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ART
Cuando llegué la puerta del consultorio estaba semiabierta, pude ver a Sunan sentado en su escritorio revisando arduamente algunos documentos. Estaba solo, era el momento indicado para tener aquella charla que había evitado todo este tiempo.
En cuanto puse un pie en el consultorio, sus ojos se posaron sobre mí. Si una mirada matase, yo habría muerto hace mucho. No parecía tan sorprendido de verme, en lugar de ello parecía como si hubiera estado esperándome. Lo sabía.
"Así que fuiste tú quien estuvo bloqueándome todo este tiempo".
"Por favor Sunan, no me veas así, sabías que esto pasaría en algún momento. Después de todo corriste desde el extranjero cuando supiste que vendría". Me observo fijamente. — "Lo que me causa curiosidad es porque le mentiste". Se exaltó y sus ojos ahora mostraban un pequeño asombro. ¡Bingo! Había tocado un punto delicado.
"¿Qué es lo que quieres?". Bufaba al otro lado del escritorio.
"Quiero saber qué es lo que ocultas, aquello que el mismo Khunpol no puede saber". Sus ojos se abrieron de par en par, pero intentó disimularlo para que yo no notara que había descubierto la mentira, pero ya era tarde.
"No existe tal cosa". Postuló en su defensa, intentando mantener la calma, pero la ligera mueca casi imperceptible que se dibujaba en la curva de sus labios mostraba que estaba al límite. Perdería esa tranquilidad cuando menos lo esperaba. Solo necesitaba un empujón.
"Mi padre y el tuyo trabajaron en el caso del padre de Mew, cuando supe que había muerto. Quería conocer los detalles de su deceso, entonces intente hablar con mi padre creyendo que me diría, pero él no lo hizo. Decidí investigar por mi cuenta, fue entonces que supiste que había entrado en los archivos médicos y bloqueaste todos mis contactos, clasificaste el historial médico de Mew para que no pudiera tener acceso. ¿Verdad? Regrésate antes de lo previsto, pero sé que no es lo único que te trajo".
"¡¿Qué es lo que quieres?!". Regaño cortándome el paso.
"Quiero saber la verdad". Extendí un sobre la mesa, Sunan lo tomó con cautela. En cuanto vio los documentos, sus ojos se regresaron a verme llenos de furia. Era todo, tenía lo que quería.
"¡Maldito loco! ¿Por qué solo no lo dejas en paz? ¿tienes idea de lo que fue para él todos estos años viviendo a tu sombra? ¿tienes la menor idea de lo que pasó él, cuándo su padre murió y no pudo asistir al funeral, porque gracias a tu espectáculo, la prensa no dejaba de asecharlo y culparlo de todo? Ni siquiera pudo estar con su madre y hermana, tuvo que huir como si el fuera culpable gracias a tus mentiras, fue el villano en esa historia; sin embargo, tú y yo sabemos que eso no fue así". Estaba descargando aquella ira reprimida que tenía oculta todo este tiempo. Termino arrojando los documentos como si no fueran nada.
"Entonces dime... ¿Qué demonios quieres aquí?".
"Quiero recuperar a quien amo". Fue cuando todo se descontroló, en cuanto las palabras salieron de mi boca, caminó hacia mí en una actitud frenética.
"¡No vuelvas a decir algo como eso en mi presencia!". Bufo con fuerza sujetándome del cuello de la camisa. — "¡jamás lo verás, no lo permitiré!". Resoplaba con fuerza.
"Es curioso que lo menciones, cuando él y yo tuvimos un muy añorado reencuentro no hace mucho". Los ojos de Sunan, estallaron en rabia y sus puños impactaron contra mi rostro. En cuento caí el suelo, él asestó dos golpes más antes de detenerse.
"¡¿Qué fue lo que hiciste?! ¡DIME!". Grito con fuerza. Cuando las puertas del consultorio se abrieron de par en par, Khunpol hacía su ingreso al mismo tiempo que intentaba quitarlo sobre mí.
