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My History, My Life

Dedicado a Mabesagittarius24 espero sea de tu agrado querida y es un regalo porque hoy es un día especial para ti.

Feliz Cumpleaños!!! 😉😘









Mi héroe sin capa.

Parecía un caballero de armadura dorada como esos que en la antigüa Grecia estaban al servicio de la diosa Athenea, cada guardián protegía su casa con una constelación la cual regía en ellos.

Mi Salvación ya que aquella noche de luna llena me salvó de un horrible suceso que estoy segura marcaría para siempre mi vida.

Soy Aioros Sagittarius tengo 23 años y ésta es la historia de cómo lo conocí a él.

Saga Geminae mi caballero dorado.

Mi vida siempre fue tranquila, modesta al lado de mis padres y hermano mayor Aioria hasta que en un accidente ambos perdieron la vida.

Han pasado seis años de ese fatídico día, no podíamos asimilar que ellos ya no estuvieran en nuestras vidas.

Tardamos en salir de la depresión, pero entendimos que debíamos continuar con nuestras vidas y salir adelante sin ellos.

Pero siempre estarían en nuestros corazones, nos mudamos a Trípoli y con los pocos ahorros que teníamos compramos una pequeña casa mientras mi hermano terminaba sus estudios para conseguir un empleo.

Actualmente yo trabajo en una cafetería, es un milagro que logrará convencer a Aioria ya que es demasiado sobreprotector conmigo que ni siquiera me deja tener novio sabiendo que soy mayor de edad.

Sin duda es el mejor hermano que pueda tener y se preocupa porque nada me suceda pero no siempre estará ahí para protegerme de la maldad de las personas o encerrarme en una burbuja para que nada me pase.

Cierto día una de mis compañeras no asistió al trabajo porque estaba enferma y el jefe me pidió que cubriera su turno hasta la hora de salida que era a las once.

Le avisé a Aioria para que estuviera al tanto, él también me dijo que tenía mucho trabajo y también llegaría tarde a casa cerca de la media noche.

Por primera vez iría sola, no tenía miedo ya que Trípoli es un lugar seguro con personas amables.

Atendía una mesa tras otra y el chico amable que siempre iba con frecuencia dejándome buenas propinas me saludó con una sonrisa genuina.

Cabellos cortos negros y tras sus gafas unos hermosos ojos color olivo que brillaban tal cómo el filo de una espada.

Me preguntó si aún no me retiraba a lo que le respondí que saldría hasta que la cafetería cerrara.

Seguí con mi trabajo sin parar, al final de la jornada estaba exhausta con un dolor de pies insoportable.

Pero con una enorme sonrisa ya que gané más propina, al menos valió la pena.

Se hizo el corte de caja y salimos por la puerta trasera del local para finalmente irme a casa.

Sin saber que alguien seguía mis pasos de cerca, esperando a mi salida.

Por un momento me sentí nerviosa, es cómo si mi sexto sentido me alertara que algo pasaría.

Seguí caminando cautelosa, las calles estaban vacías, miraba para todos lados y los perros aullaban.

El miedo se hizo presente en mi, aceleré mi caminata para llegar a casa y sentirme segura.

Oí pasos atrás mío y entré en pánico, cuando quise gritar una mano tapó mi boca.

Me resistía, forcejeando con mi captor pero era fuerte y no tenía la intención de soltarme.

Me arrastró a una callejuela semi oscura pero la luna llena iluminaba un poco el lugar sin salida.

No tenía escapatoria lo sabía.

Pero no dejaría que me hiciera algo ese hombre.

Por más que luché tratando de huir no pude me dio un golpe en la cara aturdiendome cayendo al suelo con sangre saliendo de mis labios.

Se puso a horcajadas de mi y desgarró mi ropa de trabajo, traté de cubrirme con mis brazos pero él las apartó sujetandolas arriba de mi cabeza.

