Ambos castaños fueron despertados por la alarma que no paró de sonar irritablemente hasta que el mayor de los dos la apagó.

Seokjin bajó e hizo el desayuno para ambos mientras Taehyung se duchaba. Cuando éste salió arreglado de su cuarto, le dejó la comida servida y se fue a tomar un baño rápido. Después de unos minutos, salió con su ropa ya puesta y se dispuso a desayunar junto a su hermano.

Cuando terminaron de desayunar, tomaron sus cosas, salieron del departamento y se fueron en el auto de Taehyung hasta la universidad. El viaje fue bastante tranquilo. Apenas llegaron, se estacionaron, se despidieron y cada uno se dirigió a su respectivo salón.

Para su buena suerte, hoy no tenía clases con Namjoon.

Con este pensamiento en mente, caminó más tranquilo hacia su salón. Apenas ingresó por la puerta, pudo ver que Jimin aún no había llegado y Yoongi escuchaba música a través de sus audífonos con los ojos cerrados. Seokjin se acercó a saludarlo y apenas el pelimenta de percató de su presencia, se sacó los audífonos y le brindó una mueca, porque ni siquiera se podía considerar una sonrisa.

—Hola, Seokjin ¿Cómo estás?

—Bien ¿Y tú?

—Más o menos, Minnie no pudo venir hoy— explicó y el castaño entendió la razón de su mala cara.

—¿Qué? ¿Cómo que no pudo venir? ¿Qué le pasó?— preguntó tan rápido que Yoongi apenas sí le pudo entender.

—No te preocupes, sólo está un poco enfermo. Esta mañana me llamó diciendo que iba a faltar, dijo que le dio gripe así que iré a su casa a cuidarlo después de clases.

—Eres muy atento Yoongi, te lo agradezco. Me estás avisando si su gripe mejora o empeora.

—Lo haré, descuida.

Ambos se la pasaron hablando hasta que el profesor llegó y empezó la clase.

Hoy se había levantado sin ánimos de nada, no quería ir a la universidad, no quería encontrarse con Seokjin y que éste lo evitara como lo hizo ayer. Sentía que el pecho le dolía, el castaño no quería escucharlo ni hablar con él. Se sentía como un tonto, no debió hacerle eso a Seokjin. Posiblemente nunca jamás le vuelva a hablar y sólo pensar en esa idea le dolía mucho.

Como pudo se alistó, desayunó y se dirigió a la universidad. Trataría en lo más posible de evitar a Seokjin, no es que no quisiera verlo, sino que no quería hacerlo sentir más incómodo de lo que posiblemente ya está.

Para su suerte, no se encontró con el castaño ni en la entrada ni en los pasillos, suponía que lo estaba evitando y eso provocó que sus ánimos decayeran aún más. Mientras caminaba por los pasillos, muchos estudiantes y profesores lo saludaban, él contestaba por educación, pero lo único que quería era que uno de esos estudiantes que se acercaban a él, fuera ese precioso castaño.

Nada. No lo vio por ninguna parte y no podía ir a su salón para verificar si había venido, no sería apropiado. Tendría que esperar a que el timbre del descanso sonara para tener una excusa por si se lo encontraba.

El timbre de inicio de la primera hora sonó y él tuvo que ir a dictar clases. Le alegraba que al menos pudiera ver a su mejor amigo en esta hora. Necesitaba alguien con quien desahogarse.

Recogió su material de trabajo y se dirigió al salón que le tocaba. Cuando iba llegando, observó que en la puerta se encontraba Hoseok de espaldas a él, hablando con alguien que él no conocía. Se acercó sigilosamente hacia ellos y sin que el pelirrojo lo notara, se situó detrás de él y gritó muy fuerte en su oreja.

—¡JOVEN JUNG!

Pagaría por tener una foto de la cara de Hoseok en aquel momento. Sus ojos de abrieron como platos y perdió todo el color en su rostro, sin mencionar que casi queda pegado al techo por el tremendo salto que pegó. El chico con quien estaba hablando se echó a reír, sosteniéndose de una pared para no caerse.

—¡ERES UN MALDITO, KIM NAMJOON!— el pobre pelirrojo gritó con una de sus manos en su pecho, tratando de controlar los desenfrenados latidos de su corazón —¡Casi haces que me dé un jodido infarto!

El chico castaño a su lado no había parado de reír.

—Ay Hoseok hyung, hubieras visto tu cara— logró decir entre risas.

