Capítulo 5
Parecía una especie de reacción mágica, cada vez que me encontraba con esos ojos.
-No iba a perder la oportunidad de saber como te llamas - le dije mientras inconscientemente jugaba con un mechón de mi cabello
-Y por qué tanta curiosidad, preciosa - sus ojos trataban de descifrar lo que pensaba, pero era obvio aunque yo tratara de disimularlo - nunca haz escuchado la frase que dice la curiosidad mato al gato
-Si la he escuchado, pero no vi nada de malo en conocer a un chico que me pareció atractivo - no se porque carajos dije eso, trate de retractarme pero ya era tarde, no podría quitarle esa sonrisa de triunfo que tenia
-Bien, pero vamos acompáñame, no nos podemos quedar en este pasillo toda la noche - lo seguí hasta una habitación en la que solo había una cama de hospital y un sillón que parecía ser muy cómodo
-Estas seguro que no nos diran nada por estar aquí - tenía miedo de que entrará algún médico o seguridad nos encontrará
-Para nada preciosa, nadie viene aquí a estas horas - la idea de estar aquí sola con él, era algo que se prestaba para muchas cosas en mi mente
-Entonces por fin me dirás tu nombre, ¿cierto? - el negó con la cabeza y me dio una pequeña sonrisa de lado
-Por qué tan pronto, primero quiero saber más de ti - enserió para que quería eso, cuál era el misterio con su nombre, está tan feo que le avergonzaba
-Qué quieres saber? - sabía con su mirada que esta platica seria muy larga
-Primero cual es tu color favorito? Estudias? Que te gusta hacer aparte de conocer extraños en hospitales? - parecía que tenía una lista de todo lo que me preguntaría
-Me gusta mucho leer y escuchar música, pues sí, estudio matemáticas en la universidad y mi color favorito es el azul - su mirada cambió de repente algo no estaba bien
-A ver desde ya con mentiritas preciosa - no sabia de que hablaba - tu color favorito es el negro
-De que hablas, como sabes eso? - que estaba ocurriendo, eso no lo sabia casi nadie
-Intuición preciosa, pero no te asustes más bien dime porque no me dijiste que era el negro - enserió esto era sospechoso
-No te lo dije porque creí que pensarías que era rara, porque a nadie le gusta el color negro - soltó una carcajada con esa voz tan sexy - ves, no te hubiese contado nada
-No me río de eso preciosa, me río porque no entiendo porque te importaría lo que los demás piensen de ti - tomo mis manos y les dio un beso mirándome fijamente susurro - mi color favorito también es el negro
-Lo dices para que no me sienta mal - eso era lo que mi mente quería creer
-No miento preciosa, nunca lo hago eso es algo que debes saber de mi - soltó mis manos con mucha delicadeza y dijo:
-Ahora dime cuantos años tienes? De dónde eres?, porque es claro que no eres francesa - no paraba de mirarme ni un solo segundo, eso me ponía muy nerviosa
-Tengo 20 años, los cumplí ayer, soy de Panamá queda en Centroamérica por si no lo sabes - se lo dije porque siempre que decía que venia de Panamá me terminaban preguntando que si eso era una isla o algo por el estilo
-En ese caso, feliz cumpleaños aunque sea tarde, además, si se donde queda Panamá un verano fui con mi familia de vacaciones - la verdad me sorprendió mucho oír eso - te debo un regalo de cumpleaños preciosa, ya tengo en mente que puede ser
-No es necesario que me des nada - no era por ser grosera, pero no quería que se molestara en conseguirme un obsequio
-Preciosa, no hay no que valga - en el fondo sabía que no podía negarme
Mire mi reloj y pude ver que ya eran las cuatro de la mañana, por suerte hoy no tenía clases, podría dormir hasta tarde pero ya iba siendo hora de que me fuera a casa.
-Ya debo irme a casa, lo siento - en sus ojos pude ver que eso le entristeció un poco
-No tienes que disculparte, lo entiendo - me acompaño nuevamente hasta la puerta de urgencias - vendrás a verme mañana, otra vez?
-Por supuesto, me agrado mucho hablar contigo; mañana yo haré las preguntas - me dedico una sonrisa y asintió
Justo antes de cruzar la puerta, me tomó de la mano y se acercó a mi oído, les juro que no se como no me desmaye ahí mismo, sus labios rozaron mi oreja suavemente.
-Mi nombre es Jamel, Jamel Delacour - ese era realmente, un nombre que nunca había escuchado, pero era hermoso y a él le iba a la perfección.
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