Teníamos la tarde para nosotros.

_Vamos muñequita, tengo una sorpresa para ti. Te va a encantar. Voy a llevarte a uno de mis sitios favoritos.

No me pude resistir y le contesté mordazmente: _¿A un club de alterne? ¡paso!

Se me quedó mirando alucinado, no me extraña, hasta yo me sorprendí de mi lengua viperina...pero a él le hizo gracia, me sonrió con esa sonrisa de canalla y me acercó a su pecho bruscamente.

_Cuidado tesoro, ¡tú si que sabes cómo calentar a este demonio, te estas volviendo una descarada y eso me pone...muy pero que muy duro!

Notaba el calor que desprendía de su cuerpo ¿o era el mio?

Intenté entretenerlo para que me soltase o terminaríamos mal...

_Jack Vendell, ¡Aliméntame, tengo hambre!_le aparté como pude

_Ja, ja, ja...eres realmente sorprendente ..si..tienes razón, yo también tengo mucha, pero que mucha hambre¡¡¡ _allí estaba ese pedazo de hombre que parecía un dios...aunque ya sabía que mas bien era todo lo contrario, sexy y caliente como el mismo infierno...mirándome como si yo fuese un costillar de ternera con salsa barbacoa.

Se paró al lado de una moto negra, impresionante e hizo una reverencia _Princesa, aquí tiene su caballo.

Yo estaba paralizada, nunca me había montado en una moto...por dios¡¡¡ tenía miedo¡¡¡ ¿y si nos caemos...? Una vez más contestó a mi pregunta como si me leyese el pensamiento

_¿Que te puede pasar, que te mates?...ya estas muerta, tesoro. ¡oh vamos Casss, te prometo ir despacio, lo pasaremos bien.

_¿De dónde la has sacado...?

_Le he pedido a uno de mis lameculos de la oficina que la trajese a esta dirección. Acostúmbrate, pienso llevarme a esta monada al averno.

Él se subió a la moto y me tendió su mano esperando a que yo me decidiese, finalmente me subí.¿Qué había de malo en divertirse un poco?

Le abracé por la cintura y me apoyé en su espalda. Allí semirecostada era completamente feliz. Sentí cómo su piel se calentaba, me miró intensamente.

_Será mejor que nos vayamos de aquí, o no respondo de mis actos. ¿Sabes, creo que usas ese gel de vainilla para hacerme perder la cabeza? Me gusta tu olor, es adictivo.

Con una gran sonrisa en nuestros rostros arrancó su moto rumbo a algún lugar. Sinceramente no me importaba demasiado dónde me llevase. Iría con este hombre al fin del mundo. Le amaba