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CAP 03: "Celos"

Ya era la una con treinta minutos y Jimin se encontraba corriendo de un lado a otro, organizándose para ir a su encuentro con Yoongi. Seokjin estaba con él para ayudarlo y que el pobre chico no colapsara de un ataque nervioso.

—¿Qué me falta? ¿Qué me falta?... Ah, sí ¡El perfume!— corrió escaleras arriba para bañarse en colonia y luego bajar nuevamente.

Seokjin sólo se reía por el comportamiento del menor. Era la primera vez que veía a Jimin tan preocupado por ir a ver a un chico —que por cierto, apenas estaba conociendo—. No era que su amigo fuera un enamoradizo, pero sí le intrigaba saber qué hizo ese chico de cabellos pelimenta para atrapar el corazón del bajito.

Terminó de darle los últimos retoques a Jimin y al cabo de unos cuantos minutos estuvo listo.

Se vistió con una polera blanca, acompañada de un abrigo de lana color gris y unos blue-jeans ajustados. Sencillamente se veía muy lindo y tierno.

Ahora sí estaba listo.

Seokjin ahora mismo caminaba al lado de Jimin para acompañarlo hasta la casa de Yoongi, ésto para darle confort y apoyo. Por suerte, la casa del pelimenta no quedaba muy lejos de la del rubio, así que les fue fácil ir a pié.

01:50 p.m.

Jimin tocó el timbre de la casa y esperó a que Yoongi le abriera, pero lo que más le desconcertó es que no fue precisamente Yoongi quien le abrió, sino su nuevo profesor de inglés, quien por cierto, estaba bastante agitado y con el cabello revuelto.

El pelimenta se encontraba arreglando la sala de estar para que todo estuviera impecable cuando Jimin llegara. No quería que se llevara la impresión de que era un vago descuidado. Ya se había arreglado desde hace un buen rato, por lo que sólo le faltaba ordenar la pizza y esperar por la llegada del menor.

Pero el timbre de su casa siendo tocado tan temprano le hizo fruncir el entrecejo, miró el reloj de pared y verificó que aún no era hora para que Jimin llegara. Extrañado por esto, fue a abrir la puerta y se llevó la gran sorpresa de ver a Namjoon frente a él.

—Hola Yoongi ¿Cómo estás?— hizo una pequeña venia con su cabeza a manera de saludo.

—Hola Namjoon— imitó su acción —Estoy muy bien, pasa— se hizo a un lado.

El susodicho agradeció con una sonrisa y se internó en la residencia, yendo directamente hacia la sala para sentarse en el sofá.

—¿Y qué te trae por aquí?— preguntó casualmente al tiempo que se sentaba a su lado.

—Aproveché que casi no tengo trabajo para visitar a mi mejor amigo, hace mucho tiempo que no hablábamos.

—Dos meses, exactamente— añadió el menor de ambos —Creí que te habías olvidado de tus amigos.

—Eso nunca, sabías que estaba ocupado buscando trabajo. Desde que me gradué, quise buscar una buena universidad para enseñar, así que decidí ir a donde ustedes estudian.

—Conociéndote, ahora me vas a colmar de tareas ¿No es verdad?— rió amargamente.

—Sólo las necesarias— sonrió con picardía, haciendo resaltar sus hoyuelos.

—¡Lo sabía! Eres un mal amigo, Kim Namjoon— renegó —Pero bueno ¿Quieres algo de beber?

—Sí, por favor— aceptó gustoso, ignorando lo primero que el contrario había dicho.

Éste se levantó del sofá y se dirigió a la cocina —¿Te sigue gustando el jugo de naranja?

—Sí, claro.

Yoongi llenó un vaso del jugo mencionado y regresó a la sala para entregárselo al mayor.

—Te lo agradezco, vengo muerto— Namjoon recibió el vaso y empezó a beber de él —¿Y a quién esperas?

—¿Eh?¿Por qué lo dices?— trató de hacerse el desentendido.

—Pues tienes tu casa muy bien organizada, estás bien vestido y hueles lindo— respondió con obviedad al tiempo que terminaba su bebida y dejaba el vaso vacío sobre la mesa.

—¡Oye!— le propinó un golpe en la cabeza —Yo siempre huelo lindo y mantengo mi casa bien ordenada.

—¡Auch!— se quejó riendo —Sí, claro y yo no soy profesor.

—Namjoon, deja de burlarte de mí. No es que yo sea el amo del orden, pero tampoco mantengo mi casa como una ratonera.

—¿Ya olvidaste cómo eras de niño?

—Eso es el pasado.

Flashback

—¡Yoongi, sal a jugar!— el pequeño moreno gritaba desde afuera de la casa con un balón en las manos.

¡Ya voy, espera!— el susodicho bajó las escaleras corriendo hasta que su madre lo interceptó a mitad de camino.

No, tú no vas a ninguna parte, jovencito.

¿Qué? ¿Por qué no, mamá?

Estás castigado por no haber ordenado tu cuarto ¿Lo olvidaste?

¡Pero má. Es mi mejor amigo!

