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Capítulo 20

El amanecer llegó, trayendo consigo un aire fresco que prometía cambios. Mónica se despertó con una energía renovada, lista para enfrentar el desafío que se avecinaba. Había pasado la noche pensando en el encuentro con Javier y en cómo podría usar la información que Luis y Sofía le habían proporcionado para ponerlo en evidencia. La traición no podía quedar impune, y estaba decidida a luchar por su futuro y el de su equipo.

Mientras se preparaba, su mente se centró en los detalles del plan. Mónica había decidido que la reunión con Javier se llevaría a cabo esa misma noche, en el mismo bar donde habían discutido sus planes. Era el lugar perfecto para crear un ambiente que pareciera normal, mientras que en el fondo, su intención era desenmascarar a Javier.

A medida que avanzaba el día, se comunicó con Luis y Sofía para asegurarse de que todo estuviera en su lugar. Ambos estaban listos y dispuestos a respaldar su plan, ansiosos por ayudar a Mónica a enfrentar a Javier.

Cuando llegó la tarde, Mónica se vistió con cuidado, eligiendo un conjunto que reflejara su confianza y poder. Sabía que la apariencia era importante, especialmente en un mundo donde la lealtad se compraba y se vendía al mejor postor. Se miró en el espejo, asegurándose de que su expresión mostrara determinación.

"Hoy es el día," murmuró para sí misma, antes de salir.

Al llegar al bar, la música resonaba en el aire, creando un ambiente vibrante que contrastaba con la tensión que sentía en su interior. Mónica se dirigió a la mesa que había reservado y se sentó, esperando a que Javier llegara. La espera parecía interminable, pero sabía que debía mantener la calma y la concentración.

Finalmente, vio a Javier acercarse. Su rostro mostraba una sonrisa confiada, como si no tuviera idea de lo que se avecinaba. "¡Mónica! ¡Qué bueno verte!" exclamó, tomando asiento y pidiendo su bebida.

"Hola, Javier. Me alegra que hayas venido," respondió Mónica, manteniendo una expresión neutral mientras analizaba cada gesto y palabra de él.

"Estaba pensando en lo que hablamos la última vez. Creo que hay grandes oportunidades esperándonos. Si logramos hacer algunas conexiones, podríamos expandirnos en grande," dijo Javier, como si todo estuviera bajo control.

"Sí, eso espero. Pero, Javier, hay algo que quiero discutir antes de avanzar," dijo Mónica, sintiendo que había llegado el momento de confrontarlo.

"Claro, dime. Estoy abierto a cualquier idea," contestó, sin saber lo que le esperaba.

Mónica tomó una respiración profunda. "He estado revisando nuestras cuentas y nuestras conexiones. Me preocupa que algunas de nuestras transacciones recientes no sean lo que parecen," dijo, observando la reacción de Javier.

Él la miró con sorpresa. "¿A qué te refieres? Las cuentas están en orden," respondió, intentando mantener la compostura.

"No son solo las cuentas, Javier. He estado recibiendo información sobre tus contactos con Ricardo. La frecuencia de tus reuniones y las transferencias de dinero son preocupantes," Mónica lo acusó, su mirada fija y desafiante.

Javier palideció un poco. "¿Qué estás diciendo, Mónica? ¿Acaso me estás acusando de algo?" preguntó, su tono comenzando a volverse defensivo.

"No estoy acusándote de nada, solo estoy tratando de entender por qué has estado en contacto con él," Mónica insistió, dejando claro que su intención era hacer que se abriera.

"Ricardo es un viejo amigo. A veces, las personas se comunican por razones que no necesariamente tienen que ver con negocios," Javier intentó justificar, pero Mónica notó que su voz temblaba.

"¿Amigos? ¿O aliados? ¿Qué planeas realmente, Javier?" preguntó, sintiendo que estaba entrando en terreno peligroso.

"Eso no es de tu incumbencia. Lo que hago en mi tiempo libre no debería preocuparte," dijo él, intentando desviar la atención.

"Es mi incumbencia porque esto es un trabajo en equipo, y si alguien está traicionando nuestra confianza, todos estamos en peligro," Mónica lo desafió, su voz firme.

Javier comenzó a sudar ligeramente. "No sé de qué estás hablando. Lo que estoy haciendo es por el bien del equipo. Siempre he tenido las mejores intenciones," dijo, pero su actitud se volvía cada vez más tensa.

"¿Mejoras intenciones? ¿Por eso has estado hablando con Ricardo? Todos sabemos quién es. Sus lealtades son cuestionables. No puedes confiar en él," Mónica dijo, sintiendo que el control de la conversación era suyo.

"¿Y qué? ¿Crees que eres la única que sabe cómo manejar esto? He estado en este juego mucho más tiempo que tú, Mónica," retó Javier, con la frustración brotando en su voz.

"Quizás, pero yo también sé cómo cuidar mi espalda. No puedo permitirme confiar en alguien que juega con fuego. Tu juego está poniendo a todos en riesgo," Mónica respondió, sintiendo que cada palabra era un golpe directo.

La tensión en el aire era palpable, y Mónica podía sentir cómo la conversación se tornaba más intensa. "Mira, no quiero pelear. Solo necesito que me digas la verdad. ¿Estás trabajando con Ricardo en algo más grande? ¿O solo son encuentros casuales?" preguntó, su voz baja y amenazante.

