CAPÍTULO 21

Ayudar a Kim SeokJin con sus pruebas no fue tarea fácil, definitivamente, ya que eran demasiadas asignaturas y tenían muy poco tiempo para repasarlas, pero contaban con su inteligencia y dedicación. En todos sus tiempos libres, el muchacho se había puesto a estudiar para que no tuviera todo acumulado; aunque, a decir verdad, moría de ternura al saber que todos sus amigos se preocupaban tanto por él. Sabía que su carrera no era muy bien aceptada por todo el mundo, pero tenía su apoyo y el de su familia.

JongSuk fue el encargado de echarle una mano con inglés y japonés, TaeHyung tomó la responsabilidad de historia y todos sus apartados, JungKook con la materia optativa relacionada con su camino profesional, JiMin le ayudó con matemáticas, y su lindo novio con la categoría de lengua y literatura coreana, pues su padre era profesor y se centraba en aquello. Fue un equipo muy bien logrado. Todos le hacían preguntas, turnándose cada cierto tiempo y permitiéndole descansar quince minutos entre cada asignatura... Aunque él seguía estudiando para la siguiente o resaltaba algún punto que no supiera.

—NamJoon-ah no tendrá ningún problema con el examen —dijo de pronto, molesto. El moreno era ahora el único amigo que YoonGi tenía y que lo defendía, ante todo, por lo cual, ante los ojos del azabache, él no era ni un poco mejor a Suga. Le causaba cierto conflicto que tipos como Nam se juntasen con gente como él y, a la vez, fuesen tan inteligentes.

—¡Tú tampoco batallarás, SeokJinnie! —Alentó JongSuk, palmeando su hombro—. No has batallado en nada. ¡Eso es excelente!

—Y Joon no nos tiene a nosotros —señaló Tae—. Tienes a dos universitarios que ya pasaron por esto, un novio que te ayuda en todo lo que puede y dos amigos que te alientan con emoción.

—¡Tiene razón, amor! —Exclamó su novio, besando su mejilla. Habían acordado que Tae y Hobie no pelearían en ese periodo de tiempo para que el muchacho se concentrara y, sorprendentemente, parecían soportarse—. Además, no entrarán a la misma facultad. Estarás con... Nuestros hyungs.

Tanto JongSuk como TaeHyung estudiaban arte cultural e imagen, la cual facilitaba abrir paso a filmes, galerías y de más. Todo esto en la escuela Pusan National University.

—Sí, en eso tienes razón. Él quiere entrar con YoonGi, me parece... —Negó al instante con la cabeza, recordando—. Oh, ¡no! —Ellos estudiarían música—. Sí estarán en la misma facultad, pero no en la misma carrera tal cual.

JungKook soltó un pequeño bufido, sujetando a su chico por la cintura mientras apoyaba el mentón en el hombro de éste. No lo ponía nada de buenas pensar en ese tipo, mucho menos después de esa escena en medio de toda la escuela. Pollito era alguien adorable que, tontamente, lidió con alguien así durante años.

—Bah. Qué asco de vida —escupió con desagrado el de cabello grisáceo—. Tendré que ver a ese tipo varias veces dentro de muy poco. ¿Tengo permiso de golpearlo?

—TaeHyung-ah... —Pronunció lentamente Jin, haciendo que alzase los brazos con la mirada más inocente que pudo darle—. No importa lo idiota que haya sido, no hay que bajarnos a su nivel.

—¿Ni uno pequeño? —Preguntó JungKook esta vez, haciendo que Park le dirigiera un gesto sorprendido—. ¿Qué? Se lo merece.

—No me importa lo que pase con él —aclaró, alzando una ceja—, pero no quiero ver a mi hermano y a mi pareja peleándose con alguien que no vale la pena. Me importan más ustedes.

—Oh, ¡nuestro niño es tan adorable! —Exclamó Hobie.

—Haces que llore brillos, Park —agregó JongSuk, al ver como su amigo se moría de ternura con su hermano menor y también notar cómo Kook terminaba sonriendo algo avergonzado.

JiMin, simplemente, no quería tener nada que ver con Yoon. Se cansó de estar relacionado siempre con ese muchacho que le hizo tanto daño; así que, se centraría en él mismo, su familia, amigos y su amado Jeon JungKook. También debía tomar en cuenta la oferta que la jueza le había hecho días atrás, ya que todos lo alentaron ante esa posibilidad. Al comienzo, creyó que querían deshacerse de él fácilmente, pero luego notó esas miradas y sonrisas sinceras que solo ellos podían regalarle. Le afectaría mucho dejarlos, pero Kookie tenía razón en que debía pensar en su futuro.

Causaba terror en él, cabe aclarar, pues a cualquier enamorado le dolería estar lejos de su otra mitad; estaba aprendiendo tanto del romance a su lado, como si nunca hubiera tenido una relación antes. La dependencia no era buena y del amor no se vivía, por ejemplo, ¡pero es que su conejito le provocaba deseos de estar a su lado siempre! Estaba en el camino hacia la madurez para poder sobrellevar eso como Jeon, quien era muy claro en su forma de pensar y ahorraba los rodeos. Era amoroso, guapo, maduro, inteligente, talentoso, ¡incluso divertido! ¿Cómo no amarlo y tomarlo como ejemplo a seguir?

