CAPÍTULO 12

Park JiMin era demasiado sensual para ser real, punto final.

Nadie lo dudaba ni siquiera un poco, mucho menos tras semejante escena que hizo en medio de la última coreografía, dejando a medio público femenino y a JungKook babeando.

Pero hay que volver al inicio.

La canción comenzó con la melosa voz de Jeon intercalada con la del implicado, llevando consigo la característica tensión que existía entre ellos al bailar; su instructor se había arriesgado a que no hicieran mímica durante la presentación, dejando que sus voces resonaran realmente por todo el auditorio y que solo usaran la pista de apoyo en caso de emergencia (sin tomar en cuenta que, probablemente, los de música que habrían sentido algo ofendidos). La mayoría del alumnado no sabía de esa sorpresa, llevándose una grata sensación desde el rap de HoSeok hasta las dulces notas de JiMin. El profesor quería que tuvieran una primera experiencia, pues muchos de los estudiantes en ese club se dedicarían al mundo del entretenimiento o de la música en la vida laboral. Era una gran pena que no hubiese un espejo frente a ellos, pues el par protagonista solo quería ver el reflejo del otro mientras bailaban y se perdían en la canción, como en esos duetos que hacían en broma tras las clases.

«Uh, solo lo sabré de ti,
Incluso si mi respiración termina,
Porque eres la única.
Incluso cuando todo cambie,
(No cambiaré)
Solo déjalo ser.
Mi chica necesitará un tiempo,
Solo tengo que esperar.
A veces será difícil,
Pero siempre hay un perfecto amor a tu lado.
Hay muchas cosas que no puedo darte,
Probablemente tienes el mundo entero.»

La letra había sido repartida principalmente entre Park y Jeon. Sus voces congeniaban igual de bien que sus pasos de baile, haciendo arder de los celos a cualquiera; la del castaño no estaba tan bien entrenada, pero nada grave. Eran atractivos, les iba bien en la escuela y eran talentosísimos, aparentemente. Todos tenían grandes expectativas para esos dos.

JungKook no se había sentido identificado con una canción nunca, hasta ese día que dio la coincidencia de que pasaba con dos de ellas; nunca le había prestado tanta atención a la letra de Perfect Man hasta en ese momento. Él no podía prometerle grandes cosas a su pequeño, pues no estaba seguro de cuánto tiempo se quedaría en Busan, pero se aseguraría de que sintiera de nuevo lo que se apagó con YoonGi; lo cuidaría y haría que se divirtiera mucho para que esa bella sonrisa no se volviera a escapar.

Por su parte, JiMin tampoco era capaz de prometer mucho debido a que acababa de salir de una relación algo tóxica y sus inseguridades (pese a ser pequeñas) podían ser factor de una ruptura amorosa y no se creía capaz de perder a dos personas importantes en tan poco tiempo. Si bien Suga fue un maldito, siempre tendría un lugar importante en su corazón por su yo del pasado, y se negaba a hundir a Kookie en una relación que no tendría tanto éxito en ese momento de su vida... A decir verdad, lo sano sería que el tiempo lo dejase sanar por completo, pero el destino siempre tiene algo distinto preparado para todos.

«Solo lo sabré de ti,
Incluso si mi respiración termina,
Porque eres la única.
No pasaré por el martirio de no tenerte otra vez,
Así serás capaz de descansar en mis brazos.»

Para el coro, el castaño ya se había descubierto a sí mismo mirando de reojo al otro, queriendo disfrutar de sus pasos en privado como en los inicios y finales de los ensayos. La posibilidad de cantar, bailar y mirar al chico que te gusta sin fallar debería ser considerada como un superpoder.

«El hombre perfecto es quién soy.
Sentado en la cima contigo,
Pero más veloz.
Más fuerte que tu licor,
Azadas de dinero y ropa.
No dejes que las pistas te atrapen, ellos no temen.»

—¡J-Hooooooope! —Exclamaron sus compañeros de clase que se encontraban entre el público al verle rapear y seguir tan concentrado en su papel. Vaya que SeokJin tuvo que controlarse para no desmayarse ahí mismo por lo atractivo que era su novio; siempre se le hizo que se veía guapísimo de negro.

