En los corredores de la academia, pasaban aquellos hermanos pelinegros, fuertes, problemáticos, ambos altos y simpáticos --que se podría decir que las chicas se derretían de lo guapos que eran, mientras los chicos los miraban con envidia -- ambos eran reconocidos por causar problemas de convivencia, un reconocimiento total entre las chicas por lo coquetos y caprichosos que podían ser. Sebastian Michael era un año mayor que su hermano, William Spears, ambos hermanos de diferente padre.

A mí no me pregunten por eso, yo apenas los conozco. Soy Grell Sutcliff, soy nueva aquí, estoy en tercero de secundaria y mis compañeros tan populares (si lo digo rodando los ojos) son ambos chicos molestos, llevo una semana en esta academia y me siento que llevo con ellos tres largos años. Es desesperante cuando ellos te buscan para molestarte o para seducirte.

"-Muñeca quieres ir con nosotros a comer, nosotros te invitamos" ese día me hablo por primera vez el chico Michael, sinceramente me pareció repulsivo como me observaba, parecía como si me desnudara con su mirada, ¡¡por Dios!!

Cuando me hablo el otro sujeto fue porque dejo caer su estúpido lápiz debajo de mi asiento "-Preciosa podrías pasármelo" me miro como si quisiera que fuera su esclava, pero yo lo que hice fue patear su lapicito, que rodo momentos después hasta la chica más rara que nunca había visto.

"-Kayla- grito el niñato- podrías pasármelo nena"- ella lo miro y levanto las cejas por su comentario, el cual no le dio mucha importancia y sin más se agacho para coger el lápiz y lanzárselo después "– Gracias-" le guiño el ojo y ella con una sonrisa tan falsa se giró y volvió a su dibujo. Kayla era una de las chicas que no daba interés a ese par de tontos, por lo menos la valoro por eso, (aunque tenga un estilo raro).

...........

Ya es la hora del recreo y lo primero que hago después de salir del salón es alejarme lo más posible de esos idiotas, ahora parecen acosadores detrás de mí. Suspiro con desesperación cuando escucho a Michael gritar por el corredor.

-Muñeca, ¿por qué no me traes el almuerzo?- comentó con burla

-A mí tráeme uno de esos helados grandes, para que nos lo comamos juntos- me desespera cuando Spears hace eso, me hace sacar de quicio.

-Porque no vas y te comes la basura de tu casa- mencioné con molestia volteándome para enfrentarlos cara a cara.

-Entonces acompáñame preciosa, podríamos pasarla bien rico los tres, que te parece.

-¿Por qué no me dejas en paz, Spears?

-No lo hare hasta que aceptes que te gusto.

-Jamás voy a enamorarme de un inútil como tú, e igual te lo digo Michael- Cuando me di la vuelta, lo único que oí de esos dos fue sus carcajadas, no entiendo como las chicas de la academia besan el suelo donde caminan.

..........

-No deberías amargarte tanto por esos comentarios Grell- Nicol, una de las pocas chicas que no les pone atención a esos niñatos engreídos y mi mejor amiga, ella me defendió cuando Michael estaba acosándome, ese día fue como una tortura.

.........

Flash Back

Mi primer día de clases. Pensé que podría llevarme bien con mis compañeros si daba una buena impresión, así que me vestí con mi mejor vestido de primavera, mi favorito, con bordados dorados y color negro, me coloque unas baletas del mismo color y me maquille un poco -- me veía estupenda, ante mis ojos--. Al llegar a la escuela sentía todas las miradas en mi, al pasar por el corredor los de adelante me dieron el paso como si fuera una princesa, mi cabello rojizo lo cogí de lado con un gancho en forma de moño de mariposa, mis lentes con un cráneo de cada lado de las esquinas y rojos como el rubí resaltaban mis hermosos ojos verdes, cuando en el mismo corredor me tope con unos ojos iguales a los míos

-Hola preciosa- me dijo aquel pelinegro que se veía buena persona a simple vista. Pero...

-Mira Michael tenemos una estudiante nueva- retiro lo dicho. Después de mirar a su amiguito—que después me enteré que era su hermano mayor--, quien estaba besando a otra chica de cabellos rizados y castaños contra los casilleros.

-- ¡Por Dios!—fue lo que pensé al ver lo desagradable de mi vista. El chico de cabellos un poco más largos que el otro solo al alejarse se le notó un hilillo de saliva que unía sus labios con las de la chica, que como una tarada, casi se desmaya ahí mismo por eso. Me volvió a ver con una mirada de perversidad que me causó escalofríos y un ceño fruncido. Aquel chico Michael se acerco a mí, sinceramente sentí algo de miedo, el era algo alto pero yo lo vi como si llegara al techo, mientras que él se acercaba a mí yo trataba de hacerme para atrás para que no me hiciera nada, pero mala suerte, note que estaba entre la esquina de los casilleros y el marco de lo que suponía era la puerta del baño, cerré los ojos con fuerza cuando escuche una voz femenina. Por la que agradecí a Dios por habérmela puesto en el camino.

