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CAP 20: "Me Gustas Mucho"

Al salir del departamento, Hoseok se ofreció a llevar el maletín que Taehyung traía y aunque éste se negó al principio, terminó por aceptar al ver la bonita sonrisa de corazón con la que el mayor lo sobornó.
Subieron al auto, pero el pelirrojo no arrancó de inmediato, se quedó pensando por unos momentos antes de dirigir su mirada al menor.

—Taehyungie ¿A dónde te gustaría ir?— Okay, esa pregunta no se la esperaba, desde el principio pensó que irían a su casa.

El castaño lo pensó por un momento hasta que se le ocurrió una idea —¿Y si vamos a un parque? Es muy tranquilo, además podemos charlar a gusto.

—Perfecto— le sonrió tiernamente, dejando a la vista esos hermosos hoyuelos.

Dios, empezaba a creer que se estaba enamorando.

Hoseok puso en marcha el auto y condujo por poco tiempo hasta uno de los parques que quedaban cerca de allí. Era bastante lindo, tenía una hermosa fuente, muchos árboles y un gran espacio lleno de prado, pero lo que más adornaba el lugar eran las parejas que caminaban tomadas de la mano. Parecía algo así como el parque de los enamorados, por lo que el hecho de que Hoseok lo llevara allí, provocaba que un extraño sentimiento se alojara en la boca de su estómago.

Bajaron del auto y se adentraron en el hermoso lugar. Como aún estaban en época de calor, optaron por sentarse en una banca que disfrutaba de la sombra de un frondoso árbol.

—Este lugar es bastante lindo— comentó el pelirrojo —Me alegra que hayas propuesto venir al parque.

El castaño rió un poco y asintió —Este es uno de mis parques favoritos desde que era pequeño.

—¿Así que toda tu vida has vivido aquí?— indagó.

—Sí, aunque no en este barrio. Me mudé aquí cuando me fui a vivir con mi hermano.

—Es genial que puedas vivir con tu hermano, creo que es mejor que vivir con tus padres ¿O me equivoco?

Taehyung frunció sus labios —Pues... No me puedo quejar de mi mamá, no es tan estricta, me comprende y apoya en todo.

—Wow, que suerte tienes. Y cuéntame ¿Cómo es tu padre?

El castaño hizo una mueca, no le había contado esa parte de su vida a Hoseok —No tengo papá...— consiguió decir después de un rato —O bueno, tuve uno alguna vez, pero nos abandonó a mí y a Seokjin cuando yo era un bebé.

El mayor se le quedó mirando arrepentido de haber formulado esa pregunta —Lo lamento mucho, no debí...

—¡No! No tienes que sentirlo, tú no sabías— se apresuró a decir y trató de sonreír, pero aquella sonrisa le salió más como una mueca deforme.

Hoseok lo abrazó por los hombros e hizo que recostara su cabeza contra él —No te sientas mal por eso, existimos personas que de verdad te queremos y que no te vamos a abandonar nunca.

Las mejillas del castañito tomaron algo de color ante sus palabras —G-gracias Hoseok hyung— esta vez fue él quien tomó la iniciativa y lo abrazó, llevó ambos brazos detrás del cuello del mayor y escondió su rostro en su pecho. Podía sentir cómo las delgadas manos del contrario recorrían sutilmente su cuerpo e iban a parar a su cabello, el cual recibió unas relajantes caricias que casi lo hacen caer dormido ahí mismo. Se quedaron en esa posición por un rato más hasta que la voz del pelirrojo hizo acto de presencia.

—¿Quieres comer helado, TaeTae?— propuso, provocando que el más pequeño alzara su cabeza de golpe y como resultado, sus rostros quedaran a escasos centímetros de distancia entre sí. Taehyung abrió sus ojos como platos ante ello y se separó de inmediato, totalmente avergonzado.

—Y-yo... Lo s-siento. Sí me encantaría el helado— aceptó, aún avergonzado.

Hoseok rió por su actitud tan tierna —No te disculpes, vamos entonces— se levantaron de su asiento y caminaron hasta el hombre que vendía los helados; era más bien un chico, un poco mayor que Taehyung y bastante alto.

