04
Taehyung continúa tirando de Jungkook hasta la puerta, siseando bajito ante la resistencia de este a avanzar. Ya se disponía a darse la vuelta para reclamarle cuando un fuerte y familiar ladrido captó su atención. Seriamente desconcertado, mira por el costado del pelioscuro y sus orbes se humedecen cuando Yeontan corre apresurado hacia él.
¡Dios! ¿en qué rayos estaba pensando? Se había olvidado por completo de su mascota.
Más que avergonzado, el pelirrojo se arrodilla rápidamente y recibe en brazos al pequeño can justamente cuando el infantil llanto de Horin estalla tras percatarse de que su nuevo mejor amigo canino se alejaba.
Taehyung no prestó atención al llanto de su sobrina, en cambio solo continuó abrazando contra su pecho el diminuto cuerpo de Yeontan, quien movía la cola de forma errática, aparentemente entusiasmado por la atención de su dueño.
Tras unos largos dos minutos en los que el pelirrojo se negó a soltar al pequeño pomerania, este pareció sentirse un tanto hostigado porque empezó a ladrar nuevamente, pero esta vez para ser dejado en libertad. Captando fuerte y claro el mensaje que le era enviado, Tae optó por aflojar su abrazo, no obstante, se negó a soltarlo.
A unos metros de ellos, Horin gimoteaba mientras Hoseok intentaba animarla y el resto lo observaba con curiosidad.
--Tae. -Jungkook musita con preocupación ante lo inusual de su comportamiento. Sin embargo, se abstiene de hacer cualquier comentario y simplemente lo presiona del hombro, llamando de esta manera su atención --Vamos. -propone al notar la incertidumbre en sus orbes.
El pelirrojo asiente en respuesta y, tomando la mano que el mayor le ofrecía, entrelazó sus dedos en un firme y reconfortante agarre.
Jungkook se inclinó ligeramente a modo de despedida antes de girarse y finalmente disponerse a salir del lugar, esto bajo la curiosa mirada de los mayores y el berrinche de la infante que se negaba a dejar de llorar. Si al resto les había parecido extraño o no el comportamiento de su esposo -o el suyo propio-, él de verdad agradecía el hecho de que no hicieran mención de ello.
Una vez fuera, ambos caminaron con calma hacia el auto. Jungkook se ocupó de abrir la puerta del copiloto para que el pelirrojo ocupara su lugar -con Yeontan en su regazo- antes de colocarse frente al volante y poner el vehículo en marcha rumbo a Busán. El viaje transcurría en un silencio absoluto puesto que el pelirrojo parecía inmerso en sus pensamientos, mirando a través de la ventanilla mientras su diestra acariciaba sin descanso el pelaje de una adormilado Yeontan.
--Estás demasiado callado. -dictamina en tono bajo y casual, captando por el rabillo del ojo como la cabeza de su esposo se inclina ligeramente hacia él.
--Tú también lo estás. -Taehyung responde, su mirada enfocando en el perfil adverso.
--Ah, pero en nuestra relación yo no soy el experto en llenar los silencios. -le recuerda con una sonrisa y mirada furtiva que activó el lado juguetón del pelirrojo.
--Es verdad. -concede sonriendo de igual manera --¿De qué quieres hablar?
--No sé, de lo que tú quieras. -Y no mentía al decir esto. Si bien su naturaleza era del tipo callado y reservado, adoraba con el alma la personalidad parlanchina del menor. Escucharlo hablar sin sesar se había convertido en su pasatiempo favorito.
--Bueno, hoy conocí al abuelo Min. -Tae empieza a narrar con evidente entusiasmo --Es tal cual me lo imaginé, tan genial y lleno de vida. Incluso ya me puso un mote cariñoso... Fresita, es por mi color de pelo. -señala con una sonrisa satisfecha --Me divertí muchísimo con él el día de hoy, me encantaría poder seguir frecuentándolo.
--No le veo el problema. -Jungkook no se demora en opinar --Con la alianza que estoy formando con tu cuñado y sus amigos, tendré que viajar a Seúl con regularidad. Sabes que puedes acompañarme todas las veces que quieras.
--¿Sí? -Taehyung cuestiona extasiado antes de empezar a narrarle cada detalle de la tarde que había pasado en compañía del veterano hombre y su gemelo, llenando el ambiente de jococidad con sus relatos durante unas horas hasta que eventualmente se fue quedando sin nada más para contar, volviendo a instaurarse de este modo un silencio que, si bien no era incómodo, no dejaba de sentirse extraño.