-Michael, aléjate de ella ahora mismo o llamare a la directora- abrí los ojos, aquella chica de pelo liso corto y castaño, yacía detrás de Michael

-¿Por qué no nos dejas divertir un poco, mi excelencia?- mencionó burlesco ante la más baja

-Ya déjate de tonterías Michael, y ¡Spears!- dijo con dureza a este- deja a esa chica en paz, vas a depravar la-al oír su comentario observe aquel tal Spears. Se encontraba besando a la misma chica que Michael había besado anteriormente, después de eso medió un vacio, daba asco que juraría que me puse pálida en ese momento.

Desde entonces Nicol se hiso mi amiga protegiéndome y aconsejándome de alejarme de ellos y no prestarles atención. Mientras los hermanos acosadores (que al enterarme no lo podía creer por su gran diferencia) me dieron una vista de repulsión, que solo me daban ganas de nunca juntarme con ellos.

Fin Flash Back

-Es que tu por lo menos has lidiado con ellos varios años, en cambio yo......hasta ahora los conozco- nos sentamos en el patio de recreo para almorzar. Abrí mi paquete encontrando en ella una ensalada de frutas con queso y helado de fresa, (mi favorito), limpiando la cuchara con la servilleta para empezar a degustarlo.

-Pero si reaccionas a sus comentarios no te dejaran en paz- Nicol prosiguió mientras sacaba su almuerzo e igual que yo lo ingería.

Al comentario...tal vez le haré caso, después de haberlo pensado por unos minutos, le di una sonrisa de aprobación, que ella con gusto respondió feliz llevándose una cucharada de pasta con carne molida a su boca. Pronto cambiamos de tema, conociéndonos más y riendo de tonterías, por un momento estábamos bien, había mucha gente a la hora del recreo, mire hacía el frente desinteresada mientras oía a Nicol quejarse de algunos maestros por darnos evaluaciones sorpresa, en un momento los estudiantes se dispersaron ante mi vista cuando note algo tan desagradable que podría estar en el baño vomitando mi almuerzo al darme cuenta de lo sucedido frente a mis ojos, ¡como nadie lo nota!

-OH! POR DIOS- dije en voz alta llamando la atención de algunos pocos chicos-- con el ruido que se producía nadie llegó a oír mi impresión—los chicos que estaban en nuestra mesa almorzando y otros de alrededor.

-¿Grell, qué pasa?- no pude hablar, me senté dando la espalda aquella escena que acabo de presenciar, quisiera poder quedarme ciega para no volver haberlos, <o por lo menos presenciar otra cosa así >.

-¡¡GRELL!!- me grito Nicol, algo preocupada por lo que pude notar en su voz

-ACASO NO LO NOTAS- le grite y señale a la dirección de esa vergonzosa escena, Nicol también se sorprendió al verla y entreabrió los labios y se tapo el rostro sin comentar nada.

-No puedo creerlo, esto ya es pasarse...- comentó Nicol algo sorprendida -Grell acompáñame a la sala de maestros- guardó su cosas en la mochila y me sujeto de la mano, cuando terminé de guardar lo mío y nos fuimos corriendo por los pasillos de la zona D --donde se encontraban las salas de los maestros y la biblioteca-- llegamos aquellas puertas grandes y golpeamos decentemente, pero con prisas.

-¿Que necesitan niñas?- nos pregunto la profesoras de ciencias políticas, la profesora Maddie Lie, si mal no recordaba—había visto ya sus clases durante este corto tiempo-- piel blanca cabellos castaños casi llegando a rojizo y alta, (hay que admitir que la maestra era muy bonita, especialmente por su físico perfecto)

-Señorita Lie, tengo una situación que comentarle sobre Sebastian Michael- la profesora no mostró indicio de sorpresa, parece que ya era muy común que los hermanos "acosadores" estén causando problemas en esta academia. La maestra nos adentro en la sala, una habitación realmente inmensa con casi 30 pupitres donde estaban los maestros de cada área, -- era la primera vez que entraba--, así que me sorprendió lo grande que podía llegar a ser esta sala, haciendo alusión a la típica frase de "las cosas a veces no son lo que parecen".

-Entonces díganme el acontecimiento, Señorita Duquesa- la profesora Maddie se sentó en aquel que supuse era su pupitre y prendió su computadora donde busco el archivo de Michael, había un montón de notificaciones e información de él en aquel documento (para ser tan grandes se ven como un par de niños de jardín), pero ya que lo pienso no sería buena idea decirle esto a un maestro.

"Pero no había de otra, había que hacerlo..."

..........

Continuará

Hola de nuevo mis queridas almas lectoras, eh estado esperando para subir este capítulo, (aquí Grell es mujer, no lo olviden) y espero que les haya gustado

bay, bay mis amores

(Editada)