—Buenas tardes ¿De qué sabor quieren su helado?— saludó cortésmente con una sonrisa.

—Buenas tardes— Hoseok saludó de vuelta —Podría darme un helado de...— se dirigió al menor —¿De qué sabor quieres tu helado, pequeño?

—¡De chocolate, por favor!— pidió con una bella sonrisa.

Hoseok le sonrió de vuelta y se dirigió de nuevo al chico —Entonces ¿Me puede dar un helado de chocolate y otro de fresa, por favor?— pidió amablemente.

—Con mucho gusto— el chico se puso en marcha a servir los helados mientras le lanzaba a Taehyung una que otra mirada acompañada de una sonrisa. El castañito se rascó la nuca nervioso, le parecía que el chico era muy amable o le estaba coqueteando. Sea cual fuera el papel que estuviera desempeñando, no le causaba ni pizca de gracia a Hoseok, quien le estaba fulminando con la mirada.

Cuando terminó, le extendió el helado de fresa a Hoseok, quien lo recibió sin dejar de mirarlo mal. Esto al parecer no le importó al chico, por lo que le ofreció el helado de chocolate con una sonrisa al castaño, éste se lo recibió, pero al tiempo que lo hacía, el chico le tomó la mano y la acarició lentamente. Ante esto, Taehyung apartó su mano incómodo, volteando a ver a Hoseok y dándose cuenta de que éste tenía su mano libre echa un puño. Decidió prevenir una pelea, por lo que tomó la mano del pelirrojo y la acarició suavemente, pero lo que no se esperaba era que el mayor entrelazara sus dedos y mirara de manera retadora al chico. Esto a Taehyung no le molestó, al contrario, le gustó sentir aquel tacto de su parte.

El pelirrojo le pasó momentáneamente su helado a Taehyung antes de sacar el dinero suficiente de su bolsillo —Tenga— le extendió el dinero al chico y éste lo recibió medianamente intimidado por la cara de puño que tenía su cliente. Bajó su mirada, específicamente hacia sus manos entrelazadas y sólo ahí entendió la razón del disgusto del pelirrojo. Debió pensar que eran novios, ya que hizo una reverencia a modo de disculpa, la cual Hoseok no aceptó.

—Gracias— fue lo único que el castaño alcanzó a decir antes de que Hoseok prácticamente lo arrastrara hasta el lugar donde antes habían estado sentados. En ningún momento Hoseok soltó la mano del menor, le lanzaba una que otra mirada y no dejaba de acariciar su dorso con su pulgar. No fue sino hasta que se sentaron, que Taehyung decidió hablar —¿Por qué hiciste eso?— preguntó divertido, soltando una pequeña risa.

—No me gustó que ese tipo hiciera eso— respondió, aún serio —No me gustó la manera en que te tocó.

—¿La manera en la que usted me está tocando?— preguntó inocentemente.

El mayor abrió sus ojos y miró hacia donde tenían sus manos entrelazadas, al parecer no se había dado cuenta de lo que estaba haciendo, pero pese a esto, no se detuvo —Sí, de esta manera— afirmó.

—¿Y por qué?— le daba ternura ver esa actitud proveniente de él, parecía como si estuviese celoso. No lo estaba ¿Verdad?

Sin embargo, Hoseok no respondió de inmediato.
Se quedó mirando a un punto fijo mientras le daba una lamida a su helado —Tal vez porque me siento celoso— dijo después de un rato.

Sí estaba celoso. Entonces eso significaba que...

¿De verdad era importante para Hoseok?

¿El mayor gustaba de él?

No se atrevió a preguntarle eso, pues le daba miedo su respuesta. Sólo se dedicó a disfrutar de su helado en total silencio mientras observaba a las demás parejas paseando. Debido a esto, el ambiente se había tornado incómodo. Ninguno sabía qué decir para aligerar la tensión entre ellos hasta que a Taehyung se le ocurrió algo.

—Hoseok hyung— llamó su atención.

—¿Mm?— volteó a mirar al menor, pero en ese momento, éste le embarró un poco la punta de la nariz con helado.

