Kim Seokjin es un chico de diecinueve años que vive en Seúl, Corea del Sur. Tiene el cabello de un color castaño oscuro y posee unos labios carnosos que volverían loco a cualquiera. Su piel es de un color bastante claro, tiene una figura delgada y una cintura considerablemente pequeña, por lo cual se ve más frágil e indefenso de lo que realmente es.

Es un chico bastante tranquilo que detesta las peleas. Sus amigos lo describen como una persona amable y cariñosa, puesto que siempre está ahí para ellos. Para Seokjin, sus amigos son como su familia y bien dicen por ahí que a la familia no se le abandona.

Actualmente vive en un departamento bastante acogedor junto a su hermano menor, Kim Taehyung, quien aún no cumple los dieciocho años y con quien goza de una buena relación.
Sus padres se divorciaron cuando apenas eran unos niños, por lo que desde entonces, habían vivido con su madre en una amplia casa que le fue heredada de sus abuelos. A decir verdad, era una casa bastante linda, cada detalle de ésta te hacía sentir a gusto y la paz allí nunca faltaba, así que era de esperarse que Seokjin y Taehyung disfrutaran mucho de vivir en aquel lugar.

No se fueron de casa por alguna pelea o porque se llevaran mal con su madre, al contrario, ésta siempre estuvo ahí para ellos y viceversa. Simplemente, Seokjin quería volverse un hombre independiente, capaz de valerse por sí solo y bueno, Taehyung no quiso separarse de él, por lo que le pidió a su madre que lo dejara vivir con su hermano mayor. Al principio, la fémina dudó en acceder porque no estaba segura de que su hijo mayor pudiera hacerse cargo de sí mismo y de su hermano, pero tal fue la insistencia de Taehyung que su madre terminó accediendo con la única condición de visitarlos cada cierto tiempo para verificar que estuvieran bien y no les faltara nada.

Su madre es una mujer muy cariñosa, atenta y comprensiva con ellos. Inclusive comprendió y aceptó a Seokjin cuando éste le confesó a sus quince años que le gustaban los chicos. No puso problema alguno y dijo que lo amaba tal y como era. No le importaba que su orientación sexual fuera diferente a la impuesta por la sociedad, lo único que de verdad le importaba era la felicidad de su hijo.

Aquello le hizo sentir aliviado, honestamente estaba preparado para lo peor. Tenía miedo de que su madre le echara de la casa o algo parecido, pero aquello no pudo estar más alejado de la realidad. Afortunadamente, todo salió perfectamente bien para el joven castaño.

Su hermano Taehyung se encuentra en una etapa de confusión, por lo que aún no sabe si es gay o no. Seokjin teorizaba que el hecho de verlo a él con parejas de su mismo sexo, lo había hecho dudar de su propia orientación sexual. Ya se lo confesó a su madre pero ella, al igual que con Seokjin, fue comprensiva y le dijo que se tomara su tiempo.

Hablando acerca de la vida amorosa de nuestro protagonista...
Hasta el momento había tenido unas cuantas parejas mayores y menores que él, pero fuera cual fuera el caso, Seokjin siempre adoptaba "el rol de pasivo", aunque nunca llegaran al acto sexual, cabe recalcar. Simplemente la forma en que sus anteriores parejas lo trataron, contribuyó a que definiera su rol como tal. Aunque esto honestamente no le desagrada, al contrario, disfruta bastante de ello y del amor que recibe en cada relación.

Respecto a su vida profesional, si así se le puede llamar, es un estudiante universitario que sobrevive con un empleo de medio tiempo, atendiendo un almacén de ropa los fines de semana, por lo que debe distribuir muy bien sus horarios para cumplir con ambas responsabilidades. Estudia en la Universidad de Seoul y es destacado en todas las materias... Bueno, no en todas.

Inglés... Oh Dios...

Preferiría ser malo en todas las materias, si con ello pudiera ser bueno en inglés. Dios, su profesor es una pesadilla.
Es el típico profesor gordo y viejo que no deja de molestarte por todo, es horrible. Lo peor del caso es que se la tiene sentenciada al pobre castaño, hace pocos días le dijo que si no obtenía un puntaje alto este semestre, lo iba a reprobar en su materia y eso sólo significaba más problemas.

Altas ganas de empujarlo por las escaleras y no volver a saber nada de él

No sabía que hacer, simplemente el inglés no era lo suyo. Le gustaba más cantar, en eso sí era bueno. Su voz es un tanto aguda, por lo que sería un maravilloso vocal si formara parte de un grupo kpop.

Ahora mismo se encontraba meditando en la ducha mientras tomaba un baño caliente, quería relajarse un poco antes de ir a la universidad.
Para su mala suerte, ese día tenía inglés a primera hora. No quería ir, estaba pensando seriamente en evadirse la primera clase con Jimin.

Kim Namjoon es un hombre de veintidós años que trabaja como profesor de inglés. Normalmente se pensaría que es raro que un hombre tan joven sea profesor, pero él se había graduado con honores de la Universidad de Seoul hace poco tiempo. Su padre lo había enviado desde Ilsan a estudiar pedagogía cuando tenía diecisiete años, aunque realmente no estudió esa carrera sólo porque su progenitor lo quería, sino porque realmente siempre le llamó la atención enseñar. Desde pequeño tuvo buenas calificaciones y buen rendimiento en inglés, por lo que supo cuál era su vocación desde temprana edad.

Bueno, físicamente es bastante alto, tiene el cabello rubio y el cuerpo considerablemente tonificado, ésto porque se preocupa mucho por su físico y por la misma razón, asiste al gimnasio semanalmente. No quería descuidarse.

Hoy regresaría a la universidad donde se preparó durante años, pero ya no como estudiante, sino como docente.

Se dio cuenta de que entre los grupos donde enseñaría, estaban sus dos mejores amigos: Min Yoongi y Jung Hoseok.
Estos dos chocan en personalidad; mientras uno es una bolita de amargura y seriedad profunda, el otro es una radiante estrella que pareciese que tuviera el sol en su sonrisa.

Sin embargo, ambos son muy buenos amigos y los tres son inseparables. Tuvieron que distanciarse debido a las carreras de cada uno, pero siempre se mantuvieron en contacto. No los había visto desde hace un par de meses, por lo que la idea de verlos de nuevo le llena de mucha alegría.

A decir verdad, tiene altas expectativas acerca de su enseñanza, espera poder ser capaz de transmitirle sus conocimientos a sus estudiantes y poder inspirarlos a mejorar cada día. Quiere ser un buen profesor que se lleve bien con sus estudiantes y pueda dejarles algo para el futuro.

Ahora se encontraba conduciendo su camioneta, rumbo a su lugar de trabajo a partir de hoy. No sabía porqué, pero tenía el presentimiento de que hoy sería un gran día.

Seokjin y Taehyung daban los últimos bocados al desayuno que había hecho el primero. La verdad era que éste sabía cocinar bastante bien y su comida siempre era exquisita. Cuando terminaron de desayunar, el menor se levantó y recogió los platos para ir a lavarlos, ésto mientras el mayor arreglaba un poco la sala de estar.

Minutos después, el castaño menor salió de la cocina y se dirigió a su hermano —Hyung.

—¿Sí?— contestó distraídamente al tiempo que acomodaba un cojín mal ubicado.

—¿Qué hora es?— preguntó un tanto preocupado.

—Son las...— miró su reloj de muñeca —¡¿Siete con cincuenta y cinco?!

—¡¿Qué?!

Ambos salieron corriendo del departamento para ir por el auto de Taehyung. A éste su madre le había regalado un Kia Cadenza modelo 2014 de color blanco por su cumpleaños número diecisiete, por lo que sacó un pase para conducir a los pocos días.

