23.
No hablamos en todo el trayecto, perdí la noción del tiempo y del lugar. Parece que desperté de mis pensamientos cuando Jack paró su coche delante de un burdel.
_Es aquí, mi vida. Dame la mano y no te preocupes por nada.
¿Que no me preocupe..nos íbamos al puñetero infierno..cómo no preocuparme?
Entramos en el local y nos fuimos directos al fondo del mismo, yo intentaba no mirar a mi alrededor, ver cómo se vendían esas mujeres a tipos mucho más viejos que ellas, cómo dos chicas de mi edad consumían drogas en una de las mesas del local en compañía de tres hombres cuya mirada era realmente abrumadora, sus ojos desprendían lujuria..no quería estar allí.
Llegamos a un despacho. Allí nos encontramos a un tipo que realmente daba miedo, su cara estaba pintada como una calavera...Saludó a Jack.
_Todo está preparado, me encargaré del coche y de la moto, mañana mismo estarán aparcados delante de tu casa.
Jack sacó un fajo de billetes y se los dio. El hombre preguntó: _¿Te gustó el animalito?
Jack rió: _Les encantó, ja, ja.
Al parecer aquel hombre se dedicaba a "pasar" cosas de un lado a otro.
Abrió una cortina, al entrar creí que sería una ventana pero lo que se escondía detrás de esa cortina granate era una puerta con los números 666 grabados en la puerta.
Entramos. Al otro lado de la puerta...¡era increíble!...había una enorme ciudad, luces, colores...Antes de darnos cuenta estábamos rodeados de unos hombres altísimos, parecían montañas de músculos. Nos cogieron por los brazos y nos metieron en un coche. Jack gritaba, les insultaba...no entendía qué estaba pasando.
Nos dirigimos a una enorme mansión. Jack dejó de gritarles, estaba tenso, notaba en su rostro miedo.
_¿Mi amor, dónde estamos?
Suspiró un par de veces, se tocaba el pelo nerviosamente.
_Es la casa de Lucifer. El mismo rey en persona.
Yo miraba aquella mansión con los ojos abiertos, era preciosa. Los guardaespaldas nos sacaron del coche y nos llevaron ante el señor del infierno. Por dentro la casa era una especie de mansión de Playboy, llena de mujeres medio desnudas. Nos arrastraron hacia el jardín. Allí estaba un hombre muy guapo, bebiendo champán dentro de un jacuzzi con cuatro mujeres, ¡¡como dios las trajo al mundo¡¡¡
El hombre cambió su semblante cuando nos vio. Su piel y sus ojos cambiaron de color, un rojo intenso que me era familiar, comenzaron a salir de su cabeza unos enormes cuernos, que en vez de asustarme me recordaron a la peli que había visto con mi hermano, creo que se llamaba Maléfica...no debía de reírme..si me reía estábamos perdidos. Intenté pensar en otra cosa. Miré a Jack y él si tenía una gran sonrisa en la cara, me miraba a mí...¿¿me habría leído el pensamiento???
_¿Qué tenemos aquí? Mi amigo Jack...con su...¿novia?.. _Su tono era de ironía, estaba realmente enfadado.
_No entiendo nada, Fer. Eres mi amigo, no me esperaba una fiesta de bienvenida pero tampoco este recibimiento. ¿Qué ocurre?
_Realmente no lo sabes ¿¿ Has cambiado Jack, no vuelvas a llamarme de ese modo, me has traicionado.
Tú, mi mejor amigo, tenía planes para ti. Cuando llegases serias mi mano derecha, mi ayudante...¿sabes lo que es eso? ¿lo que significa? Confiaba en ti y me has defraudado. Mañana serás juzgado, mi látigo acariciará tu espalda. Ahora LARGO DE AQUÍ. ¡¡¡Disfruta de tu última noche ¡¡¡
Los guardaspaldas nos "acompañaron " a un hotel cercano. Era una especie de paraíso en el infierno. La habitación era enorme, una hermosa suite, con jacuzzi, sauna, en la mesa del salón: champán, diversos tipos de drogas, películas de adultos, frutas de la pasión, alimentos exóticos, caviar, ostras...estaba claro que era algo así como el último deseo de un condenado a muerte. Jack estaba tenso, nervioso, nunca lo había visto así.
Intentó llamar a sus padres pero el teléfono estaba desconectado, no podíamos salir de la habitación, dos de esos gorilas vigilaban la entrada.
_Tenemos que hablar, ven siéntate mi vida.
_Jack, ¿Qué está pasando?
_No lo sé, pero creo que he cabreado a Lucifer. Puede que tenga que ver con haberme saltado alguna que otra norma. Ja, ja.._ intentaba bromear, pero yo sabía que era un problema serio.
_¿Qué ocurrirá? Por favor no me mientas¡¡¡_estaba asustada.
_Nunca lo haría, princesa, ¡joder! Te prometí el puto paraíso...y te he traído al espectáculo de mi muerte. Lucifer puede ser el mayor hijo de puta que te puedes imaginar, no va a desaprovechar la ocasión de dar una lección a sus súbditos. Su amigo castigado por su temible látigo...eso aterrorizará aún más a los que le temen. Enviará un mensaje muy claro: NO se juega con él.
_Pero, Tú...tú..no puedes..._No podía terminar la frase. Esto no me podía volver a ocurrir, perder lo que quiero, de nuevo¡¡¡
_Los demonios somos inmortales en el infierno, pero hay una cosa que nos debilita y puede llegar a matarnos...
Yo terminé la frase por él _Su látigo_.
Asintió con la cabeza y continuó explicándome lo que mañana ocurriría.
_Supongo que me atarán en el medio de la plaza y leerán las acusaciones contra mí. Luego Lucifer dictará sentencia y me condenará a dos, tres, cuatro latigazos..dependiendo de lo que él considere justo. Tengo que decirte algo...nadie ha sobrevivido a cuatro latigazos. Nadie.
Nos abrazamos, decidimos pasar toda la noche disfrutando uno del otro, sin pensar en el mañana, hicimos el amor toda la noche, nuestros cuerpos no se cansaban. Estaban deseosos de caricias, de besos, de explorar nuevos lugares..
Pero el tiempo pasa lo quieras o no y la noche dio paso a la mañana.
La mañana en la que nuestro futuro se decidiría.
EL INFIERNO
HABITACIÓN DEL HOTEL
LA PUERTA DEL INFIERNO
ALGUNO DE LOS HABITANTES DEL INFIERNO
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