El pequeño se puso a reír por su reacción y por lo chistoso que se veía. El mayor limpió el helado de su nariz y lo miró desafiante.

—¿Ah, sí?— lo embarró a él con su propio helado, sólo que lo hizo en la mejilla —Ahora sí estamos iguales— rió.

—¡Hyung, yo no lo embarré tanto!— chilló mientras buscaba algo con qué limpiarse.

Hoseok se permitió soltar una carcajada por la reacción tan infantil y graciosa de su acompañante —Ven, acércate— pidió después de calmarse —Te voy a limpiar.

El menor obedeció y acercó su rostro, pudo ver cómo el mayor sacaba un pañuelo de su bolsillo y con él, limpiaba delicadamente su mejilla. Taehyung sólo sonreía mientras se dedicaba a observarlo, le parecía sexy verlo totalmente concentrado en lo que hacía, tanto, que no pudo evitar acercarse lentamente. Esto fue notado por Hoseok, quien empezó a acercarse de igual manera, dejando el pañuelo de lado. Puso una de sus manos en la mejilla del castaño y sin más, terminó de acortar la distancia que los separaba, uniendo sus labios y besándolo lentamente. Taehyung entró en un estado de shock, pero a los pocos segundos se permitió corresponder, tratando de llevarle el ritmo para no quedarse atrás. Dirigió sus manos hacia el cabello rojo de su acompañante y lo acarició, ambos cerrando sus ojos, dejándose llevar por la sensación tan gratificante. Se mantuvieron en esa posición por un par de minutos hasta que el aire empezó a hacer falta y tuvieron que separarse, muy a su pesar.

Las pupilas de Hoseok estaban dilatadas y no dejaba de mirar al castaño como si fuera lo más bello del mundo. Taehyung de verdad creía que esa faceta le sentaba muy bien, se veía más sexy de lo que usualmente ya era. Su rostro perfilado, su sonrisa de corazón y esos hermosos hoyuelos lo hacían parecer alguien inalcanzable. Orgulloso de poder estar tan cerca de él, Taehyung tomó la iniciativa y esta vez, fue él quien besó al pelirrojo, cerrando sus ojos en el acto. Hoseok por su parte, llevó sus manos a la cintura del menor y lo atrajo más hacia él, pegando completamente sus cuerpos. Se besaron tiernamente hasta que volvieron a separarse, ambos con sus respiraciones agitadas.

Sólo un poco.

Al darse cuenta de lo que había hecho, el castañito se sonrojó a mil y volteó su rostro rápidamente.

—Lo s-siento.

—No te disculpes— levantó su barbilla con delicadeza, obligándolo a mirarlo —Me encantó.

Se quedó en un pequeño estado de trance al escuchar esas palabras, no sabía cómo reaccionar, pero al final terminó por sonreír antes de retomar el habla —Yo también lo disfruté, Hoseok hyung— logró decir para después volver a sonrojarse.

El mayor soltó una pequeña risa antes de acariciar su mejilla y formular la pregunta del millón —¿Te parece si vamos a mi casa, pequeño?

—¡Claro! Vamos— sonrió tiernamente.

Terminaron sus helados en el camino y se subieron al auto del mayor, una vez dentro, se dirigieron a la casa del mismo en total armonía. Taehyung nunca había ido a la casa de su hyung pero, a decir verdad, estaba emocionado. Ninguno dijo nada el resto del camino, pero no fue necesario, pues se creó un silencio agradable que apenas sí era perturbado por los sonidos que provenían de la calle. Durante varios minutos estuvieron en ese plan hasta que Hoseok se detuvo frente a la que, Taehyung intuyó, era su casa. Ésta tenía un bello color avellana adornando sus paredes y un bonito jardín delantero.

Hasta su casa se parece a él. Pensó con gracia.

El pelirrojo le abrió la puerta del auto y de paso, sacó el maletín donde el menor llevaba sus cosas. Caminaron hasta la puerta de entrada y Taehyung pensó que si por fuera ya era linda ¡Por dentro era hermosa! No pudo evitar sonreír al ver que cada aspecto de su casa se parecía a él, ¿O era que se estaba volviendo loco?