—¿Ustedes tienen una idea de qué estudiarán en la universidad? —Preguntó JongSuk a los tres más jóvenes.

—Quiero seguir bailando y abrir mi propio estudio de baile, ¡seré coreógrafo de gente importante! —HoSeok respondió— Aunque, si existe la posibilidad de estudiar dos carreras, me gustaría centrarme en educación especial.

—Mi novio es el hombre más puro —presumió muy orgulloso Jin, estampando un beso sobre los labios del pelirrojo. TaeHyung se limitó a entornar los ojos y a hacer un gesto de desinterés con la mano.

—¿Y tú, JungKookie? —Quiso averiguar—. ¿A base de qué cuidarás a mi hermano?

—¡TaeTae! —Le reprochó el menor, ganándose una risa inocente del contrario.

—¿Qué? Tiene habilidades en muchas cosas —recordó—. Baile, matemáticas, ciencia, ¡incluso fue él quien ganó el premio de redacción!

Sí, fue JungKook. Había sido algo de último minuto por ambas escuelas, a decir verdad, pero no le disgustó para nada.

—Y no olvides computadoras —agregó Park. Él fue quien arregló la suya, después de todo.

—Computadoras —repitió su hermano, levantando un dedo con cada cualidad—, te llevas bien con casi todo el mundo, tienes capacidad de liderar a un grupo, algunos deportes... ¿Hay algo en dónde no seas bueno? Maldita sea. Me siento amenazado.

—No soy tan bueno con inglés e historia —JungKook aclaró, incómodo por tantos elogios.

—Maravilloso. Ya no me siento amenazado, falsa alarma —el mayor suspiró, tranquilo, ganándose una risa del resto. Era tan dramático como HoSeok—. En fin, ¿tu futuro...?

—Productor y compositor —respondió, ganándose una mirada de confusión por parte de la mayoría—. ¿Qué?

—¿Por qué?

—¿Cómo?

—¿De dónde sacas eso?

—Participar en el concurso me hizo reflexionar sobre escribir, sin mencionar que me gusta mucho el proceso de producción para las canciones —explicó—. También me interesa algo relacionado a grabar, dirigir y editar vídeos... ¿director, podría ser? ¡Aunque podría dejarlo como pasatiempo! Abriría un canal en YouTube para subir mis obras, ¡incluso vídeos bailando! Definitivamente no quiero dejar de bailar.

—Joder. Este muchacho siempre nos hace sentir como unos inútiles —JongSuk dijo, cruzándose de brazos. Comenzaba a dudar de si el castaño era humano o no.

—JungKook-ssi tiene muchos talentos —JiMin saltó a defenderlo, sujetándolo con fuerza.

—Tú igual los tienes —susurró para él solamente, besando una de sus mejillas redonditas. El teñido se acurrucó contra su pecho, sonriendo.

—¿Y tú, JiMinnie? —Deseó averiguar JongSuk, despeinando su oscuro cabello cuando V intentó arreglárselo—. TaeHyung-ah, me gusta así.

—Te ves más guapo bien peinado. No seas llorón.

—Por todos los cielos, ¡eres imposible, Kim TaeHyung! —Soltó el joven, dándose por vencido tras varios forcejeos—. ¿Y bien, Minnie?

—Definitivamente seguiré con el baile —se apresuró a decir cuando dejó de reír—. Quiero ser un bailarín famoso y recorrer todo Asia, ¡el mundo, incluso! ¿Se imaginan ir a París, Venecia o alguna parte de Alemania? —Suspiró, soñador. Parecían deseos que no dejarían de ser eso, deseos; pero tenía la esperanza y el coraje de intentar todo ahora que contaba con el apoyo de su familia, amigos y JungKookie—. Cuando sea demasiado mayor, abriré una academia.

—¡Yo podría ser tu coreógrafo cuando seas famoso! —En ese momento, Hobie gritó, emocionado y sujetando de las manos a su amigo—. Y, después, ¡nuestras academias se enfrentarán en concursos de bailes! Podremos hacer recitales juntos...

—¡Y podríamos hacer una temática de Disney! —JiMin siguió, emocionado—. ¿Te imaginas? Yo quiero hacer un número basado en la película de El Extraño Mundo de Jack.

—¡Y yo uno de Mulán! ¡O Lilo y Stitch!

—¡Uno de Moana!

—Oh, JiMinnie, ¡uno de Los Aristogatos!

—No, no, ¡mejor, HoSeokie! ¡La Sirenita!

Los dos muchachos siguieron fantaseando, soltando el nombre de cualquier película que estuviera dentro de la franquicia del ratón, y parándose incluso para practicar su gran entrada; también tarareaban una canción de Alicia en el País de las Maravillas mientras intentaban hacer pasos de todo tipo. Lírico, contemporáneo, hip-hop...

