Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10

La mañana del día siguiente llegó con un aire tenso. Mónica se despertó con la sensación de que algo importante estaba a punto de suceder. Después de su primera reunión con Javier y el equipo, había estado reflexionando sobre su papel en el mundo del crimen, consciente de que la emoción que había sentido era solo una fachada que ocultaba la seriedad de la situación.

Mientras se preparaba para el día, sus pensamientos giraban en torno a Enrique. Había sentido la preocupación en su voz, y no quería que su decisión de unirse a Javier lo afectara. Pero también sabía que tenía que tomar este camino por su cuenta. El deseo de ser más, de tener control sobre su vida, era más fuerte que el miedo a perderlo.

Esa tarde, Mónica recibió un mensaje de Javier. "Necesito que vengas a la casa de seguridad. Hay una situación que debemos manejar. Es importante." Las palabras en la pantalla eran simples, pero la gravedad del mensaje la hizo sentir un escalofrío recorrer su espalda. Era el momento de demostrar lo que había aprendido.

Al llegar a la casa de seguridad, Mónica notó que la atmósfera era diferente. Los miembros del equipo estaban reunidos en un círculo, hablando en voz baja. Javier la saludó y la llevó a un rincón más apartado. "Necesitamos tu ayuda. Hay un problema con un envío que debe llegar a tiempo, y la persona responsable ha fallado. Necesitamos que vayas a hablar con él," explicó, su expresión seria.

"¿Hablar con él? ¿Qué quieres decir?" preguntó Mónica, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

"El tipo es un distribuidor, y no podemos permitir que se retrase. Necesitamos que le hagas entender que no hay lugar para fallos en este negocio. Quiero que te encargues de esto," dijo Javier, mirándola a los ojos.

Mónica sintió un nudo en el estómago. "¿Qué tengo que hacer exactamente?" preguntó, su voz temblando un poco.

"Vas a confrontarlo. Tienes que ser firme y mostrarle que no puede jugar con nosotros. Esto no es solo una charla, necesitas que entienda que no se le permite fallar," dijo Javier, la intensidad en su mirada haciéndola sentir la gravedad de la situación.

"¿Y si se niega a colaborar?" preguntó Mónica, sintiendo que la presión aumentaba.

"Entonces tendrás que hacer que cambie de opinión. Aquí no hay lugar para la debilidad," respondió Javier, su voz firme.

Mónica respiró hondo, sintiendo que la adrenalina comenzaba a fluir. Era el momento de probarse a sí misma. "Está bien. Haré lo que sea necesario," dijo, sintiendo que su determinación crecía.

Javier le dio la dirección del distribuidor y le advirtió que se mantuviera alerta. "Recuerda, Mónica. No muestres miedo. Eres más fuerte de lo que crees," le dijo antes de que se marchara.

Al llegar a la dirección proporcionada, Mónica se dio cuenta de que era un lugar abandonado en las afueras de la ciudad. La tensión la invadió mientras se acercaba. Sabía que estaba a punto de entrar en un territorio desconocido, y cada paso que daba parecía resonar en su pecho.

Cuando entró al edificio, la oscuridad la envolvió. Era un espacio amplio y desolado, con cajas apiladas en un rincón y un ambiente cargado de incertidumbre. Mónica avanzó, sintiendo la adrenalina dispararse. Tenía que ser fuerte. Era el momento de demostrar su valor.

De repente, un hombre apareció, un tipo robusto con una mirada despectiva. "¿Qué haces aquí?" preguntó, cruzando los brazos sobre su pecho.

"Mónica Rivera. He venido a hablar sobre el envío que se supone debía llegar hoy," dijo, tratando de sonar segura.

El hombre soltó una risa burlona. "¿Y quién te crees para venir aquí y dar órdenes? No estoy obligado a escuchar a nadie, mucho menos a una niña," respondió, su voz llena de desdén.

Mónica sintió que la rabia comenzaba a burbujear en su interior. "No estoy aquí para pedirte nada. Estoy aquí para advertirte. No puedes permitirte fallar en esto. Las consecuencias serán graves," dijo, su voz más firme de lo que se sentía.

El hombre la miró de arriba abajo, su expresión escéptica. "¿Qué me harás? ¿Vas a asustarme con tu palabrería?" preguntó, dando un paso hacia ella.

Sin pensarlo dos veces, Mónica recordó las palabras de Javier: "No muestres miedo." "No te haré nada, pero si no cumples con tu parte, no dudaré en avisar a las personas que te están buscando. Ellos no son tan amables como yo," respondió, sintiendo que su voz se fortalecía con cada palabra.

La mirada del hombre cambió, y por un momento, Mónica vio un destello de duda en sus ojos. "Escucha, no quiero problemas. Solo tengo algunas complicaciones. Dímelo de otra manera y veré lo que puedo hacer," dijo, su tono ahora más conciliador.

"Necesito que lo hagas. Este es tu último aviso. No habrá más oportunidades," le dijo Mónica, sintiendo que su confianza crecía.

Finalmente, el hombre asintió lentamente. "Está bien. Hablaré con mis hombres y aseguraremos que el envío esté listo para mañana. Pero si hay algún problema, no será mi culpa," dijo, su tono más amable.

Mónica sintió un alivio momentáneo, pero sabía que aún había mucho en juego. "Asegúrate de que no lo haya. Hasta entonces," dijo, dándole la espalda mientras se marchaba, sintiendo una mezcla de emoción y adrenalina.

Al regresar a la casa de seguridad, Javier la estaba esperando. "¿Cómo te fue?" preguntó, su mirada curiosa.

"Lo manejé. El distribuidor aceptó hacerlo," respondió Mónica, sintiendo un aire de satisfacción en su voz.

Javier sonrió, su expresión llena de orgullo. "Lo hiciste bien. Has demostrado que tienes lo que se necesita. Ahora, la próxima vez, será más difícil, pero te sentirás más cómoda. La práctica hace al maestro," dijo, chocando los puños con ella.

Mónica sintió que la presión que había sentido se desvanecía. Había logrado enfrentar su primer desafío y se dio cuenta de que tenía más fuerza de la que pensaba. Era un paso adelante, un paso hacia un nuevo mundo que parecía estar abriéndose ante ella.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro