Capitulo 25
*ADVERTENCIA*
ESTE CAPÍTULO CONTIENE UN POCO DE LENGUAJE EXPLÍCITO, SI NO TE GUSTA ESE TIPO DE CONTENIDO PUEDES SALTARTE HASTA DONDE VEAS EL SIGUIENTE SÍMBOLO (*****)
ESTHER
Las voces del lugar se esfumaron, a lo lejos pude escuchar al doctor Dean decirle a los padres de Rosetta, que las contusiones que había recibido no habían sido tan graves como parecían, también les dijo otra cosa que no pude escuchar.
Porque sin poder evitarlo, mi mirada se fue hacia uno de los pasillos del hospital, donde pude ver a Jamel entrando hacia una de las habitaciones, se que quizás es un poco loco que vaya directamente hacia donde está.
Quizás esté en turno, pero solo voy a saludarlo, dude muchas veces en sí era correcto abrir la puerta o solamente esperar a que saliera, me daría demasiada vergüenza aparecerme de la nada.
Decidí mejor esperar a que saliera de la habitación, me mantuve indecisa por unos segundos y en un arranque de valentía me dirigí a la puerta, pero en ese instante se abrió dejándome ver a ese hombre tan lindo que causaba tantos sentimientos en mí.
- Hola Jamel, ¿cómo estás? - sus ojos azules casi salen disparados de su posición
Miró hacía ambos lados del pasillo y extendió su mano hacia mí para que entrará con él, ya dentro cerró la puerta con seguro.
- Por favor dime que eso fue producto de una caída y no de lo que creo - dijo mostrándome un espejo, tenía el rostro muy hinchado
-Lo siento mucho no pude evitarlo - dije mientras mis ojos se cristalizaban - él me da mucho miedo y me quede congelada - Jamel me acercó a él, rodeándome con sus brazos
- Ne t'excuse plus jamais pour quelque chose comme ça, ce ne sera jamais de ta faute s'il y a des hommes comme lui - su voz me llenaba de tranquilidad y que me dijera eso fue algo muy especial
- Jamel, no quiero volver a ver a ese loco, ya no quiero dormir con miedo de que se aparezca y cumpla su amenaza - le platique todo lo que ocurrió en mi casa y además con Rosetta
- Preciosa no es nada seguro que te quedes en tu casa, ¿no hay nadie que se pueda quedar contigo? - pues en realidad no tenia a nadie - mira lo que le ocurrió a esa chica y a ti, debes denunciarlo, se que quizás sea difícil pero no puedes dejar que esto pase como si no fuese importante
- Esta bien, iré a poner la denuncia - esta vez yo lo abrace hundiendo mi cabeza en su abdomen, sí en su abdomen, porque estoy enana
- Déjame curarte ese golpe, espérame aquí un segundo no tardo - salió de la habitación y yo me senté en la cama a esperarlo - aquí está lo que necesitas
Comenzó a curar mis heridas y al final me dio unas pastillas para aliviar el dolor, él me miró y no pude evitar perderme en sus ojos, era algo que se estaba volviendo costumbre en mí.
- Jamel, se que quedamos en no apresurar las cosas - él me miró con curiosidad - pero no puedo evitar lo que siento, no puedo hacer como si no estuviese pasando
- Preciosa, yo también siento muchas cosas en este instante, pero si te dije que fuésemos con calma fue para no presionarte - él tomo mis manos y puso su mirada directamente en mis ojos - sólo tú tienes la última palabra Esther, yo no pienso imponerte nada
Me levante suavemente de la cama quedando parada frente a él, coloque mis manos en su rostro, él puso sus manos en mi cintura y me observó completamente, luego fijo su mirada en mí, mientras mordía sus labios.
- ¿Segura que quieres hacer esto? - asentí sin quitar mi mirada de él
Sus manos llegaron al borde de mi vestido y sus dedos poco a poco empezaron a quitarlo, dejando mis pechos totalmente expuestos, siempre he preferido estar cómoda, así que por esa razón dejé de usar sujetadores.
Estaba agradecida de que Pierre no hubiese elegido unas de las bragas de abuelita que a veces usaba, tenía puesta una de encaje negro, la cual era una de mis preferidas.
Jamel volvió a sujetarse de la cintura, pero esta vez acercó sus labios hasta mi vientre besándolo de una forma tal delicada, pero sexy a la vez.
Sus manos llegaron hasta mis muslos, apretándolos de una forma que causó que toda mi piel se erizara, provocando que un gemido se escapara de mis labios.
Pude notar que eso le gustó, porque luego me levanto en sus brazos besándome salvajemente, me encantaba esa conexión que nuestros labios tenían cada vez que se unían.
Me acostó en la cama colocándose entre mis piernas, se quito el suéter de su uniforme como si le estorbara, dejándome apreciar el abdomen marcado, que tantas veces me imagine.
Siempre supe que en el momento que tuviera relaciones con alguien por primera vez, quería que el dominio fuese mutuo, no solo esperar sino también ejecutar.
Así que me senté en el borde de la cama, sin quitarle la mirada de encima desate el nudo de su pantalón y lo deje caer al suelo.
Me quedé asombrada por lo grande que se notaba su entrepierna debido a su erección, eso sólo provocó que yo me sintiera mucho mejor, así que en mis labios se formó una pequeña risa de lado.
- ¿Qué te parece divertido preciosa? - me dijo tomando la misma expresión que yo tenía hace un instante
- Pues saber que provocó eso en ti - dije señalando hacia su entrepierna
Él se coloco encima de mí, tomando uno de mis pechos en su mano mientras besaba mi cuello poco a poco, hasta llegar a mi oído.
- Preciosa, solo dime si ésto es lo que quieres - me dijo susurrando en mi oído
- Oui, c'est ce que je veux Jamel - luego de que termine de decirlo, él me hizo sentir cosas que nunca había sentido en todos mis años de vida.
*****
Nuestros pechos subían y bajaban por lo agotados que estábamos, ambos estábamos acostados en la cama, mientras Jamel me rodeaba con uno de sus brazos.
- ¡ESTHER, DONDE ANDAS, ESTHER! - pude oír la voz de Pierre en los pasillos del hospital
- Jamel, ¿qué hora es? - dije mientras me levantaba para colocarme mi traje
- Es medianoche preciosa, creo que se nos fue él tiempo volando - lo mire y le di un último beso antes de salir de la habitación
- Nos vemos pronto sí, te lo prometo - él asintió y salí de la habitación
- Esther que hacías en esa habitación, estuve buscándote para irnos y pensé que algo te había ocurrido - lo abrace porque sabía que con todo lo que había ocurrido, él también debía estar muy afectado
De repente oí la puerta detrás de mí abrirse, sabía muy bien quien estaba parado ahí, Pierre lo miró sorprendido y luego me tiro una mirada pícara.
- Disculpa, yo estuve curando el golpe de Esther, por eso tardo tanto - le dijo Jamel, mientras yo moría de la vergüenza
- No se preocupen, entiendo - dijo Pierre con un tono tanto sarcástico, como gracioso - Esther, si quieres puedes esperarme en la entrada, voy a ver a que hora puedo venir a visitar a Rosetta mañana y te alcanzo sí
- Esta bien, solo no tardes mucho, no quiero estar sola - ambos me dieron una sonrisa y yo comencé a caminar hacia la entrada
Pero antes de llegar, me volteé un momento y pude ver que Pierre entraba con Jamel a la habitación en la que estábamos.
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Meme time🤭❤👇
Este es para ti Alo_otz 😅❤👇
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