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Narrado en primera persona: por ti.

Máxima de palabras: 1571

[c/o]: color de tus ojos.

[t/n]: tu nombre. <3

~Os dejo leer~

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Todo estaba oscuro a mi alrededor, no podía ver nada, absolutamente nada. Mi cuerpo no respondía a mis llamados, mi garganta estaba seca a cambio de mis ojos, acuosos, y todo eso por miedo a morir, temor en no poder pedir ayuda, escalofríos de pensar en lo poco que hice en mi tan corta vida. Pero siendo justos, yo misma me lo busque, yo misma me lo gane, yo misma busque mi propia muerte, ahora, tan cercana como lo es la piel de mi cuerpo a mi podrida alma.

—¿SaBeS aLgO, nIñA?—su ronca y entrecorta voz se oyó en todo el lugar, haciéndome asustar mas de lo que ya estaba—. Quizás, solo quizás, te deje con vida pero no te hagas esperanzas aun pequeña, porque el porcentaje que posees está debajo del 5%.

—¿En-Entonces por que no me ma-matas de una vez?, seria menos molestia si lo hicieras.

No sabia claramente la razón de aquellas no muy bien pensadas palabras echas por mi, pero lo que si sabia, era que, aunque el monstruo que estaba en frente mis ojos acuosos era el que causaba tanto temor en todo mi ser, no le iba a dejar tan fácil su cometido de hacerme sufrir como la peor basura existente.

Abriendo mis labios con lentitud, le miré directamente, dedicándole con mi mirada toda la resistencia que pondría para no dejarme pisotear. Vi como en un movimiento rápido hizo que los hilos liados y aferrados a mi cuello se contrageran en un estado que me era muy difícil respirar y mantener la aun poca esperanza reservada. Pero siendo realistas, ¿para que luchar contra un ser mucho mas poderoso que tu?, era ridículo, casi imposible.

Como hubiese estado preparada para mi partida hacia el "otro mundo", me quede quieta, tanto que mis articulaciones parecían estar ya muertas, sin vida alguna. Mis pulmones, apunto de explotar por falta de oxigeno, los sentía cada vez mmenos, avisándome de lo poco que me quedaba para morir.

—OyE mIrA eL lAdO bUeNo, quIzas Y En la OtrA vIdA SeaS uNa chICa Mas hErmosA, O aL MenoS, sEaS meNoS eStuPIda a La HoRa de ¡¡RETARME!!—lo ultimo lo había escupido con puro odio, y ante ese odio que me hacia experimentar, podía notar también con debilidad su diversion. Parecía que le gustaba torturarme, estaba claro.

Sin saber como y cuando, mis manos acabaron agarrando los hilos azules enredados en mi cuello, empezando a estirar de ellos desesperadamente, abriendo a cada tirón la boca para dar gritos sordos. La saliva recorría toda parte de mi barbilla y cuello, de este mismo bajaba hasta el suelo, pronunciando un ruido nulo pero notable, viéndose gota tras gota el pequeño charco que se iba formando. Me daba asco, ¿como podía ser tan patética?¿acaso no me había rendido?

—JoDer NiÑa, ParEcEs unA pERra en cElo—bromeó sin gracia el oscuro esqueleto, soltando una risa amarga—. ¿No qUe tE reNdIas?

Negué una o dos veces ante la pregunta, sin parar de forcejear en contra las cuerdas. Mis pestañas ya se estaban cerrando, y con ellas, mi vista se iba haciendo menos nítida. Estaba muriendo y nadie venia a salvarme, al menos tenia la vaga esperanza de creer que alguien apareciese por algún lugar y me salvase para después decirme «he llegado, ya nada mas te pasara».

Que pena de que eso no sucediese.

—P-Por fa-favor...—logré articular con esfuerzo esas palabras, mi garganta ya debería de estar rota de tanta presión ejercida y mis manos ya no daban mas de si, mis energías me estaban dejando a cada micro-segundo.

Parpadee una o dos veces, temerosa de no poder abrir mas los ojos, asustada a no volver hablar, sentir o escuchar. Tenia pavor de solo pensarlo.

Noté en como las cuerdas se hacían menos molestas y en como ellas perdía cierta presión que dejaba a mis pulmones sin oxigeno, estos ya menos dolorosos al tener el aire circulando por mi boca, desesperada de agarrar todo lo que podía y me dejaba coger.

—¿QUe?¿UlTimAs PAlabrAs anTeS de MoRRir?—siguió con su actitud burlona, mostrando aquella asquerosa sonrisa amarilla enfrente de mis acuosos ojos.

—Ha-Haré tod-do lo qu-que quieras pe-pero por fa-favor n-no me mate—exacto, estaba humillándole, estaba pisoteando mi orgullo herido mil veces, y ante todo, estaba tirando mi valentía por la borda.

—Wow, ¿AcAso EsToy SoÑAndo?—acerca sin cuidado mi rostro al suyo, estirando de los hilos azules mientras yo daba un pequeño grito—. RePitelo De NuEVo, PeRo aÑadE EsTa vEz Un aMo aL fiNAl.

Mi rostro mostró sorpresa por su orden, ¿acaso estaba mal?, claro, ¿porque me lo preguntaba?¡soy tan tonta!!por supuesto que esta mal!¡se nota a simple vista!
Iba a negarme pero mi conciencia me abofeteó con la realidad, si me negaba seguro que me mataba, no había duda de ello. Tragando saliva, cerré los ojos fuertemente, abriéndolos para mirar hacia otro lado que no fuese las pupilas brillantes del esqueleto sicópata.

—Por fa-favor no me ma-

Callé al presenciar en como alguien cortaba los hilos velozmente frente mis ojos, alguien el cual había dejado sorprendido al oscuro esqueleto, incluso podía jurar que le habia dejado en shock.

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- 9 meses después -

En silencio y con la manta azul colocada sobre mis hombros—una que me había prestado mi "salvador"—pasé por la sala de estar, decidida en ir al frigorífico y coger algo para comer. Mi estomago rugía, o mas bien gritaba por algo de comida, incluso se podía conformar con algo sencillo, pero eso no era suficiente para mi codiciosa vista, por supuesto que no lo era.

Abriendo la puerta del objeto eléctrico en silencio, metí media cabeza dentro, entrecerrando los ojos al ver siempre la misma comida por todos los lados, ¿acaso no había otra cosa aparte de tacos y espaguetis?¡llevaba mas de 9 meses comiendo y cenando aquello!¡ya se me hacia molesto!

«Pero no puedo negar que están buenos» pensé mordiendo mi labio inferior «¿Como sabrían las dos cosas juntas?» sin contener mi curiosidad, cogí los tapers con mis dos manos, cerrando el frigorífico de un caredazo «Bueno, por probar..»

Fueron varios minutos los que me tomaron para hacer mi creación, mirándola con una sonrisa orgullosa mientras mis manos se mantenian en mis caderas. Podía jurar que estaba llena de salsa, pues la sentía caer por la barbilla hasta el cuello.

—¿[t/n]?—la voz confusa de mi esqueleto salvador se hoyó cerca de mi persona, provocándome un infarto leve pero invisible. ¡Casi y me mata!—. ¿Que haces?..

Yo no le respondí. Claro, ¿que le diría?¿que me salio mis genes artísticos y gastronómicos? No tenia nada de sentido, encima, sonaba raro viniendo de mi.

—¿Por que tienes salsa en las mejillas?—su risa no fue lo que causó el leve sonrojo de mis mejillas, si no, fueron sus frios dedos colocados en mi barbilla—. Si tenias hambre deberías de habérmelo dicho, yo podría hacerte de comer.

«Puedes hacerme todo lo que quieras, bebé » pensé inconscientemente, mirándole como toda embobada.

—N-No quería molestarte, e-eso es todo...—di una excusa, apartando mi vista, sus pupilas perfectas me ponían mas nerviosa, y mas su sonrisa dulce. ¡ES QUE ME LO COMIA A BESOS!¡JODER!

—No me molesta, ya te lo dije 8 meses atrás..

—P-Pero..

—Nada de peros, cuando quieras algo me lo dices, ¿estamos?

«Quiero que me beses. No espera, eso suena muy lanzado de mi parte...»

Asentí resignada, frunciendo mis labios secos en una faceta avergonzada e/y incomoda, separando de paso mi barbilla de sus dedos, ya no podía aguantar tanta cercanía de su parte.

—Bien, ¿y me presentaras tu creación?—cambió rápidamente de tema, mirando el plato blanco encima de la encimera. Yo se lo agradecí con la mirada, parecía que me leía todos mis pensamientos.

Aclarando mi garganta, agarré con fuerza mi valentía para hablar sin tartamudear ninguna vez, dejando desaparecer el sonrojo leve de mis pómulos. Tenia muchos nervios, y solo él provocaba eso en mi organismo.

—Hice una mezcla de taco y espaguetis, y bueno, esta cosa salseante salió. Por favor no me juzgues, soy malicima para cocina creativa, o para otra cocina...

Antes de darme cuenta, observé en como el esqueleto agarraba mi creación para darle un mordisco—en mi opción—demasiado grande. Yo, mientras, temía que le diese algo, ¿acaso no se enteró de lo que dije?..

«Le dará algo, estoy segura» pensé mordiendo la uña de mi dedo pulgar, observadora «¿Y si se pone rojo? o peor, morado»

—Oy-Oye, escupelo ra-

—Esta bueno—me cortó, dando otra mordida—. Me gusta el sabor que tiene, te felicito [t/n], creaste una nueva receta—sonrió con la boca llena, teniendo gotas de salsa por sus solidas mejillas.

«Hazme tuya» pensé directa, sin pasar esa palabra por mi consciencia antes.

—Eres un caso raro, ink...—susurré para mi misma, suspirando.

Acercándome, dejé un casto beso sobre la manchada mejilla, siendo uno casto pero notablemente tímido. ¡Madre!¡¿de donde saqué tanta fuerza de voluntad?!

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¡Al fin!¡acabado que está!

¿Algún comentario? Pues si, lo agradecería desde el fondo de mi corazón, por favor.

Bueno, espero que haya sido de vuestro agrado el One Shot~

♥¡Gracias por tu paciencia!♥

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natali-sama.