Capítulo 8
Miraba seria por la ventana, cuando mi padre se le acercó...
_ ¿Estás bien, Sofía?
_ Hoy está de cumpleaños nuestra hija, Eugenio. Lucrecia hoy cumple 28 años – mi padre solo la miró.
_ Así es...
_ Tenemos que hacer que vuelva de alguna manera ¿Cómo estará? ¿Seguirá con ese tipo de mala muerte?
_ ¿Y has insistido en llamarla?
_ Miles de veces, pero ella no me contesta. Quizás ese hombre la tiene secuestrada.
_ No, no pienses en eso.
_ ¡¿Y qué quieres que piense?! ¡Si nuestra hija no contesta para nada mis llamadas!
_ Es una inconsciente ¿Cómo no piensa en nosotros?
_ Si no pensó tampoco para nada en el pobre de Santiago.
_ De él ya no te preocupes, que al menos, todo salió bien, al fin y al cabo - mi madre sonrió.
_ Si, así es. Pero algo tenemos que hacer, para que Lucrecia regrese de una buena vez con nosotros.
_ ¿Pero y que haremos con...?
_ Eso es lo de menos. Ya no tolero que los vecinos sigan hablando de nosotros por su culpa. Jamás pensé en decir esto, pero Lucrecia me ha decepcionado.
_ Es cierto...
_ Nunca creí que sería capaz de irse y abandonarnos como lo hizo. No pensó en nosotros, en las burlas que sufriríamos, de parte de todos, por su inconsciencia.
_ Lo bueno es que Rosita si pensó en nosotros y evitó el que nos quedáramos por completo en la ruina.
_ Solo se lo debemos a ella.
_ Ahora Lucrecia tendrá que regresar a esta casa quiera o no...
Sentada en la cama, miraba con nostalgia el azulado cielo por la ventana. Recordé a mis padres y sentí un nudo en la garganta.
A punto de llorar, pensé en Joey, en aquellos dulces besos y sonreí con alivio. Él tranquilizaba y armonizaba mi vida. Me hacía sentirme feliz y con ilusiones.
<< Te amo solo a ti mi Joey, pero no sé si tú sientas lo mismo por mi ... >>
Entrelacé mis manos pensando en aquello y Joey entró a mi habitación. Me sonrió.
_ Hola, niña mía...
Escuché su suave voz, y el corazón me latió rápido y feliz. Lo miré y le sonreí.
_ Hola Joey... - me miró con ternura y se acercó a mí con una mano en su espalda.
_ Toma hermosa. Feliz cumpleaños - lo miré sorprendida - Espero que te guste. Lo compré para ti...
Me entregó una pequeña caja, forrada en un suave papel de color plateado, con una cinta rosa.
Lo miré llenándome de alegría y Joey me sonrió perdidamente.
_ Oh Joey, pero no era necesario.
_ Jejeje, solo ábrelo y ve que es hermosa...
Le sonreí más que feliz y comencé a romper el papel...
Sonreí completa e idiotizada al sostener aquella dulce bola de cristal, la que tenía un caballito junto a un osito en el centro. La miré toda derretida y con cariño. Era divinamente bella; la agité un poco y en su interior caía nieve sobre el caballito y osito.
Joey me miró todo enamorado; sonreí al ver caer la nieve, le giré la cuerda y comenzó a sonar su dulce melodía. Ahí más me encantó.
Era sin duda el mejor regalo, que nunca me habían hecho. Miré a Joey sin dejar de sonreír y más amor y aprecio sentí por él.
_ Gracias. Es hermosa, Joey.
_ Jejeje qué bueno que te gusté, niña mía - le sonreí y él me destelló con sus mágicos e intensos ojos.
_ De verdad, muchas gracias. Me encanta.
Lo abrasé sin evitarlo. Él me abrasó con todo su amor y cerró sus ojos. Quedó fascinado con mi dulce abraso, y me amó con locura.
_ Mi Joey. Me haces tan feliz - sonrió.
_ Y tú a mi Lucrecia...Si supieras lo mucho que te quiero...
Lo miré anonadada, él me miró fijamente a los ojos y a mí se me aceleró otra vez el corazón.
Comenzó a besarme y yo sin resistirme más, le correspondí a su beso y ambos nos besamos. Sin contenernos más, nos desnudamos, y besándonos, nos recostamos en la cama.