«Tal vez me recuerdas silenciosamente,
Cuando te sientes tranquila,
Pero eso va a desaparecer,
Como el olor del café por la mañana.
¿Por qué no me das una oportunidad?
Empecemos todo de nuevo.»

¡Oh, no, Park JiMin!

El solo del lindo chico había llegado tras una vuelta que dieron todos al mismo tiempo. El aire se quedó atrapado en los pulmones de los espectadores, contando a Jeon, quien se esforzaba para seguir el baile sin detenerse para admirar a su compañero; sin embargo, todo comenzó a complicarse cuando le vio pasar una mano por su cabello antes de retirarse, lentamente y al ritmo de la canción, su saco, dejando ver una simple camiseta negra fajada a sus jeans. Fue el acto que provocó que mucho del público femenino gritara.

—¡¡PARK JIMIN, TE HAGO UN HIJO!! —Se escuchó al mismo chico que antes gritó a JungKook, haciendo que rieran muchos de los presentes. Incluso él sonrió hacia el público antes de que la coreografía siguiese.

Para el final de esta, hicieron una reverencia antes de salir del escenario lo más ordenados que pudieron. Muchos felicitaron al bajito por su estrategia, pues así ganarían sin dudarlo; Jin se centró en llenar de besos a su pareja después de decir que hicieron un buen trabajo, ganando el sonrojo de muchos miembros porque lo estimaban demasiado; JungKook solo esperó a que JiMin se desocupara de sus "fans". Con las cejas fruncidas, abrazó por la cintura al chico cuando tardó mucho y se lo llevó a parte, alejándolo de los comentarios.

—¿Qué ha pasado?

—Eres un peligro andante, Park JiMin —protestó Kookie, haciendo reír a su amigo y recibiendo una palmada en su hombro.

—Vamos, debemos de pasar para la premiación, JungKook-ssi. Sigo teniendo en pie mi promesa.

—¡Espero que sepa rico ese postre!

—Tampoco cantes victoria, falta que quedes en un buen puesto.

Todos los concursantes habían subido junto al director y se sentaron por grupos en el piso, rodeándole. Se repartieron premios para los tres mejores de cada club y, a su vez, el premio mayor para las dos representaciones grupales que más exclamaciones tuvieron del público. Para hacer el cuento corto, Jung y Park se estaban peleando por el primer lugar, pero lo ganó el pelirrojo; JungKook quedó en tercer lugar por su coreografía, SeokJin ganó primer lugar por su monólogo y los grupos que más gustaron fueron los de baile y pintura con su proyecto final.

—¡Sabía que no ganaríamos! —Jin frunció los labios, decepcionado de que no se llevaran el título como grupo. Era su último año y le hubiese gustado tener ese recuerdo.

—Vamos, amor, todos te recordarán por lo bello que lucías en tu traje hoy —alentó Hobie, besando a su chico en sus labios—. Además, ¡a Kook lo dejaron ir este fin de semana! Iremos todos y nos divertiremos mucho. Te lo prometo.

—Sí, hyung. ¡Mi linda pareja ganó primer lugar en sus categorías! Estoy tan orgulloso de ustedes —Jeon salía sobrando en ese momento, pero la imagen de ver a esos tres amigos abrazándose y compartiendo sus logros le pareció la más bonita; estaba la pareja del año y su lindo pollito ahí, después de todo—. Esta noche me pondré manos a la obra para saber qué cocinarte, Kookie.

—Pensé que nos ganarías con tremendo grito que soltaron los chicos —admitió Jung—. El grupo de baile no hubiera sido el mismo sin ti este año, me alegro de que ingresaras a nuestro club. Felicidades por el tercer lugar, conejito.

—¡Eh! ¡Ese es el apodo que le di yo! —Reprochó el de cabello rubio, marcando su territorio al instante con su nariz arrugada.

Esa tarde fue especial para los cuatro muchachos, pues se la pasaron de maravilla entre tantas risas, halagos, mimos entre ellos y toda clase de comentarios. JiMin y JungKook aprendieron que sus sentimientos eran claros para el otro y que ambos disfrutaban de la complicidad en cada momento íntimo que tenían; SeokJin y HoSeok solo aseguraron lo que todos sabían: eran la mejor pareja de la generación, claro estaba.