—¿Ya viste? Me hiciste quedar en ridículo frente a Taehyung— le reclamó, cruzándose de brazos.

—Lo siento, lo siento— apretó sus párpados y mandíbula para no carcajearse como ese chico.

—Ya qué. Pequeño— se dirigió al castaño —Te presento a mi mejor amigo, Namjoon. Namjoon— se dirigió hacia el susodicho —Te presento a mi nuevo amigo, Taehyung.

—Mucho gusto— ambos hicieron una reverencia.

—¿Usted es estudiante nuevo?— se atrevió a preguntar con curiosidad, ya que nunca lo había por las instalaciones.

Namjoon dejó salir una risa ligera —No, yo soy el nuevo profesor.

Hubieran visto su cara, parecía una hoja de papel. El moreno casi se echa a reír, pero habían varias personas viéndolos, incluyendo profesores.

—Yo... Profe, yo no... Ahg....

—No te preocupes pequeño, Namjoon es mi mejor amigo y por lo tanto también es tu amigo, ¿Verdad?— preguntó, volteando a mirar al mayor de los tres.

—Por supuesto que sí— afirmó sonriente.

—Inclusive nuestro otro mejor amigo está en el salón en el que está tu hermano— informó el pelirrojo.

—Ah ¿Tienes un hermano?— preguntó curioso.

—Sí, creo que estudia en uno de los salones que usted enseña. Algún día puede venir a nuestro departamento para que conozca a mi hermanito— ofreció inocentemente.

—Él ya lo conoce— se apresuró a decir el pelirrojo.

—¿Quién es?— preguntó Namjoon, ya bastante intrigado.

Hoseok iba a responder, hasta que una voz conocida por todos, hizo presencia detrás del mayor.

—Profesor Namjoon, usted ya debería de estar dictando clase, no platicando con sus alumnos— interrumpió el director, haciendo palidecer al moreno.

—Ah, ah sí... Lo siento— hizo muchas reverencias en forma de disculpa y se adentró en el salón junto a ambos estudiantes y algunos otros que estaban también por fuera.

Después de eso, la clase estuvo bastante normal, se presentó ante los alumnos ya que aún no habían visto clase con él. No tenía idea del porqué la mayoría creyó que era un estudiante nuevo, es decir, sí que se cuida bastante, pero tampoco como para parecer un crío de dieciocho años. La clase terminó bastante bien, aunque sí les dejó una pequeña tarea que, al parecer, no fue muy de su agrado. Le causaba risa, no quería que pensaran que por ser un profesor joven, iba a ser menos estricto que el viejo que tenían antes.

Le pidió al profesor de segunda hora que le permitiera a Hoseok por unos minutos, el cual no se negó y gracias a él, pudo sacar al menor para hablar mejor con él.

—¿De qué querías hablar, Namjoon?— preguntó Hoseok un poco preocupado.

—Escucha ¿Recuerdas a Seokjin?

—Sí, claro. Ayer estuve en su departamento ¿Por qué?

—Espera ¡¿Estuviste en su departamento ayer?!— no sabía porqué, pero eso no le gustó para nada.

—Sí, fui a visitar a su hermano— aclaró y Namjoon se sintió más tranquilo.

—No sabía que Seokjin tenía un hermano.

—En realidad...— lo interrumpió.

—Espera, me cuentas después ¿Sí? Lo que te tengo qué decir es que necesito que me ayudes urgentemente— Hoseok se cruzó de brazos y le hizo un ademán para que continuara —Escucha, ayer cometí una tontería con él y ahora no ha dejado de evitarme.

—Namjoon... Por amor a Dios, no me digas que te acos...— lo interrumpió de nuevo.

—¡Por supuesto que no! No llegamos a eso— susurró esto último, llamando más la atención del contrario.

—¿Qué dijiste?

—Nada.

—Escucha, deberías buscarlo y tratar de hablar con él, decirle que estás arrepentido de lo que sea que hayas hecho. Mira, tú no eres un hombre que le huye a las responsabilidades y no lo vas a ser ahora. Escúchame bien, debes ir con él, hacer que te escuche y tratar de arreglar todo lo que hiciste ¿De acuerdo? No quiero oír ningún reproche más.