—Veo que te gusta— comentó Hoseok con un poco de gracia al ver la boquita abierta de Taehyung.

—Sí, es preciosa— respondió al tiempo que sonreía.

—Me alegra.

El mayor subió con el maletín hacia una de las habitaciones y segundos después regresó al living. Taehyung por su parte, no se había movido ni un centímetro por el miedo de dar un paso en falso y terminar rompiendo algo. Al ver al menor en ese plan, Hoseok no pudo evitar soltar una carcajada.

—No te preocupes, nada aquí es tan valioso... O al menos no como tú— le guiñó un ojo haciendo que se sonrojara.

—G-gracias— respondió cabizbajo. No quería que viera los tomates en los que se habían convertido sus mejillas.

—Dejé tu maleta en mi habitación, hay una para huéspedes, pero está en reparación ¿No te molestaría dormir conmigo?— preguntó algo apenado, a lo que Taehyung negó con su cabeza.

—Por supuesto que no, hyung. Al contrario, será divertido— respondió inocentemente.

—¿Ah, sí?— arqueó una ceja, mirándolo divertido.

Sólo ahí se dio cuenta de su doble sentido.

—¡No, no, no!— negó moviendo sus manitas en el aire —No me refiero a eso, hyung.

—¿A qué?— volvió a preguntar, esta vez mirándolo fijamente sin quitar esa sonrisa burlesca de su rostro.

—Usted sabe...

—¿A sexo?— preguntó libremente, haciendo que el menor abriera sus ojos como platos y se sonrojara más de lo que ya estaba, si eso era posible. Sin decir nada, asintió, provocando que el mayor riera un poco —No tienes que avergonzarte por eso, ya casi cumples dieciocho ¿O me equivoco?

Negó con su cabeza —No, no se equivoca. Los cumpliré dentro de cuatro meses.

—¿Lo ves? Ya es propio que hables de sexo sin problemas— dijo tranquilamente, volviendo a guiñarle un ojo. Ante esto, el menor soltó una risa nerviosa y asintió levemente, susurrando un "Creo que sí" que iba más para él mismo —Vamos, siéntate. Voy a traerte algo de beber, discúlpame por no haberlo hecho antes.

—Descuide— le tranquilizó con una sonrisa y procedió a sentarse en el sofá mientras esperaba.

—¿Te gusta el jugo de manzana?— preguntó gritando desde la cocina, recibiendo una afirmativa. Segundos después, volvió con dos vasos del jugo mencionado y le ofreció uno de estos al pequeño antes de sentarse a su lado —¿Quieres ver una película, TaeTae?

—Sí, me encantaría— respondió emocionado —¿Te parece una de terror?

—Estaría bien— concedió —¿Cuál propones?

—¡Estación zombie!— respondió sin pensarlo dos veces.

Hoseok aceptó gustoso dado a que él también le encantaba esa película. Tomó el control del televisor y buscó entre las muchas que se ofrecían, mientras tanto, el castaño se ofreció a preparar palomitas. El mayor le indicó dónde quedaba todo y se puso manos a la obra.

Esperaba no hacer un desastre en la cocina. Seokjin le había enseñado a preparar palomitas, pero nunca le quedaban tan bien como a él.

Sacó una olla mediana, una bolsa llena de granos de maíz, sal y mantequilla. Engrasó la base de la olla con ésta última y después de que estuviera lo suficientemente caliente, vertió los granos; colocó la tapa de la olla y acomodó la estufa a fuego medio.

Mientras esperaba a que estuvieran listas, se dirigió a la sala para ver si Hoseok ya había encontrado la película.

—TaeTae— se volteó hacia el mencionado cuando éste entró a la sala —Ya la encontré, esperaré a que termines para reproducirla.

—Gracias, hyung— se sentó a su lado —Ya están en la estufa, no tardarán en explotar.

—Perfecto— se quedó mirándolo de la misma manera que lo había hecho en el parque, se acercó a él y depositó un suave beso en sus labios —Eres tan dulce— le dijo al separarse por unos segundos antes de volver a juntar sus labios, pero esta vez de una manera más intensa.