"¡Basta! ¡No tengo que explicarte nada!" exclamó Javier, levantándose de la mesa, visiblemente agitado. "Eres demasiado desconfiada. Quizás deberías mirar a tu alrededor y ver quién realmente es el problema aquí," dijo, comenzando a alejarse.

Mónica se levantó rápidamente, bloqueando su camino. "No te vayas así, Javier. Necesito respuestas y las necesitas tú también. No puedes actuar como si todo estuviera bien cuando la realidad es completamente diferente," insistió, sintiendo que no podía dejarlo escapar.

Él se detuvo, mirándola con desafío. "¿Y qué harás si descubres que estoy involucrado con Ricardo? ¿Vas a acabar con mí? ¿O solo vas a seguir fingiendo que eres la única que puede jugar este juego?" preguntó, su voz cargada de sarcasmo.

"Este no es un juego, Javier. Esta es nuestra vida. Si estás en problemas, necesito saberlo para proteger a todos. No puedo permitir que tu falta de juicio nos lleve a todos a la ruina," Mónica le advirtió, tratando de hacerle ver la gravedad de la situación.

Javier soltó una risa amarga. "¿Protegernos? ¿O protegerte a ti misma? Porque no tengo claro cuál es tu verdadera intención. Siempre has sido así, Mónica. Creyendo que eres la única que tiene la verdad," dijo, su tono mordaz.

"Quizás he tenido que ser así por personas como tú, que no saben cuándo parar. La lealtad no se trata solo de palabras, Javier. Se trata de acciones. Y tus acciones están hablando mucho más fuerte que tus palabras," respondió Mónica, sintiendo que la confrontación estaba llegando a un punto crítico.

La mirada de Javier cambió. Por un momento, parecía dudar. "No me forces a hacer algo de lo que pueda arrepentirme," dijo, su voz casi un susurro.

"¿Qué más puedes hacer? ¿Escapar? ¿Traicionarnos aún más? No estoy aquí para amenazarte, pero tampoco voy a quedarme de brazos cruzados mientras pones a todos en riesgo," Mónica le dijo, sintiendo que el desenlace estaba a punto de revelarse.

"Lo que haces es arriesgado, Mónica. No sabes con quién te estás metiendo. Ricardo no es alguien a quien debas subestimar," respondió Javier, su tono ahora más serio.

"Lo sé. Y es precisamente por eso que no voy a permitir que me engañen. Necesito que me digas la verdad, y la necesito ahora," insistió Mónica, sintiendo que estaba al borde de descubrir la verdad.

Javier pareció dudar por un momento. "Está bien. Pero si te lo digo, debes prometer que no involucrarás a nadie más. Esto es entre tú y yo," dijo, su voz bajando.

"Te lo prometo. Solo quiero la verdad," Mónica aseguró, sintiendo que por fin podría obtener lo que necesitaba.

"Ricardo me ha estado presionando para que colabore en un gran negocio. Algo que podría cambiar el rumbo de todo. No sé si puedo confiar en él, pero la tentación es fuerte. Él tiene conexiones que podrían beneficiarnos, pero a costa de perder nuestra autonomía," confesó Javier, su mirada evasiva.

Mónica sintió una mezcla de alivio y desesperación. "Eso es justo lo que temía. No puedes caer en esa trampa, Javier. Si lo haces, perderemos todo lo que hemos construido," dijo, sintiendo que cada palabra era crucial.

"Lo sé. Estoy tratando de manejarlo, pero hay presión. Y no solo de Ricardo. Hay otros involucrados que no puedo ignorar," dijo Javier, su voz temblando un poco.

"¿Qué otros? Necesito saberlo todo," le pidió Mónica, ahora consciente de que la situación era más complicada de lo que había imaginado.

"Hay personas en el negocio que están interesados en deshacerse de nosotros. Si no hago lo que me piden, podríamos ser el siguiente objetivo," reveló Javier, y Mónica sintió que el mundo a su alrededor se desmoronaba.

"Esto es grave. Necesitamos unir fuerzas, pero primero debes dejar de lado tus reuniones con Ricardo. No puedes jugar en ambos lados. Es demasiado arriesgado," dijo Mónica, sintiendo que debía presionarlo aún más.

"Lo sé. Pero estoy atrapado. No sé si puedo hacer esto sin tu ayuda," Javier admitió, su mirada desolada.

"Entonces necesitamos reunir a todos. Organizar un plan. Pero esta vez, no podemos dejar que nadie se interponga," Mónica dijo, su mente trabajando rápidamente en las estrategias que necesitarían.

Javier asintió, su mirada ahora llena de determinación. "Tienes razón. Ya es hora de que dejemos claro quiénes somos y que no permitiremos que nadie nos derribe."

Ambos se miraron, sintiendo que había un nuevo entendimiento entre ellos. Sabían que el camino hacia adelante no sería fácil, pero al menos estaban en el mismo bando, dispuestos a luchar contra cualquier amenaza que se interpusiera en su camino.

La noche había caído por completo cuando abandonaron el bar, pero la tensión seguía en el aire. Mónica sabía que el verdadero desafío apenas comenzaba. Ahora que la verdad había salido a la luz, debían actuar con rapidez y precisión.

Mientras se dirigían hacia el lugar de reunión con Luis y Sofía, Mónica sintió una chispa de esperanza. Si podían unirse y enfrentar la situación juntos, quizás pudieran superar la traición y proteger su futuro. El camino hacia la redención se extendía ante ella, y estaba lista para tomar cada paso, sin importar los obstáculos que se presentaran. La batalla por su libertad y su vida apenas había comenzado.

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