Por primera vez en muchos años, se sentía como un niño regañado. A pesar de que Hoseok es menor que él, se comporta como un hermano mayor y siempre lo aconseja cuando lo necesita, cuando debería ser al contrario. En fin, estaba seguro de que Hoseok es mentalmente mucho más maduro que él. Lo necesitaba siempre que iba a tomar decisiones importantes, no sabía qué haría sin él.

Pero lo que le había dicho tenía razón, debía buscar a Seokjin y hacer que lo escuchara, no importa que él no lo quiera así. Quería que entendiera que él no es ningún psicópata pervertido que se aprovecha de chicos como él. No quería que pensara así de él.

Con su meta fija, decidió no echarle más mente al asunto y concentrarse en sus clases. Para su buena suerte, la mañana pasó volando y la hora del descanso llegó más temprano que tarde.

Salió de la sala de profesores y se dirigió a los salones, esperando encontrarse con Seokjin en algún pasillo. Y así fue. A lo lejos divisó al castaño junto a otro chico que no logró reconocer. Se lo había tomado con calma, es decir, habría seguido caminando normal si no fuera porque el muy imbécil se acercó bruscamente hacia él y lo acorraló contra la pared. No entendía la razón del porqué, pero ahí se encontraba con la sangre hirviendo y caminando rápidamente hacia ese chico para golpearlo fuertemente en la cara. No le importaba que él fuera el profesor y tuviera que dar el ejemplo, sólo quería golpear y arruinarle la cara al tipo que tenía acorralado a SU Seokjin.

Esperen, de verdad no pensó eso ¿O sí?

Bueno, cómo sea. Ahí se encontraba a punto de golpearlo hasta que, para su mala o buena suerte, apareció Yoongi y evitó que hiciera una tontería.

—¿Qué crees que ibas a hacer, Kim Namjoon?— el pelimenta lo miró de manera reprobatoria —Eres consciente de que te pueden echar si golpeas a un alumno ¿Verdad?

—No lo sé, no tengo idea de lo que iba a hacer, sólo sé que tengo muchas ganas de golpearlo— admitió con los puños cerrados mientras seguía con su vista fija en el tipo y en Seokjin.

—¿Y se puede saber porqué?

—Porque tenía a Seokjin acorralado como si lo estuviera acosando— respondió con obviedad.

—Así que era eso...— se acomodó el cabello hacia atrás —Escucha, Jackson le ha estado...— fue interrumpido.

—¿Jackson? ¿Así se llama?

—Sí, pero déjame terminar o te corto las bolas— amenazó serio.

—Está bien— tragó grueso sabiendo que Yoongi era capaz de hacerlo.

—Como te decía, Jackson desde hace un par de semanas le ha estado cayendo a Seokjin, según me ha contado Jimin, pero él no le hace mucho caso que digamos, no es su tipo y además se sabe que Jackson es el playboy de esta universidad.

—¿Su tipo? ¿Quieres decir que Seokjin es gay?

—¿Algún problema con eso?

—¡No, para nada!— corrigió rápidamente —Es sólo que no me lo esperaba. Es tan guapo que atrae a todas las chicas, según he visto.

—Pues sí, atrae a chicas... Y a chicos.

—Bueno, cómo sea, no quiero que se siga acercando a él.

—Es su vida, él puede hacer lo que le venga en gana.

—Es que no entiendes, no me gusta.

—¿Acaso te gusta Seokjin?— preguntó arqueando una ceja y cruzándose de brazos.

—No, por supuesto que no— estaba seguro de que no le gustaba, es decir, hasta ayer se consideraba heterosexual, no sabía porqué el castaño le hacía sentir y pensar de una manera diferente a como debería. Jamás le haría a otro hombre lo que le hizo a Seokjin, es algo que sólo él le provocaba. Esto era peligroso. No quería perder su puesto, no ahora que al fin empezó a trabajar.

Yoongi al verlo tan pensativo, decidió dejarlo tranquilo —Bueno amigo, te dejo— soltó colocando una mano en su hombro —Te dejo para que pienses bien todo esto, sólo no hagas ninguna tontería de la que te puedas arrepentir después.

—Está bien, no te preocupes.

Y sin decir más se fue. No entendió qué quiso decir con "te dejo para que pienses bien todo esto" No necesitaba pensar nada ¿O sí?

¿En qué estaba pensando? Los nervios alterados del momento le nublaron la capacidad de razonar. Por supuesto que Seokjin es gay, de lo contrario, no se hubiera dejado hacer lo que él le hizo en la dirección.

©AlejaDeMin