Mis lágrimas se presentaron cuando su asquerosa lengüa se paseaba por mi cuello, bajando hasta mi pecho donde de un sólo tirón quitó mi sostén dejando expuesto mis senos que mordía a su antojo con rudeza.

Rezaba a los dioses que alguién me ayudará, entonces empecé a gritar por si alguien me escuchaba.

Otro golpe en mi rostro me aturdió pero eso no me detuvo de seguir gritando pidiendo ayuda desesperadamente.

Al parecer mis ruegos fueron escuchados y el peso que sentía encima mío fue apartado.

Por la poca iluminación de los rayos plateados que la diosa Artemisa mandaba pude ver a mi salvador golpear al tipo que abusaría de mí pero las lágrimas impedían observarlo mejor.

No sé cuánto tiempo pasó y a lo lejos las sirenas de la policía escuchaba.

Una mano me tomó del brazo para ayudarme a levantar pero yo estaba en shock y creía que era mi agresor.

Una voz profunda y varonil me tranquilizó, con los pedazos de tela desgarrada cubría mi desnudez ya que temblaba pero algo tibio fue puesto para cubrir mi esbelto cuerpo.

Un perfume masculino inundó mis fosas nasales respirandolo profundo, cerré mis ojos por instinto al abrirlos un mareo me invadió, todo me daba vueltas, oscuridad y ya no supe más de mí.

¿Cuánto tiempo estuve dormida? abrí los ojos lentamente y divisé las paredes totalmente blancas.

Supe de inmediato que estaba en el hospital, me incorporé un poco, me dolía mi labio y la mejilla derecha.

Pensé que se trataba de una pesadilla y que al despertar estaría en casa acostada en mi cama, pero todo fue real.

Iba a ser violada sino fuera por esa persona que acudió a salvarme.

Pérdida en mis pensamientos no me dí cuenta que una segunda persona me miraba atento.

Sentir una penetrante mirada me hizo salir de mis cavilaciones y dirigir mi vista al lado derecho donde un hombre atractivo de cabello azul atado en una coleta y ojos esmeralda, sentí mis mejillas arder.

Y por acto reflejo me cubrí con la sábana blanca hasta mi cuello, él pareció captar mi intención.

- No temas, yo no te haré daño. Soy Saga Geminae la persona que te salvó de... ya sabes. Desvió sus ojos haciendo puño sus manos.

- Aioros, ese es mi nombre y gracias sino fuera por ti no sé cuál sería mi destino. Pero que hace usted aquí? Dónde está mi hermano?. No verlo a él me pareció raro.

- Bueno. Se rascó su nuca. - No conozco a tu hermano y para que me permitieran pasar aquí tuve que mentir y así obtener su número de teléfono para avisarle. Aparte pronto te darán de alta, atendieron tus heridas e irás a la comandancia para rendir tu declaración e identifiques a tu agresor al igual que yo para narrar lo sucedido. Oír lo último me erizó los vellos y un escalofrío me recorrió la espina dorsal.

Por Saga me enteré que la policía arrestó al tipo ese que estaba inconsciente por los golpes que le propinó, me dí cuenta que era una persona noble con un ideal de justicia que no permitía cualquier abuso.

Llamó a mi hermano Aioria explicando lo sucedido, él no tardó en llegar ya que estaba preocupado como león enjaulado en casa al ver que no llegaba.

La sorprendida fui yo, ya que al parecer se conocían y esque trabajan en las mismas oficinas.

Aioria no paraba de agradecerle lo que hizo por mí abrazándolo efusivamente.

Creo que una amistad nacería a partir de ese día.

En cuanto me fue dado el alta que fue cuando los primeros rayos de sol se miraban en el horizonte y entregarán mis pertenencias con la ropa desgarrada que volvería a ponerme sino fuera por el abrigo de Saga que me cubría mi cuerpo, ya que Aioria se le olvidó traerme ropa limpia porque salió como alma que lleva el Hades cuándo se enteró de lo sucedido.