Para cuando llegaron a su hogar, ambos se encontraban tan cansados del viaje que prácticamente salieron disparados del auto para estirarse un poco y después ingresar al interior de la casa. Tae soltó a Yeontan a mitad del vestíbulo y lo vio alejarse en medio de ladridos con destino desconocido. Simplemente suspiró y se encaminó a la par de Jungkook hacia su recámara. Una vez allí, el pelirrojo no tardó en desvestirse y adentrarse al cuarto de baño donde planeaba tomar un baño caliente de al menos una hora. Por su parte, Jungkook lo observó alejarse sin pronunciar palabra. Habían compartido espacio el tiempo suficiente para saber cuando el menor necesitaba estar un rato a solas y él no iba a negarle aquello. Sin mucho preámbulo, también se dispuso a desnudarse para sustituir su traje por ropa deportiva ya que su método de relajación era completamente diferente al del menor, consistiendo en bajar a su gimnasio personal y ejercitarse hasta el cansancio.
***
Una hora más tarde, Taehyung abandonaba la bañera debido a que el agua se había enfriado por completo y él se sentía demasiado perezoso como para cambiarla nuevamente. Soltando un sonoro suspiro salió del baño envuelto en una enorme y esponjosa bata. Caminó hasta la cama y se sentó en el borde de esta mirando hacia la nada un breve instante para luego levantarse por impulso e ir hasta el closet. Estiró su mano para tomar un lindo suéter de estampados que había comprado hacía más de un año y el cual era una de sus favoritos debido a lo cálido que resultaba siempre. No obstante, su mano se detuvo a medio camino al notar al lado de este una polera blanca perteneciente a su esposo. Sus dedos acariciaron la tela fría al tacto y de repente se le ocurrió una mejor forma de aportar calor a su cuerpo.
Se apresuró a vestirse con la prenda ajena y trazó el recorrido que lo llevaría hasta donde bien sabía que encontraría al mayor.
Llegó hasta el cuarto que Jungkook utilizaba para hacer sus ejercicios y, nada más abrir la puerta, fue recibido por una ola de calor que olía a sudor y testosterona.
Sus orbes realizaron una búsqueda rápida que le hizo dar con el poderoso cuerpo del mayor bañado en sudor mientras hacía pechadas con un ritmo envidiablemente fluido.
Mas que motivado, se adentró sin dar aviso de su presencia y caminó con sigilo hasta quedar a tan solo centímetros del otro.
--Jungkook. -pronunció con su característica voz profunda cargada de sensualidad, haciendo que el aludido parara de repente y le mirara directamente, leyendo en su expresión la razón por la que había ido hasta allí.
--Tae. -lo llama evidentemente agitado por todo el esfuerzo físico... y algo más.
Con la respiración alterada, Jungkook se apresura a ponerse en pie sin romper ni por un segundo el contacto visual. Se deleitó con la vista del esbelto y delicado cuerpo cubierto por su polera que le quedaba lo suficientemente grande para que incluso se deslizara fuera de su hombro. Tragando grueso, se acercó hasta el adverso lo suficiente para que el olor a limpieza y frescura de su piel inundara sus fosas nasales.
--Me preguntaba... -Tae comenzó a decir con fingida inocencia a la vez que sus orbes se anclaban a los pectorales adversos, tocándolos sin ningún tipo de pudor y deslizándola levemente hacia el marcado abdomen que se vislumbraba a través de la tela mojada --Como alguien empapado de sudor puede verse tan jodidamente caliente y tan... -pausó para conectar su mirada con la contraria --Apetecible. -termina de decir mordiendo con suavidad su labio inferior, sacándole un ronco gemido al mayor en el proceso.
--Que curioso. -esta vez es Jungkook quien habla, pasando su brazo al rededor de la fina cintura para atraerlo hacia su cuerpo --Yo me preguntaba cómo haces para lucir tan provocativo cuando finges una inocencia que estás lejos de poseer.
Pese a la visceral reacción que experimentó debido la cercanía de sus cuerpos, Taehyung se las arregla para reírse de forma queda, sumamente divertido ante la acertada acusación. Jungkook lo conocía tan bien...
Sin borrar la sonrisa de sus labios, cruzó ambas manos por detrás del cuello adverso y se puso de puntita para poder rozar sus bocas.
--Estoy todo sudado. -le recuerda el mayor al notar su clara intención de besarlo.
--Sí, ya me di cuenta. -susurra contra sus labios en respuesta, quedando a tan solo milímetros de distancia y aguardando pacientemente hasta que el pelioscuro se encargó de fusionar sus bocas.
***
Taehyung comía tranquilamente una rebanada de pastel sentado dentro de la que se había convertido en su pastelería favorita luego de que su mejor amigo regresara a vivir a la ciudad capital llevándose su negocio con él.
--Ya, Jimin. -se quejó cuando no pudo seguir fingiendo por más tiempo que no notaba la persistente mirada del rubio puesta en su persona --Deja de mirarme así y solo escupe lo que tengas que decirme.