"¿Qué está pasando?". Preguntó mientras retenía a un muy enojado Sunan para que no volviera a saltar sobre mí. En cuanto noto mi presencia, sus ojos se abrieron también de par en par. – "¿Por qué estás aquí?". Pregunto sin rodeos.
"Bueno, podríamos dejar que Sunan explique por qué estoy aquí". De inmediato regreso la vista hacia el mencionado con una mirada inquisitiva.
"No digas estupideces". Volvió a por mí en un intento de asestarme otro golpe, pero lo detuvo.
"Sé que estuviste aquí el día que Mew tuvo el pequeño colapso en la puerta de mi consultorio, pero ¿te has preguntado qué es lo que él quiere realmente?, solo hablas de lo que quieres tú. Sin embargo, nunca te preguntaste que es lo que realmente quiere, con certeza puedo decirte que verte no es lo que precisamente lo que desea en este momento".
Lo sé mejor que nadie, aquel día al ver sus ojos comprendí que ya no había rastro de amor por mí, las lágrimas que se agolpaban en sus ojos no eran para mí. Solo eran lágrimas de dolor que yo provoqué. Creí que al decir lo siento y rogar su perdón sería capaz de recuperarlo, que el amor que alguna vez profesó por mí, regresaría. Estaba equivocado. Dicen que del amor al odio hay solo un paso, el caso que apreciaba delante de mis ojos era una fiel muestra de que aquello era realidad. Había rabia y dolor en aquellos ojos negros que alguna vez me amaron solo a mí. Comprendí, entonces, que ya no podría caminar más a su lado. Sin embargo, quería hacer algo más por él, lo que fuera. Solo quería ganar su perdón.
Casualmente, un día a media tarde, en un café cerca del trabajo, presencié algo hermoso, uno de esos leves y fugaces momentos que hacía mucho tiempo no había visto.
Su sonrisa...
Comprendí que yo ya no formaba parte de su vida, ni siquiera de su pasado. El viento fuerte del verano estaba barriendo con todo.
'Oh, así que es él'. La figura delgada, casi de la misma estatura que caminaba junto a él. Desbordaba gentileza. Su sonrisa era como el sol. Tan genuina y brillante con el poder de eclipsarlo todo. Una cualidad que compartía con Mew. El menor tenía los ojos sobre el mayor, lo seguía sin perderlo de vista. El más minúsculo gesto era captado por él.
Conocía esa mirada. Esa facilidad de perderse en la profundidad de los ojos de Mew, era algo que yo conocía perfectamente. Esa sensación hipnotizante que tenía cuando hablaba y te quedabas perplejo observando como delicadamente movía sus labios que hasta llegaban a ser sexy en algún punto. La conocía mejor que nadie, hablar de cosas sin sentido, pero no importaba, solo estar a su lado. Mis mejillas se vieron inundadas por el cálido líquido que se desbordaba de ellas.
No quería rendirme aún, no podía entregarme a la sola idea de vivir en un mundo sin aquel sol radiante. Quiero redimirme, no importa el cómo. Haría lo que fuera para conseguirlo.o.
.
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"No te preocupes, no necesito verlo por ahora, lo que necesito saber es aquello que Sunan oculta". Nuevamente, regresó a verlo con total extrañeza, como pidiendo una explicación a lo que acababa de escuchar.
"¡Cierra la boca!".
"No importa cuánto intentes ocultarlo, lo sabré. Prepárate, porque no me detendré hasta conseguirlo". El eco de la puerta, cerrándose detrás de mí, se oyó a lo largo del pasillo.
Mientras caminaba hacia la entrada del hospital, una risa escandalosa en el pasillo contiguo del hospital, llamo mi completa atención.
'Mew'.
En cuanto me asomé hacia el pasillo contiguo, pude ver a Mew saliendo del hospital en compañía de Gulf. Su risa era contagiosa, siempre lo ha sido. No pude evitar que una pequeña sonrisa se dibujara en mi rostro. Logre divisar el rostro de Mew que denotaba cansancio, las grandes bolsas debajo de su ojo lo confirmaban, su piel pálida y la pérdida de peso que intentaba ocultar usando ropa cada vez más holgada. La sonrisa que hace unos segundos tenía en mi rostro comenzó a disiparse, dando pase a un amargo llanto que sin compasión alguna se llevó mi alegría. Para dejarme en una interminable agonía.