Me llevaron a la estación de policía para que tomarán nota de lo que pasó y mostrarme la persona que abusaría de mí.

Mi declaración y la de Saga determinaría el juez los años que pasaría en la cárcel ese hombre.

Aioria y Saga me acompañaron aparte que mi hermano ya no quería dejarme sola, me llevaron a otra sección dónde en un cuarto con vidrios polarizados estaba él esposado de manos y pies.

No podía creerlo, él no parecía una persona mala, mis ojos volvierón a llenarse de lágrimas al reconocerlo.

Shura aquel chico amable que iba todos los días a la cafetería era mi abusador.

No pensé que estuviera obsesionado conmigo al grado de cometer tal repulsivo acto, si hubiese sido diferente hablarme como toda persona normal e invitarme a pasear hubiera aceptado ya que era guapo y no me era indiferente.

El oficial preguntó que si lo conocía con voz temblorosa dije que si.

Mi hermano haría todo lo posible, movería cielo, mar y tierra para que pasará muchos años en la cárcel y si era poca su condena poner una demanda para que no se acercará nunca más a mi.

Saga con su voz volvió a tranquilizarme ya que mi ser entero temblaba, mientras mi hermano hablaba con el abogado.

Los días pasaron volando, acudí a terapia psicológica ya que tenía pesadillas de lo sucedido, Aioria me convenció de ir ya que me haría bien superar todo ese mal trago y Saga fiel amigo de mí hermano me acompañaba ya que ahora eran inseparables los dos.

Aunque el gatito cómo le decía de cariño a Aioria no lo admitiera estaba agradecido con Saga por salvarme de las garras de un violador.

Shura le dieron 16 años de condena, me sentía mal por él, no le tenía ningún rencor al contrario lo perdoné.

Me encanta todo de Saga es tan atento y amable, su alma noble me cautivó, me fue inevitable no tener sentimientos hacía él.

Con su ayuda y la de mí hermano me ayudaron a superarlo rápidamente volviendo a mi vida normal.

De aquel suceso pasaron cuatro meses, ya deseaba volver al trabajo en la cafetería.

Aioria estaba inseguro pero logré convencerlo y accedió ya que Saga le prometió ir por mí cuando saliera sólo así pudo sentirse tranquilo además que confiaba en su amigo.

El primer día me fue de maravilla y lo fue más al final ya que él, mi caballero de armadura dorada me esperaba fuera de la cafetería con un ramo de rosas.

Detalles como esos era imposible no enamorarme de Saga.

Por las noches fantaseo con él, mi sexo se humedece con tan sólo imaginar su miembro dentro de mí.

Calmo mis ansias con mis dedos estimulando mi clítoris hasta llegar al orgasmo pero sé que no es suficiente para apagar ese fuego interno que me quema.

Cómo cada día él pasa por mí pero ésta vez me invita a dar un paseo, lo noto nervioso y no entiendo el porqué de su actitud preferí no tomarle mucha importancia.

Me llevó a cenar a un restaurante de comida española todo fue tan delicioso y el postre para chuparse los dedos.

Pero ahí no terminaba todo, después fuimos al cine.

La velada iba de maravilla, los nervios que vi en Saga al principio desaparecieron.

Nuestros pasos nos guiaron a un parque, poca gente se encontraba ya que eran casi las once de la noche.

Ahí cómo todo un caballero Saga me pidió ser su novia besando el dorso de mi mano y sus esmeraldas brillaban esperando la respuesta que no tardé en dar.

Era obvio que diría que Sí las veces necesarias, lo amo con todo mi ferviente corazón.

Nos dimos nuestro primer beso como novios ahí en el parque sentados en una banca con la luna nueva arriba en el manto oscuro viendo toda la escena.

Llegamos a casa felices donde Aioria nos esperaba con una sonrisa de oreja a oreja, él ya sabía lo que Saga haría ésta noche.

