba como sonaba eso.

Se vistió con rapidez y cuando estuvo listo, salió del baño y se encaminó de nuevo hacia la habitación, encontrándose a Hoseok recostado en la cama, luciendo su cuerpo tal cual un modelo de revista. ¡Dios! El cuerpo de su novio era una divinidad y él ahí con su cuerpo algo delgado y su pancita de bebé.
Dejó su ropa en su maletín para acto seguido, subirse a la cama y acostarse a su lado.

—Te ves muy lindo— fue lo primero que dijo, provocándole una sincera sonrisa al menor.

—Tú también te ves muy guapo, Hoseok hyung.

El susodicho tomó las mejillas contrarias y empezó a repartir besos por toda su carita, finalizando en sus labios, a los cuales besó con cariño y ternura.

Taehyung estaba anonadado ¿Cómo era posible que Hoseok pudiera ponerlo de esa manera? Simplemente no lo sabía, pero ahora mismo se encontraba debajo suyo, ambos comiéndose la boca y repartiendo caricias por cada rincón de sus cuerpos.

Se separaron por la falta de aire y aprovecharon ésto para verse por un par de segundos. En ese lapso de tiempo, Taehyung se permitió detallar cada aspecto de su acompañante; sus pupilas se habían dilatado nuevamente, su respiración estaba agitada y sus labios se apreciaban rojos e hinchados. Taehyung podía asegurar que los suyos estaban de la misma manera.
Esperaba que el mayor siguiera besándolo, pero sólo pudo ver cómo éste apoyaba su cabeza en su pecho y trataba de calmar su respiración.

—Lo siento— ¿Por qué se disculpa? —De verdad lo siento, no me controlé.

—No te disculpes— posó una de sus manos en el rostro contrario con delicadeza —No estábamos haciendo nada malo.

—Apenas llevamos unas cuantas horas de novios, no quiero aprovecharme de ti, quiero que estés seguro si lo hacemos.

El castaño lo miró por unos momentos, convenciéndose de que se había enamorado de la persona indicada. Hoseok era muy atento con él, lo respetaba y le daba todo el amor que su corazón podía albergar.

Con esto en mente, sonrió cálidamente y volvió a hablar —Está bien, Hoseokie— el susodicho sonrió encantado. Al parecer le había gustado el apodo.

Se acomodaron en la cama y se arroparon mutuamente, quedando de lado para poder verse el uno al otro.

—Hoseokie.

—Dime.

—¿Puedo abrazarte?— preguntó algo dudoso.

—Claro, bebé— se acomodó de mejor manera y extendió sus brazos para que el pequeño se acurrucara en su pecho. Sin esperar por más, el castañito se acomodó en la posición antes mencionada y lo abrazó por la cintura, sintiendo como los fuertes brazos de Hoseok envolvían todo su torso para darle calor.

Era una posición muy cómoda para dormir con su pareja, por lo que lentamente fue cerrando sus ojos para poder descansar.

—Buenas noches, Hoseokie— dicho esto, besó castamente su pecho y cerró sus ojos.

—Buenas noches, TaeTae— el menor sintió cómo besaba su cabecita y a partir de ahí, ya no supo más.

Se había quedado dormido, siendo acompañado segundos después por su novio.

Se despertó por los molestos rayos de luz que se filtraban por la ventana, aún con sueño, tomó su celular y miró la hora percatándose de que faltaban cinco minutos para que sonara la alarma. Desactivó ésta misma y se encaminó al baño para asearse.
Desayunó y salió del departamento unos minutos antes de lo habitual debido a que tenía que caminar. Sí, a su queridísimo y hermoso hermanito se le había olvidado entregarle las llaves de su auto antes de irse el día anterior.

Caminó unas cuantas cuadras y se detuvo frente a una cafetería, le apetecía algo de cafeína y realmente le hacía falta. Después de unos minutos, una chica lo atendió amablemente y le vendió el café que había pedido.

Caramel macchiato, su favorito.

Siguió su camino mientras disfrutaba de su bebida, pero había algo que lo inquietaba. Podía sentir unos pasos detrás suyo pero cada vez que se volteaba, no veía a nadie. Ya se hacía una idea de quién se trataba, pero no podía demostrárselo, sólo conseguiría perjudicar a Jungkook con ello.

Hizo como si nada hasta que sintió como alguien lo agarraba bruscamente por el brazo y obligaba a encararlo. Sabía que era Jackson, a pesar de que éste traía su rostro cubierto por un tapabocas color negro, unas gafas oscuras y un abrigo con gorro que le cubría el cabello.
¿Que si estaba asustado? Joder, claro que sí. No sabía a qué alcances podía llegar este tipo.

—Suélteme— logró decir al tiempo que trataba de zafarse.

—No leíste mi nota— acusó, apretando más su agarre y ocasionando que su brazo doliera.

—¿De qué nota habla?— estaba confundido, no sabía de qué estaba hablando y empezaba a asustarse.

—¿Así que Taehyung no te la dio?

—¿Taehyung? ¿Qué tiene que ver mi hermano en esto?— estaba realmente confundido.

—Para que veas que soy paciente, te daré un día para que la leas, habla con tu hermano, él sabe de lo que te estoy hablando— y sin más, se fue rumbo a quién-sabe-dónde.

Estaba desconcertado. No entendía qué tenía que ver su hermanito menor con todo esto, pero ahora que lo pensaba, recordaba que el día de ayer lo había visto muy nervioso a la salida. ¿Sería por él? ¿Jackson se atrevió a decirle algo? ¿Por qué no le dijo nada?

Empezó a correr hacia la universidad lo más rápido que sus piernas le permitían. Al llegar a la entrada, tuvo que detenerse, apoyarse en una pared y llevarse una mano al pecho para poder respirar. Sólo había corrido cuatro cuadras, pero sentía cómo el corazón quería salirse de su pecho. Cuando hubo tranquilizado su respiración, caminó a zancadas hacia el salón donde su hermano estudiaba, pero al llegar, no lo encontró. Preguntó por él a sus compañeros y le dijeron que aún no había llegado, preguntó por Hoseok y obtuvo la misma respuesta.

¿Dónde diablos se habían metido?

Estaba a punto de arrancarse el cabello por la desesperación hasta que escuchó una risa.
Una peculiar e inconfundible risa.

Buscó la dirección de dónde provenía y cuando lo divisó, vio cómo el castaño caminaba en su dirección bien sonriente, agarrado de la mano de Hoseok. Ésto último no tenía importancia para él ahora, lo único que quería era saber en qué mierda estaba metido su hermano.

—¡TAEHYUNG!

©AlejaDeMin

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