Y yo tu madre, así que me obedeces y te metes a tu cuarto.

Ya voy— arrugó la nariz y subió las escaleras enojado.

Lo siento mucho Nammie, pero Yoongi está castigado— habló la señora Min desde el marco de la puerta —Por lo tanto no puede salir a jugar.

Está bien, señora— suspiró resignado y se fue a jugar con Hoseok.

Fin del flashback

—¡Yah! No me lo sigas recordando— un apenado pelimenta escondía su rostro entre sus manos.

—Sólo digo, no es que suelas ser muy ordenado. De verdad que la persona que va a venir debe ser muy importante para ti como para que hagas esto.

—Bueno... En realidad, sí lo es— admitió.

—¡Ajá, lo sabía!— lo apuntó —¿Quién es la personita que tiene atrapado el corazón de mi pequeño Yoongi?— canturreó con el único fin de molestarlo y hacerlo avergonzar más de lo que ya estaba.

—Dejame en pa...— en ese momento, tocaron el timbre.

—Voy a abrir— Namjoon se ofreció rápidamente para después levantarse del sillón y dirigirse a la puerta.

—¡No, espera!— tomó al moreno por el brazo y lo tiró hacia atrás.

—¡Yo quiero ver quién es!— agarró a Yoongi y sin querer, desabrochó dos botones de su camisa.

—¡No es asunto tuyo!— se lanzó encima de Namjoon y trató de detenerlo, pero sólo consiguió desordenarle el cabello porque de todas formas, logró levantarse y abrir la puerta.

Namjoon sólo tenía la intención de conocer a la persona que tanto esperaba su mejor amigo, pero casi le da algo al ver a uno de sus estudiantes de pie al otro lado de la puerta con... ¡¿Seokjin?!

Podía jurar que sus ojos estaban abiertos como platos, al igual que los de los dos chicos frente a él. No precisamente por el hecho de que fueran ellos quienes venían a visitar a Yoongi, sino porque el antes mencionado y él mismo se hallaban en una situación bastante comprometedora. Ambos estaban agitados y tenían el cabello y las ropas desordenadas, cualquiera pensaría mal y por supuesto, ellos no serían la excepción. Osea ¿Creerían que se estaba acostando con uno de sus estudiantes? ¡No! Tenía que aclarar cuanto antes la situación y eso es precisamente lo que haría.

—Ah... Buenas tardes a los dos— hizo una reverencia.

Si alguien lo hubo mirado lo más horrible que pudo en su vida, este chico rubio le ganó por mucho. Sinceramente temía que en cualquier momento se le lanzara encima a golpearlo. Ahora se arrepentía por ser tan imprudente ¿Acaso ese chico era el novio de su mejor amigo?

—¿Gustan pasar?— invitó algo incómodo por no haber recibido respuesta a su saludo.

—¿Qué hace aquí?— preguntó secamente el más bajo.

—Vine a visitar a mi mejor amigo— respondió con simpleza.

El chico arrugó el entrecejo y lo miró con duda —¿Usted es el mejor amigo de Yoongi?

—Así es, Jimin— un Yoongi algo agitado hizo acto de presencia —Nam es mi mejor amigo. Por favor, pasen.

Seokjin y Jimin entraron a la residencia bastante extrañados, pero de igual forma, se sentaron en el sofá de la sala.

—Primero que nada...— empezó el pelimenta —¿Quieren algo de beber?

—Estamos bien, gracias— respondieron al unísono sin dejar la seriedad de lado.

—Está bien— continuó Namjoon —Queremos aclararles que todo esto es sólo un gran malentendido.

—Nam tiene razón, ambos estábamos agitados y con la ropa desordenada porque peleamos por quién abría la puerta. Por eso Namjoon se sorprendió al verlos, yo no le dije quiénes iban a venir, es más, creí que sólo vendría Jimin, no creí que también vendrías tú, Seokjin— lo miró fijamente —Sin ofender.

—No me ofendo— aclaró con la expresión más liberada —Lamentamos haber malinterpretado la situación— se disculpó apenado, sabiendo que compartía el mismo sentimiento con Jimin.

—Descuide— intervino Namjoon —Sólo quisimos aclararlo porque no quiero arriesgar mi empleo por esto.

—No se preocupe profesor, tampoco somos un par de chismosos— habló el menor de todos con algo de burla. De verdad se sentía mal por haber malinterpretado la situación y casi armar una escena de celos sin sentido.

—Bueno, ya me tengo que ir, fue un gusto haberlos visto— el moreno se levantó e hizo una reverencia como despedida.

—Yo también me voy, tengo cosas qué hacer— asimismo, el castaño se levantó del sofá.

—Está bien, hyung. Gracias por haberme acompañado— el rubio se despidió con una sonrisa.

—De nada Minnie, nos vemos después. Lo mismo para ustedes— se dirigió a la salida, pero la pregunta de Namjoon hacia él lo hizo detenerse en seco.

—Seokjin ¿Nos vamos juntos?

Espera ¿Qué?

©AlejaDeMin

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