Tal vez se preguntarán ¿Por qué Seokjin, siendo el mayor de ambos, no tiene auto propio? Y la razón es muy sencilla: no quería que su primer auto fuera regalado, tenía la ilusión de algún día ganar el suficiente dinero para poder comprárselo por su cuenta. Tiene un espíritu que algunos llamarían orgulloso pero que él llama independiente.

Fueron hacia el estacionamiento del edificio, se subieron al auto y Taehyung arrancó como alma que lleva el diablo hacia la universidad.

Fue una gran idea por parte del mayor haber elegido un departamento que quedara cerca de la universidad, por lo que llegaron casi a la hora exacta de entrada.

Taehyung estudiaba en un salón diferente al de su hermano, por lo que se despidieron en el pasillo y cada uno se dirigió respectivamente a donde le tocaba.

Seokjin entró a su salón y como de costumbre, fue a saludar a su mejor amigo. El rubio se encontraba sentado junto a un pelimenta hablando de no sé qué cosa.
Desconocía el nombre del chico que estaba sentado al lado del menor, sí lo había visto en ciertas ocasiones, sin embargo, era la primera vez que lo veía cerca de Jimin.

—Hey— saludó el castaño, alzando su mano.

—Hyung, que alegría verlo— el de cabello rubio se levantó para darle un abrazo —Quería presentarle a un amigo— señaló con su mano al pelimenta.

—Min Yoongi— se presentó seriamente, haciendo una pequeña venia con su cabeza.

—Kim Seokjin, mucho gusto— imitó la acción del contrario para después sonreír ampliamente.

—Hyung ¿Sabía que hoy llega un profesor nuevo?— informó Jimin cuando los tres se sentaron.

—¿Qué? ¿Estás hablando en serio? ¿Qué materia nos va a enseñar?

—Inglés— respondió con simpleza.

Seokjin abrió sus ojos incrédulo de lo que acababa de escuchar ¿De verdad era cierto eso? Y si es así ¿Cómo sería ahora su desempeño? Porque claro, nuevo profesor, nuevas reglas. No estaba seguro de si el nuevo profesor iba a ser condescendiente con él y si le tendría paciencia.

—Dicen que es rubio— comentó Yoongi.

—Y que está para comérselo— completó Jimin, mordiendo su labio inferior y soltando una pequeña risita, provocando que el pelimenta arrugara su entrecejo.

—Ya, no empieces con eso— rió por el comentario de su amigo —¿Y quién te lo dijo?— preguntó sin una pizca de interés por saberlo.

—Unas chicas de menor grado andan comentándolo— respondió Jimin —Dicen que lo vieron en la dirección y escucharon que él sería el nuevo profesor de inglés.

—No es que me importe, pero...— hizo una pausa —¿Por qué el anterior profesor de inglés se retiró? Es decir, me caía muy mal pero no tenía razones para abandonar la universidad.

—La verdad es que sí las tenía— ahora habló Yoongi —Comentaron que se acostó con una chica de menor grado, de esas que aún no pasan los dieciséis años y pues, lo demandaron por abuso sexual a pesar de que en ningún momento la haya violado, la chica estaba totalmente de acuerdo con ello, pero por ser menor de edad, la ley decidió tomar cartas en el asunto. El director lo despidió y ahora se encuentra en prisión esperando el juicio— concluyó.

—No lo puedo creer— boqueó como pez fuera del agua —No tenía idea de que ese viejo gordo resultara siendo también un viejo verde.

No pudieron seguir platicando debido a que el director entró al aula y en seguida, todos los estudiantes se sentaron en sus respectivos lugares.

Seokjin siempre se sentaba al frente de la clase, prefería ese lugar para poder estar más atento.

—Buenos días estudiantes— saludó el director, alzando un poco la voz para que todos pudieran escucharlo.

Sólo hubo silencio.

—Quiero presentarles al nuevo profesor que a partir del día de hoy, les dará la clase de inglés— hizo una pequeña pausa para después continuar —Puedes pasar.