Mi novio primero le pidió permiso a mi hermano no se lo negó porque ya lo conocía y sabía que era un buen hombre para mí.

Cada dia que pasa son los mejores de un hermoso noviazgo, con seis meses ya cumplidos preparé una cena especial para celebrarlo.

Aunque me pusiera coqueta con Saga no pasábamos de unos cuantos besos, parecía respetarme demasiado para no ceder a mis encantos y sensualidad.

Sólo espero que ésta noche pase algo más para cerrar con broche de oro la velada perfecta.

Me arreglé para verme hermosa mi cabello castaño que es corto hasta los hombros lo recogí en una coleta con trenzas dejando suelto unos mechones en frente.

Mi elección en ropa fue un vestido color rojo entallado que me llega arriba de mis rodillas a juego con unos tacones del mismo tono.

Y un poco de brillo labial transparente fue todo para recibir a mi novio que llegó puntual.

Con un corto beso en los labios lo recibí en la puerta y lo guíe directo a la mesa para cenar.

Entre la comida y platica sabiendo que tal nos fue en el día llegamos al postre que yo misma preparé, un pastel de fresas.

Dejé todos los trastes sucios en el fregadero y volví a sentarme, Saga jugaba con sus manos sobre la mesa, estaba nervioso lo sabía ya que al conocerlo más podía leer todas sus expresiones desde estresado por el trabajo a enojado.

- ¿Que pasa amor? ¿Problemas en el trabajo de nuevo?. Lo tomé de la mano pero él negó.

- No, no es eso, lo que pasa es que... Me dedico una sonrisa y se levantó de la silla para arrodillarse frente a mi.

De su saco gris sacó una cajita de terciopelo rojo abriendolo, mostrando un anillo de plata con un diamante.

Instintivamente me llevé una mano a mis labios llena de emoción y sin creerme lo que pasaba.

- Mi amada Aioros aunque no te conocí en una situación agradable pero a partir de ese momento conocerte fue lo mejor que me pudo pasar, cada día me enamoraba más de ti, contigo me veo juntos hasta envejecer, te amo quieres casarte conmigo?. Sus ojos esmeraldas me miraban en espera de una respuesta que enseguida respondí.

- Claro que si amor mío!. Lloraba de felicidad y Saga colocó el anillo de compromiso en mi dedo anular.

No cabíamos de la felicidad, ahora en el sofá platicamos sobre algunos detalles como la fecha de nuestra boda coincidiendo en diciembre el día de mi cumpleaños.

Queríamos lo más pronto posible ser esposos, así que debíamos iniciar ya con los preparativos y darle a Aioria la noticia.

Beso en los labios a mi amado Saga sentándome en sus piernas, sus manos se posaron en mi cintura.

La intensidad subió de nivel, yo quería más pero nos separamos a falta de aire.

- Mi pequeña arquera sé que estás ansiosa por que te haga mía, yo también lo deseo pero yo te respeto, debes ser paciente porque cuando seas mi esposa no te dejaré salir de la recámara en nuestra luna de miel. Esos ojos esmeraldas pícaros lograron convencerme de esperar.

Ya deseo que llegue el día que marcará el inicio de un futuro al lado de mi caballero dorado.

Las horas pasan convirtiéndose en días que se vuelven semanas, al siguiente día de pedirme matrimonio comenzamos con los preparativos que será sencilla e íntima con pocos invitados.

Invitaciones fueron enviadas, el menú listo para ese día, pastel, decoración todo.

La boda se llevará a cabo en la playa al atardecer.

El día tan esperado llegó, desde que los rayos solares comenzaron a iluminar el cielo los nervios se presentaron.

Aioria me tranquilizaba, sus palabras siempre tenían ese efecto calmante en mí.

Mi hermano me presentó a Shaka sabía que Aioria babeaba por un joven rubio, sus ojos del color del cielo que conoció por casualidad quedando prendado al instante.

Sólo una vez pude verlo y me pareció lindo, perfecto, parecía alguien espiritual y de buenos sentimientos ahora como su novio formal pude conocerlo mejor ésta mañana, al fin mi hermano también sería feliz y no estará solo ahora que me iré por tres meses de luna de miel pero Saga no quería decirme dónde iríamos, sería sorpresa ya que mi pronto esposo dijo que era secreto.

Al medio día comenzaron a maquillarme pero quise que no sea en exceso ya que prefería ser más natural, sombra en tono claro con delineador negro sobre mis párpados y labial en tono carmín.

El peinado sencillo una media coleta rizado el cabello suelto para colocar la peineta junto al velo.

Saqué de la caja mi vestido de novia, de un blanco puro con incrustaciones en pedrería, escote en forma de corazón sin mangas corte sirena, los tacones a juego del vestido.

Me puse el conjunto en encaje color rojo para mi noche de bodas y después colocarme con cuidado mi vestido.

El ramo de rosas rojas sería el último toque para estar lista y esperar a que Aioria me indicará que ya era hora de partir a nuestro destino.

Antes de ir por el camino que me llevaría al altar revisé los últimos detalles y verme hermosa para mi amado, al lado mi hermano me daba su brazo para que lo tomará indicandome con la mirada que ya era hora.

Todos los nervios se fueron al ver como Saga estaba a la espera mía en el altar sonriendo, mis amigas del trabajo también ahí estaban presentes; Milo junto a su novio Camus, Mü y su pareja Aldebaran, Kanon mi cuñado, sabía que tenía un gemelo, idénticos pero tan distintos ya que el menor era más de fiestas y libertad mientras Saga todo lo contrario.

Todo pasó rápido que ante el juez dábamos nuestros votos matrimoniales, los anillos y el beso que sellaría nuestro amor pero ahora siendo esposos.

Los aplausos de todos, abrazos de felicitaciones, el ramo que cayó en manos de Shaka, lo arrojé con mucha fuerza al parecer ya que el rubio estaba lejos del mero alboroto de las chicas para ganarselo, un gran sonrojo surco su rostro de porcelana y Aioria le dio un beso en los labios afirmando a todos los presentes que ellos serían los próximos en casarse.

La fiesta maravillosa bailando el vals a un ritmo suave acurrucándome en su pecho escuchando los latidos de su corazón.

Finalmente la hora de partir a nuestro viaje para la luna de miel llegó dejando a los invitados para que siguieran divirtiéndose, cambié mi vestido de novia por uno más cómodo.

Las maletas estaban listas e irnos al aeropuerto, fue anunciado el vuelo hacía Nueva York ahí es donde iríamos.

Una ciudad por la que tenía cierta fascinación de conocer y mi bello esposo cumplió como regalo.

Me llamó la atención por Camus el novio de mi amiga Milo cierto día que platicaba de sus viajes.

El francés es alguien que gusta de viajar por todo el mundo conociendo la cultura de cada país que visita y en esas salió sobre esa ciudad, el zoológico de Central Park, el Times Square entre más cosas que me emocionaron para viajar de inmediato.

Fue chistoso cuándo la bicheja conoció al de cabellos aguamarina, ya que él viajó a Grecia para conocer más de nuestra cultura, en la cafetería fue a desayunar después de hacer un recorrido pero Milo siempre se pone nerviosa al tener un hombre guapo de frente.

Eso le pasó y derramó por accidente el café sobre el costoso pantalón del francés, en su lengüa natal quien sabe qué cosa le decía mientras la pobre sólo agachó la mirada apenada.

El dueño salió al escuchar el alboroto y regañar a mi amiga, pero al parecer Camus no era tan imbécil que la defendió pidiendo disculpas a ella.

De ahí no sé que más pasó entre ellos para que se enamoraran y ser novios, ahora viven juntos.

El trotamundos del francés ya no quiso irse de Grecia y dejar a su amada Milo sola.

