7
Hice una estupidez, hice una maldita estupidez al admitir que estaba enamorada.
Fred ha estado evitándome... Otra vez.
Por Merlín, he sido una completa idiota, debí haber dicho que no, que sólo estaba así porque me drogué o algo así, diablos, habría sido mejor eso.
Estoy en mi habitación, ya en mi casa, recostada boca abajo en la cama escuchando música a todo volumen (Y eso sólo es posible porque ni papá ni mamá están en la casa, tampoco Molly, la verdad estoy más sola que... Algo solitario, y eso debe de gustarle a los vampiros, fantasmas y demás cosas)
¡Maldición! Ahora también tengo un jodido miedo.
Lloriqueo mientras me tapo con mis sábanas y de alguna forma quedo debajo de las almohadas incluso, estoy que me meo del miedo. Maldita y putisima imaginaciónla mía.
¿Por qué me han bendecido y maldecido con ésta gran imagin...?
¡¿QUÉ DIABLOS FUE ESE RUIDO EN LA PLANTA BAJA?!
Mi corazón se aceleró y comencé a rogar en voz baja que ya lleguen mis padres.
Hablando de eso... Podrían ser ellos.
Aunque cada vez que llegan mamá siempre grita Estoy aquí, quien sabe porqué grita precisamente eso, pero bueno, al menos da señales de vida.
Sentí una mano en mi espalda y pegué el grito más desgarrador de toda mi vida.
— AHHHH NO ME MATES.
Comencé a lanzar patadas para evitar que me maten, o me violen, o me secuestren o me lleven a otra dimensión donde soy un hombre asiático que intenta dominar al mundo.
Pero esa persona se sube sobre mi, a horcajadas y yo quedo atrapada, mi pecho subía y bajaba muy rápido.
Ya, adiós mundo cruel, ha sido un maldito gusto vivir aquí.
Moriré virgen, pero ya no importa.
Me sacaron la sábana de la cara y yo cerré los ojos con fuerza.
—Lucy —jadeo una voz de chica.
Poco a poco volví a abrir los ojos, me topé con Meredith. Tenía el cabello desordenado y los labios apretados en una línea, pude ver sus mejillas rojas, sus ojos enfadados y que estaba respirando hondo por la nariz.
Era para quitarle una foto y mandársela a Albus con las palabras Tengo a tu sexy novia sobre mi... Oh, es verdad, Albus es gay, entonces se la mandaría a James. Aún no me acostumbro a su homosexualidad.
— ¿Qué diablos Lucy? ¿Desde cuando eres tan estúpida y mierdosa?
— ¿Mierdosa? —alce una ceja.
—Mi definición de miedosa, una gran mierda.
—Okay.
Ella se sentó en la cama y yo la imité.
— ¿Qué haces aquí?
—Quería visitarte —se encoge de hombros—. Estoy... Muy... Necesito a alguien normal.
—Y no podía esperar a que volvamos a Hogwarts mañana...
Me dirigió una mirada que me hizo callar.
— ¿Y tú? ¿Por qué desprendes tanta depresión?
Miré mis zapatos al otro lado de la habitación mientras me mordía el labio inferior, ¿Podría decírselo? Siquiera Molly lo sabe, no se... Confío en que Meredith puede guardar secretos.
—Mar, lo que voy a decirte podrá sonar raro, asqueroso e incluso traumante —advertí.
Ella asintió con los ojos muy abiertos, me estaba dando su total atención. Yo suspiro y mando la cabeza hacia atrás.
—No se lo debes decir a nadie, ni a Lily, ni a Rose o Molly.
— Lo juro.
Enredo mis dedos en mi cabello y reúno todo el valor que una torpe Hufflepuf como yo podría tener.
—Estoy enamorada...
—Eres lesbiana —soltó ella muy segura.
— ¿Qué? —digo con la voz chillona—. ¡No! ¿Qué diablos te sucede?
Se sonroja y suelta una risa nerviosa —. Estaba muy segura, lo siento, prosigue.
Agh Merlín, qué clase de amiga me has dado.
—Bueno, ¡Que estoy enamorada de Fred! ¡No soy lesbiana! Por Morgana, estás loca.
Lo dije muy rápido ya que estaba un poco ofendida con que haya pensado que yo era lesbiana.
Meredith tenía la boca abierta en una O, estaba muda, hasta que soltó una enorme carcajada.
—JAJAJAJAJA enamorada de Fred JAJAJAJAJA —se le salían lágrimas de risa—. Ay idiota, no jodas JAJA, ya enserio...
Me quedé mirándola hasta que su sonrisa se apagó.
—Oh diablos, ¡¿Es enserio?!
—Si.
—Pero... ¡Pero es tu primo! —se levantó y comenzó a caminar de aquí para allá.
— ¡No me digas! Y tampoco hables así, ¿No que Scorpius te besó? ¿Acaso tú y él no tienen la misma sangre?
— ¡Somos medio hermanos! —se defiende.
—Hermanos, porque tienen la misma madre, educate amiga.
— ¡Igual! Ninguno está enamorado... Además ¡Es Fred! ¡Es el chico más...!
—Idiota de éste mundo —termino su oración con tristeza y ella se vuelve a mirarme.
—Lucy Weasley, vas a decírmelo todo, todo.
Asentí.
Esa vez al fin pude hablar abiertamente de mis sentimientos, sobre todo. Se sintió mucho mejor hacerlo, y también habérselo dicho a Meredith, ella al final comprendió.
Pero no supo qué aconsejarme, es que, eso de enamorarse del primo es un tema delicado.
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