Joey me sonrió perdidamente, y yo perdida en él y en su encanto de hombre, le acaricié su rostro con amor. Él me miró cautivado, yo me dejé llevar y Joey volvió a besarme.
Besó todo mi cuerpo, lo llenó de dulces caricias y yo solo amándolo aún más, él me hizo el amor.
Ambos durmiendo abrazados y desnudos en la cama, yo de pronto desperté, me vi desnuda junto a él y me cubrí rápidamente. Lo recordé todo, el que me había entregado a él, y urgiéndome, me llené de nervios y me sentí muy culpable.
<< ¡¿Pero que hice Lucrecia?! ¡No! >>
Pensé en mis padres, en mi vida y se me llenaron los ojos de lágrimas.
Me levanté rápidamente de su lado y me fui al baño. Joey me vio y fue por mí.
_ Amor espera. Lucrecia...
Tocó la puerta del baño y yo duchándome, solo pensaba en que habíamos estado juntos y la culpa me comía. Me puse a llorar. Joey me escuchó y más se preocupó.
_ Cariño, ábreme la puerta, por favor.
_... Solo déjame, Joey...
_ Vamos mi vida – sonrió.
<< Si supieras que ahora te amo más por lo que hicimos niña mía... >>
Salí del baño, cubierta con la toalla, y él esperándome sentado en la cama, yo lo miré con vergüenza, con mis ojos hinchados, y quise huir, pero Joey me lo impidió.
_ Cariño, espera.
_ Joey...
_ Tranquila. Sé que estás asustada por lo que acaba de suceder entre ambos, pero no tienes por qué estarlo, vida mía.
_...
_ No tienes que sentirte culpable, porque fue algo muy maravilloso lo que hicimos mi amor.
_...
_ No tienes nada que temer, porque yo jamás he pensado en reírme de ti.
_...
_ Si crees que esto, que acabamos de hacer, fue algo solo para satisfacerme, o que solo eres un capricho para mí, estás muy equivocada y comprendo que tengas esos miedos...
Lo miré anonadada, casi cortándoseme la respiración, y Joey tomó con cariño mi rostro en sus manos.
_ Te amo niña mía y más ahora que solo te entregaste a mí - lo miré perdidamente.
_... Joey...
Me sonrió y yo no pude más y lo abrasé con todo mi amor. Joey me rodeó con cariño y protección en sus brazos y yo al fin se lo pude confesar.
_ Yo también estoy enamorada de ti Joey. Solo te amo a ti.
Me miró, me sonrió y secó mis lágrimas con su mano.
_ ¿De verdad me amas, mi vida?
_ Si Joey, pero temía que tú no sintieras lo mismo, y terminará todo esto, otra vez, como en un principio.
_ Niña mía, ven aquí...
Me abrasó otra vez, y yo más que feliz, sonreí aliviada y dichosa. Joey me amaba y quería, al igual que yo a él, y eso me hizo inmensamente feliz, más después de que habíamos hecho el amor.
_ Me haces tan feliz Lucrecia. Solo quiero tenerte así entre mis brazos y no soltarte jamás.
_ Te amo Joey. Por fin puedo decírtelo sin temor - me sonrió.
_ Te he amado desde el primer día que te vi, preciosa. Quería verte sonreír, que fueras feliz, inclusive, si era con ese sujeto.
_ Joey... Santiago nunca me quiso, no como tú si lo has hecho. Hace días descubrí que solo a ti te amo, Joey. Solo a ti es a quien realmente siempre he amado – me miró perdidamente enamorado.
_ Amor mío - acaricié su rostro.
_ Te amo.
_ Y yo a ti. Y yo...
Me besó, amándome sin restricciones, libre, y yo lo abrasé olvidándome de todo, de mis miedos y él besándome, la toalla se desprendió de mí.
Joey acarició mi blanca espalda y volvimos a besarnos...
Joey había tenido que salir por unos trámites de la banda y yo solo ansiaba que pronto regresara.
Tomé la esfera de cristal y le di cuerda. La miré con cariño girar y oí su suave melodía.
De pronto sonó mi celular. Era mi madre...
<< Tal vez, quiere saludarme por ser mi cumpleaños...>>
_ Halo...
_ Hija. Hola, al fin ¿Cómo has estado?
_ Hola mamá. Bien y feliz - pensé en Joey.
_ ¿Feliz?... Bueno, quería decirte feliz cumpleaños, hija.
_ Gracias mamá... ¿Y qué tal papá? ¿Cómo ha estado él y tú?