Saga pudo conceder mi deseo de conocer Nueva York como regalo de nuestra boda creí que se le olvidaría ese dato importante pero al parecer no lo fue.

Horas de vuelo y con un horario diferente a Grecia nos recibió.

Ninguno de los dos teníamos sueño en cuanto la puerta de la habitación se cerró.

No dudé en saltar sobre Saga y él sujetarme de mis glúteos, un beso candente lleno de pasión dónde transmitimos todo el amor que sentimos.

Conmigo encima fuimos a la habitación.

Bajó el cierre de mi vestido blanco con lentitud llenando de besos mi espalda que quedaba desnuda hasta que cayó al suelo mostrando mi conjunto rojo en encaje.

Apartó mi cabello a un lado para morder mi cuello con suavidad y masajear mis pechos sobre mi sostén arrancando suspiros.

Las acciones de mi amado comenzaban a crear reacción en mi cuerpo y más en mi zona íntima que cada vez más se humedecía.

Voltee para volver a besarlo con fiereza jugando con nuestras lengüas y sus grandes manos recorrer mi cuerpo.

Retiré con desesperación su camisa acariciando su pecho bajando hasta su abdomen delineando cada músculo y sobre la tela de su pantalón tocar su abultado miembro.

Humedecí mis labios por desear ese trozo de carne.

Las esmeraldas de Saga brillaban en lujuria, también me deseaba como yo a él.

Quité cada prenda ante la atenta mirada de mi esposo y estar desnuda ante él, sonreí de medio lado.

Traviesa, coqueta, osada esa era la otra Aioros que se esconde tras la tímida chica de la cafetería.

Viendonos fijamente llegamos a la cama dejando que nuestro instinto salga y calmar nuestras más bajas pasiones.

Sentada retiré sus pantalones y bajar el cierre hasta que cayó al piso dejando sólo su boxer que mostraba lo apretado que estaba ese miembro ahí adentro.

Con calma deje al descubierto su pene del que ya salía líquido pre-seminal, el olor de su sexo invadió mis fosas nasales, saqué mi lengüa lamiendo toda la longitud.

Llegué a la cabecilla donde seguí en mi labor pero quería más así que me lo llevé a la boca pero no cabía todo por lo que mi mano se encargaría de lo restante.

Comencé lento para acostumbrarme y no me diera arcadas hasta que seguí un ritmo más rápido haciendo que mi amado soltara suspiros y acariciar mis cabellos castaños.

- Espera Aioros. Detente. Pero yo no quería parar hasta que sentí como algo llenaba mi boca, espeso y cálido.

Entonces comprendí que era la semilla de mi amado, lo tragué sin ascos.

La respiración de Saga era errática pero su mirada no la apartaba de mí.

Abrí mis piernas incitandolo y hacerle la invitación.

Su miembro que aún no perdía del todo su erección lo masajeó hasta volverla a endurecer.

Entonces mis pupilas aguamarinas se dilataron.

Camino directo a mí y su mano la puso en mi hombro empujandome hacía atrás tocando el suave colchón mi espalda.

Así abierta de piernas su lengüa recorría con maestría mi clítoris haciendome gemir y más excitada estaba cuándo lo metió en mi vagina.

Mis manos las hice puños.

Cada célula de mi cuerpo estaba sensible hasta que un avasallador orgasmo fue todo para terminar.

- Eres deliciosa primor. Pasó su lengua sobre sus labios degustandome.

Ésto apenas comenzaba.

Subió a la cama y se posicionó entre mis piernas para besarme enredando nuestras lengüas en un delicioso beso francés.

Mis piernas las enredé en su cintura indirectamente diciendo lo que quiero.

Por la humedad en mi zona y lo que hicimos previamente ya no hubo necesidad de prepararme.

Poco a poco fue introduciendo su erecto miembro abriéndose paso en mi cálido interior entre mis pliegues vaginales.

Mi primera vez que tanto guardaba para alguien especial y que en realidad me amara para siempre está sucediendo.

Ardía y dolía pero sé que la molestia pasará dando paso al placer.

Besos que repartía en todo mi rostro y susurandome al oído cuanto me ama, moví mi cadera dando a entender que podía comenzar.

Sus manos las posicionó a un lado de mi cabeza empezando un lento vaivén.

Me aferré a su ancha espalda incrustando mis uñas, él se movió más rápido haciendome gemir.

- Estás muy apretada y me encanta cómo todo tu cálido interior me envuelve, seré un adicto a ti de ahora en adelante. Me fascinas, me vuelves loco amor mío. Yo no podía responderle porque cada embestida me hacían ver miles de explosiones de galaxia.

Cambiamos de papeles casi al final, yo montando a mi esposo comencé a moverme de manera salvaje, brincando sobre su duro miembro, el sonido seco de nuestras sexos chocar tan sólo nos excitaba más.

Los gemidos roncos de mi amado junto a los mios creaban más erotismo en el ambiente.

Apretaba mis pechos con sus grandes manos masajeandolos o a veces jalando mis pezones.

- Saga. Repetía una y otra vez sin parar.

Cada vello se erizó al sentir cómo la semilla de mi esposo se vaciaba dentro de mí de forma abundante y mi orgasmo terminó al mismo tiempo que él.

Caí rendida sobre su pecho intentando controlar mi respiración.

Mis ojos pesaban y un profundo sueño me invadió quedándome dormida en esa posición.

Cada día despertaba feliz al lado de él, conociendo cada rincón de la ciudad, maravillandome por las mejores vistas que brindaba por las noches.

Mi felicidad aumentó cuándo a dos meses y medio de estar allí se me dio la noticia de estar embarazada.

Un pequeño malestar me llevó al hospital haciendome chequeos de rutina y preguntas del médico.

En cuánto los resultados le entregaron confirmó que yo tenía 7 semanas de embarazo.

No usábamos ningún tipo de protección ya que fue un tema que no tocamos en absoluto, una parte de mí estaba emocionada pero por otro lado temía la reacción de Saga por ésta noticia.

Todo se esfumó al ver la alegría que mi amado mostró abrazandome efusivamente.

Llamaría por teléfono a Aioria para decirle que será tío.

Mi hermano casi me deja sorda por gritar fuerte sobre la bocina del teléfono.

Estuvimos los días restantes ahí hasta que de nuevo viajamos a Grecia donde en casa me esperaban mis amigas, Kanon, Aioria y Shaka con regalos incluidos para el bebé que venía en camino.

Mi salud perfecta con los nueve meses de embarazo, ya sabíamos que era un niño elegimos el nombre de Seiya para nuestro pequeño.

La espera fue larga, en el parto todo salió de maravilla para los dos.

Mi hijo ahora está en los brazos de Saga dormido al sentir la protección de su padre.

Una nueva vida comienza para nosotros al lado de nuestro pequeño que es sagitario igual que yo.

Agradezco el haber conocido a mi amado.

Mi héroe sin capa, mi caballero de armadura dorada que fue Mi Salvación aquella noche para impedir que fuera violada.





°☆☆•♡•☆☆°





Hola a todos los que leyeron éste one-shot, espero que haya sido de su agrado el SagaxAiorosFem, un reto que me dio una persona que aprecio mucho, una gran amiga además que es su regalo de cumpleaños.

Querida Mabesagittarius24 espero que te la pases bien en éste día, te deseo de todo corazón que cumplas muchos años más.

Dejen su comentario para saber si les gustó ya que es la primera vez que escribo sobre una pareja hetero.

Estoy acostumbrada al yaoi buenorro y lo saben 7w7 pero bueno es algo que acepte con gusto.

Y no se les olvide votar para inspirarme a seguir escribiendo.

Sin más me despido.

Atte. Skarlet Antares ❄💙🦂☠

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