***
Los últimos días pasé luchando por acceder a los servidores del hospital, necesitaba tener esos documentos. Sunan, lo sabía y por eso había tomado las medidas necesarias para proteger la información de Mew. La única manera de obtenerlo era directamente de la fuente. Comencé a vigilarlo todo el tiempo, no podía encargar la tarea a otros. Todas las veces anteriores habían fracasado, si planeaba ver resultados cuanto antes debía hacerlo yo mismo; sin embargo, no pude obtener lo que estaba buscando. Él solo pasaba por el hospital unas cuantas veces a la semana y la mayoría de veces solo para hacerle compañía a Gulf, al terminar tenían una 'cita'. El castaño parecía no saber sobre la condición real del otro, o al menos eso demostraba. La tarde que todo cambio fue cuando todo dio un vuelco de 360 grados. Ambos estaban en una de sus ya habituales reuniones en un campo de tenis cerca de la estación central. Había abierto recientemente. Me aseguré de que ninguno notara mi presencia, desde la distancia podía vigilar cada uno de sus movimientos, ambos parecían divertirse, lo cual era bueno.
Durante los últimos minutos todo cambio y parecía bastante agitado, su semblante cambio y comenzó actuar extraño. Detuvo el juego y camino hacia los baños cerca de ahí, en un intento de huir del penoso momento que estaba pasando. Parecía no salir de los baños, me rebatía si debía entrar corriendo y ver lo que sucedía o esperar solo un poco más. Llegados al límite de mi paciencia, me dispuse a caminar en su encuentro, pero Sunan llegó en ese momento. Estaba desesperado. Supe entonces que nada estaba bien.
Al llegar al hospital lo llevo rápidamente hacia su consultorio e hizo algunas pruebas, parecía discutir con Mew, después de una larga disputa este por fin lo convenció de pasar aquella noche en el hospital. Sunan tenía ojos por todo el hospital, por supuesto que sabía que estaba cerca.
"Me preguntaba cuanto tardarías". Los pasos de este se detuvieron detrás de mí.
"Entonces sabes por qué estoy aquí, si lo entiendes deberías solo irte". Postulo para luego girarse y caminar de regreso.
"Lo haré si me dices la verdad". Detuvo su avance y giro todo su cuerpo hacia mí, luego de unas zancadas estaba justo sobre mí, me tomo por el abrigo y tiro con mucha fuerza.
"¡Es tu culpa! ¡¿por qué no lo dejas en paz?!". Había ira y resentimiento en sus palabras, pero no en sus ojos. Parecía que iban a quebrarse en cualquier momento.
"Porque lo amo". El puño de Sunan impactó contra la pared detrás de mí haciendo un ruido sordo muy fuerte.
"Tú no sabes lo que es eso. No vuelvas a decir algo como eso en mi presencia". Bufo liberándome de su agarre. Me observó fijamente, para luego suspirar pesadamente. — "si realmente lo amas, solo deberías renunciar a él y dejarlo en libertad". Tenía la mirada algo perdida y los ojos ligeramente vidriosos.
"No puedo hacer eso, aún no obtengo lo que busco". Volvió a saltar sobre mí. Esta vez con más ira.
"¡¿Qué es lo que buscas?! ¡DIME!".
"Redención". Los ojos de Sunan se abrieron de par en par, supongo que no era la respuesta que esperaba. El airado puño que sostenía comenzó a liberarse al igual que el agarre. La sombría mirada y en completo silencio hicieron que la tensión solo aumentara. Para dar paso a una risa histérica.
"¿Redención?". Preguntó con sorna. Lo observé en silencio.
"Si realmente es lo que quieres, entonces solo deberías marcharte, ¿ya hiciste suficiente, no lo crees?". Se giró sobre sus talones y se alejó del lugar.
'Lo haré Sunan, pero antes debo salvarlo'.
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Holi :D
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