_ No quería decírtelo, pero luego de que te marchaste, tu padre enfermó gravemente.
_ ¡¿Qué?!
_ No te lo quise decir las primeras veces que hablamos, pero se agravó más y quiere verte... - abrí los ojos y solo pensé en él, pensé en Joey y la angustia me consumió.
_... ¿Y qué es lo que tiene mi padre?
_... Cáncer terminal.
_ ¡¿Qué?!
_ Era por eso, que me urgía hablar contigo hija...
<< Joey. >>
_ Regrésate, a la casa, por lo que más quieras, hija...
_... - no pude más.
<< Joey, amor mío, perdóname. >>
_ ... No te preocupes mamá, tomaré el primer vuelo de regreso a casa - ella sonrió.
_ Gracias hija. Tú padre estará muy contento.
_ Dile que se cuide. Que llegaré en menos de dos días allá.
_ Yo se lo diré. Te quiero hija.
_ Y yo a ustedes mamá... Nos vemos pronto.
_ Nos vemos hija. Aquí te vamos a estar esperando...
Mi padre se le acercó y mi mamá le sonrió...
_ ¿Se vendrá?
_ Si, así es. Todo funcionó como lo planeamos...
En la tarde...
Empacando mi ropa, pensé en Joey y se me llenaron los ojos de lágrimas. Se me entre cortó la respiración.
De pronto, él entró y me vio guardando toda mi ropa y no lo comprendió.
_ ¿Qué estás haciendo, amor?...
_...
Lo miré y se me retuvo el aliento, casi por completo, y me dieron unas enormes ganas de llorar. Joey me miró preocupado y expectante.
_ ¿Lucrecia?...
_... Eh, pasa que me voy Joey. Mi padre está muy enfermo y yo debo estar con él...
Me miró casi sin aliento y se me acercó. Sostuvo mis húmedas mejillas entre sus manos.
_ Pero mi amor, niña mía ¿Cómo te vas a ir así? Acabamos de hacer el amor - mis lágrimas escurrieron por mis mejillas.
_ Lo siento, es que no puedo. Mi padre me necesita - me miró triste.
_ Lo entiendo, pero ¿Y nosotros?
_ No lo sé...
_ ¿Cómo que no lo sabes amor? Yo te amo - no pude más.
_... Yo también te amo, pero ahora mi deber es estar con mi padre - me miró melancólico.
_ Me gustaría tanto poder acompañarte, pero por mis asuntos con la banda, no puedo - lo miré triste.
_... No quiero perderte Joey - me sonrió tierno, con melancolía y acarició mi mejilla.
_ No me perderás niña mía. Aquí voy a estar esperándote - tomé con cariño su mano junto a mi mejilla y di un suspiro.
_ Volveré. Te lo prometo - me sonrió.
_ Lo sé. Creo en ti.
_ Joey.
_ Te amo.
_ Y yo. Fui una tonta en no haberlo hecho desde un principio.
_ No pienses en eso niña mía. Me hace tan feliz saber que me amas y que quieras estar conmigo.
_ Si Joey. Quiero estar contigo, solo contigo. Te amo tanto.
_ Y yo a ti. Cuando te conocí te veías tan triste, solo quería estar a tu lado. Tenerte conmigo, y por eso, te traje a vivir a mi casa y no sabes lo feliz que fui, y lo soy, porque estés aquí a mi lado.
Le sonreí con los ojos llenos de lágrimas y él sostuvo mis mejillas con más cariño. No quería separarse de ellas; nos sonreímos con tanta alegría, emoción, y luego, nos besamos largamente y nos abrazamos fuerte.
Al cabo de besarnos, nos miramos fijamente y él me cautivó con su intensa mirada y hablamos en susurros...
_ No te vayas aún y deja, déjame amarte una vez más, que te necesito.
_ Si, también te necesito Joey...
Me miró aún más intenso y volvió a besarme. Me cargó en sus brazos y me llevó a su habitación...
Besándonos sin cansarnos, nos desnudamos rápidamente y él comenzó a llenarme de caricias por todo mi cuerpo. Yo me sentí maravillosa, deseada y amada por él.
Solté sin evitarlo un gemido y Joey me miró fijamente, sus ojos brincaron de amor, y de deseos. Yo le sonreí, le acaricié su mejilla y él me sonrió sexy.
_ Te amo.
_ Y yo a ti.
Volvió a sonreírme y me besó todo apasionado y yo lo abracé con todo mi amor...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro