Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12

¡Antes que nada! Hola, soy Abby, la que se le ocurrió hacer todo esto...

Quiero dar alguna que otra explicación que, huh, siendo sincera ya he repetido múltiples veces desde que publiqué esto.

Bueno, esta es una historia corta que viene de Semidiosa y Bruja, es el punto de vista de Lucy Weasley, y esa es la razón por la que primero ven a Harry Potter y de repente se chocan con Percy Jackson, es que yo hice esta historia para mis lectoras de S&B, por ello sólo narro algunos momentos, de lo contrario, en verdad me metería en la historia y... eso.

Sólo quería decirlo, para quienes se sienten confundidas con todo este tema. En fin, he aquí el último capítulo, luego viene el epílogo.

Un hechizo silbó a un costado de mi cabeza, abrí los ojos como platos y me lancé a un costado.

Todo era un desastre, realmente va a darme algo en cualquier momento, claro, si alguien no me mata primero.

— ¡Oye! —chillé cuando un chico del otro bando casi me corta el cabello con su espada—. ¡Eso no es agradable!

Mientras él me miraba extrañado, subí mi puño y lo impacté contra su rostro, él cayó de espaldas mientras yo frotaba mis dedos adoloridos.

—Vaya, rojita, eres fuerte —Leo Valdez apareció montando a Festo junto a mi, ignoré su sonrisa coqueta con su rostro lleno de hollín y me incliné para tomar la espada del chico al que acabo de noquear—. ¿Quieres subir?

—Estamos en medio de una guerra, Merlín, déjate de babosadas.

Quise ser cortante pero terminé sonriéndole, él chasqueó la lengua cuando un objeto en llamas chocó contra su espalda, fruncio el ceño mientras su camiseta se quemaba.

Uh, eso no es... natural.

—Leo...

—Hablamos luego, rojita, debo hacer algo.

Luego de darme una pícara sonrisa, desapareció volando sobre Festo.

Su sonrisa me revolvió el estómago y me obligó a dejar de sonreír, me desconecté de todo, esa sonrisa me recordó a las que Fred me daba antes de besarme en la clandestinidad.

Apreté los ojos, podía sentirlo ante mí, eso era...

Lo más idiota que podía pasarme en momentos como estos.

Abrí nuevamente los ojos, con la rabia circulando por mis venas.

Odio a Fred Weasley.

Porque cuando tenía nueve años me enseñó que era una princesa.

Un chico se abalanzó hacia mí, levanté la espada y le di un corte en el abdomen.

Porque cuando tenía 11 años me demostró que ser Hufflepuf no era tan malo.

Le di una patada a una chica que estaba sobre Piper.

Porque me dio mi primer beso.

Robé el carcaj de un caído y tomé su arco, las flechas comenzaron a volar sin más.

Porque él es mi primer y único amor.

Tomé la última flecha que me quedaba y apunté hacia el ogro que amenazaba a una de las cazadoras de Artemisa, cerré un ojo mientras mi corazón se hinchaba y mi respiración se aceleraba.

Porque es mi primo, y está prohibido.

Le di al ogro en un ojo, y se distrajo lo suficiente para que la chica termine con él.

Me voltee al tiempo que todos dejaban de pelear para quedarse mirando la escena que Cronos, Zeus y Meredith estaban haciendo.

El plan ya había comenzado.

...

Sonreí a la chica de Apolo que vendaba mi brazo, intentaba no lloriquear aunque en realidad me dolía como mil demonios. Era una pena que no sea semidiosa, porque sería genial poder beber ese jugo mágico suyo y ayudar a mi curación.

—Estuviste de maravilla, Lu.

—Gracias.

—Estoy de acuerdo.

La chica de Apolo abrió los ojos como platos y dio una corta reverencia antes de retirarse. Con los hombros tensos, me voltee para ver a una niña de doce años observándome con una leve sonrisa.

—Ehhh... eres... ¿Artemisa?

Asintió lentamente y yo imité a la chica de Apolo, abrí mucho los ojos y lentamente hice una reverencia. Artemisa rio.

—Yo solo vine a agradecerte.

— ¿Agradecerme? ¿Por qué?

—Porque me ayudaste con el ogro.

Me quedé mirándola con cara de bobalicona mientras procesaba sus palabras. He ayudado a una diosa y ella está agradeciéndome y... eso suena extraño.

—Y también quiero darte una propuesta.

—Una propuesta —repetí idiotamente.

...

La flecha que lancé, dio directo a la cabeza de Ayelen Nott, y no pude evitar sentir cierto placer ante ello.

—Espero que eso no me haga parecer una sádica —dije mirando a Meredith, quien de pronto estaba algo verde—. Pero llevo tantos años deseando esto.

—Buen... tiro —logró decir ella y me sonrió un poco—. No soy de muerte pero... bien.

—Mar —le dije sonriendo y me acerqué a ella para luego tomar sus manos—. Tengo algo que decirte.

— ¿Como por qué Fred no está? —murmura sonriendo tristemente.

—Tiene que ver con Fred en cierto modo —la llevo lejos de los demás para poder tener una conversación un poco más íntima—. Voy... a intentar superarlo.

—Que... bueno —frunce el ceño—. ¿Cómo?

Miré hacia un costado, hacia donde estaban las cazadoras de Artemisa. Meredith abrió los ojos como platos y me mira estupefacta.

—No... ¿No te parece demasiado? —sus manos sacuden un poco las mías—. Lucía, es una eternidad, virgen siempre, renunciarías a todos los chicos sólo... ¿Sólo por uno?

Respiré hondo y asentí lentamente. Es que él, para mí, era todos los chicos. Lamentablemente.

— ¿Y si vuelves a enamorarte? Ya no podrías...

—Ese es el punto, Mar, no volveré a enamorarme y lo sé —se me escapó una lágrima—. Es más fácil olvidarlo ahora que prácticamente lo detesto por irse. Sé lo que implica ser cazadora, la diosa ha hablado conmigo —luego susurro—. Estoy dispuesta, oh maldición, me alegro de ser virgen en estos momentos.

Meredith soltó una risa y luego me abrazó con fuerza—. Vas a decirle a los demás, eso espero.

—Por supuesto... y tú, ¿No estás molesta?

—Mi abuela es la diosa del amor y una parte de mi detesta que hagas eso... pero es tu decisión y la respeto, si eso te hará feliz...

—Sí, seré más feliz sin mi corazón rompiéndose cada día.

Ese mismo día hice mi juramento, renuncié a todos los chicos... renuncie a Fred Weasley.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro