La casa de la familia Min en Poughkeepsie a una distancia de dos horas y media en coche a NY era enorme, de color blanca con una vista envidiable al rio Hudson. Estaba adornada hasta el último lugar con detalles Navideños. La mansión cuenta con 54 habitaciones en estilo Beaux-Arts estaban adornadas con algún motivo navideño

Cada rincón gritaba lujo y buen gusto. La salita de té de uso exclusivo para Ho Seok, no era la excepción, tenía guirnaldas y bellotas adornaban con listones dorados y rojos la pequeña chimenea. Era el lugar ideal para pasar un rato agradable con las visitas más íntimas, pero ahora en ella se llevaba a cabo una fuerte discusión.

Ji Min el esposo del corredor Jeon Jung Kook, el otro socio de los Min, estaban enojándose con Jin. -Pero que necio eres Jin, el niño no tiene la culpa. Está huérfano, solo le queda Nam y tú.-

-Ese niño no es nada mío, no puedo, toda la semana quise hacerme a la idea y no puedo, es el fruto del engaño.

-Eres un cabezota, ese niño no tiene la culpa, culpa a Nam y a Hwasa, pero no al niño.

-Ji Min, tu no me entiendes Jung Kook te idolatra. Creí que podría querer a ese niño por ser hijo de Nam y no puedo.

-Pero ni siquiera lo has visto- Dijo Ho Seok. 

-No lo quiero ver.

-Ven Ji Min déjalo un rato para que se calme. En dos horas es la cena de Navidad, recuerda que estas en mi casa, no quiero que se arruine la velada, te lo advierto Jin.

-Mira si estorbo puedo regresarme mi casa a Paris.

-Como quieras. Nosotros vamos a cambiarnos. Se hizo nos hizo muy tarde. Ji Min lo miro extrañado, pues ya todos estaban de traje de gala.- Ah, sí es cierto este traje de lentejuelas rojo es muy sencillo y no es muy navideño.

Jin miro molesto a sus amigos, eran buenos modelos y bailarines, pero como actores apestaban, era obvio que no se iban a cambiar.

Jin se sentó junto a la chimenea, tenía frio en su cuerpo, pero el corazón lo sentía congelado. Se acurruco y el cansancio hizo que se durmiera. No supo cuánto tiempo paso, pero escucho llorar un niño, se quedó esperando que Ji Min o Hobi calmaran el llanto. Pasaron unos minutos y el llanto parecía crecer. JIn se levantó molesto con sus amigos por no atender a sus hijos.

Camino por el pasillo, pero estaba desierto, ni siquiera las muchachas del personal de servicio.

Llego a la recamara de huéspedes que se encontraba dos puertas después de la suya. Ahí miro con sorpresa a Nam Joon sentado frente a la chimenea con un pequeño niño rubio en sus brazos tratando de calmarlo. Un vuelco en su corazón sintió al comprender que Nam Joon cargaba a su hijo.

-Ya Tae, cálmate, deja de llorar, sé un buen niño.- Lo consolaba  sin ningún éxito. Su voz sonaba desesperada. 

Jin se angustió al escuchar el triste y desgarrador llanto, casi afónico del niño.

-Nam, déjame tratar. Dame al niño.

El piloto miro agradecido a su esposo y con mucho cuidado le paso al pequeño.

Al ver al hermoso niño, el modelo sintió que toda esa amargura y celos se iba, tenía en sus brazos al bebé que tanto había añorado, sintió que su corazón podía albergar no solo a su propio hijo que ahora se gestaba en él, sino que podía darle amor y hacerlo parte de su familia. –Eres muy hermoso bebé.

.-No bebé, no bebé.-dijo con su pequeña vocecita.

-Ok, no bebé, ¿te gusta que te diga mi nene hermoso?

-Nene ti.

-Mi nene Tae tae.- El modelo comenzó a llorar dándole pequeños besos en sus manitas al niño.- Es muy pequeño para año y medio ¿Seguro que es tuyo?

-Las pruebas de ADN lo confirmaron, recuerda que estuvo hospitalizado como su mamá después del accidente. Bajo mucho de peso, nadie se preocupo por él. No tiene a Nadie.

-Sabes nene ahora yo cuidaré de ti, vamos a hacer que crezcas tan alto como tu padre, y vivirás con nosotros en Paris, donde vivimos. Tendrás un hermanito o hermanita. Te compraré muchos juguetes y tendrás un pony. Nosotros tenemos una finca con caballos de verdad ¿Quieres uno?

El niño asintió feliz, desde que Jin lo cargo se había calmado milagrosamente.

Nam lloraba en silencio al ver a su hijo sonreír por primera vez.

Empezaron a sonar cuetes y las campanas de las iglesias cercanas sonaron anunciando que el niño Dios había nacido. Jin estaba feliz con el bultito cálido más hermoso que dios le regalara.

Ho Seok y Ji Min se habían acercado a la recamara a llamar al matrimonio a cenar. Esperaban encontrarse con una pelea pero ahora miraban desde la puerta la feliz imagen de Jin por fin cargando al  hijo de Nam. Aceptándolo como suyo. Un hermoso milagro de Navidad. 

La foto de portada es de la Mansión Vanderbilt en NY. Tiene una distribución clásica del estilo Beaux-Arts, con las principales salas comunes en su planta baja: la sala central elíptica, el comedor y la sala de estar, todo en una línea, paralela al río Hudson. La mansión Vanderbilt fue considerada una construcción moderna en su época ( construida de 1896- 1899) que incluía conductos para la calefacción central forzada de aire caliente, e iluminación eléctrica que funcionaba con una planta hidroeléctrica construida en la propia finca sobre el arroyo Crumb Elbow. La finca Vanderbilt tuvo iluminación eléctrica antes que el resto de las propiedades de los alrededores.