—H-hyung— jadeó debido a que el mayor había metido su mano dentro de su camisa, repartiendo suaves caricias que lo hicieron estremecer.

Por mero impulso, Hoseok dejó el control a un lado y recostó sus cuerpos, quedando él encima de Taehyung. En esta posición, le fue más fácil acariciar el delgado cuerpo de su dongsaeng mientras seguía comiéndole la boca. El castaño se derretía bajo su agarre, no pudiendo hacer más que jadear y tratar de corresponder al beso de manera torpe.

—Hoseok hyung— llamó cuando el susodicho trasladó sus besos de sus labios a su cuello.

—¿Mm?— preguntó con un sonido de garganta.

—L-las palomitas... Y-ya están listas— consiguió decir, sintiendo el olor que provenía de la cocina que indicaba que las apagara.

—Está bien— masculló algo decepcionado, apartándose de encima para darle espacio. De cierta manera, se sintió ofendido con las palomitas por haber interrumpido su momento con Taehyung.

Éste se levantó del sofá y corrió a la cocina. Apagó la estufa y retiró la tapa de la olla para poder observar su creación, a decir verdad, le habían quedado muy bien. Les vertió un poco de sal y las colocó en un bol para después regresar con Hoseok. Éste tenía su vista fija en el televisor a pesar de que la película seguía pausada, parecía que estuviera muy concentrado pensando en algo ya que no se percató de su presencia. No fue sino hasta que el castaño carraspeó un poco, que se giró a verlo.

Le sonrió un poco antes de palmear a su lado en una clara invitación para que se sentara. Apenas lo hizo, el castañito se sintió penetrado por su mirada, pues él no dejaba de mirarlo con ojos profundos y un pequeño destello en ellos. Aclaró su garganta y le ofreció el bol con palomitas para que comiera.

El mayor sólo sonrió sin dejar de verlo —Tae.

—¿Sí?

—Me gustas mucho.

Al oír eso, abrió los ojos al punto de que ya no parecía coreano ¿Había escuchado bien o sólo estaba soñando? Por si las dudas, decidió preguntar.

—¿Q-qué dijiste?

—Que me gustas mucho TaeTae— repitió —Creo que te lo debiste haber imaginado, yo no beso a alguien por quien no siento nada. Lamento si esto te pone nervioso, pero debía confesarlo.

—Y-yo no sé qué decir, hyung— los labios le temblaban y sus mejillas estaban rosadas —Esperé que este día llegara con todas mis fuerzas— una pequeña lágrima recorrió su mejilla derecha, la cual fue limpiada con delicadeza por el pelirrojo.

—¿Eso quiere decir que...?— alargó la última palabra, invitándolo a decir las palabras que tanto anhelaba escuchar. Con su particular sonrisa cuadrada, el menor asintió efusivamente.

—Tú también me gustas mucho, Hoseok hyung.

El susodicho sonrió completamente feliz, hasta Taehyung pudo distinguir unas pequeñas lágrimas que amenazan con salir pero que Hoseok se apresuró a limpiar. Sin poder borrar su sonrisa de corazón, le tomó de las manos y lo vio directamente a los ojos.

—TaeTae, de verdad me gustaría que me dieras una oportunidad de hacerte feliz, te aseguro que puedo darte todo el amor del mundo si me lo permites.

El menor sonrió cerrando sus ojos para luego asentir repetidas veces —Me encantaría, hyung.

—Siendo así, entonces... Taehyung ¿Te gustaría ser mi novio?— preguntó sin poder dejar de sonreír.

Y justo ahí, el menor rompió en llanto —¡Sí, claro que quiero ser tu novio!— se lanzó sobre él, abrazándolo y repartiendo besos por todo su rostro, finalizando en sus labios —Te quiero mucho— susurró.

—Yo también te quiero mucho, pequeño— correspondió, totalmente feliz por tener al lindo castañito, por fin como su novio.

Y segundos después, se fundieron en un beso que sellaba el amor que sentían el uno por el otro y que estaban reflejando en ese precioso momento.

©AlejaDeMin

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