Diego
-Derian se te hace tarde -escuché la voz de Nala que me saco de mis pensamientos.
-SI MAMA... YA VOY- grito fuertemente Derian para que su madre que se encontraba en los pasillos del edificio lo escuchara pero para mis sensibles oídos eso fue una tortura
-Vamos te llevo a la escuela-le dije, necesitaba caminar para poder pensar en mi partida y en mi regreso.
Derian se subió a mi espalda y así salimos de mi departamento para encontrarnos con Nala que se encontraba lista para llevar a Derian a su escuela y luego dirigirse a su trabajo.
-Derian bájate de la espalda de Pan ella no es un caballo y ya estas bastante grandecito para esos juegos- Hablo la mujer que durante 8 años fue mi vecina y que en tan solo días dejara de serlo.
-Vamos Nala déjalo no me pesa nada... ademas hoy lo llevare a la escuela es posible que mañana me vaya.
-¿Qué? tan rápido, pensé que ibas a esperar graduarte de la universidad y para eso faltan 2 semanas- contesto ella entre sorprendida y triste.
-Nala, la tecnología ha avanzado mucho no necesito graduarme personalmente ellos me pueden enviar mi certificado y diploma por correo.
-Bueno creo que ya haz tomado una decisión y creo que ya no hay marcha atrás o aun no existe la persona que te halla cambiado de parecer- Dijo burlonamente. -¿Y que vas hacer con Tob?-
"Tob aun no le he dicho nada"- pensé.
-Mejor vayámonos ya que se me hace tarde- Protesto Derian que por segunda vez en la vida me salva de las preguntas de su madre.
-Claro si... se te hace tarde- "Debo hablar con Tob antes de volver a mi hogar"-Pensé.
-Adiós mama- Derian se despidió de su madre mientras yo caminaba hacia la salida del edificio para ir a la escuela que se encontraba en unas cuentas esquinas.
-Listo ya llegamos-Le dije mientras lo ayudaba a bajar de mi espalda, cuando me di media vuelta para verlo note como su semblante lleno de alegría cambiaba a tristeza "Odio las despedidas" pensé para luego tratar de darle valor o mejor dicho darme a mí misma el valor para soportar otra despedida otro adiós.
-¿Por qué pones esa cara? -suspiro. No es nada fácil observar ese aspecto de Derian él siempre está feliz, alegre lleno de vida.
-Es que ya... No podre, verte… todos los días -habló entre cortadas.
-Vamos Derian no te pongas así te prometo que yo volveré por ti- Puse mis manos en sus hombros para darle seguridad a mis palabras, al parecer funciono porque volvio a sonreir.
-Y me vas a enseñar a volar así como tu lo haces- Sus ojos brillaron al decir cada palabra, debo reconocer que siempre le gusto la idea de volar pero Nala dice que es peligroso "Tratare de convencerla" pensé muy segura de que lo voy a logar.
-Si me prometes que te vas a portar bien en la escuela y obedecerás en todo lo que te diga tu mama- "Debo aprovechar su pasión y energía por querer volar para que este travieso se comporte como es debido, al menos ya no le causara dolor de cabeza a Nala"
-Si te lo prometo- "Así me gusta" pensé para corresponder al inmenso abrazo lleno de amor que me brindaba el único hijo de la mujer que se convirtió en una madre y amiga estos 8 años lejos de mi familia.
-Vamos campeón ya debes entrar a clases- Le dije aun conteniendo el abrazo sabía que esa era mi despedida. –Si- contesto con la misma energía de siempre esa misma que lo caracteriza como un niño alegre. –Nos vemos pronto- Le dije
–Adiós- Con su sonrisa de siempre Derian camino hacia la puerta de la escuela mientras agitaba su mano derecha.
-Adiós- susurre.
Pov autora.
-Vamos Diego es hora de levantarte- Hablaba una mujer de ojos azules y cristalinos como las aguas del mar. –Debes ir a la escuela- Habló la ex – heroína de Cuidad Satán.
-Mama pero es mi cumpleaños- Se quejó un niño de ojos negros y cabellos puntiagudos del mismo color (Un Gohan miniatura solo imagínenselo) de tez blanca, nariz fina, labios carnosos y cejas bien definidas.
-Si no asistes a la escuela tu padre se va a enojar- Contesto la hija del supuesto salvador del mundo.
-Pero papa nunca se enoja- se defendió el nieto del hombre más fuerte del universo.
-Pero cuando se trata de estudios es muy estricto…. No vas a correr el riesgo de vero enojado o ¿sí?- en ese momento Videl recordó a su pequeña Pan.
-Papá debo entrenar para ser más fuerte para que cuando mi abuelito vuelva con nosotros se sienta orgulloso de mi- Hablaba una Pan de 6 años.
-Pan no puedes descuidar los estudios, el entrenamiento no lo es todo en la vida- Contesto el más grande de los semi-saiyajines.
-Pero mama- La pequeña pan buscaba algún apoyo para que su padre la dejara entrenar como es debido.
-Pan cariño hazle caso a tu padre, eres muy pequeña para querer entrenar todos los días, tú no puedes dejar de asistir a la escuela- Videl intentaba hacerla comprender pero Pan es muy persistente.
-No voy a permitir que mi hija de 6 años se dedique a entrenar toda su vida, eso no se ve bien Pan- Hablo el hijo mayor de Goku.
Pan puso sus ojos llorosos sabía que esa era su carta bajo la manga para que sus padres la complacieran en sus caprichos.
-Pan no va a funciona, ya dije que no- Habló con firmeza el de cabellos puntiagudos y anteojos.
Pan estaba a punto de echarse a llorar cuando de repente la mujer más grande abrió la boca para articular algunas palabras.
-Y si lo consideramos un poquito Gohan- dijo o más bien suplico.
-¿Qué?- Gohan no entendía a qué punto quería llegar su mujer.
-Sí, podemos pensarlo mejor que te parece si Pan solo entrena los fines de semana además tú le puedes enseñar muchas cosas para que aprenda a defenderse recuerda que no estaremos siempre en su vida además ella lleva sangre saiyajin y creo que es inevitable que ella pueda dejar de lado la lucha- Las savias palabras de Videl Satán provocaron que Gohan pensara un poco más la situación para luego dar su Benedicto.
-Está bien, pero solo los fines de semana luego de que haga su tarea- afirmo el padre de familia.
-Siiiii- La cara de alegría de Pan era implacable.
Videl no noto cuando una lagrima escapaba por sus ojos y rodaba por sus mejillas.
-Mama no llores ya me levanto y me baño para ir a la escuela pero no llores por favor- Diego se puso de pie dejando atrás el sueño que lo apegaba a la cama.
-¿EH?- las palabras de su hijo la sacaron del recuerdo de Pan. –No mi cielo ya no voy a llorar, perdóname mi amor hoy es tu cumple año y nada me puede poner triste ni si quiera los recuerdos- Videl seco de su mejilla la lagrima que aún se mantenía sobre ella para luego sonreír y besar la frente de su hijo. –Te espero en la cocina para desayunar, no tardes mucho o se te ara tarde- Luego de sus palabras se marchó de la recamara de pequeño hombrecito.
Diego se preparó como todos los días para asistir a clases.
N/A:
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¿Qué les parece Diego? Hijo de Gohan y Videl, hermano menor que Pan no conoce personalmente.
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