--¿Como pudiste viajar a Seúl y atreverte a no visitarme? -cuestiona achicando los ojos.
--Pero ya te expliqué que no pude ir ese día. Además te prometí volver y pasar todo el día juntos. -le recuerda con suavidad, restándole importancia a lo indignado que lucía el más bajo.
--Eso fue hace dos semanas ya. -replica con gesto serio --Incluso tuve que venir yo a Busán a verte.
--Es que te me adelantaste. -se justifica --Kookie y yo tenemos planeado volver en unos días.
--Pero ni siquiera me avisaste. -continúa quejándose --Ya no me cuentas nada. Siento que nos estamos alejando de forma irremediable. -su voz se fue apagando al decir esto.
--Hey, no es así. -Taehyung no tarda en corregirlo --Sabes que eres mi mejor amigo en todo el mundo, es solo que, no lo sé. Siento que ahora que los dos estamos casados y vivimos en ciudades diferentes es inevitable dejar de ser la uña y mugre del otro... es decir, mírate, ahora eres dueño de una cafetería exitosa, tienes una vida social más activa y estás en espera de tu primer hijo.
--¿Acaso eso eso malo? -el rubio entona con preocupación --T-te molesta que yo...
--¡No! por Dios, no. -se apresura a aclarar --No es a lo que me refiero. Estoy contento por ti, Chim. Me alegra verte tan radiante y feliz. En serio.
--Pero entonces...
--Mira, no me hagas caso. -interrumpe, tomando a su amigo de las manos en un gesto de conciliación --Simplemente pensé que con tantas cosas en tu cabeza ya no tendrías mucho tiempo para mí.
--Eso jamás, TaeTae. -niega y su mirada se torna seria y decida --Eres mi mejor amigo y siempre voy a tener tiempo para ti.
Taehyung comprime los labios en un puchero cuando una calidez familiar lo embarga. Él y Jimin eran mejores amigos desde la infancia, forjando una amistad que se había vuelto cada vez más inquebrantable a través de los años a pesar de sus muy diferentes estatus sociales. Jimin era de las pocas personas que lo había tratado como a su igual, logrando tocar su corazón con su alma naturalmente bondadosa.
--Tae. -Jimin llama con suavidad al notarlo perdido en sus propios pensamientos --¿Qué es lo que está pasando realmente contigo? -cuestiona con mirada cauta y atenta, logrando ponerle los nervios de punta con tan simple pregunta.
--¿De qué hablas? -pregunta en medio de una risita nerviosa --No me pasa nada, en serio. -asegura antes de disponerse a engullir el resto del pastel para evitar el tema.
--Está bien si no me quieres decir. -Jimin dice con tono comprensivo --Solo quiero que recuerdes que sin importar cuál sea el problema, puedes contar conmigo porque yo siempre voy a estar para ti, ¿de acuerdo?
Con las orbes sospechosamente húmedas Taehyung asiente ya que no confía en la estabilidad de su voz para verbalizar una respuesta. Se siente agobiado por el repentino impulso de contarle al otro sus preocupaciones, pero después de años siendo testigo de su desdicha, sentía que no era justo empañar su recién adquirida felicidad contándole sus problemas.
--Bueno, será mejor regresar. -el más bajo retoma la palabra tras un largo silencio, dedicándole al pelirrojo una sonrisa tranquila --Yoonie me avisó que ya está de camino.
Taehyung se apresura a ponerse en pie al notar al adverso también hacerlo y, al verle sonreír de forma tan genuina,
se convence nuevamente de que no contarle era lo correcto. Sonríe divertido viéndolo acercarse a la salida con cierta premura, probablemente ansioso por llegar a casa de sus padres donde su esposo Yoongi lo pasaría a buscar. Ya estaba a punto de hacer un comentario al respecto solo para molestarlo cuando una voz desconocida resonó desde su izquierda.
--¿Jimin? ¿Eres Park Jimin? -el extraño cuestiona con particular entusiasmo al referirse al rubio, quien luce totalmente contrariado --¡Sí, eres tú!
La mirada curiosa del pelirrojo va desde la expresión llena de admiración del recién llegado hasta la desconcertada de su mejor amigo.
--Juwon. -Jimin pronuncia en un susurro, su tez adoptando una palidez fantasmal.
¿Juwon? ¿Dónde había escuchado ese nombre antes?
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Reviví 😁
Nah, solo bromeo, sigo muerta. Solo aproveché que tuve un poco de tiempo libre el domingo y lo dediqué a escribir este capítulo. Ya ni me voy a disculpar por la tardanza porque no tengo perdón 😔
Espero les haya gustado este capítulo. Perdón si está flojito, había lemon y más drama, pero me arrepentí al final porque estaba retrasando la actualización.
♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar♡♡
《Akina》
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