Apenas terminó de decir aquellas palabras, por esa puerta se asomó el hombre más hermoso que Seokjin pudo haber visto en su vida. Ese cabello rubio, ese cuerpo bien tonificado que se marcaba por la ropa ajustada que traía y esos hoyuelos...

Por Dios, esos hoyuelos...

El castaño estaba tan sumergido en sus pensamientos, admirando a su nuevo profesor hasta que éste aclaró su garganta y habló.

—Buenos días, mi nombre es Kim Namjoon y a partir de hoy voy a ser su profesor de inglés— se presentó cordialmente con una sonrisa. En ese momento, el director se retiró para dejar que se conociesen —¿Alguna pregunta?

Una chica alzó rápidamente su mano, a lo que Namjoon le dio la palabra.

—¿Tiene novia?— Okay, eso fastidió por completo a Seokjin.

Namjoon no pudo evitar reír ante aquella pregunta, mostrando esos hermosos hoyuelos que ya tenían embobado al castaño, quien por cierto, también quería saber la respuesta a aquel interrogante.

—No, no tengo novia— sonrió simpáticamente.

Esas palabras hicieron brillar los ojitos del Seokjin, quien no podía parar de mirarlo.

—Bueno, ¿alguna otra pregunta?— se sentó en su escritorio para escuchar atento las dudas de sus estudiantes.

Y así fue pasando toda la hora de clase, Namjoon respondiendo a comentarios, a veces imprudentes, por parte de sus alumnos. La verdad era que casi la mayoría sólo estaban interesados por saber acerca de su vida privada, pero no le molestaba, al fin y al cabo, le habían caído muy bien sus estudiantes y a ellos él. Lo sabía, sobre todo por aquel castaño que no había parado de mirarlo en toda la bendita clase, escuchando atento cada palabra por muy insignificante que fuese.

Estaba intrigado por aquel chico, así que decidió hacer algo para saber cómo se llamaba.

—Bueno, ya hablé mucho de mí ¿Por qué no mejor me dicen algo de ustedes?

Los estudiantes lo miraron confundidos.

—Es decir, quiero conocerlos mejor. Por qué no me dicen cada uno sus nombres y edades, para que entremos en confianza.

Gran idea Namjoon, gran idea

—Bueno, empecemos.

Así fueron levantándose cada uno, diciendo sus nombres y edades. Namjoon estaba atento a todo el que se presentaba, pero estaba más ansioso porque le tocara el turno al castaño.

Hasta que varios minutos después, éste se levantó.

—Me llamo Kim Seokjin y tengo diecinueve años.

Así que Seokjin

El nombrado se sentó nuevamente en su lugar con un leve sonrojo ya que el mayor no paraba de mirarlo con intensidad.

En seguida, tocaron el timbre de cambio de hora, por lo que Namjoon se despidió de sus estudiantes y se dedicó a recoger sus cosas del escritorio.

—Fue un placer haberlos conocido chicos, la próxima clase empezaré a enseñarles ¿De acuerdo?— todos asintieron efusivamente, no veían la hora de que volviera a tocarles inglés —Bueno, hasta luego— se despidió moviendo su mano en el aire.

Seokjin se quedó en su lugar pensando, no quería admitirlo, pero de verdad el nuevo profesor era increíblemente guapo. Estaba tan ensimismado que no se había dado cuenta de que Jimin lo estaba llamando desde hace rato, hasta que sintió un estrujón.

—¡Hyung!— gritó, llamando la atención de toda la clase y por fin, la de su mejor amigo.

—¿Qué pasó, Minnie?— preguntó algo distraído.

—¿Cómo que "qué pasó"? Desde hace un buen rato te he estado llamando y ni te inmutas.

—Lo siento, no sé que me pasa.

—Estás muy raro desde que el nuevo profesor... Espera un segundo... ¡¿Te gusta el profesor?!— Seokjin le tapó la boca rápidamente.

—Shh ¡Cállate Jimin!— ordenó nervioso debido a que todo el salón ahora los miraba con atención.

Menos mal nadie escuchó nada

©AlejaDeMin