—Te acostumbras —aseguraron a la vez Tae y Jin hacia Kook, provocando que se vieran, sorprendidos, por la sincronía. Apartaron la mirada hacia los menores al instante, huyendo, con más que las mejillas sonrojadas y la punta de los dedos apenas rozándose sobre la mesa, cómplices por lo que alguna vez fue.

—¡Y podríamos hacer colaboraciones con el canal de Kookie! —Seguía JiMin, haciendo que el muchacho implicado riera y asintiera—. ¿Cómo se llamará? ¿JJK Films? ¿Conejito-98?

—¡Eso parece nombre de usuario para un perfil en grindr*! —Rio J-Hope, imitando los bailes de su amigo—. ¡Soy JiMinnie, soy JiMinnie! —Gritó, tomando el impulso necesario para poder saltar y extender sus piernas como el contrario solía hacer; aunque, claro, no era tan flexible y solo provocó más risas de los presentes.

—¡Golden Closet Film! —Exclamó el rubio, tirado ahora en el suelo porque se resbaló en determinado momento—. "Park JiMin y Jung HoSeok, también conocido como J-Hope, se han visto rodeados en rumores por una posible colaboración con el famoso productor y compositor Jeon JungKook, propietario del exitoso canal de YouTube, Golden Closet Films. ¿Será este el éxito del año?" —Imitaba una voz grave, mientras se ponía de pie—. Hobie sería el Sombrerero Loco, tú el Conejo Blanco y yo Alicia.

—¡Y mi SeokJinnie será el guapo narrador de la presentación y quien cante en los números!

—¡Lo que mi novio hermoso quiera! ¡Podría ser el rey de corazones incluso, para reinar el tuyo!

—¡Y TaeTae Cheshire! —Park dijo.

—¡JongSuk-hyung la fea oruga que siempre está fumando!

—¡Oye, yo no estoy feo y nunca fumo! —Se defendió al instante.

—¡Es solo actuación, hyung! —Le recordó el rubio, tomando de las manos a su JungKookie para hacer que se parara junto a ellos dos para estirar las piernas.

—En ese caso, ¡seré la reina roja!

Soñar no cuesta nada, mucho menos para un grupo de buenos amigos que apenas iban cruzando esas etapas tan importantes para su futuro. Instituto, universidad, amores, fantasías... Había mucho en juego a esa edad.

Durante esa tarde, no volvieron a estudiar hasta horas después porque estaban muy ocupados imaginando su futuro. TaeHyung se burlaba de su amigo debido a que era el más propenso en ser hecho a un lado, mientras que las lindas parejas bailaban tontamente entre ellos, disfrutando de la juventud y el momento.

Después de todo, ¿quién nunca había tenido esa calidez y satisfacción en un momento rodeado de sus amigos más queridos o su pareja, sintiéndose completo por hacer cualquier pequeña cosa junto a ellos? Desear que nunca se acabe el día y seguir a su lado, similar a cuando te subes a un columpio en el que subes y bajas muchas veces con fuerza, queriendo llegar a lo más alto y sentir al aire despeinar tu cabello cuando vas descendiendo a una rápida velocidad mientras tienes al corazón latiéndote fuertemente en el pecho y piensas: ¿se me saldrá del pecho para correr un maratón?

—JiMin-ssi —llamó el joven, mientras éste le hacía girar como una clase de pareja en baile para salón. El bajito alzó la mirada hacia él, sin dejar de moverse el ritmo del tararear de sus amigos—, te quiero a mi lado en el futuro.

Rojizo hasta las orejas, como si hubiera bebido de más, Park se mantuvo callado unos segundos antes de saltar a sus brazos. No sabía si estaba sonrojado por obra de la vergüenza, el baile o los ataques de risa, pero cualquiera era buena señal. Sabía que los latidos de su corazón en ese preciso momento eran dedicados únicamente al castaño y que sus labios solo buscaban a los contrarios como imanes, fundiéndose en el calor de ambos, como si estuvieran hechos solo para el otro.

—Estaré para ti, si tú lo estás para mí —susurró contra los labios rojizos e hinchados de Jeon. Lo estaba retando, JungKook lo sabía y eso le encantaba.

El castaño inicialmente hizo ademán de volver a besarlo, hasta que se detuvo para fijar sus ojos en las medias lunas. Sentía las piernas y brazos de JiMin aferrarse a él suavemente, así que lo contempló en silencio; conocía mejor que nada el significado de esa mirada intensa que le regalaba en todas las conversaciones similares, tan decidida y feroz. Lo volvía loco.

Lamió sus labios antes de hablar.

—Lo estaré, JiMin.

—Entonces, yo también estaré para ti, JungKook.

Aún si no se respondían, lo sabían. Se conocían lo suficiente para saber que un beso entre ellos decía más de cien palabras, y que una mirada más de miles.

*Grindr: Grindr es una aplicación destinada a personas homosexuales o bisexuales que les permite localizar y comunicarse con otros iguales.